- Y también será difícil que no nos localicen. Si ese camino de verdad lleva a su campamento, es seguro que lo tendrán vigilado. Tendremos que caminar por el Gran Camino del Este como si fuésemos hacia las Montañas Nubladas y realizar la búsqueda de esa senda con mucha discreción-
Sigo empaquetando mi mochila sin olvidar desde luego unas cuantas raciones de queso, pan y embutido para varios días de caminatas.
Gláin miró sorprendido a la pequeña hobbit, que se afanaba en rellenar su mochila con comida para alimentar a media docena de hombres. Benditos hobbits...
—Creo que te confundes, Lily —le dijo, intentando ordenar las ideas para hacerse entender—. El Gran Camino del Este es la principal ruta de comercio entre las Montañas Azules y las Montañas Nubladas. Es ahí donde los bandidos tienen apostados a sus centinelas. Tienen esa vía constantemente vigilada en busca de nuevas víctimas. Trancos, ese extraño montaraz, nos contó que la senda que nace tras la Colina de Storch parece viajar paralela al Gran Camino del Este, aunque ni él sabía adónde conduce. ¿Qué fue lo que dijo, Tatharina...? —preguntó a la curandera, esforzándose por recordar—. Dijo algo así como que en la senda pasaban cosas extrañas. Que no nos detuviéramos a la sombra de sus piedras, o algo parecido... ¿Quién en su sano juicio querría pasar por ese sendero? Nadie, ¿verdad? Entonces, ¿por qué vigilar un camino que nadie quiere usar? Yo creo que ese sendero tiene peligros, pero que entre ellos no están los centinelas de Imledair.
Tolman escuchó de nuevo atentamente al intercambio de ideas de sus compañeros, rascándose la barbilla pensativo.- Creo que lo que ha dicho Tatharina es de vital importancia. No debemos trazar el plan que mas se adecue a la misión, si no el que se adapte mejor a nuestras capacidades. Si Gláin tiene razón respecto a la posada y nos descubren, tendremos seguramente problemas mayores que encontrarnos con alguna avanzadilla o bandidos apostados, además que como bien ha dicho nuestra amiga beórnida, contáis con dos hobbits diestros en las tareas de búsqueda. Debemos confiar en que eso es lo mejor que podemos hacer de momento, un combate abierto con un número desconocido de enemigos en una ubicación que ellos controlan y nosotros no se me antoja mortal, por decirlo suavemente.- Siguió los pasos de Lily preparando víveres y enseres.- Perdona Gláin he ignorado por completo tu pregunta, no se si quedará algo de hierba por ahí.- Dijo mientras señalaba una zona del lugar.- Y sobre encontrar el camino o no perderse, me repito de nuevo mi fornido amigo. Tienes a los mejores hobbits de la zona.
Me he tomado la libertad de responder la pregunta de Gláin sobre la hierba.
Tatharina contempló la escena risueña, sus palabras parecían haber sido escuchadas, más que eso, pareciera que los había impulsado a la acción. Que bien sienta estar entre amigos... Pensó fugazmente mientras contemplaba a los hermanos corretear con comido.
- Pues yo estaba pensando todo lo contrario Gláin. Se encaró hacia su velludo compañero. - Me parece extremadamente sospechoso que el camino discurra en paralelo a la senda principal, casi parecería que los propios bandidos son quien lo mantienen transitable. Es decir, quien querría usarlo teniendo el camino del Este, que es más amplio y está mejor pavimentado. Sus palabras iban acompañadas de expresivos movimientos de mano, esperando con ello esclarecer su mensaje. - Entonces, ¿por qué lo usan los bandidos? Yo creo que desde ese sendero son capaces de vigilar el camino principal y así emboscar las caravanas de mercaderes en el momento más oportuno. Por tanto, probablemente encontremos algún bandido apostado en el sendero.
Acto seguido, pegó dos ágiles zancadas con las que recorrió el salón y rebuscó en un cajón por donde Tolman había señalado. El olor de la hierba era potente, apenas quedaba suficiente para una pipa, pero intentó rascar cada pequeña hoja del fondo del mueble. Con lo que había conseguido volvió tan grácilmente como se había ido y con una amplia sonrisa abrió el puño en frente del enano. Aquí tienes Gláin, disfrútala.
Iban pasando los minutos e ibais desgranando vuestro plan, discutiendo los pros y las contras de esto y de aquello. Los hobbits habían sacado algo para picar y beber, pero encima de la mesa del salón había un pequeño festín. Ya se sabe que los medianos no escatiman a la hora de comer el segundo desayuno. Gláin cogió las hojas de tabaco que le tendía Tatharina, mientras que Lily y Tolman no paraban de estarse quietos. Ya llevaban dos mochilas cargadas con algo de comida y utensilios; aunque no tenían mucho entre lo que escoger, la verdad. Se mantenían con lo poco que ganaban, pero no tenían una economía boyante. En la tienda de Henry Pipadecaña, cogeríais lo que os dejó allí el alguacil.
Había pasado una hora, más o menos, cuando unos golpes en la puerta os sacaron de vuestra discusión. Al asomaros por la pequeña ventana del salón que daba a la puerta, visteis que se trataba de Gallind y Rilwen, que estaban en la entrada esperando a que les abrierais. Uno de vosotros se acercó y les abrió, dejándoles entrar. Ya estabais todos juntos de nuevo y había que tomar una decisión en conjunto.
Estáis todos juntos.
Como ya dije, las escenas para planificar, si no os ponéis de acuerdo, pueden durar un mes perfectamente. Por eso comenté de que lo hablarais por el Off-topic. Si veo que se pierden muchos turnos en ello, avanzaré yo la trama; aunque parece que ya lo tenéis muy claro, ¿no?
Nos vamos de vacaciones hasta el día 05, que actualizaré de nuevo.
Me he tomado la libertad de responder la pregunta de Gláin sobre la hierba.
Por supuesto, bien hecho.
Aldea de Bree, 2951 de la Tercera Edad. Es verano y son las 11:00, haciendo una temperatura algo fresca.
Gláin gana 3 PX por postear y tiene un total de 542 PX.
Lily gana 2 PX por postear y tiene un total de 556 PX.
Tatharina gana 2 PX por postear y tiene un total de 471 PX.
Tolman gana 1 PX por postear y tiene un total de 473 PX.
El próximo turno será el lunes 05 de abril de 2021.
Parece que Heather Groundel es la hobbit que veis en el jardín limpiando los muebles. Para en su quehacer y os mira ceñuda. Los otros hobbits que hay alrededor hacen lo mismo. Estáis plantados en medio de la calle, frente a su jardín, quietos y sin hacer nada. Eso, para los hobbits ya es muy extraño. No habéis dicho ni una palabra y no habéis dado ni los buenos días. Encima sois elfos, aún más raro para ellos. Para más inri, después de lo sucedido con el incendio y las historias que se cuentan sobre unos trolls y unos bandidos, la gente está bastante recelosa. Uno de los hobbits se acerca a Heather y la acompaña dentro del smial, donde los otros hobbits están entrando. El último cierra la puerta y el jardín se queda en silencio, solo roto por los ruidos de los alrededores. Veis que a través de las ventanas, varias cabezas se asoman detrás de las cortinas para observaros.
Allí de pie no hacéis nada, así que decidís ir al encuentro de vuestros amigos. Andáis por las calles de Bree en dirección al smial de los Pulgarverde. Os cuesta orientaros un momento, pero enseguida enfiláis hacia su casa. Ha pasado una hora desde que os separasteis, pero ya estáis en la puerta del smial. Golpeáis repetidamente la puerta con el puño para que os abran. Por una de las ventanas, algunos de vuestros compañeros se asoman para ver quién es. Al cabo de unos instantes, la puerta se abre y el olor a comida, bebida y tabaco os llega desde el interior. Pasáis...
Estáis todos juntos de nuevo.
Avanzo la trama ya que Gallind no hace nada y Rilwen no ha posteado.
Nos vamos de vacaciones hasta el día 05, que actualizaré de nuevo.
Rilwen, segunda falta seguida, sin avisar, y con un total de tres. Estás al borde del abismo...
Aldea de Bree, 2951 de la Tercera Edad. Es verano y son las 11:00, haciendo una temperatura algo fresca.
Gallind recibe 1 PX por postear y tiene un total de 554 PX.
Rilwen gana 0 PX por no postear y tiene un total de 589 PX.
El próximo turno será el lunes 05 de abril de 2021.
Saluda, Se quita la capa y la cuelga junto a la entrada. Caminando con una alegre sonrisa se interna en el smail. - Buenas, buenas. - Dice al resto del grupo. - Ya estuvimos donde Heather Groundel. Pero a penas nos vieron, todos los hobbits de la zona, se escondieron como conejos. Así qué le insistí, mejor, a Rilwen el regresar. ¿Qué tanto han avanzado hasta ahora?
- Pues por eso mismo Gláin, insisto en el camino de la colina, tengo un buen presentimiento... En el momento en que los elfos entran en el smial pueden oír como se están discutiendo los detalles del plan. Tatharina se dirige hacia la entrada para recibir a sus amigos con una enorme sonrisa perlada.
-¡Que bien que hayáis podido ayudar a Heather! ¡Y que bien que hayáis vuelto tan pronto! Les saluda con una voz cantarina que deja entrever lo ilusionada que está. -Pasad, pasad. Les dice mientras guía a Gallind con la mano en su espalda. - Estamos acabando de pulir los detalles, pero aquí estamos todos convencidos de ir por las colinas. Fijaos, los Pulgarverde no han perdido un minuto y ya tienen el equipaje hecho. Le mira fijamente a los ojos y Gallind pude percibir el brillo en su mirada - Por supuesto también queremos vuestra opinión así que... ¿Os parece bien seguir esa senda?
Rectificar es de sabios que se dice
Tras terminar de empaquetar todo Tolman volvió a dirigir su atención al grupo que de nuevo volvía a estar completo tras la llegada de los últimos.- Efectivamente como bien dice Tatharina, parece que por fin hemos llegado a un acuerdo y sin duda alguna es la mejor opción a mi parecer. Como ya dije, debemos usar lo que tenemos a nuestro favor y no al contrario.- Caminó lentamente para estar junto al resto para ver y oír con claridad lo que dirían a continuación.- Pero bueno contadnos, ¿Qué tal vuestra aventura?
Gláin dio una profunda bocanada a la pipa mientras Gallind y Rilwen colgaban sus capas en el perchero junto a la puerta. Dos gruesos e irregulares anillos de humo salieron de su boca, cruzando la estancia. Para cuando se deshilacharon cerca del techo, los dos elfos ya se habían acomodado en la sala de estar del acogedor smial de los Pulgarverde.
El enano asintió ante las palabras de Tatharina y Tolman. La verdad era que las dos opciones, tanto la taberna abandonada como la senda de la Colina de Storch, tenían sus pros y sus contras, pero tal vez la segunda podía reportarles mejores ventajas frente al enemigo.
O quizás terminemos vagando por las tierras salvajes hasta terminar con las provisiones y el agua...
Lily se planta en el salón principal del smial hobbit con la mochila lista y una sonrisa en su rostro.
-¡Venga, no perdamos más tiempo. Pongámonos en camino hacia la Colina de Storch!-
- Sólo espero que la enorme discreción de mi querido tío Holfast Bocachancha no haya conseguido que los bandidos estén ya esperándonos a la entreda. Pero de nada sirve seguir divagando aquí entre nosotros. ¡En marcha!-
Sorprendido por la amabilidad de Tatharina y conducido hasta la mesa del smial. - Si, si. Podemos decir que le hemos ayudado. Creo. - Se detiene a contemplar la destellante mirada de la beornida y responde. - Seguro. No hay mejor opción. La senda llama a la aventura y sin riesgo no habrá beneficio. - Respondió con una cálida sonrisa. - Ya en la taberna había comentado que tengo la fuerte intuición de que corazón negro se esconde ahí. Tengo la nariz fina para oler donde se halla la maldad. - Y buscando mientras gira su cabeza. - Rilwen lo sabe. - Aunque Tolman interrumpe su andar con una pregunta. - Pues... muy tranquila, si he de decir. - No atisbó a soltar palabra, pero no pasaba por alto la presencia de ese viejo enano busca pleitos. Al final y al cabo su poderosa mano era gran empresa en este grupo. Y en el fondo, aunque no lo admitía, Gallind tenía ya cierto cariño por el enano. Por último, una pequeña intenta poner a la tropa en marcha. - Es...espera. Si acabamos de llegar. - Logra decirle. - No hay caso, ya no creo que cambie de opinión. - Y apartando, con delicadeza y una sonrisa, la mano de Tatharina de su espalda se dirige nuevamente al perchero de la entrada, toma su capa élfica y listo para partir agrega. - Bien. Si hay que partir, mejor hacerlo ya, antes que mis pies me pidan descansar. Aunque debo preguntarte algo - dice mirando a la pequeña Lily - Creía que tu tío era un Pulgaverde. ¿Es parte de la familia de tu madre? - Suelta saliendo por la puerta mientras que a la vez camufla una sonrisa en parte traviesa y en parte pícara.
Con todo decidido, y más o menos planificado, salís todos del smial de los Pulgarverde y os dirigís al establecimiento de Henry Pipadecaña a recoger las cosas que el alguacil y varios vecinos de Bree os han dejado para ayudaros en vuestra aventura: algunas antorchas, cuerda, bastones para caminar, algunas capas de viaje, cantimploras y comida para varios días. Allí, veis que además de lo que vais a recoger, hay algunas cosas más que tal vez alguno quiera comprar. También hay monturas, las cuales están en un pequeño establo, anexo a la tienda.
Cambiamos de escena. En la siguiente, si queréis, podéis narrar algo de vuestro paso por la tienda o directamente darle hacia adelante.
Podéis decirme si alguno quiere comprar algo, aparte de lo que ya tiene. Recordar que tenéis dinero del tesoro que rescatasteis del túnel de los trolls. Cuidado también con lo que lleváis encima, si son muchas cosas puede penalizaros (la anterior Rilwen quería llevarse una olla de los trolls en la mochila...). Hay cosas que aún están en el túnel de los trolls. Si queréis monturas, ahí están, pero claro, valen dinero y hay que mantenerlas; además de que por ciertos terrenos pueden retrasaros.
Para más info, consultar: Tesoro encontrado y Reglas.
Revisar vuestras fichas, para saber qué tenéis y qué no; algunos tenéis habilidades innatas que os pueden servir para muchas cosas.