Asentí -"El Perro de la Reina" lo llaman también- añadí otro mote a la larga lista del desagradable Nosferatu -Es un perro, sin duda, que se pega a aquel que tiene el poder. ¿Quién es esta vez?- Greta sostuvo mi mirada -Lía- sentenció. Mis ojos se abrieron de asombro y miré con cierto temor a Ariadna.
-No te preocupes, Aguilar. Ella está a salvo. Nadie lo sabe ni lo sabrán por mí- dijo Greta con rapidez. Ahora mi mirada pasó a ella -Lo sabe...- en mi mirada podía traducirse que estaba midiendo la situación. Si continuar con todo esto o matarla ahí mismo. Resolví por continuar -¿me estaba ablandando?- chasqueé los dedos para que Esteban reaccionara -Entra en el camarote de Valeria y saca los vaqueros negros y la camiseta de tirantes blanca que tiene la espalda descubierta. También la chaqueta vaquera a juegos con esos pantalones, la pequeña.- Luego bajé la vista a Ariadna -Puedes ir con él, cámbiate de ropa antes de que llegue el resto. Tengo que jurar con Greta que no me traicionará, voy a dejarle claro lo que le pasará a ella si lo hace y preferiría hacerlo a solas-
Ariadna no parecía molesta por el tono de hablar de la rubia, de hecho parecía que fuera una balsa de líquido calmado que evaluaba a la mujer con el disimulo de una joven que tan solo tenía ganas de mantener una amena charla.
- Bien si quieres te llamo por tu otro nombre, al fin y al cabo es como hoy día se te conoce...¿no?... ¿Cómo te llamas?... - a pesar de que podía hacer uso del nombre de Greta, prefería saber además, más cosas sobre ella -... Lamento que muriesen tus compañeros, no es hermoso ver cómo marchan los seres queridos.... Y créeme sí puedo saber lo que es que te alejen de tus seres queridos..., yo hasta hace dos noches tenía una vida.... - le mira a los ojos -... Y ahora todo ha cambiado...
Greta habla de confianza y ahí la joven tenía algo que añadir -...La desconfianza genera desconfianza... Si una persona no te corresponde como debiera, no es motivo para culpar a todo el mundo... Cierto es que cerrando el caparazón no te hacen daño, pero te pierdes a otras muchas personas que quizás pudieran tratarte como esperas de ellos.... Yo prefiero probar y juzgar por mi misma, si alguien me traiciona no confiaré más en esa persona, pero eso no me llevará a no confiar en otras tantas... Al fin y al cabo nadie puede vivir solo... - prestó atención al nombre del chiquillo de la mujer -... Un nombre peculiar...., suena a Europa del Este, ¿ruso quizás?... Por tu sonrisa parece ser que te gusta.... - típico comentario femenino para dar pie a hablar de los hombres.
La rubia se levantó al entrar Ibrahin y Ariadna hizo lo mismo, no por respeto, pues le sentía como un igual, pero sí querían mostrar ante el mundo que su relación no era lo que realmente era, debía aprender a aplicar sus movimientos y adaptarse a lo que hacían los demás en su presencia. Escuchó las palabras tajantes de Greta y sintió malestar, ¿iban a por él? ¿querían dañarle?, quizás fuera por su culpa....por protegerla.... La joven permaneció callada hasta que llegaba el momento de pedirle disculpas.
- Por un lado yo nunca pedí ser algo distinto a ser humana, he perdido a mi familia gracias a Marcus - miro a la rubia a los ojos -... o a ti, no puedo seguir mis estudios universitarios con los compañeros de facultad, ni puedo volver a ver un amanecer sin que eso atente contra mi vida... No disfrutaré los alimentos... No seré madre... ¿Deberías pedirme perdón?.... - Comienza un suave juego de palabras, su voz es dulce y melodiosa, continúa su alegato -... Pero voy a tener una vida contemplativa y larga, podré estudiar otras carreras a distancia, mi aspecto será eterno y sobre todo, porque he encontrado cosas que ni de lejos pensé que existieran.... - hablaba en este caso de los sentimientos por Aguilar -... Por ello....¿Debería darte las gracias?... - la mira con una seguridad pasmosa a su edad -... Tablas..., deberíamos dejarlo así..., hay cosas que ya no podré probar en la vida pero otras tantas que siendo humana no hubiera podido hacer... Creo que es justo reconocerlo... - Desde luego no iba a darle las gracias por truncar su verdadera existencia, pero tampoco culparle de eso, si quería aliados y amigos, los reproches no eran el camino.
La joven escuchó el problema que tenía ahora su mentor y por tanto, ella misma, permaneció en silencio escuchando algo de un tipo llamado Su Poya, un nombre grosero y desagradable, más aún así, lo suficientemente hábil como para hacer que la rubia se viera sometida a hacer un trato y que Aguilar le mirase con temor.
- Ya voy... - dijo la joven muchacha con obediencia, delante de los demás intentaría no llevar la contraria a su mentor. Además tenía claro que Aguilar no iba a mentirle, en el salón seguramente la situación se tornara desagradable, así que por eso era probable que el hombre deseara quitarla de en medio.
Ariadna fue al camarote de Valeria junto con Esteban, el hombre le facilitó las prendas que Aguilar le había pedido, ella las cogió y tras darle las gracias, la educación era un rasgo característico de la fémina, se retiró al camarote que había compartido con quien ya consideraba, su pareja. Una vez allí comprobó que la ropa se ajustaba perfectamente a sus medidas y le quedaban genial, no como el esperpento amarillo que seleccionó Greta. Ariadna se retocó en el espejo, quería estar presentable para quienes estaban por llegar, no deseaba avergonzar a Aguilar.
Una vez acabara entraría de nuevo en el salón del yate, con cierta timidez, no deseaba interrumpir la conversación ni molestar con su presencia. Permaneció de pie a la espera de indicaciones.
Me detengo en la puerta del camarote cuando veo que dentro están Esteban y la nueva vampira. -Esteban, sal- ordeno con severidad. -Esos vaqueros no, te están un poco anchos y largos.- Voy al cajón inferior y saco otros vaqueros pirata que no uso desde el verano pasado. Siempre me pasa igual. En verano adelgazo y en invierno engordo. -Tranquila, frío no vas a pasar- le alargo la prenda con seriedad. Tanto Esteban como yo estudiamos y trabajamos duro sirviendo a Aguilar para que nos brinde la vida eterna y, mientras tanto, otras obtienen esa virtud sin quererlo. -El mundo es un lugar injusto- Añado con desagrado.
Valeria entró en el camarote y le indicó a Esteban que saliera de allí. Ariadna no decía nada, permaneció callada escuchando la sugerencia de la mujer con respecto a la ropa, asintiendo frente su percepción, cogiendo la nueva prenda -... Muchas gracias por tu ayuda y por la ropa... - le responde de manera amable, estaba claro que podía actuar como la rubia y darle lo peor de su armario, pero era evidente que no iba por allí esa seria mujer.
- Valeria..., ¿estás enfadada?.... - su tono de voz así lo determinaba -...Y opino como tú, creo que la justicia no existe...., pero al fin y al cabo en esta vida hay que amoldarse a las cosas y adaptarnos a lo que sucede, nos guste o no... - la joven y bonita muchacha lo decía por experiencia propia -... ¿Estás enamorada de Aguilar?... - era lo único que se le ocurría para que su enfado se hiciera patente, aunque si eso era lo que le molestaba, iba a tener que tragárselo, Ariadna no estaba dispuesta a que otra mujer le quitara a su pareja, lo que había sentido esa noche sobrepasaba con creces cualquier mínimo enamoramiento. No, ella no dejaría escapar a ese hombre lleno de sabiduría que le quitaba la venda de los ojos para enseñarle la belleza de la noche, tal y como era, con la realidad de la existencia de seres terroríficos de las cuales la humanidad en general, no tenía conocimiento.
Si le parecía enfadada es que no me conocía, pero sus comentarios infantiles sobre enamoramientos podrían llegar a ser molestos así que debía dejar el asunto zanjado sin lugar a dudas. Sin perturbar el rostro me planté delante de ella -Busco la inmortalidad y el poder mediante el conocimiento de lo oculto. Se consigue con trabajo duro y dedicación. No con distracciones infantiles como el amor. No, no amo a Aguilar y la única persona a la que amé está muerta. No vuelvas a hablarme de amamor-
Parecía impasible, serena, pero los recuerdos llegaron como un viento irresistible. Apreté la mandíbula y luché por endurecer mi corazón. Cómo tantas veces hacía, los convertí en seriedad y dedicación. -Ella era como tú. Inocente, frágil y confiada. Y ahora ambas estáis muertas y yo, quiero morir como tú, no como ella y haré todo lo que tenga que hacer para conseguirlo.-
A Ariadna le quedó claro que su búsqueda no era estar al lado de Aguilar, si no el conocimiento y la inmortalidad. Su convicción era fuerte, pero para la joven, estaba errada.
- Siento tu pérdida, Valeria..., pero no..., ninguna de las dos estamos muertas... - miro a la mujer a los ojos -... ella siempre habitará en tu corazón, forma parte de tu vida y recuerdos, a veces esa es una forma de vivir... - le respondo -... y yo..., sigo aquí..., es curioso, deseas lo que yo no hubiera deseado para mi... Por lo tanto piensa algo..., si lo que buscas y anhelas no lo has conseguido, sigue luchando de la misma manera o... busca una alternativa... Para mi alcanzar la vida eterna no ha sido difícil, me ha encontrado ella a mi y he sido elegida sin saber porqué.... Busca otras alternativas... Si pudiera ayudarte lo haría... - le dice tocando su antebrazo, intentando ser próxima -...¿Cuándo te ha dicho Aguilar que te convertirá?.... ¿Cuándo se supone estarás preparada?...
Ariadna intentaba ser amable y cariñosa a pesar de lo seca que era aquella mujer, aunque comprendía que debía sentirse muy mal por dentro, llegaba una desconocida con lo que más deseaba en este mundo, obtenido de la manera más sencilla y no tenías la persona amada al lado, la vida no le había tratado bien.
- Si en algún momento pudiera ayudarte, no dudes en hablar conmigo, Valeria... Estoy segura de que eres una mujer muy capaz y terminarán dándote lo que deseas... Tenlo por seguro... - decidió saber algo más de ella -...¿Eres de Venecia?... No parece que tengas el acento de esta región... - le pregunta interesada mientras la joven Ariadna se desnuda y viste con las prendas que le da la mujer.
Edit:
Continuamos aquí