Partida Rol por web

LVPERCALIA.

El coro

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30/06/2010, 21:34
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El sonido del motor es audible de una forma preocupante a pesar del tamborilear de la lluvia sobre el metal, cada vez más pronunciado. Isabel cruza los dedos y conduce fuera del pueblo. Procura calmarse, no quiere salirse en las curvas, naufragar en el diluvio.

Francisco José ha dejado a la niña en el asiento trasero y vigila vuelto hacia atrás, exprimiendo la tapicería.

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30/06/2010, 21:36
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Al sur del pueblo, en el territorio lunar, el túmulo inveterado se inflama con una luz sangrienta. La sacerdotisa máxima deja de arañar y morder la piedra, la frustración del dios es un látigo que la desgarra y la incita, por fin, a emerger de la oscuridad retorciéndose. Ella avanza sin tocar el suelo, atravesando los bosques. No los dejará escapar.

Notas de juego

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30/06/2010, 21:38
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A medio kilómetro el coche se detiene dando unos hipidos, frente a la casa del Parrita (así se la conoce por la rústica pérgola hirsuta de sarmientos que presenta en uno de los laterales y donde los locales más reputados compartían vasos de mosto y tomaban decisiones).

La lluvia ha arreciado. Isabel quiere huir, pero Francisco José la persuade para abrir el capó y echar un vistazo. La parte delantera está hecha una ruina y embadurnada con un limo horrendo de sangre y y… Una mano aplastada se despega lentamente del faro derecho, reventado.

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30/06/2010, 21:39
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La amante cruza las distancias como un eco. El hombre no deja de nombrarla en sus pensamientos, y ahora ella acude a él, sumisa.

Notas de juego

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30/06/2010, 21:39
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Sólo con ayuda de una barra consigue Francisco José levantar el capó. Ahí dentro, los componentes chorrean sangre, parece que hay algunas cosas sueltas… Un manguito.

-Prueba ahora –dice tras de alguna manipulación.

El coche arranca. Pacojó cierra el capó y sube al coche. Prosiguen la marcha.

La curva en pendiente es un desafío. El pueblo, aplastado por las nubes, queda a su izquierda, al fondo de la hoya. En menos de un kilómetro estarán en la carretera.

Isabel comenta algo en voz alta:

-Ojalá no lo haya hecho…

Francisco José se gira hacia ella unos instantes:

-¿Qué…?

El parabrisas trasero estalla.

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30/06/2010, 21:40
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Notas de juego

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30/06/2010, 21:40
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“Ha sido un milagro”. Isabel ha perdido la cuenta de cuánto tiempo lleva allí en mitad de la calle principal de Cerro del Hierro, pero no le cabe duda de que la carretera ya estará cortada a causa de las riadas. En algún tramo ha estado a punto de perder el control del vehículo, que quería convertirse en lancha. Pacojó respira pesadamente en el asiento del acompañante. Sigue inconsciente, pero a pesar del golpe en la frente, apenas sangra. Debería de ponerse en marcha, atenderlo, pero está… ¿Cómo está? Está preocupada, tiene miedo de volver a casa y encontrarse con que ha castrado a su padre.

“¡La niña! Isabel, no seas egoísta”, se dice, para darse aliento. La niña, aunque salió indemne, hace mil años que no habla. Sólo está sentada allí detrás, con los ojos cerrados. Isabel aparta con cuidado la rama que atravesó el limpiaparabrisas y que sigue atorada en mitad del vehículo.

-Nena, ¿estás bien? –se siente estúpida al preguntarlo. La cría ha visto cómo descuartizaban a su madre. Isabel no tiene esperanzas en que su cabecita pueda arreglarse.

Entonces, un agente de protección civil surge entre los cortinajes de lluvia para pedirles que aparten el vehículo. No tarda en rebajar el tono, al percatarse del estado en que se encuentran.

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30/06/2010, 21:41
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Un diluvio se desató en la sierra Norte de Sevilla este invierno. Carreteras cortadas y localidades aisladas fueron la tónica general.

Las fuerzas de seguridad tuvieron acceso a la Aldea del Rey tres días después del testimonio insensato de Isabel y Francisco José. Insensato, sin duda, porque en cuanto despertó, el hombre intentó estrangular a la niña que iba con ellos.

Francisco José lleva internado en el Hospital Provincial de San Lázaro, en el ala de psiquiatría seis meses. No deja de soñar con Elena irrumpiendo en el automóvil y besando en los labios a Alicia, no deja de soñar con esa sonrisa triunfal, despiadada y tan familiar de la cría al ser salvada de su presa a pesar de sus gritos de angustia.

Isabel ha pensado esta mañana en ir a visitarlo mientras le da la papilla a su padre en la cocina. Cada vez se le vuelve más peregrina la idea de insistir en su relato: las autoridades han concluido que las muertes en la Aldea del Rey se debieron a un escape de gas tóxico de las minas abandonadas. Se encontraron la mayor parte de los cadáveres de sus habitantes, si bien la inundación había hecho desaparecer la mayor parte de indicios grotescos.

Alicia y su hermano están ahora con su padre, en Barcelona.

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30/06/2010, 21:41
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En esta situación de completo servicio al dios el coro es, sin embargo, la expresión suprema, es decir, dionisíaca de la naturaleza, y por ello, al igual que ésta, pronuncia en su entusiasmo oráculos y sentencias de sabiduría: por ser el coro que participa del sufrimiento es a la vez el coro sabio, que proclama la verdad desde el corazón del mundo.” NIETZCHE.

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30/06/2010, 21:41
Director

En esta situación de completo servicio al dios el coro es, sin embargo, la expresión suprema, es decir, dionisíaca de la naturaleza, y por ello, al igual que ésta, pronuncia en su entusiasmo oráculos y sentencias de sabiduría: por ser el coro que participa del sufrimiento es a la vez el coro sabio, que proclama la verdad desde el corazón del mundo.” NIETZCHE.