Partida Rol por web

Mientras ella hablaba le llevó la mano a su mejilla para acariciarla levemente y tirar de su labio inferior con su dedo pulgar mirándola mientras tanto a sus ojos con una leve sonrisa bastante llamativa. Luego se acercó a su oído para susurrarle - Créeme que me lo ganaré... - Luego acarició con su nariz su cuello hasta la barbilla para terminar tocando la punta de su nariz - Nos vamos ¿No? - Volvió a preguntar más alto.

Eto….creo que mi corazón va demasiado rápido, tal vez debería ir a la enfermería.

Un chico demasiado cerca de mi y no es para pelear, Cath espabila y dile cuatro cosas bien dichas a esa especie de “gato” del futuro con apariencia de muchacho con un atractivo que no dejaría indiferente a ninguna muchacha de este lugar.

Si se prostituyese, este tipo ganaría mucho dinero…me dije a mi misma en mi cabeza.

-Eto….no te lo pondré fácil-dije intentando hacerme la difícil para después ir hacia la puerta para salir de allí con mi ropa de segunda mano recién comprada.

Su sonrisa se amplió al ver la cara de Cathleen. Le guiñó un ojo para dejarla pasar con gentileza y retirando la mano de su mejilla suavemente - No me gustan las fáciles - Susurró cuando su oído paso cerca suyo. Cuando ella estaba en el umbral de la puerta volvió a hablar - Recuerda que no te dejaré escapar, rubia - Respondió para luego irse hacia las habitaciones ¿Acaso ella osaba retarlo? ¿A él? Siendo estafador... o más bien cara dura... pocas posibilidades tenía.

Me cruce de brazos delante de él aun sintiendo su mano en mi mejilla, la verdad es que tener a un tipo tan guapo y carismático delante de mi pues era bastante abrumador.

-¿este seguro de que puedes seguir mi ritmo?- pregunte al muchacho, caminaba de espaldas y seguramente acabaría topándome con una pared en la espalda.

Ante la pregunta sobre el ritmo la miró con una ceja alzada extrañado pero a la vez curioso - ¿Seguir tu ritmo? - Preguntó retóricamente - Pues no lo sé pero si se trata de correr o similares creo que tengo las de perder, agilidad sobrenatural - Comentó para echarle la lengua - Además de que si necesito moverme uso mi poder y listo, sencillo y rápido - Volvió a hablar ya estando casi al momento detrás de la muchacha pues había creado un portal delante de si y otro detrás de ella que se cerraron tras pasar él.

Cathleen chocó con su pecho - ¿Acaso no quieres separarte de mi? Rubia - Dijo en tono vacilón, pícaro e insinuativo.

Al momento de sentir contacto en mi espalda mis reflejos actuaron rápidamente haciendo que mis piernas fueran demasiado rápido, los pies de Jon Carlo se tropezaron con los míos y cayó al suelo estrepitosamente.

-Ups, no es bueno colocarse en mi espalda, tengo los reflejos bastante habituados a la defensa personal, aunque puede que me acostumbre a tus “juegos” con el tiempo-dije y le tendí una mano para ayudarle a levantarse.

Sin darse cuenta la noche se les vino encima ¿Cómo era eso posible? No parecía tener mucho sentido pero lo adjudicaba a que no miraba por las ventanas para saber la hora ni la tele con los informativos del momento, se centraba solo y exclusivamente en Cathleen casi sin dejar de mirarla en toda la noche.

Cuando se percató de la hora miró con sorpresa a la chica - Creo que es hora de irse a dormir o a desayunar... no sé - Comentó mientras le hacía un gesto para que pasara delante de él.

Increíble, sinceramente era la primera vez que pasaba el tiempo de forma tan rápida para mí y eso que ya es decir, con mi agilidad lo normal es que pase más lento pero algo tenían los ojos de Carlo que me dejaban un poco anonadada.

Me preguntaba que habría pasado cuando dijo que era hora de dormir, en cierto modo no había relojes a la vista así que le dije claramente:

-si, creo que deberíamos comer algo e irnos a dormir. ¿Te parece?-le tendí la mano de forma amistosa aunque mas bien pareciese otra cosa pero me tentaba el echo de tocar su piel.

Sonrió al ver su mano con una mirada tentadora. Le apetecía verla sonrojada en ese momento así que cogió su mano y tiró hacia él haciendo que cayera en su brazo opuesto para recostarla levemente haciendo que su espalda hiciera una curva y acercar luego su rostro al de ella quedándose sus labios a unos milímetros - Creo que las fresas de tus labios llaman a las puertas de mi ser - Respondió galán mientras la miraba a los ojos notando su respiración muy cerca y embriagándose de su olor.

Me quede quiera de forma que el muchacho hiciera ese movimiento aunque podría haber tratado de zafarme fácilmente pero mi cuerpo sin saber porque no quería….de echo quería ir mas rápido.

A pocos centímetros de tener sus labios tan cerca de los míos susurre al joven:

-te aviso que no beso lo que se dice bien….-

Sonrió ante el comentario de Cathleen para acariciar con la punta de su nariz sus labios subiendo luego acariciando el tabique de la de la chica para terminar mirándola a los ojos - Eso dicen aquellas que lo hacen como los ángeles - Susurró para primero rozar y luego terminar por besar a la muchacha probando aquellos labios que ahora mismo tanto ansiaba a pesar de no haberla conocido demasiado y ni falta le hacía para robarle besos a las mozas. Mientras el contacto de sus labios se mantenía con su mano la juntó más a él y poniendo la otra en su cadera mientras le erguía poco a poco. Pudo notar como aquel sabor a fresa del que hablaba poco a poco se hacía cada vez más real.

Cuando terminó de besarla se retiró levemente para mirarla a los ojos todavía cerca de ella y acariciando su pelo con la mano de su espalda - ¿Debería contener mis ganas de probar nuevamente las fresas de su boca o sería mejor para ambos intentar comer algo en el comedor? Claramente ambos juntos... - Volvió a susurrar muy cerca del oido de la muchacha.

La pareja estaba tranquilamente en la tienda, se habían quedado solos porque la encargada estaba en la trastienda, cuando notan algo, un agradable olor a lavanda, pero segundos después empiezan a notar como les falta el aire, realmente notan como si alguien les estuviera ahorcando, transcurridos apenas unos segundos una voz resuena en su cabeza:

- No quedara ninguno, esto es solo un aviso

Tras esto pueden volver a respirar con normalidad y el olor desaparece

El beso de Carlo fue como abrir la puerta al cielo y correr de forma vertiginosa sobre las nubes, la sensación era tan calida que aunque no lo conociera demasiado sabia que no era un beso de pasada, el sabor a fresas de su boca decía y eso me hacia sentir bien, pues no era guapa, ni lista y mucho menos tenia una personalidad que distinguiera de las demás.

Entonces noto ese suave olor a lavanda y noto como la faltaba el aire de un plumazo, escucho una voz pero por más que miro por todos lados no vio a nadie, el olor paso rápido pero la experiencia no.

-¿que ha sido…?-pregunto asustada.

Estaba al lado de Cathleen cuando de repente empezó a notar ese olor ¡Lavanda! Que al principio parecía agradable pero a los pocos segundos comenzó a no serlo pues les privó de la respiración. Jon estaba de rodillas en el suelo agarrándose el cuello intentando respirar cuando de repente todo cesó ¿Qué cojones fue eso? Pensaba mientras se volvía a poner en pie.

Justo en ese momento apareció una chica, Aremi, a quien desconocía. Le hizo un gesto a la rubia con la cabeza inclinándola hacia la salida - Quizá podamos comer algo todavía - Le dijo para luego mirar a Nguyen - No creo que puedas comprar nada, no hay nadie ¿No? - Comentó para ver hacia atrás comprobándolo.

Asiente a Jon Carlo y saluda a Aremi con una mano a modo de despedida.

Entro a la tienda con desgana, estaba aburrida, y aunque el tema de los asesinatos era algo a lo que podía darle vueltas durante horas... simplemente prefería no pensar en ello.

Un tipo está arrodillado en el suelo, ¿afixiandose? joder, parece que si. Me quedo tiesa en la entrada a la tienda y sin tener tiempo a reaccionar se levanta, una rubia que estaba con el se marcha y se despide de mi con la mano... la verdad es que me suena, pero no conozco su nombre, creo.

─¿Qué coño te pasa? ─pregunto con una cautela camuflada en insolencia. Me mantenía alerta, ya habían pasado cosas raras, y a saber lo que ese tipo podía hacer... o le podían estar haciendo─ No sé si hay alguien más aquí...

En ese momento oteo la tienda, en busca de la dependienta aquella.

Aremi pudo ver como la encargada estaba en la parte de atrás, se ve cómo va de un lado a otro en el almacén que hay tras el mostrador de la tienda

Así como llegué, y en vista de que había poca cosa interesante, con media vuelta me dirigí hacia el comedor.