Partida Rol por web

Queda menos de 24 horas para que te conviertas en una ninja oficial de la villa oculta del Silencio. Solo una noche te separa de tu recompensa a tanto esfuerzo realizado a lo corto de tu vida. No ha sido un camino facil para ti y eso hará que la satisfacción sea doble en el momento de tu nombramiento al amanecer.

Tras cenar e intentar dormir, tarea complicada cuando mil pensamientos rebotan contra tu cavidad craneal a un millón de reboluciones por minuto, te incorporas sobre tu cama y miras las estrellas al otro lado de la ventana... En ellas ves reflejado cada uno de los momentos que has tenido que pelear para alcanzar tu graduación. Te ves por segundos viajando en el tiempo hasta verte a ti misma practicando movimientos bajo las cascadas del bosque, agotada, sin fuerzas, pero con un objetivo muy claro... La motivación es algo que nunca perdiste. Intentas imaginar que la estrella que más brilla en el firmamento es ella... Tu madre. Por ella estás donde hoy te encuentras. Seguro que estaría muy orgullosa de ti.

Tu insomnio definitivamente te dirige a pie de calle para intentar airear un poco tus pensamientos e ideas. La noche a la intemperie ataca directamente a los riñones y pies como puñales de fuego que se clavan en tus dedos, pero pese al frío, decides salir de todos modos.

Las avenidas són iluminadas por una vela colgante cada 10 metros, lo que hace más siniestra si cabe la nocturnidad sumida en el silencio de la villa. Un gato duerme sobre un cubo de basura tapado. A pocos pasos de llegar a su altura, recibe señal de la parabólica, y tal como te sintoniza en su globo ocular, trepa la muralla de madera que da entrada a un jardín privado y desaparece. Las ventanas por lo general llacen cerradas y con las cortinas estilo veneciano bajadas. Tus pasos te acercan hasta las persianas de los comercios, ya cerrados hace varias horas. Poco a poco te alejas del poblado y terminas a pie de campo donde te sientas sobre una roca gélida como un iceberg a reflexionar/descansar.

Supongo que este es el comienzo de mi camino ninja...- Dije Levantando mi mirada hacia lo alto del cielo, comencé a mirar por encima de las estrellas. Cada una parecía un pequeño camino a seguir. Miles y miles de ellas, a tantos millones de años luz de este lugar. Comencé a sentir en mis manos la dura pena de extrañar a mi mamá.

Dentro de mis pensamientos recordaban aquel día. Los gritos, los kunai estrellandose unos a otros, sangre, mucha sangre y yo misma sintiendo mis pies volar para escapar... todo aquello hasta hoy traía muchos sentimientos dentro de mí. Orgullo... Pena... Odio... tristeza... Alegria... venganza... paz... fuerza.

Ver a mi angel protegerme en aquella situación, me hizo adiestrarme en ese jutsu. Es su alma quién motiva mi chakra y lo hace enervercer dentro de la batalla y afrontar todo lo necesario para saber quién era ella. No con palabras, sino con silencios... silencio remoto como esta noche, como este lugar, como mi boca, como mi corazón, como esta cuidad.

De pronto una sonrisa sentí invadir mi piel, mi rostro se iluminó al reflejo de la luna al saber lo gracioso que era mi nombre... Arioch... Papá había puesto ese nombre en mí... Aquel hombre que nos abandonó de pequeña, aquel hombre pensaba que era un demonio, aquel angel caído quién hoy es la única descendiente del clan Tsuuga. Está mi tia, ¡claro!... Pero ella no era del Clan.

Siempre pensé que mi nombre era aquella maldición que dentro de mis ojos estaban... Una tecnica unica, un legado de tradición, decenas de años arraigados solo escondidos tras mis ojos azules perlados. Sin padre... Sin madre... Sola... Sola con esta maldición de un nombre demoniaco que yo solo sabía de donde provenía. Aquel demonio que en su antigüedad era un demonio de venganza... Yo no era venganza... Yo era Arioch Tsuuga, una Kunoichi que mañana mismo sería ninja de la aldea del Silencio.

Aquí es mi lugar, esto es lo que he comenzado a vivir. Esta vida, es la que mi madre hubiera deseado...

Arioch se levanta de la roca, con las manos en la cabeza, sonriendo mirando toda la cuidad desde donde estaba.

...Este es mi lugar... y desde mañana, lo protegeré como si fuera mi verdadera familia.- Arioch pensaba lo mas contenta.

Un bostezo pequeño, le alertaba que un pequeño chasquido de sueño había llegado a su cuerpo. Sin mas que hacer allí salta de la roca con un gran salto volando por el aire varios metros preparando sus pies para una caida perfecta. Pero el descuido de no calcular bien el salto hizo que aterrizara en un pequeño charco de agua haciendo que se resbalara en él; su cuerpo se inclinó hacia delante haciendo que todo este cayera de cara al piso. El estruendo ruido del golpe seco de su cara caer en el asfalto hizo que algun que otro animal saliera huyendo de allí. Arioch con los brazos estendidos con su cara pegada en el suelo recordó algo muy importante.

Demonios... se me había olvidado que soy algo torpe para calibrar caidas...- Se levantó como si nada rápidamente con una gran sonrisa, mientras se reía a carcajadas.

Yo Arioch Tsuuga soy indestructible! jajajaja- Su risa sonaba como la de un camión descompuesto. Mientras su cara era roja como un tomate con una gran sonrisa de oreja a oreja.

- Hombre, yo no lo definiría exactamente así. - apunto sentado en una rama sobre su cabeza. - ¡Hola! - sonrío cuando roja como el demonio marcándose una serie de 50.000 abdominales, me mira girando su cuello hacia arriba gradualmente. Una sonrisa nerviosa acompañada de unos ojos blancos cual Hyuga fruto del ridículo realizado, me dan la bienvenida.

- ¿Que haces por aquí chica? La noche puede ser peligrosa para una dama. - pregunto mientras salto sin espectacularidad alguna hasta su posición. (Que vergüenza, le llego a la altura de los pechos).

Arioch miró al chico quién en una primera presentación ya le trató mal:

-¿¡Como que hombre!? - Su cara se tranformó mientras una vena explotaba en su cabeza-¡Eres un grosero!

Al bajar el niño, Arioch, puede ver que baja cerca de sus pompones. Sorprendida se aleja unos metros aún más enojada... por el comentario final.

Cita:

-¡Pués que te importa! -Trataba de ignorar al muchacho-Para que sepas no soy una niña que no puede dormir y salió a dar un paseo para despejarse antes de encontrarme con un niño odioso y maleducado.

A los cinco segundos luego de pronunciar las ultimas palabras-UPS- se tapa la boca, sabiendo que no tendria que haber dicho eso.

Con la sensación de que en cualquier momento la chica puede arrearme un ''mascao'' en todo el cogote visto su neuronismo, intento apaciguar la escena. - ¡Vamos hom... ujer! ¡No te pongas así! - sonrío rascándome la nuca exageradamente. - ¿Como? ¿No puedes dormir? ¡Vaya! ¡Yo creía que eras sonámbula! - bromeo percibiendo que un sopapo puede acabar lloviendo de las alturas. - No será por lo de.... esto.... como era..... ¡Ah si! Gardu..... Garda..... Guardia... ¡Guardiación! de ninjas, que hay mañana? - pregunto sin estar muy convencido de ello. - Me encontré unos niños antes que hablaban de ello. Seguro que no duran dos días. - reflexiono conmigo mismo mientras me cruzo de brazos, miro al cielo y gestículo con el índice.

Al escuchar una y otra vez las palabras de aquel chico maleducado, mi furia seguía incrementandose. Hasta podia sentir que mis ojos echaban fuego de ira.

¿Co...co...como haz dicho? Dos días... Creo que deberias, tenerle mas confianza.- dije Controlandome un poco, sin dejar de cerrar mi puño acumulando la mayor cantidad de fuerza en mi mano por si necesitaba darle un puñetazo en la cara si hacía falta.

- Quizás tengas razón. - recapacito. Antes de resultar herido accidentalmente por su pronto/encanto, dejo entrada a un chico que venía saltando por los tejados de las casas hacia donde nos encontrabamos. - ¿Le conoces? Debe ser otro de los recién ''guardiados''. Creo que os dejaré solitos... Tu ya me entiendes... - saco los dientes alegremente con una pizca de malicia bondadosa en mis palabras. - ¡Adiós Arioch! - desvelo mi conocimiento de su nombre sin dejarle responder alcanzando las ramas de un árbol por el que empiezo mi serie de saltos bosque através hasta desaparecer.

Me quedé totalmente perpleja al ver que aquel niño odioso sabía mi nombre. Ante el suspenso solo pude atinar a decir:

-Esperaa...-Dije casi gritando, extendiendo mi mano derecha, mientras se alejaba- ¿Como es que sabes mi... -ya habia desaparecido completamente- ... Nombre.-Completé la frase sin más que decir.

Al segundo me dí vuelta para ver quién era la otra persona que andaba dando vueltas a tal horas de la noche.

Buscas a la chica que viste tras la ventana y finalmente llegas hasta ella justo a la salida del pueblo. Ella se ha percatado de tu presencia y te observa desde tierra.

El chico era un compañero de la academia ninja, un joven del clan de la Luna... Parece ser que se dirige hacia ti, pero cuando pasa próximo a tu posición, simplemente te dedica un cruce de miradas y continua su avance hacia la misma dirección que el niño pequeño había tomado. ''Vaya... No sólo no viene a por mí, sinó que encima ha auyentado al crío de pelo blanco... GrrRrRrr.... En fin''. Te quedas unos instantes pensativa sobre la conversación que habeis mantenido el chico y tu, mientras parece que los primeros rayos de sol asoman justo a la otra punta del poblado. Deben ser las 6 o 7 de la mañana. Al final ha dado sus frutos el paseo...