Las heridas dolían pero estabas medio recuperada, sin duda no afectaría a nada de lo que hicieras en el día de hoy si es que decidías quitártelas o ir a por una nueva criatura. Después de todo las cicatrices abundaban en las cazadoras, no era extraño que tu tuvieras algunas.
Caminaste no mas que un par de decenas de metros, la caravana de Baba estaba cerca y casi como siempre, ella estaba sentada fuera, lo que era la caravana estaba cerrada, era grande y de tanto en tanto salia alguna felyne no siempre por la puerta, a veces por la ventana y parecía que la felyne que el primer día estaba tomando el sol en la parte de arriba seguía ahí, seguramente se había movido pero tenia gesto de felicidad al recibir el calorcito de arriba.
Al verte Baba empezó a reír pero no lo hacia con maldad, al menos no sonaba a malvada. -Mira mira quien se a despertado, buenos días bella durmiente. -Empezó a decir antes de sacar una pipa y encendersela. -Vienes a comprar algo?
- Buenos días, vieja Baba. Hmpf... Solo estaba tomando un descanso. - Replicó con tranquilidad a la par que esbozaba una sutil sonrisa. Observó a los alrededores con cierta prisa, ya que en realidad era a Lumina a quien buscaba, aunque descubrir en lo alto del carromato a la felyne que disfrutaba del sol le hizo algo de gracia. ¿Sería alguna de las del grupo de rescate? No recordaba su rostro de la última vez que las vio comiendo pescado.
- En realidad no tengo demasiado dinero, uhm... - Se detuvo pensativa y apartó su mirada de la felyne para volverla hacia la anciana. Sus pensamientos en cambio se habían quedado en la imagen de las felynes disfrutando de su recompensa. - ¿Vieja Baba, tiene algo con lo que pudiera agradecer a Lumina? Aunque no quiera seguir como mi compañera al menos me gustaría agradecerle por las veces que me ha ayudado. Unos filetes de pescado tal vez...
Encogió los hombros y bostezó. A pesar de haber pasado quien sabe cuantos días en cama aun se sentía agotada. - A todo esto. ¿Donde está Lu?
-Oh joi joi joi, me imaginaba que habías venido a por tu compañera.- Tomo una larga calada de su pipa y el humo empezó a ascender hasta el cielo, perdiéndose. -Si, me a contado un poco, eres una niña traviesa eh, joi joi joi, en mis tiempos no tirábamos la espada al vacio ni tampoco cabalgábamos bestias, pero supongo que los tiempos cambian. -Dando a entender que había hablado con Lumina.
-Lumina se encuentra ahí.- Señalando la caravana que seguía cerrada, no hizo ningún gesto de abrirla. -Esta descansando, a tenido días movidos así que se encuentra ahí. Por el momento a dicho que no quiere acompañarte, aunque cobro por el servicio de felynes, ya sabes...- Tomo otra calada y esta vez el humo te lo lanzo a ti pero no a mala gana, solo para que supieras que estabas delante de la vieja de los negocios. -Tenéis que cuidarlas.- Sonrió como pudo arrugando mucho su rostro antes de golpear un plato de cerámica para que el tabaco bajara y volver a colocar un poco mas. -Quieres darle una sardina para que este mejor? Ella estará bien, después de ti ira a otra aventurera, mis niñas después de todo tienen ese trabajo, quizás se pone a trabajar en la aldea, siempre que puedas pagar algo de este lugar. Pero tu que quieres hacer? Decirle adiós o intentar convencerla? Si quieres hablar con ella adelante, no te voy a abrir la puerta eso ya es cosa suya. -Encendió de nuevo la pipa y volvió a disfrutar del amargo sabor del humo.
- Vengo por Lumina si. Y la espada la dejé caer porque estaba atorada en un árbol ¿Vale? - Gruño por lo bajo, infló los cachetes y se cruzó de brazos. ¿Todo el mundo iba a recriminarle la forma en la que había actuado? Tal vez podría haberse defendido de la Tobi, pero también estaba la posibilidad de solucionar el asunto pacíficamente. Al menos en un principio cuando la bestia se mostraba receptiva. Debería confiar menos en todas esas criaturas. Aunque las felynes tampoco se les diferenciaban tanto...
- No, lo que quiero es compensarla y agradecerle su ayuda hasta ahora. Si vamos a despedirnos no hace falta que sea en malos términos. - Habló con la mirada fija en el carromato señalado por Baba. Pensar en la segunda frase de la anciana le había hecho levantar cierto rubor en las mejillas. No obstante se cuidó de no hacer mención alguna sobre las cabalgatas con monstruos.
- Podré con la puerta... ¿Pero tiene el pescado o no, anciana? - Se acercó a la vieja para intentar cogerle de los cachetes y tirar de ellos, estirándolos hacia los lados. - Está muy vieja para andar fumando. Debería cuidar sus pulmones - Siguió regañándola poniendo voz de madre autoritaria. - Además si Lumina no quiere seguir conmigo tendrá que pensar en otra felyne que me acompañe. Se lo dejo de tarea.
En el momento en que fuiste a por Baba, cogiendo los pliegues de sus carnes, pasaron dos cosas casi al mismo tiempo. La felyne que estaba tranquilamente tomando el sol dejo de hacerlo, para apoyarse en el carromato boca abajo con la cabeza colgando mas o menos y su mirada afilada, todo su pelaje se había erizado molesta porque estuvieras haciendo lo que estabas haciendo. La segunda, Baba con toda tranquilidad tomo su bastón y te dio un golpe con su mango justo en el estomago.
Habías estado combatiendo con bestias tal vez durante años, habías recibido heridas, golpes y en esta ocasión incluso te habían mordido y por poco no perdías la vida. Nada, comparado al golpe de ese baston. Era como si un yunque te golpeara el estomago, por fortuna no fue a partirte nada, fue un golpe que te dejo sin respiración varios segundos y te lanzo literalmente veinte metros hacia atrás cayendo al suelo, tuviste mucha suerte porque los puntos que tenias no se soltaron, no era la intención de la anciana y tuviste que toser varias veces para que tus pulmones y órganos volvieran a funcionar correctamente.
La anciana, con la misma tranquilidad dejo su bastón a un lado y tomo una larga larga calada de su pipa. -Ooooi....chiquilla....tareas tareas...yo no tengo tarea alguna. No soy tu abuela niñita, soy una comerciante y una no llega a hacer lo que hago dejando que niñas como tu me digan lo que tengo que hacer. Pescado? Si...claro que si, te puedo vender, pero ahora te va a costar caro, al igual que cambiarte de felyne, no voy a buscar ninguna para ti, habla, ella te escucha detrás de la puerta, convencela, pero...no vuelvas a intentar tocarme cielo, la próxima vez no usare el mango...joi joi joi. -Era una risa de anciana mientras soltaba el aire de sus pulmones junto con una buena bocana de humo.
Alayne salió volando, rodó sobre si misma y cayó contra unas cajas y bolsas de suministros, con los ojos desorbitados. Ni siquiera había tenido tiempo de soltar un alarido de dolor, pero poco a poco comenzó a notar el sitio donde le había impactado como empezaba a quejarse. - Rayos, anciana... ¿Que es lo que lleva en esa pipa?
Tardó un rato en incorporarse y cuando lo hizo todos sus huesos le reclamaron que se estuviera quieta. - No crea que soy tan débil. he... he... eso apenas me hizo cosquillas. - Dijo mientras que intentaba recuperar el aliento y fingir que no le dolía todo el cuerpo. Finalmente reunió las últimas migajas de dignidad que le quedaban y se volteó para alejarse de allí. No iba a quedarse para que se burlaran de ella. Además desde que Lumina se le había unido no había pasado más que penurias y derrotas. Tal vez fuese ella la causa de su mala suerte.
Mientras que caminaba molesta, sin un rumbo fijo, decidió dar un paseo por los alrededores del pueblo. No le apetecía regresar y que Felicity le regañara por no convencer a Lumina o que cuestionase sus decisiones acerca de tomar misiones o no. No era una niña y ese era su pueblo. No tenían derecho a decirle que debía hacer. Bufando y despotricando por lo bajo volvió hasta su casa donde se aprovisionó con lo poco que tenía. Finalmente salió y se alejó por el camino en dirección a la pradera.
Necesitaba un mejor equipo si tenía intenciones de seguir luchando con los monstruos de la zona y además necesitaba entrenar. Los kelbis parecían ser el objetivo ideal. Por un lado podía conseguir sus cuernos y utilizarlos para reforzar su armadura y por el otro le servirían como rivales contra los que desahogar su frustración.
Imaginandose golpeando a las criaturas y clamando su venganza Alay se adentró en los pastizales y comenzó a buscar huellas y marcas en el suelo que pudieran guiarle hacia alguna manada de Kelbis.
Motivo: Supervivencia, Rastrear
Tirada: 1d20
Dificultad: 12+
Resultado: 4(+2)=6 (Fracaso) [4]
Cada acción tenia una reacción, no sabias que reacción tendrían tus acciones pero lo hecho hecho estaba. Te dirigiste de nuevo hacia las llanuras en busca de unas presas, estabas algo enfadada y confundida, no sabias muy bien como saldría todo pero ahora tu camino lo estabas haciendo sola.
Por un momento creíste que habías encontrado el rastro y casi animada fuiste en busca de las criaturas. Tus pasos te llevaron a un rebaño de kelbins, se podían ver bastante cerca...era todo tan sencillo.
Cuando de repente algo bajo en picado del cielo estrellándose contra una de las kelbin que apenas se dio cuenta que estaba muerta las demás salieron corriendo de lo mas asustadas, enseguida un grito muy sonoro mostrando que esa presa era suya e incluso tomando un buen bocado de ella. Su cuerpo era delgado, muy delgado, era bastante grande mediría cerca de los tres metros, apenas tenia pecho pero los podías ver balanceándose ademas de que tenia una larga cola que por donde pasaba derriba lo que pillara. Unas orejas que parecían dos paneles solares justo en su cabeza y unas alas de color anaranjado del mismo color que sus escamas. Después del segundo bocado, diste un paso para combatir o huir no importaba e inmediatamente la criatura te observo como si con aquellas orejas pudiera escuchar hasta el ultimo ruido de la llanura.
-Comida?- Pregunto con una voz chillona, ladeando la cabeza de lado a lado antes dar un fuerte gorgoteo. -Comida! Comida suave y tierna!
Motivo: Medidor
Tirada: 1d20
Resultado: 17 [17]
Alay había deambulado un rato por la pradera, recordando algunas zonas. La tarea, que no dejaba de resultar un desafío, al menos era conocida y finalmente dió con el paradero de una pequeña manada de Kelbis. Tal y como había hecho en otras ocasiones las acechó acercándose a ellas a contraviento: Su cuerpo semioculto entre las hierbas más altas y con paso cauteloso.
Grande fue su sorpresa cuando de improviso una enorme sombra cayó sobre el rebaño de Kelbis, convirtiendo rápidamente a una de ellas en su aperitivo. Alay quedó paralizada por un instante ante el espectáculo. Había detenido su avance a mitad de camino, pero estaba más cerca de lo que hubiese deseado de aquella enorme criatura. La reconocía, era un Kut-ku, pero jamás se había enfrentado a algo de ese tamaño y mucho menos a una de ellas. No podía recordar nada de lo que había estudiado sobre ella, su mente estaba en blanco.
Su primer reflejo la instaba a huir y dió un paso en falso con el que delató su posición, pero en cuanto la criatura fijó la vista sobre ella supo que no podía echarse atrás. Era una cazadora, su madre le había enseñado todo lo que sabía y ahora que había ocupado su lugar como protectora del pueblo era su deber honrar su memoria. Si escapaba con la cola entre las patas seguiría siendo victima de las burlas en la aldea y no podía permitírselo.
Al pensar en su madre su mente pareció despejarse de dudas por un instante: Si quería ser una cazadora debía comportarse como tal. Lo que la diferenciaba de las bestias no era ni su fuerza ni su destreza con la espada, era su cabeza. Una cazadora siempre debía ser capaz de usar el entorno a su favor.
Pero a su alrededor solo había pastizales. No iba a ocultarse en ellos como si fuese un ratón, tenía que enfrentarse a esa criatura y derrotarla. Para ello debía hallar un sitio más ventajoso para el enfrentamiento ¿Pero dónde? Si guiaba a esa bestia hasta el poblado incluso las felynes tendrían problemas. No, no podía dejar que se acercara allí, además Felicity y la anciana podrían correr peligro.
Su primera tarea era retirarse hasta una posición ventajosa. No era huir, era un retirada estratégica. Decidida señaló detrás de la Kut-Ku, poniendo cara de asombro y alzando la voz en una exclamación - ¡M-Mira! ¡Una jugosa pata de Kelbi a las brasas!
Sin detenerse a verificar si la bestia caía en el infantil truco, dió media vuelta e inició una carrera desesperada en dirección al bosque. Su principal objetivo era llegar a los árboles donde la frondosidad se encargaría de anular la ventaja que tenía la Kut-ku con sus alas y su descomunal tamaño.
Motivo: Conocimiento de Bestia
Tirada: 1d20
Resultado: 6(+2)=8 [6]
Motivo: Running for mai laif
Tirada: 1d20
Resultado: 11(+5)=16 [11]
(No puse dificultades porque no me las iba a inventar, aunque la primera fallo seguro jaja)
La Kut ku gorgoteo hacia ti sin creerse la mentira que le habías dado, casi sin que le importara, era como si tu carne fuera mas tierna que la carne que le ofrecías. Corriste si y corriste bien, escuchabas a la criatura como la ibas dejando atrás y entonces viste una oportunidad.
Rodaste cerca de un árbol y te pudiste ocultar en el antes de que la Kut ku pudiera verte, eso te dio la ventaja de estar oculta. Ella empezó a buscarte mas con sus orejas que con sus ojos. -Carne?- Preguntaba ella mientras alzaba su cuello al cielo y casi se podía ver como las orejas temblaban ligeramente. Tuviste que hasta taparte la boca y la nariz para no hacer ningún solo ruido mientras ella iba pasando por la zona haciendo temblar ligeramente el árbol porque aunque no lo parecía la Kut ku era bastante grande.
-Carne, sal, sal de donde quieras que estés. -Iba diciendo la gran lagarta mientras pasaba cerca de ti, tenias una oportunidad, podías quedarte donde estabas hasta que se fuera, era una posibilidad o atacarla y pillarla desprevenida.
Motivo: Sigilo
Tirada: 1d20
Resultado: 14(+3)=17 [14]
Motivo: Percepcion Kut ku
Tirada: 1d20
Resultado: 9(+6)=15 [9]
Si decides atacar, tienes ventaja, si decides no atacar ella se marchara.
CA 16
-Kut-ku ??/??
-Alayne
Ala se agazapó detrás del árbol y preparó su emboscada. Tenía la espalda pegada al tronco y una pequeña hormiga comenzó a caminar por su cuello, pero ni aun así se inmutó. El más mínimo movimiento la hubiese delatado y no podía darse ese lujo hasta que la Kut-ku estuviera en el punto exacto. No parecía el tipo de criatura que se dejaba tumbar por uno o dos golpes, pero si no lo intentaba jamás lo sabría.
Contuvo la respiración el tiempo suficiente para que la Kut-ku, en su afan por encontrarle, le diera la espalda. Era su momento, debía atacar en ese instante, pero sus piernas se negaban. Estaban paralizadas ante la visión del enorme ser. Sin duda sería fuerte ¿Pero no era acaso lo que necesitaba? Si vencía a esa bestia lograría convencer a Lumina de que volviera con ella, Felicity estaría orgullosa y Baba ya no la llamaría inútil.
Con estos nuevos pensamientos rondando su mente su determinación volvió a fluir por su cuerpo. Sus piernas reacciónar y con una corta carrera se posicioné sobre una de las raíces del árbol y dio un salto intentando alcanzar la cabeza de su adversario desprevenido. Pero calculó mal la distancia y se encontró blandiendo la espada en el aire fuera del alcance.
Cuando tocó el suelo, quedando de cuclillas para amortiguar la caída, un único pensamiento rondaba su mente. Lentamente alzó la vista hacia la Kut-Ku con un sudor frío recorriéndole el cuerpo. Por primera vez tenía miedo ya que Baba tenía razon: era una inútil.
Motivo: Ataque a Kut.Ku 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 4(+5)=9 (Fracaso) [4]
Motivo: Ataque a Kut.Ku 1 (Ventaja)
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 5(+5)=10 (Fracaso) [5]
Con mis dados tendré que convencer a Baba de que me venda todo el escuadron de Felynes o no mato a nada xD
Las orejas de la Kut ku se movieron de forma instintiva hacia ti en el momento en que caíste al suelo, te miraba desde arriba ya que aunque no lo parecía a simple vista, era una criatura grande. Se relamía sacando una larga lengua pasando por su pico antes de gritar. -Carne tierna!- Casi aleteando de felicidad dentro de lo brusca que podía ser y aquello quizás te dejo un momento descuadrada porque no lo viste venir.
En cuestión de segundos la Kut ku soltó un fogonazo que te golpeo prácticamente de frente haciéndote retroceder por un momento y intentar apagar las llamas de tu armadura, la llama no habia sido muy potente pero de todas maneras había sido una llamarada por poca intensidad que fuera.
Rápidamente la Kut ku comenzó como a rodearte con el cuerpo, dando vueltas a tu alrededor analizándote mientras se seguía relamiendo. -Tu seras mi cena! Ven carne, ven conmigo!- Te iba amedrentando de esa forma mientras mordía el aire de tanto en tanto.
Motivo: Salvacion
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 9(+3)=12 (Fracaso) [9]
Motivo: Fogonazo
Tirada: 3d6
Resultado: 7 [2, 4, 1]
CA 16
-Kut-ku ??/??
-Alayne 7/
Quedando totalmente expuesta Alay lo único que pudo hacer fue intentar echarse a un lado, pero aun así el fuego llegó a impactarle en su armadura. Las llamas lamían su piel y comenzó a notar una sensacion horrible cuando se le llenaba de ampollas. Como pudo apagó las llamas rodeando en la tierra y retrocediendo de nuevo hacia el árbol.
Aquel ataque por parte de su enemigo había sido inesperado. Si podía arrojar fuego las cosas cambiaban y para mal. ¿Que otras cartas guardaría bajo la manga aquella criatura? Habiendo quedado su estrategia completamente arruinada no le quedaba más opción que luchar de frente.
Sabía que podía morir, pero no iba a hacerlo como una cobarde. Reunió todo su valor y se arrojó hacia la criatura. La bestia era grande, si, pero ella contaba con el largo de su espada como ventaja. Trató de aprovecharlo realizando una feroz ofensiva, blandiendo su arma de lado a lado para arrojar sendos tajos a la altura del vientre de su rival.
Motivo: Ataque 1
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 3(+5)=8 (Fracaso) [3]
Motivo: Ataque 2 (Oleada de Acción)
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 2(+5)=7 (Fracaso) [2]
Te acercaste, gritando, con toda la valentía de una cazadora aunque las llamas te hubieran golpeado intentabas resistirte a esa idea y te acercaste corriendo a la criatura. Pero la Kut-ku parecía que te estaba observando y divertida, mientras tu intentabas golpearla con tu espada ella simplemente te desviaba las manos con sus alas y finalmente te golpeaba con su larga cola, golpeándote en el estomago como si fuera un látigo acabada en maza.
La criatura empezó a saltar de lado a lado, encogiéndose, divertida, como si aquello fuera cena con espectáculo mientras se iba relamiendo, gorgoteando y ya casi saboreando tu carne.
Motivo: Ataque cola
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 10(+5)=15 (Exito) [10]
Motivo: Ataque cola
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+2)=6 [4]
CA 16
-Kut-ku ??/??
-Alayne 12/
Alay creyó ver las estrellas con aquella nueva embestida y el potente golpe de la cola, que como si se tratase de una enorme masa de demolición había impactado en su vientre y la había arrojado hacia atrás. La muchacha supo que de no ser por su armadura sin lugar a dudas sus órganos internos habrían sido destrozados, creía que se le habían quebrado un par de costillas.
La lagrimas afloraron a sus ojos, en parte por la frustración y en gran medida por el dolor. ¿Por qué no podía golpearla? Era una criatura enorme, un blanco tan grande no le tendría que traer tantas complicaciones, pero la Kut-Ku se movía con movimientos naturales veloces mientras que Alay cada vez se volvía más lenta.
La chica retrocedió hasta que su espalda se encontró con el tronco de aquel pequeño árbol solitario en un mar de pastizales. Estaba aterrada y aun así sus piernas se negaban a huir. No podía fallar una vez más. No debía hacerlo. Pensó en Lumina y el recuerdo de la expresión de decepción de la Felyne acudió a su mente. Si se rendía ahora no podría demostrarle que valía para ser su compañera. Si se rendía...
Alzó la vista hacia la enorme bestia. Observó los afilados dientes y las agudas garras. Eran atemorizantes, pero lo que más la aterraba era volver a fallar. Se aferró a su espada como un naufrago se aferra a cualquier objeto que flote en el mar. Si iba a morir sería luchando. Si iba a fallar de nuevo no sería porque no lo haya intentado. Gritó con rabia rascando las últimas migajas de energía de su cuerpo y luego se avalanzó en una carrera suicida con la espada en alto. Hizo descender su espada y con una estocada trató de llegar al vientre de la Kut-Ku.
Motivo: Nuevas Energías
Tirada: 1d10
Resultado: 1(+2)=3 [1]
Motivo: Ataque a Kut-Ku
Tirada: 1d20
Dificultad: 16+
Resultado: 17(+5)=22 (Exito) [17]
Motivo: Daño a Kut-Ku
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+3)=9 [6]
OMG ¡LE DI! jaja
Tu espada hizo saltar bastantes escamas de la Kut ku la cual se tiro a un lado para intentar paliar el dolor de tu espada. Le habías hecho daño si, pero de todas maneras estabas lejos de poner en riesgo a la criatura la cual simplemente se deslizo hacia un lado y ahora se volvía a poner en pie con un gorgoteo entre divertido y comenzando a enfadarse. -Comida ruidosa....groorg...- Sacando su lengua que era bastante larga, empezaba a salivar como impaciente por hincarte el diente.
Su cola volvió a golpearte, aprovechando que había cogido distancia, apenas la viste, pero la punta de la cola fue como un latigazo en el rostro abriendo una larga herida en la mejilla pasando por la zona de la sien, aun podías combatir, podías levantarte y podías coger tu espada para contraatacar esperando que la criatura cayera vencida.
La Kut ku volvía a estar a rango, delante de ti agitando su cola y con el pincho como picando de tanto en tanto el suelo, mostrando lo afilado y duro que lo tenia, sus ojos te miraba entre divertida y hambrienta. Seria seguro quedarse a solas con ella después de que hubiera perdido su cena?
Motivo: Ataque cola
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 16(+5)=21 (Exito) [16]
Motivo: Ataque cola
Tirada: 1d6
Resultado: 6(+2)=8 [6]
CA 16
-Kut-ku 9/??
-Alayne 17/
La Kut-ku estuvo lejos de mostrarse atemorizada o precavida por la ofensiva de Alayne, su emoción parecía ir en aumento por aquella débil resistencia por parte de la cazadora y a la muchacha ya no le quedaban demasiadas energías para seguir resistiendo los embistes. El tercer golpe la hizo rodar por el suelo dolorida y a duras penas logró volver a incorporarse. Tuvo que valerse de todas sus fuerzas, apoyando el filo de su arma en el suelo para afianzarse.
El aspecto de la joven era lamentable. Su armadura se había rasgado en varios puntos y su cabello alborotado caía sobre su rostro bañado en sudor. La multitud de tatuajes que enseñaba en sus brazos se veían desfigurados por la sangre de los cortes recientes. Sus brazos y sus piernas temblaban, pero en su mirada aun se percibía un atisbo de decisión. Aun no se había rendido por completo.
Y aun así todo le resultaba tan difícil. La bestia volvía a acercarse, pero todo indicaba que no lograría vencer. No importaba lo que hiciera, aquella criatura simplemente estaba a otro nivel, al igual que la Tobi o las Velociprey. Parpadeó tratando de apartar la sangre de sus ojos y centrarse, pero no tenía demasiado tiempo para decidirse.
Solo un pensamiento se impuso sobre los demás. Si algo le ocurría a ella, no habría quien pudiese honrar la memoria de su madre restaurando el poblado. De modo que pensando en ella dió media vuelta y comenzó a correr de regreso a la aldea.
Motivo: Huir - Atletismo
Tirada: 1d20
Resultado: 5(+5)=10 [5]
Estaba un poco en una encrucijada a la hora de tomar la decisión de que hacer en este post. Ya venía asumiendo que el personaje podría morir, pero por otro lado no quería dejarte a ti como master con mal sabor en la boca a raiz de eso. Al final intentaré salvar al personaje, aunque quedó algo forzado y con ese 5 no se si irá muy lejos xD
Intentaste escapar, intentaste huir, tal vez la situación te sobrepasaba desde un buen inicio y tal vez la suerte no te había acompañado. Había sido un camino difícil si, pero tus heridas te hacían pasar un mal trago, pero por fortuna todo acabo, las garras de la Kut ku se ocuparon de eso.
No avisaste de donde estabas, no te llevaste ayuda, aunque la observadora siempre estaba ahí, buscando a las cazadoras para darles soporte, ella no fue todo lo rápido que pudo, aviso si, pero aviso tarde pues aunque lo habías intentando habías interrumpido la cena de la criatura y la criatura tenia hambre.
Tu campamento no se desaprovecho, una vez tu muerte se hizo anunciada Baba compro todo el lugar y comenzó a hacer las remodelaciones adecuadas, al cabo de unos meses las cazadoras volvieron al lugar y el campamento volvió a la vida gracias a la supervisión del gremio.
Las cazadoras seguirían combatiendo y seguirían buscando presas a las que cazar.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Dificultad: 15+
Resultado: 19(+5)=24 (Exito) [19]
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 3(+2)=5 [3]
-- Bad end --