El emblema que las espadas cruzadas representaba era el de la herrería de seguro y si no bastaba con imaginarselo viendo el letrero pues la forja sería la mayor evidencia de que ese era el lugar que estabamos buscando con Sara. No portaba mucho dinero que digamos pero quizas podría hablar con el herrero y conseguir algun trato para al menos tener mi arma en condiciones para cualquier trabajo que nos ponga el lider de la aldea.
-Buenos dias- Diria en voz alta con la esperanza que el encargado del establecimiento viniera a atendernos, mientras tanto sería un buen momento para ir sacando el martillo de su seguro así poder dejarlo en el suelo cerca del mostrador, con su peso tal vez lograse que la madera del mismo cediese y no quería pagar por los daños al local.
Siguiendo al chico, me encontré con que se quedo a esperar a que lo atendiesen, pero hay algo más que dejo olvidado, con lo que me decía que no tenía mucho cerebro. - Te importa sí miro esto, me da mucha curiosidad y descuida, no te tocaré el culo por estar desarmado - le dije a ese chico de cabellos claros, mientras con mi arma de dos metros tomaba el martillo y lo atraía hacía mí. Deje mi arma a mi espalda y toquetee el martillo con gran interés. Quería descubrir que secretos guardaba.
Le dedique un guiño amistoso y le devolví el arma arrojándola por los aires para que él la tomará. Por supuesto en todo ese instante no deje de darme aires al correrme el flequillo de la cara y ver sí el chico podía tomar su propia arma.
Master, sí todo, ¿puedo ver el equipo de Ruel?... me parece justo porque acabo de revisarlo on rol.
Una voz llamo mi atención lejos del mostrador, mas precisamente detras mio. En cuanto mi rostro virase a ver se encontraría con la presencia de aquella chica de la lanza, se veía bastante jovencita pero si era una cazadora es por que al menos debía ser una adolecente, hubiese supuesto tambien que podría ser una chica alardeando de ser una de los mios por portar esa arma, muchos lo hacen para estafar a la gente o para crear falsas imagenes sobre los mismos; pero ver como manipulo de tal forma su arma para acercar la mia, no me quedaban dudas, eso y que lograría sacarme una leve risa y una sonrisa.
-Sería raro que un hombre se enojase por que una chica linda le toque el trasero?- Esta vez giraría todo mi cuerpo para verla bien sin incomodidades en mi cuello. Para que decirle si podía o no revisar el martillo si ya lo estaba haciendo, acaso preguntar era solo el aviso?, eso demuestra algo de caracter o la falta de educación, sea cual sea no era problema para mi, así como atajar el martillo con ambas manos, hacerlo girar para distribuir su peso hasta bajar la cabeza del mismo al suelo, dejando el pequeño retumbe en el mismo. -Ruel Stroud, como se llama la señorita? o debería llamarte curiosidad?- Una vez mas se me escaparía una pequeña risa.
Ruel, nombre que descubriría poco después, se mostraba como todo un aventurero y me provocaba diciendo que no podía enojarse de yo ensartar mi lanza en su trasero, pero deje mi lanza a un lado ligeramente sonrojada por el piropo escondido en aquel acto de bravuconería, nose sí en mis años de vida alguien me había hecho un cumplido, se sentía lindo ser apreciada por los del otro género sin ser vista como un pedazo de carne con quién hacer cosas indecorosas. Más tarde me tocaría hablar de esto, pero de momento dejo esa historia para otra ocasión.
Obvio, no fue hasta que atajo su martillo con habilidad que empece a verlo como un cazador e iba a presentarme, pero él me gano ese derecho siendo caballero -de paso-, con una ligera inclinación de piernas y una pantomima de saludo francés medieval respondí - Es un gusto, Ruel Stroud. Ekaterina Kuznetsova para servirle - me quede pensando sí decirle que mejor me dijera 'Katia', pero no quería sonar como una fácil y amistosa zorra.
Encima de ser linda la señorita, por lo visto, era o educada o graciosa al realizar ese tipo de presentación, sabía que podría llevarme bien con ella. Y ya que ella estaba con la pantomima de saludo elegante de la corte, yo respondería de la misma forma al tratar de tomar su mano con gentileza y depositar un corto beso antes de volver a tomar la distancia que nos separaba.
-Es un placer Ekaterina, disculpame eso si- Caminaría hasta colocarme junto a Sara y con la palma y los dedos estirados la "señalaría" -Ella es Sara, nos cruzamos al entrar al mismo tiempo a la aldea, por lo visto los tres tenemos asuntos pendientes con el herrero...Salvo que Ekaterina en realidad los tuviese con mi arma- Comente a modo de broma mientras acomodaba el martillo de lado así poder sentarme sobre el costado del contrapeso del mismo, un banco improvisado se podría decir, total estaba hecho de metal como para que cediera ante mi peso.
-Puedo preguntar si llevas mucho tiempo aqui Ekaterina?, por lo que oi de donde vengo, esta aldea carece de cazadores y ya veo que somos tres- Ciertamente la aldea era pequeña, un cazador era mas que suficiente, salvo que tuviesen problemas mas grandes o solo estabamos a punto de ser entrevistados, como si de una oferta de trabajo se tratase.
No podía dejar de notar que el chico era todo un galán, la manera de tomar mi mano y besarla sin babearla o retenerme demasiado estaba perfecta a modo de saludo formal. En lo que mi mente viajaba en la problemática de decirle un uso más corto para mi nombre, él se movió en dirección a la chica de cabellos azules y señalándola, cosa que probablemente sea de mal gusto, me la introdujo como una acompañante ocasional -sin doble sentido intencionado- Tu martillo tiene su encanto, pero me quedo con mi arma replique.
Es un placer, Sara. Puedes llamarme Katia sí mi nombre te crea problemas en pronunciarlo aclaré como quien desconfía de su capacidad. Luego observe a Ruel hacer eso con su martillo. Me dedique a hacer lo mismo de una forma muy distinta, para cuando termine de acomodarme estaba tirada, manos sujetando el mango del arma, cabeza sobre el comienzo del hierro y piernas acurrucadas sobre el hierro cerca de la punta, mi cabello caía libremente sobre el hierro del arma y mis ojos brillaban como quien pensará cosas malignas que hacer...
Acabo de llegar, pero podría dictaminar por intuición femenina que no somos los únicos cazadores dentro de esta aldea. Solo espero dar muerte a cuanto mal nos aceche dije con tono decidido, poco me importaba que me pagarán, era reconocida en todo lugar donde me acercará por lo que era paga más que suficiente para mí. El honor estaba por encima de cualquier cosa mundana. ¿Tienes algún contrato con esta gente o estas de paso?
Haremos de cuenta que estas con nosotros sí no es problema Sara.
-Intuición femenina o tambien viste al sujeto de la katana?- Me cubri la boca para mitigar un poco la risa que me provoco mi comentario gracioso, de vez en cuando uno debe reirse tambien de sus propios chistes.
Me quede un momento en silencio, viendo la peculiar forma en la que se había acomodado, no tenía idea que una lanza pudiese tener el uso que le estaba dando esa mujer pero bueno, algo nuevo se aprende todos los días y ademas me permitía ver cosas que antes no veía como el largo de su cabello; pero su mirada era curiosa, era como si tuviera una travesura pensada en su mente. Tendría que ver luego que me mostraría esta peculiar lancera.
Sin preguntarle, termino su oración haciendo un comentario sobre el mal y acabar con el mismo, en plan a de ser una especie de guerrera sagrada. No tenía problemas con ese pensamiento, por mi parte era un poco mas egoista aunque no necesariamente en lo que respectaba a dinero. -Wow tenemos una heroina aqui, genial....Yo soy mas del tipo aventurero- Ciertamente era bueno ayudar a las personas con problemas que no pudiesen manejar como los constantes ataques de los monstruos, pero en mi caso nada me llenaba que ver saciada mi sed de emociones y aventuras. No había placer mas grande que el atravesar toda clase de adversidades y peligros para luego vivir para contarlos o incluso el escuchar una buena historia de otro aventurero; el dinero de las recompenzas de misiones era importante, pero solamente para luego de las mismas disfrutar y tener todo el equipamiento en buen estado para mas aventuras.
-Mmm nop, acabo de llegar por recomendación de un wyveriano que conozco, me dijo que este lugar sería perfecto para mi, pero se ve bastante tranquilo- Realmente estabamos en una aldea de apariencia pacifica, pero como dicen -La calma precede a la tempestad, tengo el presentimiento que el viejo no se equivoco-
Echaría un ojo al lugar antes de volver a mirar a mis acompañantes.
-Y ustedes?, ya que estamos esperando y por lo visto no tenemos nada mejor que hacer, al menos yo no, que tal si me cuentan un poco de sus vidas? no hay cazador por mas novato que sea, que no tenga una historia interesante-
Ruel descartó mi intuición femenina al instante, aunque se equivocará, me sentí apenada de que ocultase su risa No me molesta que la gente se ría, no ocultes tu sonrisa al mundo le dije, aunque luego de saberme vista como cursi replique Olvídalo... me acomode de espaldas sobre mi lanza y le mire intensamente como sí me estuviera divirtiendo, mientras mis curvas se denotaban naturalmente. Estaba observándome después de todo, pero creía que intentaba disimularlo por alguna razón. Yo le sonreí mostrando todos mis dientes.
A mí me gustan las aventuras, pero temo que siempre quedo enredada en contra de mi voluntad y me crean más problemas que satisfacciones hice especial hincapié en la ultima palabra, mientras estiraba mis extremidades con flojera. Era toda una gimnasta porque primero me aferraba a la lanza con mis dedos y sacaba mi pecho hacia adelante arqueando la espalda y luego me daba la vuelta, con mis pies entrecruzados para estirarme sacaba cola hacia arriba, en concreto estos movimientos hacían que estirará todo el cuerpo que a veces hacia un estirón o ruido de huesos que sonaban.
El problema, es que parece que no estuviera habitada esta aldea, es demasiada tranquila para mi gusto ¿será una aldea fantasma? ... no, no creo que sea eso. Hice una actuación como de alguien que tiene miedo o frío en exceso.
No sabía que contar, había mucho o quizás nada que fuera simple de decir, pero no quería desanimarlo Es una historia para otra ocasión, pero ¿qué tal sí nos cuentas algo sobre vos? Mi rostro llevaba una sonrisa infantil, mis mejillas estaban siendo usadas para apoyar mis puños y mis codos sobre el suelo, mi cuerpo se apoyaba boca abajo sobre la lanza y esta hacía una perfecta separación de mi cuerpo que quedaba desde una perspectiva: a la mitad separado por el arma. Y cada tanto ladeaba mi cabeza a un costado, para luego ladearla hacia el otro, mostrando interés en la historia que creía iba a contar Ruel.
Sus palabras me tomaron por sorpresa pero con una expresión alegre en mi rostro, aunque con una ceja arqueada que marcaba muy bien mi asombro ante sus palabras, claramente no me esperaba que dijera eso -Disculpa disculpa, no quería que pensaras que me burlo de ti je je- No me taparía esta vez antes de reime y claramente no me contendría, por lo visto me había topado con alguien bastante divertida.
-Eso me huele al mejor tipo de aventuras- Mencione en respuesta a su aclaración -Creo que me mantendre cerca tuyo, presiento que podría ser bastante divertido- Sonreiría alegre, no había tratado de sonar de otra forma aunque siempre existe la situación de que alguien pasando escucha las cosas a medias y eso podría generar malos entendidos, otro tipo de problemas divertidos. Sin embargo poco me podía poner a pensar en problemas o aventuras cuando ante mi se encontraba una chica bastante bien ejercitada por el físico que portaba, y claramente no era por alguna hierba o cosa rara de Shakalakas, sino por esfuerzo ya que se denotaba en su increible flexibilidad; hubiese pensado mas en que no combinaba mucho su tipo de cuerpo con el arma que portaba, pero era difícil mantener la vista alejada de como se estiraba y mi mente dispersa de como se marcaban las curvas de su cuerpo con ese "equipo" que usaba; espero no haber quedado como un baboso al mantener el silencio y la sonrisa.
Lamentablemente no quizo contar de su pasado -Pues no hay problema, supongo que se guarda lo mejor para el final- Comente guiñandole el ojo rapidamente, como ella tomase eso, podría ser muy interesante. De momento me acomodaría bien al cruzar mis piernas para adoptar una pose como la del loto aunque apoyaría uno de mis codos en mi pierna y el otro brazo haría de soporte. Mi rostro descanzaba sobre el puño que antes estaba libre. -Pues yo realmente vengo de un sitio aburrido, solo era trabajo y trabajo y mas trabajo....ah casi me olvido, trabajo- Recordar ese tipo de cosas me aburría y hasta me hacía bostezar -Fijate que aburrido que era que ya me entro sueño...Pero por suerte, los cazadores que pasaban hacían mas divertidos mis dias con sus historias, fue gracias a estas que quice volverme uno, digo, entre ser un pescador al igual que tu padre, y el padre de tu padre...y mejor no sigo o te aburrire y ser un valiente guerrero que lucha contra bestías indomables y poderosas...Creo que es evidente que soy un pescador profesional- Remataría el "cuento" con ese comentario absurdo al final.
-Y eme aqui, siendo el primer pescador de martillo que batea peces del agua- La mano que se apoyaba sobre una de mis piernas fue por momentos hasta uno de los costados de mi torso, quizas mi expresión alegre podría ocultar un detalle en mi mirada que por unos instantes se perdería en el lugar. Pero volviendo rapido a la realidad y recuperando mi alegre caracter me concentraría en volver a clavar mi mirada en Ekaterina con esa peculiar sonrisa de lado que generaba el puño en mi rostro -Si quieres que te cuente mas vas a tener que aceptarme una invitación a beber algo luego en la taberna....Espero que este sitio tenga taberna o morire- Haciendo el ademan como si me hubiese clavado una daga, me deje caer hacía atras para simular de forma muy dramatica mi muerte.
*
- Habéis acabado ya? Sigo esperando... - Dice con los brazos cruzados, parece molesto por algo.
* = Esto sucede antes
* Un señor y una señora aparecen sin que os dierais cuenta ya que estabais de "chachara"
Son bajitos, incluso un poco más que katia, sus orejas delantan ser Wyverianos
- Cielo, no seas tan duro, los vas a espantar. si han venido por algo será, no? - Dice la señora intentando apaciguar a su marido.
Ignorante de las cosas que el peli blanco -sí no me engañaban mis ojos- estaría pensando lo vi reír y me quede sonriendo para darle el pie. Sus formas me eran completamente alienadas porque usaba el olfato en situaciones donde una usaría el gusto, pero no me desanimaba porque Ruel me pensaba divertida según sus palabras.
Por otro lado era muy consiente de su mirada algo lasciva, sus ojos contraídos y su saliva al observarme ejercitar. Algo de lo cual estaba acostumbrada ya, muchos en mi tribu me observaron así antaño. Sin embargo me mostré algo sorprendida, como sí estuviera descolocada por su interpretación 'lo mejor para el final', no paso mucho hasta que celebré su estupidez crónica -léase chiste- con una carcajada melodiosa e infantil que recordaba a niños de iglesia -el coro-. Y pasamos un tiempo divirtiéndonos, mientras enjugaba mis lagrimas de risa.
- De querer podrías invitarme de cuando en cuando a ver el béisbol que practicas con los peces en el agua - le comentaba mientras veía sus mímicas con gran interés. De tiempos daba cambios a mi actitud para mostrarme seductora, cosas como levantar levemente mi pecho y acomodarme pasando las manos como quién cruza los brazos y hace una mueca de decepción, en son de broma: a modo silencioso decir '¿me tratas de tonta?, ¿esperas qué me tragué esa historia?' con escepticismo marcado. Y largar expresiones de 'caíste' señalando con el dedo para replicar -otra vez a modo silencioso- : 'Se que para ser pescador profesional tienes que liberar a las tortugas del mar para que estas puedan predecir el futuro campeón mundial y convertirse en ninjas, lo vi en el discovery'.
Podría aceptar tu invitación gustosa, de paso ayudaría que te alejarás de las peceras era obvio que era genealógico su retraso, de pescador a pescador, pasarían mucho tiempo con los peces y descubrirían que pueden nadar, entonces no pasaría mucho hasta que se vuelva perezoso porque no tenía 'nada' que hacer al no estar en el agua. Estábamos teniendo una buena conexión y riéndonos juntos cuando 'eso' paso. Supe inmediatamente que se había ahogado con su propia saliva al intentar respirar como un pez y tuve que ayudarlo.
Estaba sudada porque había hecho ejercicio así que mi vestimenta estaba muy apegada a mi cuerpo, quizás transparentando cosas que no debería. Y aunque mi cerebro estaba fresco porque mi circulación estaba activa, supe que debería tomar un baño. Oh, por dios! dije horrorizada mordiendo con suavidad mi labio inferior y haciendo un amago de posar mi mano sobre la boca con gran preocupación. A esa expresión le siguió la de una sonrisa perversamente lujuriosa que hacía tintar mis mofletes de rojo.
Obligada estuve de salvarlo, pero antes de llegar a su cuerpo inerte y pálido como cadáver, tropese sin querer, de forma que los que observarán dirían 'que monada' duele dije a ojos cerrados, como sí hubiera perdido algo importante -la seriedad, obviamente, mal pensados!-. Y mis manos quedaron en su pecho, hice presión para ver sí salia agua y moví mis caderas bajo el ombligo del chico, tratando de imitar el rcp -resucitación cardiopulmonar-. Luego observe sí funcionaba con curiosidad, apoyando mi cuerpo sobre el suyo y mi oído en su corazón para ver sí latía. Mi sudor hacía que mi cabello se mojara y quedará apegado al cuerpo de Ruel. A causa de su hidrofilia quedo bastante muerto y por eso se me ocurrio que en vez de realizarle respiración de boca a boca podría intentar susurrarle arrullos de mar en su oído con propósito de que viera lo importante que era quedarse vivo. A ver sí algo de undinismo lo hacía despertar.
Estaba claro que en realidad se hacía el bobo e yo le seguía el juego, pero vamos, era divertido. Por desgracia no pude probar más trucos para aclararme que tipo de exofilias le gustaban, pues a unos pasos estaban dos gnomos de cuento que no medían más que yo, pero para mí desolación, no podía mirarles de arriba con altivez, porque nuestra diferencia simétrica era de apenas centímetros.
De mala gana me pare y les dije, buscamos sus servicios para nuestras armas y armaduras. Me estiré un poco más -probablemente le daba una vista lujuriosa al muertillo- y les pase las cosas que tendrían que reparar.
Esta claro como el mar que mi post tiene la finalidad de molestar de manera divertida, no es que mi personaje sea estúpida o que piense que el tuyo lo es.
Ahora toca al director hacer su magia.
Claramente mi imitación tan realista de una muerte dramatica no tenía el fin de que durase mucho tiempo, era cuestión de simplemente levantarse a los pocos segundos para volver a dejar escapar la risa que estaba conteniendo. Aunque al oir ese "Oh dios", fue una clara señal de que quien escuchaba mi historia, quería que mantuviera el papel de muerto un poco mas tiempo, sería difícil contener mi risa un poco mas de tiempo pero bien sea por el espectaculo. Pero claro no me esperaba sentir como algo caia sobre mi, entre abri mis ojos para ver si mi sospechas eran ciertas y en efecto se trataba del cuerpo de ella.
Ya me había estado fijando lo suficiente en el mismo y en su forma de comportarse, de gesticular ante cada palabra que decía en mi relato como para no perder mi vista varias veces en ella, soy hombre despues de todo que puedo decir. El hecho era que ahora teniendola encima y entendiendo que a pesar de caerse accidentalmente, ella quería seguir con el juego del hombre muerto y la amable mujer que buscaba devolverle la vida; yo claramente no sería quien cortase la diversión nuestra y ajena, pero ademas de eso, como perder la oportunidad de dejarla sentarse así sobre mi cuerpo. Quizas sus manos hacían presión simulando el clasico rcp, pero uno puede imaginarse muchas mas cosas, y mi reto estaba en seguir haciendome pasar por muerto sin alterarme por cualquier cosa que hiciese Ekaterina, estaba muy difícil, bastante como para subestimar mi situación. En ocasiones mi cuerpo y mente se complotaban para traicionarme y volver a entre abrir los ojos por curiosidad, y ahí estaba ella sobre mi, imitando el dulce sonido del mar en susurros directos a mi oido; el esfuerzo que hice para no abrazarla por instinto fue muy grande, aunque no tanto como el de contenerme para virar mi rostro directo al suyo, cortando esa distancia que había al punto de casi rosar sus labios con los mios; podía sentir su respiración acariciar mis labios y como chocaba con el aire que exhalaba. Solo un pequeño acercamiento mas bastaría para arrebatarle un beso como un buen ladron de guante blanco que realiza sus fechorias a la "vista" de todos.
Y como un buen martillazo descendente propinado por parte de un maestro saltando desde un arrecife para hundir el craneo de un Kelbi varios metros bajo tierra, si es que no explotaba primero por semejante impacto, fue como las palabras del anciano me jodieron olimpicamente el momento con una hermosa chica como la que hasta hace segundos tenía susurrandome cosas al oido mientras su cuerpo descanzaba en el mio, muchas gracias. Aunque debía reconocer que había sido nuestra culpa el concentrarnos demasiado en la conversación como para notar que estas personas habían llegado, quizas no tanto a juzgar por sus estaturas y que había un mostrador de por medio, como podría haberlo visto yo que estaba tumbado en el suelo. Bueno al menos tuve una muy buena vista antes de cortar con la actuación del muerto y tomarme mi tiempo para levantarme y sacudirme el polvo de la espalda. -Ah!, que suerte la mia, un artesano Wyveriano- Mencionaría con alegría al notar sus puntiagudas orejas -Lo que dijo la señorita es correcto amable caballero- Busque tomar por el mango mi martillo y alzarlo para que el hombre viese el mismo, claro no lo pondría sobre el mostrador por precaución.
-Tanto mi armadura como mi arma estan en muy mal estado, seguro es mas que capaz de hacer relucir las habilidades en la forja por la que son mundialmente reconocidos los herreros de su raza- Ciertamente la historía dictaba que los wyverianos eran aquellos que les enseñaron a los humanos a cazar y forjar sus armas, podría elogiarles por ese ambito para lograr quitar el mal humor del viejo. -Disculpe que me haya distraido, pero realmente agradecería que pudiera al menos hecharle un ojo a mi compañero- Claramente me refería a mi martillo al no haber otro hombre presente, ahora si quería hecharle un ojo a Ekaterina o Sara, yo esperaba que el viejo pillo no fuese atrapado por su mujer.
Despues de ver todo el ritual de apareamiento entre los dos cazadores, toda mi atención se dirige hacia el herrero.
- Hola, buenos días. - Y sonrío al buen hombre. - Como dice mi compañero. - Y miro a Ruel. - Nos vendría bien reparar nuestro equipo. De manera que si nos pudiera ayudar, se lo agradeceríamos enormemente.
Joder, veo que no perdéis el tiempo... Madre de dios vaya pedazo de post... Ya aviso que los va a leer vuestra prima, porque son 6 post de una longitud considerable XD
Y por cierto master, con todo el respeto, solo te ha faltado una sección que sea el excusado... Madre de Dios!!!! No sé si es tu primera partida como director, pero es mucho más facil hacer secciones por capítulos en lugar de por localizaciones. Pero solo es una idea, ya que, a mi parecer, esta manera me parece un poco caotica.
Y perdón por el post tan corto, pero acabo de llegar de clase y tengo invitados en nada y no tengo tiempo!!!!! Esto me pasa por ser un friki con vida social... Corcholis...
- A ver... Uno por uno y olvidaos del peso, la madera es muy resistente. Poned las armas sobre la mesa y veré qué puedo hacer. - Responde
*
- ¿Pero qué habéis hecho, jovenzuelos?¿Es que la juventud de ahora ya no sabe tratar el equipo de cazador? esto es irreparable. chatarra. Es más. Me niego siquiera a intentar reparar esto. - Continua mal humorado
**
- Me explicáis como demonios no se os ha caído a trozos o no se os ha clavado una parte de la armadura en vuestro cuerpo? porque es un milagro que sigáis ilesos... Dejadlo, no respondáis. no me interesa vuestra respuesta. - Continua refunfuñando
***
- Lo veis. milago... Ahora que lo recuerdo. vosotros debeis de ser los cazadores que hemos solicitado desde hace ya mucho tiempo. Id a hablar con el alcalde, vive en aquella casa de allí. No tiene perdida. - explica a los 3 aventureros
****
*= Esto sucede antes
* el viejo herrero contempla tu arma.
** Seguidamente observa tu armadura, hecha una pocilga y te observa con cara de sorprendido
*** Despues de hablar se acerca a Ruel y le da un único golpecito a la armadura, no más fuerte que si fuera a tocar a la puerta. el peto de Ruel cae a añicos, dejando ileso a Ruel
**** El herrero os señala una casa al fondo, de un camino que está al lado de la taberna
Yo me voy a la alcaldía con o sin ustedes mushashos (?). Y nada, que posteo así para que puedan leer en la alcaldía como me retiro de aquí.
Algo para anotar en mi mente, no volver a aparecer con una armadura dañada frente al viejo. Casi se me escaparon las lagrimas y los insultos cuando mi armadura se cayo de donde estaba; ciertamente eso era una señal de que la mas ligera brisa podría haberla destrozado, pero como no había pasado en mi mente no paraba de deambular las palabras "Estaba bien, si no la hubiese tocado no se habría roto.
-Gracias por las indicaciones- Mencione en respuesta, con una actitud desganada y deprimida, no me esperaba que mi equipo estuviese en tan pesimas condiciones, pero aun así iría a la casa del alcalde aunque sin la armadura y el arma, me presentaría solo con la ropa que llevaba debajo y las botas.
Observo atónita como el herrero dice que mi arco no tiene arreglo... Y encima dice que no entiende como seguimos enteros con los daños que tienen nuestras armaduras...
La verdad que me da mucha pena deshacerme de mi arco, hemos vivido muchas aventuras juntos y hemos derrotado a muchos monstruos. Sin embargo, parece que este es el momento de despedirse...
- Muchas gracias por su franqueza... Iremos a ver al alcalde.
Y tras esto, me pongo en camino siguiendo a mis nuevos compañeros.