Partida Rol por web

Edgar corre a cubierta para comprobar el número de botes salvavidas. Un recorrido rápido le permite averiguar que ninguno ha sido utilizado. Con lo cual, Hennings sigue aún a bordo del barco. Bjorn baja a buscar a Thompson y lo encuentra en la sala de marinería charlando con otros compañeros. Después de contarle todo lo que ha pasado, Thompson se queda con la boca abierta.

-Vi a Hennings hace poco -te dice-. Se dirigía hacia la bodega número 2... ¡Es donde tenemos almacenado todo el combustible!

-"¡Maldita sea!, ¡sígueme!"

Bjorn se gira sobre sus talones y corre como un poseso hacia la bodega que indica Thompson.

Sabe que le hemos pillado, tomará un bote y quemará el barco...

Mientras corre Bjorn grita.

-"Señor Wallace, usted y su revolver vayan a cubierta, si intenta escapar con un bote deténgale."

Cuando nos dicen que Hennings va a la bodega con el combustible me pongo pálido

"dios mio, esta loco"

Horrorizado salgo corriendo tras Björn, tenemos que detenerlo a cualquier coste, porque me temo que es posible que si va a hacer algo así no se preocupe mucho por su vida, estamos en medio del oceano, un bote salvavidas tampoco le ayudará demasiado

 Sigo las indicaciones de Bjorn y me dirijo a cubierta con mi arma para cubrir la zona

Escucho el grito de Bjorn desde cubierta y me dirijo corriendo a la bodega número 2 con el arma desenfundada. Intento acceder a ella desde cubierta de la misma forma que se accedería a esta saliendo desde dicha bodega, con la intención de tropezar con Hennings si trata de huir.

 No me jodas! En serio? juraria que tenia una! XDDDDD

Mientras Wallace va hacia la zona de los botes salvavidas para impedir una posible huída, el resto corre hacia la entrada de la bodega número 2. Bjorn y Brunswick son los primeros en abrir la compuerta y bajar por las escalerillas seguido del resto y el marinero Thompson. En esta bodega es donde se encuentra uno de los Boeing, con las alas y el morro desmontados y almacenados en unas cajas cercanas; el Fairchild y todo el combustible necesario para las operaciones ordenado en hileras.

Hennings se encuentra en uno de los rincones, cerca de los bidones de combustible, manipulando un pequeño paquete envuelto en tela que contiene una mecha rápida y una docena de detonantes conectados a la diferentes extensiones de la mecha. Esto, combinado con los miles de litros de combustible almacenados, podría provocar un incendio catastrófico. Al veros llegar, Hennings se da la vuelta y pega la espalda a uno de los bidones.

¿hemos llegado a tiempo? parece que si, gracias a dios

-Hennings, lo sabemos todo, no empeore las cosas y entrégese, ya no puede huir a ningún lado-

Me falta el aliento tras la carrera pero aun así consigo gritar con voz fuerte y clara, aun así me fijo si esta armado, no lo había pensado, pero un hombre desesperado y atrapado puede ser muy peligroso

Bjorn se detiene al contemplar la escena e instintivamente se aparta dejando pasar a Mellor, sabe que este es el momento de las palabras... y él no tiene las adecuadas.

Andersen había seguido a sus compañeros hasta dar con el marinero Coates. Allí parecían haber encontrado un camino sin salida, así que el grupo se había dispersado, cada uno intentando encontrar al escurridizo traidor. El veterano expedicionario había optado por echar un ojo sobre la cubierta, pero sus esfuerzos no habían tenido ningún éxito.

Ya comenzaba a maldecir su mala suerte cuando sintió que algo ocurría. Pudo escuchar algún tumulto, y en seguida descubrió al Sr. Brunswick que abandonaba la cubierta a toda velocidad. Lo siguió de cerca, tan rápido como se lo permitían los estrechos pasillos que comunicaban las distintas áreas de la embarcación.

Cuando llegaron finalmente a la bodega N° 2, el corazón del viejo explorador se detuvo en seco. Habían encontrado al traidor. Pero aquello parecía solo el comienzo de sus problemas.

- Hennings !!! – dijo con voz firme mientras aún intentaba descender por la quejumbrosa escalerilla – Deténgase !!!

- Ya ha conseguido arruinar la expedición. Ha hecho tanto daño que será imposible reponer el material perdido y la mayoría de los hombres abandonará el barco en cuanto lleguemos a puerto.

- La locura de Starkweather ha terminado. No tiene sentido derramar más sangre…

La situación no era para nada agradable. La cosa tenía toda la pinta de poder empeorar. Un hombre acorralado con dos opciones: entregarse y permanecer arrestado en el barco hasta que fuera puest a disposición de la policía, o inmolarse con todo el material inflamable.

Será mejor no sacar el arma, no es buen negocio ponerle aún más nervioso.

Hennings no haga una locura. Piense en todo la gente que hay a bordo.

A pesar de mis pensamientos, mi cuerpo parece preparar un plan B. Así que, intento mantenerme detrás de mis compañeros para poder sacar la pistola sin que Henning me vea. Si tengo que hacer un disparo rápido contra ese marinero será mejor tener el arma preparada.

Hennings se ve acorralado por los cuatro hombres que intentan calmarle y hacerle desistir de sus planes. Brunswick, disimuladamente, se ha colocado tras sus compañeros para poder desenfundar el revólver sin que el marinero le vea mientras Mellor se adelanta y le conmina a rendirse. Hennings niega con la cabeza y se lanza gritando contra Mellor al que intenta derribar de un puñetazo. Pero el profesor está preparado y se agacha evitando el arco que forma el brazo del saboteador.

 Los ojos de Hennings me dicen sus intenciones antes de que el levante el brazo siquiera

"bueno, mucho mejor esto que encender la gasolina"

Aprovechando que me he agachado para esquivar el puñetazo salto adelante intentando derribar a Hennings. Me lanzo contra su pecho confiando en derribarle con mi peso

El movimiento de Hennings a la desesperada revela que su intención no es hacer volar el barco consigo dentro. El puñetazo que lanza contra el expedicionario falla, dejándole en una posición de desventaja casi rodeado por oponentes.

Bjorn no lo duda y lanza un puñetazo a la mandíbula del malogrado marinero.

Después de esquivar el puñetazo, Bell agarró los dos brazos de Hennings y los mantuvo atrapados tras su espalda. Bjorn se adelantó entonces y, de un tremendo derechazo, derribó al marinero que dio con sus huesos en el suelo.

Hennings, maldito bastardo... pienso mientras le asesto una patada en el suelo.

Sin intención de cebarme en el marinero paso por encima suyo y me dirijo hacia el paquete de tela que contenía los detonadores, y con cuidado retiro las mechas de sus conexiones.

Mis compañeros han resuelto la situación de una manera espléndida. Tras todo el altercado, me acerco hasta Hennings apuntándole con el arma con una mano, para registrarle con la otra y despojarle de cualquier cosa que pueda poner en peligro a la tripulación.

Tranquilo muchacho, o te meteré una bala en el estómago y será mucho peor que la pequeña tunda que te han dado. Que alguien avise a Starkweather.

Aprovecho la coyuntura para registrarle a fondo en busca de tarjetas, alguna carta, algo que pueda darme una pista sobre la gente para los que trabaja. Evidentemente esto no había sido obra de un marinero enfadado con la vida y el mar.