En el momento de dar las gracias a Cinnamon, esta inclino muy levemente la cabeza y sus orejas tuvieron un leve espasmo como si tambien tuviera la reacción en ella antes de que ya Radha se centrara en Shayra. -Nyaaaaa....mmm...- La felyne estaba como adormilada y mimosa, pasaba una y otra vez la mejilla por el cuerpo de Cinnamon, la cual acariciaba suavemente pero de tanto en tanto le daba como toquecitos para que prestara atención a Radha. Los ojos de Shayra estaban un poco llorosos y estaban algo irritados al mismo tiempo, pero enfocaron en la figura de Radha, por un momento parecia que estaba medio bien, al menos lo suficiente como para decir. -M...m..ne....ya....nyaa...mhmmmm...- La felyne suavemente asintio y se acabo de apoyar en los pechos de Cinnamon.
-Ssssshhhh...Estar bien...ella escuchar, si no mas tarde yo repetir...vale, devolver, ella estar ansiosa.- Dijo Cinnamon mientras la acompañaba a una de las guerreras, enseguida esta la tomo de la cintura y la cargo como si se tratara de una niña pequeña, pero Shayra se la veía visiblemente ansiosa por volver a sentir placer. No había sido demasiado tiempo, pero al menos Radha había podido hablar un poco con Shayra, Cinnamon ademas aprovecho para hablar con la barbara.
-Nosotras no poder permitir que humanas entrar mientras dure efecto de Kirin, ser peligroso pero...efecto durar ya poco, creer poder volver a reunirnos con ellas en dos dias, poder informar a las humanas de eso? Agradecemos regalos que nos hacen, nosotras corresponder, pero durante ciclo de Kirin felynes estar de lo mas sensibles...bueno...ya lo has comprobado, no?- Sonrió de forma enigmática.
No hubo mucho mas tiempo para estar con las felynes, el camino de regreso al campamento era largo y un poco tortuoso por los caminos que parecían aparecer y desaparecer. No todas las felynes se reunieron en entrada al campamento pero si que hubo un pequeño grupo, entre las que estaban por supuesto tanto Cinnamon como las felynes que habían estado jugando con Mochi. Esta ultima lamió sus manos un par de veces mientras las felynes la maullaban antes de despedirse con la mano, haciendo que la Tobi estornudara un poquito y volviera al lado de Cocoa la cual le dio suaves palmaditas en la espalda, la Tobi no parecía triste ni mucho menos, quizás se había quedado ansiosa la primera vez que las vio y había notado su hostilidad y ahora se había quedado mas tranquila.
-Haber hecho un gran favor a tribu, humana Radha tu ser bienvenida aquí cuando necesitar.- Agradeció Cinnamon ofreciendo su mano a Radha para que la estrechara, no tenia demasiada fuerza pero intento ser todo lo firme que pudo en la despedida.
A pesar de que obviamente Shayra no estaba del todo enfocada, Radha continuó hablando, de modo que cuando pareció que la felyne reaccionaba un poco más la bárbara sonrió. Sin duda debía ser difícil vivir aunque sea unos días tan afectada por el deseo y los instintos, eso la humana lo entendía porque, pese a que era incapaz de entrar en celo como ellas, algo de eso le tocó sufrir cuando tenía el veneno de la Vespoid dentro, estado al que le agarró gusto, sí, pero que le había causado inconvenientes más de una vez cuando se descontrolaba. Si solo pasar un rato así resultaba tan difícil, hacerlo durante días seguidos seguro era mucho, mucho peor.
Basada en esa suerte de empatía, pues, la cazadora dio un poco de espacio para que Cinnamon se hiciera cargo, al fin y al cabo seguramente la líder estaba acostumbrada a lidiar con esos problemas y así podría controlar bien la situación, sin embargo continuó hablando hasta que terminó de decir todo lo que tenía pendiente. — Está bien y gracias por dejarme verla — luego la bárbara extendió a Cinnamon mientras veía cómo se llevaban a Shayra.
— ¿De verdad? Eso es genial, claro que les diré, seguro les alegrará bastante — ya ante la plática solo con la líder, Radha no tardó en mostrarse emocionada por el hecho de que el contacto fuera a volver. Ella no era investigadora, eso estaba claro, sin embargo por lo que vio en las humanas no solo les interesaba aprender de las felyne e intercambiar cosas con ellas, también la convivencia, y por lo visto a las gatitas por su parte les agradaban las humanas lo suficiente como para corresponder. La felicidad de la bárbara se podía ver a través de su gran sonrisa, aunque ante la de Cinnamon se quedó como pensativa antes de finalmente asentir con todo y un rubor cubriendo su rostro.
Llegado el momento de partir a la cazadora le costó, pues se lo había pasado muy bien, pero por otro lado tomó como impulso la necesidad de reportar todo lo que había pasado, además, al pensar en la aldea felyne recordó a su campamento, a la casa que encargó y a sus otros trabajos, lo que terminó por convencerla de moverse. Ya preparada del todo, Radha se despidió junto a sus compañeras de las lugareñas, siendo que no le molestó que solo fueran un grupo porque sabía que el resto seguro estarían ocupadas o afectadas todavía por la Kirin. Así pues, animada vio lo curiosa de Mochi con sus amigas y apenas volvió la Tobi con ellas le agarró la puntita de la cola, respecto a Cinnamon…
— Y su hospitalidad es algo que nunca olvidaré, si algún día bajan a mi campamento, serán muy bien recibidas — le aseguró a la líder al tiempo que esbozaba una gran sonrisa. Acto seguido estrechó la pequeña mano ajena, en su caso tan suave como pudo pues no quería lastimarla; también hizo una pequeña reverencia en general a modo de agradecimiento para todo el grupo. Solo tras esto avanzó de nuevo hacia su propia compañía, no obstante antes de empezar a caminar ya de vuelta hacia la base, volteó para despedirse con la mano de la maravillosa aldea felyne.
Listo, puedes adelantar hasta donde consideres :)
-Kyum! Kyum kyum!- Mochi estaba bastante contenta y en el momento en que Radha toco su cola ella se dejo un momento, estaba respirando bastante agitada como si tuviera muchísima energía, pero no quedo en demasiado mas. La despedida con las felynes había salido bien ademas de toda la experiencia con la tribu, Radha y compañía estaban mas descansadas y frescas, el viaje de vuelta empezaba.
Por fortuna ahora tenían que ir hacia abajo, cosa que ayudaba bastante ya que se podía ver a lo lejos los caminos que habían, el ambiente era igual de fresco y cargado de humedad que los días anteriores pero había un cambio bastante significativo y era que había sol. El sol alumbraba el camino por donde las cazadoras iban haciendo que todo se llenara de colores vibrantes, incluso ahora que no había agua, allá por donde Radha mirara se podía ver como si hubiera dientes de león en forma de pequeñas medusas flotando en el aire, como si el lugar estuviera despertando.
Cocoa iba subida en Mochi la cual iba un poco desenfrenada y necesitaba de la mano firme de la felyne para que se fuera tranquilizando mientras que Matcha iba como siempre, rastreando el camino y buscando los lugares mas fáciles para poder caminar. No tardaron mas que un par de horas en volver al campamento, pasando por la zona donde habían luchado contra la Odogaron, rememorando ese combate.
-Habéis vuelto pronto.- Fue lo que dijo una de las cazadoras que protegían el campamento, parecía que había bastante revuelo porque las investigadoras se estaban preparando para salir a hacer una pequeña expedición, no estaban todas pero si un buen numero, entre ellas estaba Mine. -La investigadora en jefe quiere hablar con vosotras, os espera en su tienda, bienvenidas de nuevo, el lugar es bastante hostil es bueno saber que no os a pasado nada grave.-
La cazadora dejo que Radha y compañía entraran en el campamento, en cuanto llego hubieron cuchicheos entre las investigadoras mirando a Mochi la cual se encogió un poco y intento escapar de ellas, sabiendo que querrían volverla a analizar.
-Bienvenidas.- Lo primero que escucho Radha a la hora de entrar en su tienda, estaba exactamente igual, toda llena de pergaminos y su gesto estaba ligeramente mas relajado pero sus ojos seguían igual de serios y afilados. -No habéis vuelto en un par de días y quiero pensar que sois las causantes de que el clima este mas estable, contadme, que habéis hecho durante este tiempo, habéis conseguido derrotar a la criatura misteriosa?
Tras ver a Mochi así, la bárbara se rascó su propia y luego suspiró contagiada por la energía ajena; quizás para otros resultaría poco creíble, pero ella a pesar de ser humana como que se sentía identificada con la Tobi en algunas cosas, como en lo intenso de sus emociones o en la cantidad de gusto que le daban ciertos estímulos, de modo que hasta cierto punto la comprendía.
En cuanto al camino, este fue más sencillo de lo que esperaba, pues aunque todavía tenían que hacer esfuerzo e ir con cuidado, la bajada era físicamente más fácil que escalar hacia lugares inciertos. Aunado a ello el clima ayudaba a moverse pues ya las superficies no estaban tan resbalosas al carecer de la humedad de antes, y eso a su vez permitió disfrutar más de las vistas que parecía haber solo en ese lugar, o que al menos Radha no había encontrado en otros.
Ya que ella no iba cargando a nadie que le aplicara mano firme, la humana intentó más de una vez agarrar algún diente de león que pasaba flotando, además iba con una sonrisa grande, caminando algo agitada, casi como una niña en ese sentido, vamos. Cuando pasaron por donde habían luchado, las marcas de las garras ajenas todavía estaban impresas en el suelo o las rocas que servían de muros, incluso había manchas de su propia sangre — Y pensar que en pocos días cumplimos dos misiones aquí… — dijo hasta nostálgica, pues realmente no le guardaba odio ni a la rojiza criatura, casi parecía extrañarla.
Al llegar al campamento Radha asintió con orgullo — Tomó menos de lo que esperaba, por suerte las cosas salieron bien — le comentó solo por hacer plática, ello mientras notaba a las investigadoras que seguro saldrían porque el clima ahora era mejor y por ende se les haría más fácil hacer lo suyo, o eso pensó la bárbara — Iré con ella entonces, solo que, ¿irán muy lejos? — señaló a las investigadoras — Porque debo hablar con Mine; si es así, ¿podrías decirle que me espere un momento? — pidió como favor a su compañera de oficio, pues primero debía ir a reportarse con la jefa de todas allí.
Cuando vio cómo reaccionaba Mochi a la atención ajena, disimuladamente le acarició una orejita tratando de que se centrara en ella, incluso la dejaría irse hacia atrás si eso la hacía sentir más segura.
— Hola, jefa — contestó la bárbara con una media sonrisa, gesto que le daba igual rudeza que amabilidad, pues no intentaba parecer intimidante ante la ajena ni nada. — Fuimos hasta la cima del altiplano; primero nos encontramos a la criatura misteriosa en pleno ataque, era una … — volteó a ver las felyne solo para confirmar el nombre — Odogaron, aunque parecía no ser completamente adulta, quizás se perdió y llegó desde su hábitat hasta allí, por eso atacaba — explicó.
— Después fuimos a ver a la tribu de felyne pero no nos dejaron entrar, aunque gracias a Cocoa nos dieron indicaciones de dónde podía estar el peligro. Terminamos de subir a lo que ellas llamaban el “nido del rayo” y resultó que la causante de las tormentas, o quien las atraía, no estoy segura, era la Kirin, una yegua capaz de controlar a los rayos y usarlos… — mientras comentaba este punto la bárbara se fue poniendo roja ya que recordó todo por lo que había pasado, sin embargo sacudió la cabeza como para calmarse. — Esa electricidad afectaba a las felyne, las hace entrar en celo, así que cuando logré que la Kirin se fuera y volvimos para avisarles, nos dejaron entrar a su aldea — mucho más sonriente contó.
— No están enojadas ni ofendidas por ustedes, de hecho Cinnamon, la líder, me dijo que en unos dos días saldrían de nuevo, cuando ya se las haya pasado el celo a todas, entonces deberían estar mucho más calmadas y amables, pero ya sin la Kirin presente parecían haber vuelto casi a la normalidad, es más… — Radha tomó entonces el objeto que le dieron, mismo que llevaba en su espalda, y lo puso frente a Gena de modo que esta pudiera examinarlo si quería — Estaban tan contentas que incluso me hicieron este regalo, ¿a que es genial? — huelga decir que sus ojos brillaban con gran ilusión…
-Que sepamos las investigadoras van a salir a hacer una vuelta de reconocimiento, no se van a alejar demasiado ya que aun no estamos seguras de que todo este bien, aun con todo de acuerdo, les diremos que esperen un poco mas.- Aseguro la cazadora mientras miraba a las investigadoras, aunque estas parecían que aun se estaban preparando. A la hora de darle las palmadas a Mochi, esta se medio escondió detrás de Radha antes de que esta entrara en la tienda, Mochi no entro con ellas asi que se fue a corretear por ahí, quizás a buscar alguna golosina.
-Una Odogaron? Realmente no es una criatura originaria de aquí, según los informes que tenemos la Odogaron es una criatura carroñera, aunque es muy fuerte de por si tiene las capacidades para moverse libremente por el Valle putrefacto, es natural que fuera tan violenta si ha llegado hasta aquí. -Fue respondiendo a todo mientras miraba un poco los informes que tenia encima de la mesa. -Así que todo fue causado por una Kirin...interesante...conseguiste acabar con ella? Eso seria un gran logro para el gremio y tendríamos que informarlo en la sede central, que una cazadora mate a una dragona anciana...es digno de elogio.
Cuando Radha mostró el martillo, los ojos de Gena se dilataron un poco, fijándose bien en la superficie del mineral, llevando una mano y deslizando la palma por su superficie. -Mmmm...precioso si...parece que lo hicieron de una sola pieza, no veo tampoco ninguna muesca...no se que artesana lo ha hecho pero lo ha hecho bien...deberías estar orgullosa de que te hayan hecho un regalo como este, esto valdría una fortuna si decidieras venderla, seguramente vale lo mismo que tu campamento.
-Bien, si Cinnamon quiere que retomemos las negociaciones dentro de dos días tendré preparadas a las investigadoras para entonces, les llevaremos algunas medicinas que quizás las necesiten...a lo que me viene a recordar...
Gena se aparto un momento y fue a por una caja de madera que estaba ornamentada con algunas filigranas de plata y cobre, al abrirla el tintineo de las monedas sonó en la tienda y Radha pudo ver que la caja estaba llena de monedas tanto de plata como de oro. Aparto un montoncito de monedas que si Radha quería contarlas hacían un total de 8 monedas de oro entre monedas de oro y de plata. -Esto es por el trabajo con la Odogaron, realmente tendría que pedir un extra al gremio pero no estoy autorizada para pagarte de mas por el encargo, aunque tal como te dije...- Tomo dos monedas de oro extra y las añadió al montón haciendo un total de 10 monedas de oro. -Si estoy autorizada a recompensarte por la información y el favor que nos has hecho con la Kirin, espero que sea suficiente por tus servicio.
— Entonces perfecto, no sé cuánto me vaya a tardar, pero no creo que demasiado — le dijo a la cazadora antes de ya partir junto a sus compañeras. Cuando Mochi se quiso separar Radha la dejó pues eso significaba que ya no estaba nerviosa o que le podía más la curiosidad, en cualquier caso la bárbara tenía que concentrarse en su reporte.
— Pues sí, era bastante violenta, pero entre las cuatro logramos arrinconarla y derrotarla, aunque no acabamos con ella — confesó pues supuso que debía hacerlo — La enviamos a mi campamento… — aclaró. De cara al asunto con la Kirin, por otro lado, la humana desvió un poco la mirada y se rascó la nuca — Me temo que no es el “gran logro” que piensas, no luche contra ella, le hablé, la convencí de que se fuera… — reveló, esto al tiempo que dejaba su pose insegura para mirar directamente a Gena — Sé que quizás para el gremio no es lo mejor, pero la Kirin se mostró capaz de razonar más que otras criaturas, encima no nos atacó, yo no podría haberla atacado así como así, además… creo que sirve de “ayuda” para el entorno natural — con eso se refería al efecto de celo descrito por las felynes, mismo que en palabras de Cinnamon facilitaba la reproducción de la tribu. Tras esto hizo una breve reverencia.
— ¿Eh?, ¿¡DE VERDAD!? — obviamente se sorprendió al escuchar el valor de su arma, misma a la que tomó aunque sin alejarla mucho de la vista ajena, esto solo para poder observarla mejor, perderse en su magistral hechura — B-bueno, es interesante saber eso, pero es como dices… estoy orgullosa de que me hayan dado un regalo así, no podría venderlo ni aunque fuera pobre — sonrió sincera.
Hablando de pobreza, no obstante, eso estaba a punto de ser solucionado, aunque primero la bárbara asintió a la investigadora — Seguro te lo agradecerán, porque el efecto que causa la Kirin las ayuda a reproducirse pero a la vez las descontrola: aquellas que se quedan “normales”, generalmente guerreras, deben complacer a las que entran en celo casi sin descanso, entonces deben aplicarles calmantes cada tanto, es un proceso complicado — hablaba desde la experiencia — Pero al menos ya falta poco… —
Ahí fue cuando vio cómo Gena sacaba una cantidad de oro y plata más grande lo que había visto antes, cosa que obviamente la sorprendió, pero aunque ya sabía sobre el pago la humana fue incapaz de ocultar su gesto de gusto al recibir las monedas — Pues jamás me habían pagado tanto a mi sola, pero, ¿es justo? Quiero decir, no derroté a la Kirin ni nada, es más, probablemente volverá aunque no sé cuándo — se encogió de hombros — A las felyne yo también las quería ayudar, porque al fin y al cabo las compañeras de esa raza que tengo me agradan mucho, así que esto es más que suficiente para mí, la verdad — señaló al pago mientras sus ojos brillaban con peculiar alegría.
— Ah, por cierto, tengo que comentarle algo a la investigadora Mine, ¿te molesta si voy y la busco? Es que estaban por salir… — comentó, siendo que, si obtenía respuesta favorable, tras tomar las monedas saldría corriendo en busca de la amiga de Shayra…
-No es una criatura demasiado normal...pero es tu campamento, tu tienes que tener claro a quien llevas alli, yo solo veo los resultados, aunque lo que me estas contando de la Kirin es interesante...- Se llevo la mano a la barbilla quedándose un momento pensativa. -Entonces volverá...mmmm...eso no es bueno, tendré que hablar con el gremio y con las felynes, si lo que dices es verdad y no se puede eliminar a la Kirin tendré que mandar un mensaje al gremio. Lo importante a la hora de cazar es no romper el equilibrio, por eso estamos aquí.
-Puede parecer que el trabajo de una investigadora es solo observar, apuntar y no entrar en acción, pero ahí que tener en cuenta que nosotras solo estamos de paso. - Empezó a explicar Gena intentando darle un par de lecciones a Radha. -Nosotras nos encargamos de inspeccionar el terreno, de ver como los monstruos crecen, cual es su ciclo vital y su ciclo de reproducción. Cuando la población crece entonces nosotras somos las que mandamos un aviso al gremio para que mande cazadoras para controlar un poco la población, cuando vemos que la criatura podria romper el equilibrio de dicha zona debemos avisar al gremio por el mismo motivo. Por supuesto no se puede controlar todo, ahí muchos misterios en este basto mundo, eso es algo que nos impulsa a mejorar día a día.
-Por lo que tu pago es mas que justo, el cazar a la Odogaron es todo un logro y aunque no hayas matado a la Kirin y quisieras ayudar a las felynes por tu lado, no deja de ser un encargo que te he encomendado, todo eso tiene su recompensa, así que es justo. Adelante, si necesitas cualquier cosa avisame y si crees que has acabado aquí te daré mis mejores deseos antes de partir, has hecho un buen trabajo Radha y espero poder volver a contar contigo en futuras expediciones.- No era una despedida ni mucho menos definitiva, pero si Radha quería despedirse y ir a su campamento o quería quedarse un dia mas eso era cuestión de la cazadora, Gena por su lado le dio el visto bueno al trabajo de la cazadora.
Las investigadoras estaban por marcharse, parecía que estaban cargando agua cuando Mine vio a Radha. -Oh...ahm...me han dicho que me buscabas, salio todo bien?- Pregunto Mine mientras sacaba un pequeño cuaderno y un carboncillo para poder escribir en el papel. -Has tenido suerte? Creo que si, al menos por los rumores que han ido corriendo por el campamento, que criatura vistes? Has sido tu la que a parado la tormenta? Oh por favor cuéntamelo todo.- Sus ojos brillaban levemente al ver una oportunidad de tener mas conocimientos.
Radha sonrió con cierto aire de travesura pues no era la primera vez que le decían eso, y seguramente tampoco sería la última, pues ella prefería librar al entorno de criaturas hostiles solo apartándolas bajo su cuidado antes que matándolas, aunque eso mientras no encontrara una criatura que solo estuviera haciendo destrozos por el placer de destruir, claro, pues eso iría más allá de toda redención. — Solo digo lo que me dijo Cinnamon, pero sí creo que será mucho más útil si habla ustedes con ellas — aceptó, después de todo los planes y consideraciones a largo plazo difícilmente eran lo suyo, sin embargo también se alegró de ver que Gena apoyaba eso de no cazar para exterminar especies, sino para evitar que la naturaleza perdiera su armonía.
De cara a la explicación ajena, la bárbara puso atención pues llevaba un tiempo queriendo saber a qué exactamente se dedicaban las investigadoras, y las palabras de Gena fueron lo suficientemente directas como para hacérselo entender. — Pues eso es muy importante. Prácticamente ustedes son las que me dan trabajo, jajaja — bromeó — Pero lo digo en serio, sus investigaciones son importantes porque ayudan a otras criaturas y contribuyen a que el mundo no se descontrole, además por lo que vi las felyne las aprecian mucho, así que eso confirma lo buenas que son — observó mientras ampliaba su sonrisa. Ella podría ser bruta para muchas cosas, pero incluso así comprendía la importancia de la gente que aportaba sus conocimientos para el bien común.
— Entonces lo aprovecharé, hay muchas cosas que quiero construir en el campamento y esto sin duda será un buen empujón — más adelante aseguró ya mientras cargaba las monedas, las cuales guardó en una bolsita a la que miró con determinación. — Eso haré, y claro, siempre estaré dispuesta para venir aquí — confirmó con la misma determinación pero ahora mirando hacia Gena, a la cual le ofreció la mano como un gesto cordial. Todavía no sabía si partirían ese mismo día o se quedarían uno más, pero por mientras quería confirmar dejar clara su posición ante la ajena.
Cuando llegó con Mine, Radha tomó un poco de aire pues había corrido más rápido de lo normal. No era que estuviera en extremo cansada, solo debía recuperarse. — Sí, logré hablar con Shayra, la felyne de gafas — le comentó emocionada. — La que atacaba a los carros era la Odogaron, mientras que la causante de la tormenta, era la Kirin, ella causó con sus rayos que las felyne entraran en una especie de celo bastante intenso. A la primera la derroté, pero la mandé hacia mi campamento, a la segunda… bueno, ella se fue, pero no peleamos, solo hablamos y… convivimos… — al decir eso último la bárbara se ruborizó de manera bastante obvia, incluso desvió la mirada un poco, pero tras unos instantes devolvió su atención a la investigadora. — También me dieron esto — señaló al martillo-pata, incluso se daría media vuelta si Mine lo quería ver mejor.
— Las felyne las extrañan, ¿sabes? Solo se pusieron ariscas por el celo, porque deben protegerse y controlar a las afectadas, pero la líder Cinnamon me dijo que en un par de días deberían volver a entablar contacto, ¿no es genial? — comentó ilusionada. — Después del encuentro con la Kirin, ya que se había ido, bajamos a la aldea, y nos dejaron entrar para mostrarnos cómo vivían y también para agradecernos, allí me dijeron todas esas cosas y me dieron el martillo… incluso me dieron de comer pescado y uno como licor de leche — fue relatando pues supuso que algo de ello podría servirle a Mine…
-Si si, ella siempre llevaba unas gafas.- Asintió Mine mientras iba escribiendo todo lo que Radha decía. -Así que era una Odogaron! Vaya increíble, es normal entonces de que se pusiera tan violenta, estar fuera de su habitad a podido confundir a la criatura. Una Kirin! Increíble...me habría encantado poder verla de cerca, muy pocas cazadoras han podido ver a una, aunque ahí muchos registros de apariciones de Kirin, no solo en este continente si no en otros, pero lo que si que es cierto que siempre la acompaña la tormenta, tanto puede ser de agua como la lluvia como puede ser una tormenta de nieve, aunque este ultimo es mas extraño. Oh...- Los ojos de Mine brillaron por un momento.- Crees...que seria posible si...ya sabes...cuando vaya a tu campamento poder verla de cerca? Seria todo un honor y un impulso para mis investigaciones, me encantaría poder ver a una Odogaron de cerca...seria increíble...-
Mine se intereso de mas por que querías decir con convivir con la Kirin pero eso ya quedaba en la privacidad de la barbara el decir que había sucedido o simplemente dar pocos detalles.
-Oh...increíble...me dejas?- Intento sostener el martillo si se lo ofrecías, pero rápidamente el material golpeo el suelo de lo pesado que era, resbalándose de las manos de Mine que temblaron por la poca fuerza que tenia, eso si la cabeza del martillo no se hizo ni un solo rasguño y no parecía tener intención de tener muescas en un futuro.-Vaya es pesado...increíble...eso es que se a hecho de una misma roca solida...ni una muesca...eres muy afortunada, vale una fortuna, conseguir una roca de este mineral es muy difícil...vaya....
-Yo también la echo de menos...- Suspiro con cierta nostalgia Mine antes de escuchar atenta a que se debía su cambio repentino y asintió como comprendiéndolo, tomando las notas correspondientes. -Interesante...tendré que hablar con ellas para poder saber un poco de mas...mmm...el celo provocado por la Kirin...algo se a escrito sobre ese efecto pero seria muy interesante por si es necesario buscar una solución...bueno ya sabes, quizás esta Kirin sea tratable pero ahí otras que no y algunas cazadoras tienen que combatir contra ellas, seria muy importante saber como lo hace para buscar una defensa...bien lo apuntare aquí...- Mine escribió todo lo que Radha le dijo y también algunas acotaciones para ella misma para no perderse en su propio hilo.
-Probé una vez ese licor, se me subió enseguida y no podía pensar así que no lo probé mas, sin duda Radha eres una persona muy afortunada, nosotras aun no hemos entrado en la villa de las felynes, nosotras nos reuníamos en un sitio apartado para no molestar a la tribu, debes considerarlo todo un honor. Y ahora que harás por cierto? Nosotras estábamos a punto de salir de expedición, no creo que sea muy emocionante para ti pero si quieres acompañarnos como escolta eres mas que bienvenida.
— ¿Verdad? Como digo, parecía perdida o confundida, no sé yo si llegó al altiplano persiguiendo a una presa, huyendo de algo o solo por error — planteó Radha, aunque para eso haría falta una investigación con recursos que ella no tenía. — De cerca la Kirin es muy imponente, es pequeña pero tiene como… un aura o una personalidad electrizante, es difícil describir con palabras — encima ella no era la más elocuente — Además da la impresión de que siempre está muy confiada — agregó. — ¿De nieve? — al escuchar los comentarios de Mine, la bárbara se quedó sorprendida pues no lograba imaginarse cómo la Kirin atraería a la nieve; lo suyo parecía ser la electricidad, ¿acaso era algo como la diferencia entre Paolumus?
— ¡Por supuesto! — respondió luego ante la petición de la investigadora; sobre el tema la bárbara se veía más bien emocionada porque normalmente solían verla raro por llevar criaturas a su campamento, pero Mine parecía entenderla al menos desde su perspectiva académica — Imagino que habrá que entrenarla primero, para que no sea muy agresiva, pero en donde vivo trabaja una felyne que es maestra domadora — comentó.
— “Convivir”, ya sabes… es que, resulta que su electricidad me causó una especie de “efecto”, es como se diría ¿afrodisíaca? O al menos esa impresión me dio — al notar la curiosidad ajena la cazadora comentó, aunque le tomó unos momentos superar la vergüenza pues no sabía cómo se lo tomaría Mine. — También debo aceptar que buena parte del aura que decía antes, es el encanto de la Kirin, encima ella llegó al altiplano al parecer para saciar sus instintos, así que, bueno… los saciamos ambas — huelga decir que para ese momento Radha ya estaba extremadamente roja, sonreía traviesa y apenas si podía sostenerle la mirada a la investigadora. No sabía si la juzgaría, pero ya lo hecho, hecho estaba.
Un poco más adelante, ya más tranquila, la bárbara dejó sin problemas que la investigadora sostuviera su nueva arma, sin embargo no pensó en que Mine era alguien cuya “fuerza” residía en algo distinto a su físico, de modo que cuando su martillo se cayó de las manos ajenas, la bárbara se estremeció. — ¡¿Estás bien?! — preocupada buscó respuesta al tiempo que intercalaba su mirada entre Mine y el objeto en el piso, pues como buena luchadora Radha se preocupó por la integridad de su arma; por suerte estaba intacta. — Wow… — expresó tras levantarla y comprobarla por todos lados — La verdad es que sí, me siento muy afortunada… ¡esta arma es grandiosa! — luego exclamó mientras la ilusión invadía su rostro reflejada ya fuera en forma de brillo en sus ojos o de una amplia sonrisa en sus labios. — Era de esperarse de las felyne… — agregó después, ya que si bien no había convivido con las de ese pueblo, por las que conocía Radha sabía que podían hacer grandes cosas a pesar de sus apariencias tiernas. — Me dijeron que el mineral cayó desde la parte de arriba, y aunque creo que no es lo mismo, también vi rocas muy extrañas donde la Kirin, absorbían su electricidad… — relató pues supuso que ese tipo de datos le interesarían a Mine.
— Me imagino, y respecto a lo que dices, no podría asegurarte nada, pero como te conté antes, cuando la Kirin hacía caer rayos sobre esas rocas, estas brillaban y como que la temperatura aumentaba… pero luego usó su electricidad directamente en mí, así que no creo que necesite mucho las rocas… — comentó lo que sabía — Menos mal que la que encontré estaba tranquila, incluso un poco adormilada, si no hubiera sido una batalla muy difícil, más porque ese mismo día había luchado contra la Odogaron — a pesar de su fuerza, Radha no subestimaba a sus enemigas. — Igual y con algo que haga que la electricidad no te alcance… — sugirió, mas dejó que Mine anotara todo lo que necesitara.
— ¿De verdad? Es fuerte, sí… pero es delicioso — la mujer puso cara de travesura — Yo con gusto les compraría esa bebida, aunque dicen que es muy difícil de hacer. —
— A mí me sorprendió mucho entrar, es decir, quería hablar con Shayra pero nunca pensé que al bajar me fueran a recibir y menos de forma tan festiva, además cuando nos encontramos la primera vez me parecieron más salvajes de lo que en verdad resultaron ser — confesó — ¡Su aldea es genial! Llena de artesanas, con una organización muy eficiente, y su líder, Cinnamon, es tan amable como hermosa; es como dices, me siento honrada — asintió para luego cerrar los ojos por un momento, como si estuviera recordando y atesorando lo que había vivido allí.
La pregunta de Mine la sacó de su abstracción. — ¿Hm? Pensaba ir partiendo, porque hay cosas que debo reportar en la sede del gremio de mi campamento, pero ahora que me cuentas eso, me gustaría ver cómo trabajan las investigadoras — aceptó con una sonrisa curiosa — ¿A dónde irán? — preguntó. Ya que se estaba sumando a ello, tras obtener respuesta de Mine, la bárbara buscó a Cocoa y a Matcha para avisarles por si querían ir también, obviamente llevando a Mochi, pero ya que no era una cacería oficial ignoraba si sus compañeras tendrían la misma curiosidad que ella o si preferían descansar ahora que podían…
En el momento en que Radha dijo que ambas se saciaron, a Mine se le noto un largo rubor en sus mejillas pero no dejo de apuntar en su libretita para que quedara todo constancia. -Oh pues bueno si quieres adelante, puede ser un trabajo de lo mas tedioso de ver pero sin duda sera emocionante tener una cazadora mas protegiéndonos. Vamos a empezar bajando la ladera hacia donde el agua se acumula para poder ver como interactuá la fauna cuando ahí agua y luego iremos a inspeccionar una zona donde ahi hongos, queremos ver lo mucho que han crecido tras las lluvias.
Pero en el momento en que Radha le comento el siguiente plan a las felynes ambas se miraron con las cejas un poco levantadas para decir. -Nosotras...no poder estar...aquí mas tiempo.....
-Pero Radha, si nosotras ser cazadoras, no poder estar semana con investigadoras. Mejor volver al campamento, recordar que Odogaron estar ya ahi y tener que informar de éxito a gremio.- Ante la negativa de ambas felynes, un poco desanimada pero no por ello triste, Radha tuvo que ver como el grupo de investigadoras se marchaba, no sin antes despedirse por supuesto.
-Si puedo, al acabar aquí me gustaria ver tu campamento Radha, tienes unos especímenes de lo mas interesantes y me gustaria...verlos ya sabes, espero que tengas un buen viaje de vuelta.- Se despidió Mine antes de marcharse junto con su grupo que iba custodiada por un par de cazadoras.
La despedida del altiplano fue poco efusiva porque al final había trabajo que hacer, pero la jefa Gena salio a despedir a Radha, dándole un fuerte apretón de manos y agradeciendo el haber estado allí. Al llegar al altiplano todo parecía entre lleno de vida y triste por las lluvias, pero conforme la carreta se iba alejando el sol reflejaba sobre las gotas de agua que reposaban en cada una de las plantas y rocas de aquel lugar haciéndolo ver realmente un lugar lleno de vida y hasta mágico.
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