Partida Rol por web

El maestro os indicó como llegar de vuestra habitación privada (por si queriais descansar o pensar) a un lugar lleno de mesas con comidas y bebidas, tras el cual se abrían unas gradas que daban a una oscuridad inmmensa.

Aquí teneis vuestro lugar de descanso y conversación. Para cuando no podais participar en una prueba. Algunas de las pruebas las podreis ver desde aquí arriba, aunque no podreis hablar (en principio) con los que compiten.

Saru Logrim entra cojeando ostensiblemente en la taberna, buscando donde poder sentarse a descansar. –Malditas alimañas...– Dijo el mediano masajeándose la entrepierna visiblemente dolorido. 

La joven entra furiosa pisando con fuerza, enfunda sus dagas mientras murmura en el lenguaje de las criaturas del abismo, busca con la mirada a su compañero que no fue de mucha ayuda a su parecer.

Pequeño inutil! no podías haber aguantado otros 2 o 3 mordiscos?!

mira como el mediano frota una parte poco elegante con una expresión de dolor

Que? te duele la hombría después de esa derrota o una de esas bestias abuso de ti?

Va a buscar un lugar lejos del mediano, sus hábitos o su suerte parecen un problema que no ocupa en ese momento.

El mediano estaba de espaldas cuando volvió a reconocer la voz femenina con la que se había encontrado en la sala... Saru la mira de reojo. –Tú tampoco parece que hayas hecho demasiado... también estás aquí.– Musitó al aire y se acercó a la barra en busca de algo de comer. 

Taurd'rhin descansaba en una silla enfrascado en un viejo y destartalado libro cuando escuchó la conversación. Sonrío para sí y le pareció correcto mediar entre los compañeros de batalla.

-"No seáis tan duros, a todos nos han vapuleado con esas malditas ratas".

Pues yo tome 4 mordidas, y solo falle un golpe, seguro que alguien debe de haber podido con la malditas ratas

Espera a ver si aparecen mas personas y ver en que animo o estado llegan, podrian ser posibles compañeros a futuro
 

En las gradas aparece Fjord, después de su segunda muerte a manos de un animal.

-Vaya, eso sí que fue rápido. Ni yo lo ví venir.