Partida Rol por web

Luego del dolor inicial vino el ardor constante, calor abrasivo resultado de la fricción que generaba la invasión constante en su parte trasera, pues al menos del lado de su boca contaba con lubricación constante para “facilitar” un poco su acción. Según pasaban los segundos, los minutos, Radha sentía que sus extremidades perdían fuerzas rápidamente y su cabeza comenzaba a experimentar mareos; se notaba acalenturada, anestesiada no de manera agradable en cuanto a las preocupaciones, a su sentido del tiempo… si tan solo fuera igual para el resto de los sentidos, la cazadora quizás la habría tenido más fácil, pero como bárbara el “lujo” de la debilidad le era ajeno, estaba pues condenada a mantenerse despierta por mucho que sus ánimos fueran aplastados.

Allí donde antes daba golpes, más pronto que tarde su mano optó por hacer el intento de sostenerse ya que le faltaban fuerzas para aferrarse; sus entrañas violadas le provocaban un agudo dolor en la zona abdominal que se contenía apenas por la preocupación constante de que la Legiana mayor fuera a sacarle los intestinos en una de sus retiradas, y es que por mucho que fuera físicamente imposible que la penetrara con todo su largo, Radha era prácticamente una novata en esa área…

Pese a marcarla en mayor medida que los latigazos, la nalgada apenas la hizo reaccionar ya que la tortura en su parte baja era demasiada como para otro añadido supusiera gran diferencia, sin embargo al acercarse su abusadora y tratarla como lo haría con una cachorra o una presa, toda la piel de la bárbara se erizó. Aquella mordida infame fue causa de colisión para la resistencia de la norteña, pues acto seguido la cazadora perdió las últimas chispas de rebeldía que quedaban en su mirada rojiza; ahora estaba segura de que no podría hacer nada para contraatacar, que estaba perdida…

Afortunadamente más o menos en ese momento fue que se dio el cambio de parejas orales y, mientras gemidos apagados salían a plenitud de la hinchada boca de Radha, las dulces y esperanzadoras palabras de Laika llegaron como una luz a media noche, siendo tan significativas que incluso distrajeron a la bárbara del aullido desgarrador que prevalecía más allá, donde el frío cortaba la piel.

La resistencia o disposición de su compañera resultaba conmovedora, inspiradora, y por encima de todo tácita en una promesa que si bien su fin era imposible de confirmar para ambas, el solo hecho de que estuviera presente en sus pensamientos era suficiente motivo para sacar fuerzas de donde ya se habían acabado; recuperando pues el brillo escarlata en su mirada, cuando la nueva Legiana demandó su boca Radha respondió con un “combo” de succiones y lamidas que a pesar de notarse apresuradas eran en esencia mejores que su aproximación hasta entonces: activamente buscaba dar gusto a aquel falo que por saber a Laika era una especie de placebo, prueba hecha carne de la única “lucha” que como cazadoras podían llevar a cabo en ese momento, y es que si su compañera se estaba esforzando tanto aún en esa situación sería un insulto no comportarse a la altura.

Claro está que pese a su voluntad renovada aún le costaba (y bastante) encajar en ella aquellos troncos cuando sus dueñas se ponían más intensas, pero ahora al menos se notaba que lo intentaba, y que hasta comenzaban a crecer sus reacciones favorables, quizás buscando sacar lo mejor de lo peor.

Si tan solo hubiera tenido más tiempo o espacio, en ese momento habría dedicando un "gracias" lleno de sinceridad a la guerrera...

Los jadeos no eran tan intensos como el viento que golpeaba la montaña, pero igualmente teñían la cueva de un maravilloso coro entre las legianas las cuales disfrutaban de vuestros cuerpos. Mas predispuestas, las legianas a veces os apartaban el cabello viendo gustosas como devorabais ambos miembros, relamiéndose constantemente mientras en vuestras manos y labios notabais como palpitaban deseosos de correrse en cualquier momento. Las que estaban golpeando vuestras caderas estaban igual, la alfa babeaba prácticamente en el cuello de Radha mientras que la contraria golpeaba de tanto en tanto la nalga derecha de Laika intentando provocarla de mas viendo su predisposición ante todas.

Antes de que os dierais cuenta los ritmos fueron aumentando, se notaban ansiosas y deseosas tanto que todas os sujetaron de diferentes formas. Las que se encontraban en vuestras bocas os sujetaron de la sien y movieron sus caderas de forma compaginada mientras que tanto la alfa como la legiana restante os agarraban firmemente de la cintura mientras sus pelvis golpeaban con mas fuerza, entrando un poco mas si es que aquello era posible.

Entre alaridos de placer el semen comenzó a brotar por todas partes, vuestros cuerpos no podían tragar tanta semilla así que fue inevitable que los miembros salieran tanto de vuestros agujeros como de vuestras bocas bañando ambos cuerpos de una espesa capa de semen que se sentía como si de una sustancia gelatinosa se tratara. Gruñeron, divertidas mientras os miraban. -Bien...ahora...- Parecía que no habían acabado con vosotras, no importaba como estuvierais, ibais a seguir sintiendo el placer de estar entre sus garras pero de pronto...

Escuchasteis un zumbido, seguido de un sonido sordo cerca de la entrada de la cueva, la alfa, miembro alzado, se acerco a ese sonido sin miedo alguno para sin darse cuenta pisar lo que fuera que habían tirado en la cueva y de pronto un potente flash la baño por completo con una luz cegadora. -Alejad a la aulladora!- Grito una mujer mientras se escuchaban pisadas y carreras dentro de la cueva. Las legianas os tiraron a un lado como si de sacos se tratara mientras rugían dispuestas a proteger el nido, el rugido mas grande y sonoro el de la legiana alfa también, parecía ser, denominada aulladora.

-Mew...- Laika noto unas manos conocidas en su brazo, cargándola como podía mientras Radha notaba una naricita curiosa pasando por su abdomen antes de que ambas os desmayarais por el cansancio, el shock y la derrota.

Os despertasteis en una cama limpia, ambas estabais con una ligera blusa y un pantalón sencillo a modo de pijama, envueltas en pesadas mantas. El viento golpeaba la ventana pero con menos fuerza y el frio, aunque quería entrar, era repelido por una pequeña estufa que calentaba la habitación. A lo lejos, por fuera, escuchabais la voz de Vainilla.

-No lamas...traviesa...

-Mochi!...soltar, dejar a Vainilla.

Todos vuestros objetos, armaduras y armas se encontraban a los pies de ambas camas, parecia que habían pasado por un proceso de reparacion.

Si fuera o dentro del nido hacía frío, Laika ya no era capas de sentir el mismo. El calor que le obsequian sus asaltantes, los cuerpos de estás, sumado a la desbordante excitación que azoraba su propio ser la tenía a tal temperatura que fantaseaba con ser capas de derretir el hielo mismo con un mero roce.

Las embestidas se volvían más intensas y cada nalgada que recibía le rompia su ritmo de respiración y causaba que babease más de la cuenta ahora que ella no controlaba la felación.

Solo podía dejarse hacer en esos instantes donde su propio ser ya no podía seguir recibiendo tanto estímulos, tanto salvajismo y pasión entremesclandose como los fluidos tanto de dragonas como de aquella humana. Su clímax paralizó su cuerpo antes de que sus "compañeras" liberas en su cuantiosa carga, una y otra y otra vez.

Los gemidos de la guerrera se volvieron gritos de gusto ahogados y en arcadas al momento de ser liberada de sus intrusos. Laika está mareada y adolorida en su quijada, sus nalgas enrojecidas por los azotes y su cuerpo devastado por el cansancio.

Apenas y logro escuchar las risas de las Legianas y ya quería pedirles que las dejasen descansar al menos, pero la tos le llevo al silencio de súplicas y a mostrarle a las dragonas el como expulsaba parte de aquellos fluidos antes de volver a desplomarse en el suelo.

Lo último que recordó la guerrera antes de quedar inconciente del todo fue una conmoción y una agradable y reconocible sensación agradable al ser movida. Finalmente todo volvió a la oscuridad y ahora el escenario había cambiado.

Recuperada, limpia y con ropas limpias se hallaba arropada en un cálido refugio. Junto a ella en una cama separada se encontraba Radha, y aunque sus compañeras Felynes no estuvieran a la vista si se oían cerca.

-La sacamos barata- Menciono desde su cama la guerrera con un ligero deje de gusto y tranquilidad en su melosa voz. -Como te sientes Radha?

Progresivamente sucumbiendo al ritmo ajeno, pasando a ser despojada de su voluntad para llenarse con lujuria y sórdido placer, casi suspendida en el aire por acción de las que le empalaban tanto por el frente como por detrás, dentro de esa cueva Radha sentía de todo menos el mentado frío ya que el ardor imperaba dentro y fuera de ella en más de un sentido; para cuando la intensidad subió todavía más el cuerpo de la que era abusada iba siendo empujado cada vez más a reaccionar por puro instinto, dándose pues casi en igual medida apresurados aumentos en el disfrute malsano pero también en el dolor agudo, mezcla embriagante, culposa. Solo quien fuera víctima de ello sabría que luego experimentar las dificultades quedaba cierta necesidad de ir a más… ¿o era una forma de entrar en negación y así superar algo que de otra forma sería traumático? ¿hasta qué punto realmente podía llegar la lujuria antes de convertirse en locura, o es que de inicio eran dos caras de la misma moneda…?

Para cuando el sabor de la semilla ajena la invadió, la que también estaba cubierta de baba ajena y heridas superficiales (o no tanto) comenzó a casi convulsionar, producto del esfuerzo hecho para intentar aguantar la descarga que a pesar de todo no pudo tragar en su totalidad. Ahora además bañada por el gelatinoso fluido Radha apestaba a Legiana y apenas era distinguible de un despojo, eso si, un despojo cuyo rostro reflejaba la ya mentada dualidad mórbida entre sufrir y gozar, carente ya de resistencia por más que su mente tratara de empujarla a lo contrario.

¿Qué destino les aguardaba más allá de eso? ¿Iban a devorarlas las Legianas o…?

Por suerte esas respuestas jamás llegarán, ya que cuando las cosas no parecían tener solución “algo” intervino alertando a las captoras al tiempo que las cegaba, llevando el caos a las puertas de su hogar. De haber estado más compuesta Radha habría podido ver mejor lo que pasaba, pero al igual que en el caso de su compañera, la conciencia de la bárbara fue benevolente y apenas tuvo oportunidad provocó un necesario desmayo que brindaría calma al menos por un tiempo…

…

…..

…….

— ¡…! — lo siguiente fue encontrarse a sí misma recostada sobre una cama al lado de Laika, estando en una habitación calientita, tranquila e iluminada en lo posible, limpias y protegidas, seguras. De no ser por las heridas que a pesar de todo el tratamiento todavía dolían, casi hasta podría creer que era un sueño… al menos hasta que notó sus cosas que reposaban más allá con obvios signos de que habían sido reparadas

 — Creí que ya no la contábamos — honesta pero a la vez optimista respondió a la guerrera girando sobre sí misma en la cama para ver mejor a la contraria — Humillada, impotente… pero conforme por estar viva y completa — luego agregó. A diferencia de Laika, en Radha no se notaba gusto pero si tranquilidad, su voz era naturalmente más gruesa y de forma inevitable transmitía cierta acritud en ese momento, aunque no iba dirigida hacia su compañera. Escuchar las voces conocidas de las que seguramente acudieron al rescate ayudó a tranquilizar un poco a la bárbara, pero esa experiencia iba a ser difícil de olvidar por completo…

— Gracias, por cierto… de no ser por ti creo que me habría vuelto totalmente loca en la cueva — no mucho después aprovechó para mencionar lo que todavía estaba en su mente, pues a su ver Laika merecía ese reconocimiento por su actuar; para ese momento Radha comenzaba a hacer un intento por levantarse, estirándose un poco y mirando bajo las mantas el estado de su cuerpo, sus cejas fruncidas denotaban cierta tensión.

No estaba del todo segura se había utilizado las palabras correctas al escuchar la respuesta de su compañera en aquel tono serio y profundo. Por momentos Laika imaginaba que de alguna forma le había causado alguna molestia.

Quizás algo en su tono de voz o algo mas que no era obra suya podría molestarle a la barbara que con sus palabras logro apagar un poco el humor de la guerrera que recordo de inmediato la humillación que habían recibido por aquellas monstruos y lo que lo hacía aun peor, la predisposición que la misma había tomado en aquella situación. Su sumisa actitud era algo que usualmente no le acomplejaba demasiado pero en momentos como el que habían vivido, no había contado con la posibilidad de como sería vista por la barbara pues ciertamete, ante ojos de un luchador, sin importar su especialidad, podría ser una actitud sumamente cobarde.

-Ehh...yo..- Quería disculparse de antemano pero las palabras de Radha la tomaron tan por sorpresa que por mas que se esforzase por ocultar sus sentimientos, el tono carmín en fugaz aparición en su rostro sería demasiado evidente como para ser ignorado. Desviaría la mirada para ocultar un poco aquella vergüenza tras una risa trastocada por el nerviosismo repentino que la gobernaba. -No...no fue nada....somos compañeras es lo-lógico no?- Trato de restarle importancía al asunto, pero ciertamente, lo ultimo que esperaba era ser elogiada por algo así y ese reconocimiento aligeraba un poco el sentimiento de culpa que tenía por haberse dejado llevar por su gusto por el sexo para no quebrarse en aquella montaña.

-Ve con calma...n..- Comento al verla levantarse de la cama, no quiso terminar su frase por aquel temor a traer malos recuerdos nuevamente, a fin de cuentas a nadie le agrada que le recuerden que había perdido, ni siquiera a ella misma. En lugar de seguir arriesgandose con sus palabras, imito el actuar de Radha y con cuidado se levanto de la cama, no teniendo reparo alguno al momento de desvestirse para recuperar su propia ropa y equipo y ponerse a ordenar la cama en la que había dormido, dejando finalmente aquella ropa prestada doblada sobre la cama. -Te parece ir a comer algo? muero de hambre la verdad, y quiero ver como esta Vainilla-

Solo tras sus palabras recordaría que le había escuchado recientemente, lo que le llevo a buscarla, principalmente en ver si había alguna ventana por la cual ver si su felina compañera se encontrase fuera de aquella habitación.

Ni ante la cándida sonrisa de su compañera de trabajo y ahora de habitación Radha fue capaz de sonreír, no obstante sí que aligeró un poco la atmósfera que transmitía el ver que Laika seguía más o menos entera. Fuera de decepcionarse para con la guerrera, pues, aquello que pesaba a la bárbara era su propia debilidad, la falta de habilidad que en primer lugar contribuyó con la derrota de ambas. Si tan solo hubiera sido más fuerte o más resistente… pero no debía torturarse por cosas del pasado, al menos no ahora que lo más importante era recuperarse para tener un futuro.

— No sé si lo sea, la verdad, pero era algo que no me podía guardar — insistió solo un poco más. Cuando la guerrera la instó a no ser tan impaciente, tan efusiva, Radha se ruborizó un poco por la vergüenza de estarse comportando así, pero al menos las palabras de la otra chica sirvieron para que de momento la norteña fuera más cauta. Independientemente de lo anterior, pronto la bárbara también estaba vestida con su típica ropa y la adecuación que fue necesaria para no morirse de frío en ese lugar; a diferencia de Laika ella no fue capaz de doblar la ropa prestada porque no poseía tal delicadeza, sin embargo juntó las prendas usadas en un montoncito lo más discreto posible que dejó sobre una esquina de su respectivo lecho.

Al hablar la contraria de salir, la sonrisa finalmente volvió al gesto de la usuaria de espadón, solo que de forma menos abierta de lo normal, algo que era entendible tomando en cuenta la situación. — Sí, yo también… me apetece un buen trozo de carne y al menos un par de tarros de cerveza — para reflejarlo se acarició el estómago, el cual por firme que estuviera seguía teniendo bastante espacio para comer — además quiero ver a Cocoa y a Mochi, siempre es divertido y relajante mirar lo que hacen — y si Vainilla estaba por allí también, pues mejor.

En su caso, Radha fue directo a por la puerta pues aunque se estaba muy a gustito allí como bárbara también le hacía falta estirar piernas y brazos, no obstante antes de salir se giró para ver una vez más a su colega — la última que llegue al comedor paga… — sacando tal curioso reto de la nada, con alevosa ventaja en su posición y una sonrisa ya más juguetona.

Regresaron vivas, relativamente completas…y celebrar eso también era parte de su naturaleza como cazadoras ¿no?

Estabais en la planta de arriba del gremio que también hacia las veces del restaurante del lugar, conforme mas os alejabais de las habitaciones mas ruido escuchabais. Era de día así que por el momento no había mucha gente pero la gente que había hacia ruido y parecían estar discutiendo sobre muchas cosas, el tiempo, lo rica que estaba la comida o algunas tácticas para ir a cazar criaturas peligrosas, nada nuevo pero sin lugar a dudas el mundo no se había detenido solo porque vosotras hubierais sido derrotadas.

Al salir podíais encontrar mas o menos la misma mesa que habíais tenido el día anterior, era un agradable día y no parecía que se avecinara mal tiempo, quitando el frio natural de la nieve y la montaña, el sol calentaba un poco vuestros músculos y era de agradecer. En la nieve se encontraban vuestras compañeras, Vainilla con su habitual humor intentaba quitarse de encima a Mochi la cual estaba lamiendo su cara mientras que Cocoa como podía se la quitaba de encima de una vez haciendo que la ardilla buscara algo mas que hacer o otra presa a la que lamer, parecía de lo mas impaciente la pequeña.

Al veros ambas levantaron sus orejas y sus colas ondularon un momento antes de ir a vuestro encuentro, Mochi estaba un poco a lo suyo pero al ver a Radha soltó un. -Kyum...Kyum...- Antes de seguir como olfateando el suelo en busca de lo que fuera que llamara su atención.

-Dormido bien?- Pregunto Vainilla mirando a Laika.

-Llevas dormida...desde ayer, esperar...que hayas descansado, porque nosotras no parar.- Suspirando un poco Cocoa mientras se cruzaba de brazos, aunque por su expresión parecía relajada de ver que estabais bien.

-Equipo de rescate, encontraros.- Continuo Vainilla.- Tener suerte de haber estado en sitio accesible. Al parecer...esa legiana no ser normal...ser una especie peligrosa.

-La llaman Aulladora.- Acabo Cocoa.- Suerte salir con vida.

Laika quedo perpleja por momentos ante ese reto lanzado al aire y lamentablemente reacciono lo suficientemente tarde como para que la barbara le sacase una amplia ventaja. -Hey eso es trampa!!- bufo con una falsa molestía que se vio reemplazada por un risa propia de una pequeña niña jugando con otra.

No demoraron en llegar y encontrar su propia mesa gracias a aquella diversión mañanera, claro que al final, Radha había vencido y Laika solo mostraba una sonrisa desafiante en lo que recuperaba el aliento. -Ok solo por eso no sere tan dulce contigo la próxima noche que pasemos juntas- tras sacar su lengua afuera dejaría en claro que aquello no era mas que una broma de resentimiento por perder la competencia.

El sitio contaba con bastante energía de lo mas vibrante en el aire y aquello le ayudaba a sentirse mas segura, dejarse contagiar por los animos ajenos como para sentarse y pedir las comidas y bebidas antes de iniciar cualquier charla. Desde donde se encontraban se podía vislumbrar el como parecían divertirse las compañeras felinas de ambas cazadoras; la guerrera no pudo contener la risa al ver los problemas que estaba teniendo su bombardera favorita para lidiar con una muy animada mochi.

Al notar que se acercaban, una mano amistosa de la guerrera palpaba el asiento vació junto a ella para indicarle a Vainilla que podía sentarse a su lado si así lo deseaba.

-Si, bastante bien....me siento como nueva- Cual felina estiraría sus brazos como acto reflejo, al levantarse no se había estirado como usualmente hacía. Cada una iba soltando fragmentos de información que las cazadoras desconocían, poco a poco hasta darles un buen panorama de la situación.

-Gracias, lamento si les cause problemas a las tres- Se disculparía algo avergonzada, tomando aquel clasico ademan de rascarse la nuca. -Una aulladora...es la primera vez que escucho eso, de por si no sabía que clase de monstruo era ella y nos vinimos a meter con una que es especial entre sus pares...Creo que no fue la idea mas sabía que tuvimos Radha...pero al menos salimos de esa.-

Estando ya mas tranquilas, la guerrera no podría contener sus ganas de acariciar el cabello de Vainilla y sus orejas, era una buena forma de quitarse el estress que realmente no poseía en este momento, solo quería mimarla por que seguramente no la habían tenido nada facil ellas. -Ustedes como se encuentran? antes de perder la conciencia supimos que lograron evitar a la aulladora, pero seguro tuvieron sus problemas...Estan heridas?-

Como si su reto hubiera sido al mismo tiempo señal de inicio, para cuando Radha escuchó el reclamo de Laika ya iba corriendo cual mocosa, ávida por dejar atrás el estupor de la derrota así fuera mediante un juego amañado. Por suerte en ese momento nadie se le cruzó en el camino, pues quizás ello habría terminado con la voluminosa bárbara chocando contra una pobre alma…

Ya en el lugar de destino, cuando notó que su compañera se acercaba la cazadora se detuvo para asumir una pose triunfal, sonriendo de lado ante las palabras que Laika le dedicó — No estoy segura si eso es algo malo… — luego respondiéndole también a modo de broma, pero además con algo de perversión implícita.

Para ser sincera, y por suerte, la atmósfera del comedor resultó ser bastante contagiosa, tomando las riendas en la situación luego de culminada la carrera para así continuar sanando las heridas mentales que al menos Radha tenía; más allá de las muchas conversaciones presentes en el espectro auditivo y del panorama lleno de personas, se imponía como principal atracción para los sentidos el agradable olor de la comida caliente, cosa que hizo rugir el estómago de la norteña con peculiar ambición mientras los ojos rojos de esta misma parecían brillar tanto como lo hacían los de Mochi cuando veía algo que pudiera ser su presa. Pedida la comida solo quedaba esperar a que la sirvieran…

Cuando se acercaron sus otras compañeras que no habían sufrido la misma suerte, Radha les dedicó amistosa sonrisa que también llevaba explícitos dejos de curiosidad, ello porque le sorprendía la capacidad de supervivencia que tenías las felynes (y Mochi por extensión) como para poder aguantar solas en la montaña y encima dar aviso. Como siempre, las gatitas y la ardilla parecían tener bastante energía y hasta ánimos por más que Cocoa “reclamara” así, pero es que esa era su forma de ser.

— Lo siento Cocoa — aun así dijo Radha, aceptando su responsabilidad — pero también te agradezco mucho, de hecho a las tres — con un rápido vistazo incluyó a Mochi y a Vainilla, pues sin duda todas habrían hecho su parte; al igual que Laika, Radha intentaría acariciarle la cabeza u orejas a Cocoa apenas se acercara aunque sin pasarse, pues ya sabía que la felyne era un poco reacia en ese sentido, más o menos lo mismo intentaría con Mochi aunque siendo un poco más efusiva, pues de primera mano sabía que la piel de la ardilla era más gruesa.

— ¿Aulladora? Eso explica lo jodidamente fuerte que era… — y es que, si bien Radha tampoco sabía exactamente la diferencia entre una Legiana normal y una Aulladora, sin duda algo especial debía ser para representar tal reto… eso sin contar que en la cueva se hizo obvio cómo el resto la veían como una líder.

En todo caso las palabras de Laika fueron certeras — Aunque me pregunto cómo habría sido luchar contra una Legiana normal… — y Radha por su parte no pudo evitar suponer, ya que a pesar de todo lograron hacerle algunas heridas a la dichosa aulladora, si mal no recordaba. Impertinencias aparte, la compañera de Vainilla hizo un par de preguntas bastante importantes cuyas respuestas también quería saber ella…

Hubieron dos reacciones diferentes y mostraba bastante bien las dos personalidades de las felynes. Ambas se sentaron cerca de vosotras mientras pedíais comida, la comida que os ofrecían en ese momento era carne asada así que no habría problema con eso ademas de la bebida que desearais. Quitando la pedida, Vainilla se mostró mas afectiva por así decirlo, su rostro no era lo mas expresivo del mundo pero cuando Laika comenzó a acariciar su cabello y orejas estas se movieron un poco reaccionando a esa caricia y se la veía algo mas cómoda, aunque su expresión seguía siendo parecida. Mientras que Cocoa al sentir la caricia de Radha se la quedo mirando como extrañada sin entender porque la estaba acariciando, así que no duro demasiado esa muestra de afecto. Al acariciar a Mochi, esta se quedo quieta un momento entre “Kyummm” que iba soltando, parecía que le gustaba, notabas su pelaje duro ya por experiencia y sabias que podía erizarse en cualquier momento, aun asi en esa forma era agradable como si acariciaras a una perra con mucho pelaje.

-Nosotras estar bien.- Empezó a decir Vainilla ante la pregunta de Laika y a su manera ambas dos comenzaron a explicar toda la experiencia que habían tenido desde que perdisteis el combate. Al parecer la aulladora había intentado ir a por ellas, pero por fortuna podían subirse a Mochi la cual sirvió de montura a ambas dos para poder ir rápidamente al campamento. Después de eso y calentarse un poco, ya que habían tenido que correr en una ventisca, el equipo de rescate había ido a por vosotras, habían hecho falta un rastreador para encontraros y en este caso Cocoa explico como una de las cazadoras estaba montada en una bestia blanca parecida a un león y que gracias a ella os habían encontrado ya que el rastro se había perdido. Después de eso, el resto era historia vivida, tanto Vainilla como Cocoa os desnudaron y limpiaron, cuidaron vuestras heridas que eran mas psicológicas que físicas, el herrero reparo vuestras armas y armaduras para que pudierais seguir combatiendo.

-Legiana aulladora...subespecie...difícil, peligrosa...una Legiana no ser tan agresiva.- Acabo por decir Vainilla ante la pregunta de Radha, toda la explicación había sido detallada y habían tardado un poco porque no hablaban muy fluido, mientras Vainilla acababa de explicar, Cocoa el estaba dando de comer a Mochi pequeños pedazos de carne, esta estaba medio subida a sus rodillas.

-Cazadoras recomendar, ser sitio peligroso...falta experiencia.- Siguió Cocoa mientras dejaba que Mochi lamiera sus dedos.- No recomendar volver a montaña, aunque, decisión vuestra.

Aunque Vainilla no mostrarse expresión alguna que indicase su gusto o disgusto por aquel trato que le daba su compañera humana, a esta solo le traía una peculiar y pura felicidad el mimar de aquella manera a la Felyne de cabello oscuro.

Aún así escucharía su historia, casi pegada a su compañera felina, solo un rato más para no llegar a causarle una molestia real, aunque tuviera que contener aquel impulso suyo. Por más que le resultase una ardua labor hacerlo.

Comería y bebería mientras escuchaba la historia de su escape y como participaron en el rescate y posteriormente en la recuperación de las cazadoras.

-Eres, la mejor Vainilla, cuántas veces hubiese besado a la muerte de no ser por ti- habia que tener valor para todo aquello y Laika no dudaba en demostrarle su gratitud a su compañera con un fuerte abrazo y uno que otro ocasional beso en la blanca mejilla de la gata. Aunque se detendría por momentos para dedicarle una mirada amistosa a Cocoa.

-Gracias a ti también Cocoa, y a Mochi, les debo una-

Una risa nerviosa de su parte y no volvería a interrumpirlas a la hora de hablarles de la Legiana y la sub especie aulladora, sonaba peligroso y más que tuviese una categoría especial.

-Mmm creo que está vez haré caso a la sugerencia...me encanta la idea de cazar con ustedes pero creo que aún estoy verde para está montaña, no quiero ser un lastre...además deje pendientes trabajos para hacer en la aldea, necesito regresar a completarlos-

Por un lado era triste aquello, la guerrera había llegado a encariñarse en poco tiempo de Radha y su grupo, incluso de la pequeña Mochi.

-Conseguire mas experiencia en batalla y equipo y si te parece Radha, nos volveremos a ver aquí para devolverle el trato a esa Aulladora- y pronto la expresión de Laika se torno más sugerente al apoyar ambos codos en la mesa y sostener su cabeza con una de sus manos en un gesto despreocupado pero cautivador al regalarle una buena perspectiva para que la pelinegra tuviese una idea más clara de la invitación que le extenderia. Una ligera visión del escote de la pelirosa y unas esmeraldas que refulgian con una chispa particular.

-Estan mas que invitadas las tres a visitar mi aldea, tengo a mi disposición dulces y unas buenas aguas termales y baños de barro caliente que te harán sentir en las nubes- coqueteaba descaradamente? Claro que sí, sentía alguna vergüenza por ello en lo absoluto. Radha aceptaría la invitación vacacional? Solo ella lo diría.

Al final Cocoa y Mochi reaccionaron tal y como lo suponía, pero eso era también parte del encanto propio de sus compañeras, tal como en el caso de Vainillia y su actitud un poco más receptiva pero que de todas formas no la llevaba a derretirse ante las caricias de Laika… ¿qué pensamientos pasarían en esos momentos por las cabezas de aquellas?

En todo caso Radha disfrutó dándole un poco más de atención a Mochi que no parecía tan confundida como Cocoa por sentir su mano encima, aunque atenta por si la Tobi se ponía inquieta, después de todo no buscaba provocar ningún alboroto allí.

Ya cuando las felyne procedieron a explicar, la primera reacción de la bárbara fue sorprenderse por la fuerza y resistencia de la ardilla como para aguantar a las dos gatitas mientras corría bajo la agresiva nieve, que sí, las felyne eran menuditas (especialmente en comparación a ella), pero de todas formas. Lo siguiente fue emocionarse al tiempo que despertaba su curiosidad, pues escuchar sobre cazadoras que montaban bestias indirectamente confirmaba una duda nunca dicha que ella tenía desde que vio a Cocoa encima de Mochi, y si además era una bestia tan magnífica como la que se imaginaba las ganas de conseguirse una propia aumentaban…

En cualquier caso, la efusividad de la norteña volvió a límites normales cuando el relato se tornó más serio, de cara a lo que tuvieron hacer las chicas para darles tratamiento; incapaz de evitar el impulso, Radha volvió a agradecerles ante este hecho, dirigiéndose a las tres.

Respecto a la recomendación pasada por Cocoa, Radha buscó a Laika con su mirada solo para encontrarse con una respuesta que por más tristeza que supusiera era lógica también, motivo de ambición a mediano plazo. — No solo tú debes conseguir más de eso antes de ir de nuevo a por la aulladora — pronto replicó refiriéndose al equipo y a la experiencia — Yo soy dura, pero no sirve de mucho resistir si no puedo golpear, e incluso si golpeo debo asegurarme de que el objetivo lo sienta, que valga — poniéndose seria aunque solo por unos instantes, ya que tampoco quería imponer un ambiente pesado — Y también tengo trabajos pendientes en mi campamento, jejeje — finalmente dijo de manera mucho más casual, para quitarle hierro al asunto.

Mientras hablaban no pasó desapercibida para ella esa actitud juguetona tan característica que tomaba Laika, llamativa según en qué punto de la guerrera se fijara. Tomando en cuenta lo anterior, la mirada escarlata de Radha inició en la ajena que era de esmeralda, escudriñándola bajo notable complicidad y correspondencia que luego se convirtió en picardía, al ir bajando la bárbara su vista hasta llegar al escote ajeno.

Escuchada la propuesta por parte de su compañera de oficio, la norteña levantó una ceja a modo de confirmar su más que obvio interés, sonriendo en paralelo dado que al parecer tenían propiedades similares, aunque le llamó la atención el ofrecimiento de dulces — Pues no suena para nada mal ¿eh? En casa también tenemos aguas termales con vistas a utilizar barro, pero me da curiosidad cómo serán tus tierras — admitió — además, si entre esos dulces estás tú sin duda tengo que visitarte algún día… — y luego aseguró sin pena y con menos sutileza en su coqueteo que la contraria, acercándose incluso pero sin robarle espacio personal a Laika. Si bien la experiencia de perder había sido difícil para ella, de ese viaje también podía sacar cosas muy buenas, entre ellas el vínculo que formó con la guerrera en tan poco tiempo juntas…

Era entendible que ella no fuese la única que sintiera la falta de experiencia necesaria para un reto como la aulladora, a fin de cuentas ambas habían terminado en el mismo barco.

Aun así, el haber vivido todo aquello hacía que pudiera sentirse mas a gusto con el después que si hubiese tenido que afrontarlo por si sola.

Pero con aquella respuesta de la barbara, aquellos pensamientos abandonaban la mente de la guerrera por los recuerdos de la noche previa a la cacería, memorias que como ya había mentado antes, le ayudarían para pasar mejor los momentos de soledad que a veces podía llegar a tener en raras situaciones. Su expresión divertida se mantuvo en su rostro -Eso tendrás que descubrirlo, puede que añada un bonus cuando quieras ir de visita- con un guiño de ojo incluido dejaría aquella oferta hecha para cuando la barbara quisiera ir a su pueblo a tomarse un descanso. Laika era lo suficientemente hospitalaria para que se fuera con un buen recuerdo del lugar, al menos eso pretendía.

El resto del tiempo fue empleado en compartir la mesa durante su comida y prepararse para regresar triunfante a pesar de su ultima batalla pues con la bolsa con oro y una nueva amiga hecha, la guerrera sentía que estaba regresando a su pueblo con tesoros mas grandes que con los que había emprendido el viaje, algo digno de ser celebrado en conjunto de su proximo logro, pues como bien dijo Radha, había trabajo por hacer al regresar.

-- Escena finalizada hasta nuevo aviso --