El planeta Zoneivo, antaño un remanso de paz y felicidad, se encontraba cubierto por la oscuridad que proyectaba el gigantesco planetoide lo cubria todo haciendo enfermar a la gente y las plantas que veían como la luz que les daba la alegría y vida desaparecia poco a poco.
En el palacio la emperatriz Turkoua reunia a sus servidoras más fieles para una última conferencia
-La situación es grave. Las fuerzas de la oscuridad se ceban en nuestro querido planeta. Ahora podemos hacerles frente pero cuando el planeta oscuro se acerque más al nuestro su número será practicamente infinito.
No queda más opción. Utilizaremos todo nuestro poder y destruiremos ese endemoniado lugar-
-NO-
El grito resono por toda la sala mientras una joven vestida con una armadura azul rematada por unas alas del mísmo color daba un paso al frente.
La soberana miro a la que había hablado con un gesto de furia
-¿Osas desafiarme, Dragon Plateado?-
La asi llamada dragón plateado se adelanto para arrodillarse en gesto de humildad
-Sabeís que no es mi intención, mi señora. Pero lo que estaís diciendo es un crimen. Acabariamos con nuestros enemigos pero al coste de acabar con nosotros tambien-
-SILENCIO. Me estoy cansando de vuestros comentarios y de vuestras teorias. La luz y la oscuridad son enemigas declaradas. Mientras exista una será un peligro para la otra-
-Pero la una no puede existir sin la otra. Teneís que escucharme-
-Silencia de una vez tus blasfemas palabras. Has agotado mi paciencia y pagarás por ello- con esas palabras como único aviso la soberana del planeta reunio energías en su baculo para a continuación lanzarlas contra Dragón Plateado
-Apartaos aaargghhh- un guerrero vestido con rojizos ropajes se interpuso en el camino de la bola que le alcanzo de lleno en el pecho derribandole entre los brazos de dragón plateado
-¿Dragon Rojo, qué has hecho?- sollozaba Dragón Plateado mientras sostenía el cuerpo de su compañero que habia caido mortalmente herido el cual cerro los ojos definitivamente con su rostro remarcado con la sonrisa del que muere contento por haber cumplido con su deber.
De repente la líder de los dragones volvio su rostro con furia hacia la emperatriz
-Maldita seas. Te he servido fielmente, he perdido compañeros en tu lucha, te he aconsejado sabiamente ¿y así me lo pagas?. Quitandome al más valeroso y fiel de los míos. Acabare con tu vida miserable bruja repugnante.-
Como si esas palabras fueran una señal cinco guerreras se adelantarón interponiendose en el camino entre Dragón Plateado y la emperatriz
-Apartaos. Mi venganza es justa-
-Como ya has dicho es venganza y eso nunca es justo- respondio Kogo-tenshi la guerrera angelical de la piedad y la compasión
-Entendemos tu perdida pero no puedes apartarte del camino. Sin él todos los habitantes del mundo sufrirán- añadio Sekai-tenshi, guardiana del mundo y de todo lo que habitaba en él.
-¿Cómo osaís interponeros? Sus actos son crueles y desproporcionados.-
-Y sin embargo dejan el camino para que aquellos que serían subyugados tengan una oportunidad de ser libres y para que los que se han perdido sean vengados. Es el camino de la justicia- fue la respuesta de Masayoshi-tenshi encarnación entre las guerreras de los ideales de justicia y equidad
Dragón Plateado estaba furiosa. Habia luchado muchas veces con ellas y las habia respetado. Pero ahora la dejaban de lado por ella. Acudio a quien creía más cercana
-Mūn, tu me ayudaras ¿verdad?. Recuerdas el valor de Dragón Rojo, como siempre estaba dispuesto a lo que hiciera falta y siempre era el primero en acudir a la batalla sin que su animo se perturbará por ello-
Aquella que recibia el nombre de Mūn-tenshi sollozaba mientras oía las palabras. Finalmente las risas, que siempre habian sido su fuerza y valor para enfrentarse a los peores miedos y que habian hecho recuperar el valor a sus compañeros en los peores momentos, se habian cerrado
-Lo recuerdo. Dragón Rojo era un muy buen amigo y lo hubiera dado todo por ser yo y no él quien estuviera allí tirado. Pero la emperatriz es mi soberana y se guia por el bienestar de todos los habitantes de Zoneivo. Te suplico que no me hagas escoger entre ella y vosotros-
La ira deformaba la cara de Dragón plateado. Una furia ciega la dominaba mientras con un movimiento recogia las sombras de toda la sala para formar una flauta que se llevo a los labios.
Mas antes de poder tocarla una joven de pelo blanco y cuernos en la cabeza poso su mano suavemente sobre las de ella haciendo que soltara la flauta
-No es el momento y la muerte de todos los presentes no nos devolverá a Dragón Rojo.-su voz era tranquila y calmada aunque dejaba vislumbrar la gran pena que sentia- Sería un pobre epitafio para él y unCoa burla a su sacrificio. En su lugar llevemosle a un buen lugar para que pueda reposar tranquilamente-
Dragón Plateado solo asintio suavemente con la cabeza -Tienes razón, Dragón Azul. No se merecen este sacrificio-
Con un gesto reunio las sombras de la sala envolviendo a los tres en ellas.
-A partir de ahora separamos nuestros destinos del vuestro. Solo serviremos a los inocentes que vuestra estupidez pone en peligro y los salvaremos de las acciones de la luz y la oscuridad- tras esas palabras la sombras desaparecierón tragandose a lo que habia dentro
-Se han debido transportar a otro lugar. No creo que las encontremos- fueron las palabras de Sekai
-Vaya tontería. Estamos perdiendo el tiempo con todas estas sensiblerías. Me prometisteís que podriamos ir al planeta oscuro. Ansio saber que misterios oculta entre sus pliegues y cavernas- las palabras salian de la última de las guerreras, una joven vestida con caperuza oscura y de rostro y sonrisa duras y crueles
-Majo-tenshi tiene razón- volvio a resonar la voz de la emperatriz -No tenemos tiempo que perder. Para que la luz y su pueblo puedan vivir la oscuridad debe ser destruida. Iniciad el ritual-
Como respuesta a las palabras de la emperatriz las cinco guerreras le hicierón una reverencia para desaparecer a continuación.
No mucho después una gran luz choco contra el planeta oscuro para estallar en un gran resplandor que cubrio toda la galaxia cegando toda la existencia de la mísma
Por toda la ciudad de Awa muchos jovenes se despertarón sobresaltados y otros tantos se revolvierón en sus sueños sin entender como podía afectarles tanto.
No sabían, y posiblemente tampoco entenderían, que no era un sueño normal y corriente si no los ecos de vidas pasadas resonando en el subsconciente de sus actuales encarnaciones con tal fuerza que se habian colado en los sueños de todos los jovenes de la ciudad.
Pero no era ese el único efecto que habia tenido pues en una pequeña casa se abría una abertura a otra dimensión por la que se colo en nuestro mundo una pequeña mascota mágica, más parecida a un peluche que a un anciano y sabio ser.