Tras un largo viaje, por fin llegas a Kokoto. Era de noche, pero desde fuera todavía se veían luces encendidas. Eso significaba que no molestarías a nadie y que encontrarías al alcalde fácilmente, lo que implica estancia asegurada.
Cuando te fijas hay 2 chicas más contigo, ambas con aspecto de cazadoras también. No habías sido informado de ello pero tampoco es que te importase. En total erais tres. Eso implicaba más que compartir pero más facilidad al cazar. Si es que ambas son lo suficientemente competentes para cazar, claro está. El único inconveniente a esto ultimo es que no lo sabrías hasta ir a cazar.
Te dirigiste a la taberna. Preguntaste por el alcalde, muy amablemente te indicaron dónde se encontraba, así que sin más dilación fuiste en su búsqueda.
Una vez allí, con junto con aquellas dos chicas se presentó y os puso en situación.
- Oh. Hola, bienvenidas cazadoras. Soy el Alcalde Hackett. Me alegra que hayais llegado. No os voy a hacer perder mucho el tiempo.
Hace años que sufrimos ataques y problemas de todo tipo de monstruos. Desde raptores hasta monstruos grandes. Hace no mucho, un Lao-Shan Lung derribó una de las fortalezas de las capitales. Tranquilas, ahora que estáis aquí no os voy a mandar allí ya que los problemas están en otros lugares y mucho menos con un equipo en esas condiciones.
Por ahora, la misión era dar caza a una colonia de velociprey y a ser posible dar caza a su macho alfa, el Velocidrome situada en Bosque & Colinas. Esta esta categorizada como Urgente debido a que por culpa de eso los mercaderes no llegan y si no llegan estamos acabados. Desgraciadamente lamento informaros que llegáis 4 días tarde y que los demás cazadores asignados a Kokoto, al igual que vosotras ya deben estar por llegar. Por favor, esperad aquí un par de días a su vuelta. Hasta que esto no pase no tengo más misiones. Os mostraré vuestro alojamiento, seguidme por favor. - explica largo y tendido.
El anciano, que ya os había puesto al tanto de la situación os acompaña a vuestro alojamiento.
- Es esta casa de aquí. La primera planta es para los hombres y la segunda para las mujeres. Ahora, si me disculpáis, voy a descansar. - Tras esas palabras se marchó.
Pasasteis la noche sin problema alguno. No recordáis qué soñasteis exactamente, pero podríais asegurar que no había sido desagradable.
Era de día, por la mañana. estabais listas y vestidas. De repente oís que alguien toca la puerta.
¿Quién será?
Dad por hecho que no habláis entre vosotras y que cada una se asigna una habitación sin haber comunicación.
el cielo estaba despejado a los pasos de la cazadora, las estrellas iluminaban el firmamento y una luna daba la suficiente luz para ver los senderos y rastros de los animales, de alguna manera el aire del bosque le reconfortaba y el estar despierta la alejaban de sus pesadillas, sin embargo debía llegar a su destino, o de seguro encontrarían otro chico con infulas de cazador que no fuese capaz de sostener su propia espada
la luz de las antorchas y hogueras rompieron el paisaje ante ella una pequeña villa que solicitaba ayuda, de inmediato esa sensación de incomodidad le hormigueo en la espalda, entonces acaricio su espada para darse valor, ella era una cazadora no una presa y unos simples humanos no deberían tener espacio para incomodarla, sus pasos firme y seguros se acercan a la vida y de alguna manera cuando piso sus calles una extraña sensación de familiaridad la guía por sus bien pequeñas callejuelas, vio a un par de cazadoras y sin mediar palabra dejo que estas hicieran las preguntas, no es que se fiara de ellas, como no lo hacia de nadie, pero debía presentarse ante el viejo antes de poder tomar la zona de cacería como su hogar.
¿4 días tarde? si era una broma no le parecía graciosa, para ella habría sido fantástico poder haber partido de inmediato a la zona de caza pero el viejo no dio espacio a discusiones y las coloco en cómodos lechos de colchones suaves y cálidas chimeneas, la joven analizo cada una de sus palabras pero no cuestiono nada, al entrar a la habitación la paranoia de que fuese gente rara, no la dejo tomar reposo hasta que reviso toda la habitación, al punto que atranco la puerta con una silla y se acostó con su espada cerca por si cualquier ruido extraño, extrañamente fue una noche placida y solo se despertó un par de veces para tratar de rebanar al dragón de sus pesadillas o era lo que asumía, la verdad la imagen del sueño era mas bien confusa para variar, se levanto mirar que estuviese sola y que la silla siguiese cumpliendo su función de guardián silencioso para luego seguir durmiendo.
aun no salia el sol cuando la cazadora ya estaba despierta, giraba de un lado a otro en el suelo pues la cama le pareció insoportable, así que semi-desnudada como estaba tomo su tiempo afilando su cuchilla con una piedra de amolar, sin importase lo que pasara debía salir de la villa para poder encontrar la paz en el bosque, en cuanto comprobó que la hoja estaba mas que lista, se parapeto con sus ropas, se acercaba a la puerta cuando los golpes en la madera le anunciaban mas contacto con los otros, quita la silla de la puerta y una vez abierta observa con ojos serio quien llamaba...
Al abrir la puerta te encuentras con la sorpresa de que no hay nada ni nadie. Tampoco se oyen pasos. Qué raro. ¿Será que te estas volviendo loca o algo? No, realmente habías oído que llamaban a una puerta.
la cazadora mira a los lados un tanto extrañada, pero no por eso decide quedarse en el umbral de la puerta, se dirige a la sala común, quizá la puerta que estén golpeando sea la entrada principal del edifico, por lo que decide ir a investigar.
Al entrar no ves a nadie, todo está tranquilo y silencioso. Te diriges al salón, tal vez haya alguien allí, sería lo más normal, o eso pensaste. Lamentablemente al llegar no había nadie pero estaba bastante bien amueblado.
Oyes unos pasos que vienen de las escaleras. Acto seguido esos pasos vienen hacia tí. al girarte ves a una mujer.
Pelirroja, algo más alta que la media, con varias cicatrices visibles, una venda en la frente y unas ropas que no habías visto en tu vida. Tenía un aspecto algo descuidado.
la joven revisa la habitación. A continuación pasa junto a ti y con una breve mirada te mira a los ojos tratando de ver si tenías segundas intenciones, al tiempo que se aleja hacia la puerta de al residencia.
Sales de la habitación. Todo está tranquilo y silencioso. Sin dudar te diriges hacia las escaleras. Llegas al primer piso. todo sigue normal. Estás en el pasillo y decisiva te diriges al salón. Te paras en la puerta. Hay alguien. Un hombre. Se encuentra solo y está de espaldas a ti.
Es es más alto que tú. Tiene unas ropas de estilo oriental, unpoco andrajosas y un gran sombrero hecho de bambú. Lleva consigo una espada larga a su espalda. Este se gira y le ves el rosto. Bueno, poco puedes ver de este ya que el sombrero le tapa gran parte.
la chica esperaba encontrar a alguien por lo cual no se sorprende al ver la figura del hombre de la gran espada, la joven revisa la habitación y se siente tentada a decir algo, pero aunque se tratara de un cazador no era muy propio de ella comenzar conversaciones, pasa junto a el y con una breve mirada observa sus ojos tratando de ver sus intenciones, al tiempo que se acerca a la puerta de al residencia.
imagino que la tiene en su funda (la espada) o por mi parte voy sacando mi espada y escudo.
si, tranquila, como he dicho la lleva a su espalda. la imagen es solo para que te hagas una idea más visual de su aspecto.
como ya he dicho, también tiene un aspecto algo andrajoso
PD: yendo a la puerta te refieres a la calle?
La entrada en la casa de alojamiento no fue nada de lo esperado y menos aun la aparición de tan extraña mujer. Aquellas ropas, su mirada; todo en ella le inquietaba de sobremanera, aunque no mas que sus intenciones.
-¿Perdona? Eres de aqui, supongo, necesito ayuda- Ni mucho menos Snow la necesitaba, solo quería ganar tiempo para conocer las intenciones.
El silencio gobernaba en el ambiente, solo tus leves pasos hacía la puerta. De repente, el cazador, ahora a tus espaldas habló:
- ¿Perdona? Eres de aquí, supongo, necesito ayuda - preguntó.
Volvió a hacerse el silencio, se esperaba una respuesta, que fuera dado o no sería cosa tuya.
la chica pone la mano sobre el picaporte, sin darse la vuelta de alguna manera esperaba que el hmbre se refiriese a otra de las cazadoras en la residencia, pero al no escuchar ni pasos ni replicas de nadie eprieta los dientes y se gira para ver el rostro del hombre, nn.. no se si pueda serle de ayuda, no soy de aquí por alguna razon la joven se obliga a mantenerse en habitación.
La pelirroja pone la mano sobre el picaporte. Está apunto de abrir la puerta, pero al escuchar tu pregunta se detiene y permanece allí, en silencio durante varios segundos.
Entonces, quita la mano del pomo y se gira en tu dirección.
- Nn... no se si pueda serle de ayuda, no soy de aquí. - Respondió
-Veras... Alguien me estaba esperando y me preguntaba si conoces a alguien mas o menos así-pone la palma de la mano a la altura de su cintura-que haya estado por aqui.
Snow echó un vistazo de arriba a abajo a la sala sin pararse a observarla a ella pero siempre sin apartar la vista del todo. Ella no podría ser, era demasiado alta por la descripción del alcalde.
la joven trata de esconder la incomodidad de la conversación con el extraño tratando de ser cordial y le responde de nuevo: como te lo dije ya, no soy de aquí, solo vine a cazar... y se queda callada como si hubiese algo que no quisiera decir, las miradas erráticas del hombre eran sospechosas, ¿quien dijiste que eras? pregunta finalmente con un poco de brusquedad, el hombre no tenia cara de criminal, pero no todos la tenían.
Snow se acercó a la chica y puso su mano frente a ella para estrecharla a modo de saludo. Acto seguido se quitó el gorro con la otra mano y lo miro algo desilusionado al ver lo estropeado que estaba.
-Soy Snow, Snowmasher, un forastero que busca a alguien que creo que no conozco- Sonrió sinceramente mientras cerraba los ojos para pensar en todo lo que estaba ocurriendo.
De repente oís una voz que os interrumpe.
Cita:
Al mirar qué o quién os había interrumpido veis a un Felyne naranja dirigiéndose hacia vosotros. El felyne no llevaba una vestimenta regular, este iba vestido con un sombrero negro, una capa negra que le llegaba hasta la cola, un cinturón donde portaba su espada, unos guantes y unas botas que le cubrían todas las patas.
- Cuanto tiempo... Snowmasher. 3 años... - Dijo el gato mirándote de arriba a abajo. - Se te daba por muerto, pero sabía que seguías vivo. ¿Dónde te habías metido? - preguntó
la chica da un paso brusco hacia atrás y mira con ojos oscos al joven, solo quería tu nombre, cálmate. responde un tanto irritada mientras su corazón se aceleraba, no entiendo por que actúan así los humanos, que bichos mas raros, piensa pero antes de poder replicar algo aparece el gato, de inmediato intuye que era la persona que estaba buscando el cazador.
de esto debía tratarse, debe ser un cómplice o algo así, la joven supone que tendrán mucho de que hablar y ella tenia cosas que cazar, no aguantaría mucho tiempo en el poblado con tanta gente y sus costumbres, se dirige a al puerta y se detiene de golpe, mira a los amigos y con un gesto rígido se despide en un ademan..
Los ojos de Snow se tornaron hacia la voz y entonces pudo verlo... era su mejor amigo y compañero Snowy. Snow no pudo evitar morder su labio inferior con fuerza y soltar una lágrima al ver a aquel peludo amigo viniendo a él. Por ello Snow aprovechó y saltó sobre el para darle un enorme abrazo y soltarle unas incomprensibles palabras:
-¡S-Snowy! Debo estar soñando... No sabes cuanto te he echado de menos...- Snow le soltó para no agobiarle y le puso el puño frente a él para chocarlo.
¿entonces salgo a las calles o algo asi?