Partida Rol por web

En un rápido susurro, Aurora le dice a Hanzo:

-Oye, ¿podrías atacarlo sin que se dé cuenta con tu metal? Así estaríamos seguros de que no nos ve ni puede dar la alarma...si te aseguras de que no pueda hablar lo atacamos todos.

Hum...Hanzo hace un par de fleciones de muñeca y cuello mirando al guardia de repente desde su munñeca se materializa un latigo de acero arenoso; solidificandolo en una lanza recta y fina, Hanzo la sostiene sobre un dedo, mas con su mente que con su cuerpo...

Puedo intentarlo; sin embargo mas vale que tengan un plan B...solo por si acaso..sonrie con la lanza en la punta del dedo en perfecto equilibrio.

 Definitivamente decidís intentar acabar con el guardia. Kazekano se encargará de ello...

Mientras Hanzo se prepara para acabar con él, Aurora evalúa la situación para crear un rápido plan B.

Plan B: Si falla estrategia, lanzarse sobre el soldadito de plomo y dejarlo inconsciente a golpes...antes de que dé la alarma.

Sí, es bastante malo, pero...tampoco es que haya demasiadas opciones.

Despacio...Hanzo sonrio diluyendo la lanza en una curiosa y negra cortina de arena negra; forzando las propiedades del metal un poco se arrodillo sobre el suelo, derramando mas materia ferrosa en un ligero charco arremolinante a su alrededor, en su mente se iba a formando un dibujo de lo que deseaba, un boceto mental que su acero se aprestaba a cumplir, si su voluntad era lo bastante fuerte como para hacerlo realidad.

El charco se elevo hasta los ojos de Hanzo imitando vagamente su rostro unos segundos; con un asentimiento la masa susurrante, oscura como una sombra mas se deslizo por el patio...lentamente, con la gracia de un depredador acechando a una presa; conectado con su amo a traves de invisibles pedacitos de acero, motas invisbles a la vision normal, el charco se desparramo sobre la sombra tras uno de los cajones.

El guardia se movia siguiendo un patron de siete metros, primero de la jamba de la puerta al lado izquierdo de la muralla; despues retomaba el paso, erratico en el tiempo en acomoter sus patrullas pero diligente en el acto de hacerlas; eso era su perdicion..

Espero, con la paciencia de una serpiente, oculta en las sombras una serpiente multiforme; pronto eran reconocbles brazos en esa masa, brazos identicos a los de Hanzo salvo por el detalle de que eran cerca de seis unidos a una replica de cintura para arriba de Hanzo.

El guardia paso por la caja y la "naga" de metal se le hecho encima; deslizandose como una sombra, hasta colocarse a su espalda.

Elemento metal...susurro Hanzo Ashura...

Tres pasos, primero los brazos superiores se modificaron para forma una mordaza cubriendo por completo el rostro del guardia, ahogandolo y tapando ruidos innecesarios; segundo los brazos del medio se enroscaron alrededor del cuello, ampliando las manos hasta que lo tenian apresado en una llave quebradora; tercero los brazos inferiores se modificaron para convertirse en dos afiladas cuchillas largas; de fino filo, estoques de acero negro.

El unico sonido fue un suavisimo deslizar del acero en carne conforme los brazos inferiores atravesaban la espada del guardia, cruzados, partiendo la columna vertebral, perforando corazon y pulmon; el cuello se quebro como una ramita seca, imposible de oir a a traves del del acero que tapaba su garganta.

La densa forma perdio cohesion como si nunca hubiera existido; retirandose prontamente a las sombras donde su amo la recibio asimilandola en su cuerpo con una fiera sonrisa pintada en sus hermosos rasgos.

 El guardia cae al suelo sin enterarse que es lo que ha ocurrido...

Hanzo pego el puño al suelo cerrando los ojos, el desequilibrio por la manipulacion del metal del interior de su propio cuerpo requeria de unos segundos de paz y concetracion, si uno no queria acabar con la juntura de la rodilla convertida en un cojinete de acero inoxidable puntiagudo..

Uno menos...susurro a sus compañeros recuperando la posicion apretando los dedos enguantados.

Vaya.. impresionante. Buen trabajo Hanzo-kun -sonríe y en cuanto el ninja del metal se recupera siguen adelante a paso rápido.

 Finalmente volvéis a caminar y os acercais hacia la puerta. Afortunadamente para vosotros, no os habéis encontrado con más guardias. Al poco rato veis llegar al resto del grupo.