Se dice que las mentiras son como una torre de naipes, mientras más se apilan unas sobre otras, mayor será su caída… Toda la comunidad mágica se asombro cuando el Hospital Mágico de San Mungo reportó la aparición de cuatro personas en muy mal estado y que, según sus testimonios habían escapado de Azkaban, pero cuando las noticias de lo que realmente había sucedido dentro de aquella prisión supuestamente abandonada y cerrada para siempre salieron a la luz de la mano de un reportero independiente, todo explotó. Aquellos que dudaban del Ministerio y de la noticia del cierre de Azkaban desde el principio, fueron los primeros en exigir una respuesta. Pronto todo Gran Bretaña se encontraba en caos al ver los horribles crímenes que se habían cometido dentro de la prisión, los documentos expuestos por este reportero y las notas que escribió al respecto narraban el infierno que los únicos sobrevivientes del caso habían tenido que soportar para volver a casa, junto con expedientes, cartas y un montón de información más que dejaban en evidencia que todo esto había sido perpretado por Matthew Bloodborn, el ahora ex-jefe de aurores y quién había sido reportado como fallecido, todo esto autorizado por el propio Ministerio de Magia por supuesto, exponiendo asi una complicidad.
Los primeros meses, una docena de aurores y servidores del Ministerio terminaron siendo juzgados como cómplices directos de Matthew, aunque los altos mandos no tardaron mucho en fingir inocencia y limpiar sus manos al cargar toda la culpa al ex-jefe de aurores, asi como a sus subordinados directos. De la misma forma, el jefe a cargo de el Diario "el Profeta" fue arrestado por complicidad, pues los documentos extraídos de Azkaban demostraban que era él quién había limpiado todas las noticias respecto a las desapariciones de muchos magos y brujas inocentes, los cuales terminaron siendo parte de los experimentos de la prisión. Esta ola de arrestos fueron lo que el Ministerio ocupó para limpiar el caso, lanzando campañas para desmentir cualquier rumor que pudiera haber en contra de los altos mandos y asi, dar por cerrado el caso al considerar al responsable principal fallecido. Por supuesto, aunque muchos quisieron tener fe y creer en que esta vez, todo estaba resuelto, hubo muchos quienes no se quedaron conformes, apuntando que el Ministerio estaba de nuevo tapando todo entre verdades a medias y haciendo uso de chivos expiatorios que cargarían con toda la culpa. Mientras todo esto pasaba de forma pública, los responsables de que todo esto hubiera salido a la luz, habían declarado sin intención alguna una guerra debajo de la mesa contra el Ministro de Magia, quién era el principal sospechoso de ordenarle a Bloodborn llevar a cabo toda esa matanza con el único fin de controlar la magia negra, comenzando asi una discreta persecución en contra de todos, tanto los reporteros que tuvieron la valentía de exponer todos los hechos, como los cuatro sobrevivientes de Azkaban, aquellos que sobrevivieron al infierno para traer justicia por todos aquellos que no pudieron escapar del horror…
Ocho meses pasaron desde que todo esto sucedió, desde que lograron escapar de Azkaban, y sin duda, nada seria igual ahora. Durante su estadía en San Mungo, todos los sobrevivientes pudieron planear que es lo que harían y como continuarían sus vidas después de todo lo que habían vivido dentro de la prisión, asi como la manera de exponer todos esos horrores, pues como comprobarían, el Ministerio de Magia no se quedó de brazos cruzados, y tampoco la comunidad magica al exigir justicia por lo sucedido.
Michael Goldman, el bibliotecario de Hogwarts regresó al colegio de magia y hechicería gracias a que el director del mismo siempre lo recibiría con los brazos abiertos, tanto él como sus compañeros aprendieron que fue el director de Hogwarts quién intento detener a Lord Badak de adentrarse a Azkaban, eran amigos, y la muerte de Badak causó un gran impactó en él, gracias a su ayuda Michael pudo contactar con un equipo independiente de reporteros, quienes apenas se estaban labrando un nombre dentro del mundillo, siendo firmes a sus ideales de ser transparentes y siempre sacar la verdad a la luz; fueron ellos quienes ayudaron a que los documentos y expedientes rescatados por Michael salieran a la luz, exponiendo todo con firmeza y valentía a pesar de las consecuencias, algo que otros díarios más grandes jamás harían por miedo o complicidad. El bibliotecario nunca pudo volver a leer pársel de la misma forma, aunque poco a poco se fue acostumbrando a vivir con aquellos susurros que le acosaban, gracias a magos de San Mungo, pudo encontrar un tratamiento especial por medio de la legeremancia que le ayudaría a relajar su mente y pasar largos periodos sin esos susurros, aunque tendría que ir mes tras mes al hospital magico, durante toda su vida. Michael nunca perdió el contacto con el resto de sus compañeros, quienes formarían una asociación después de todo lo que vivieron, el bibliotecario por supuesto, decidió que ayudaría siempre con sus conocimientos y capacidades. Desde el momento en que decidió revelar la verdad de Azkaban, muchos de los alumnos de Hogwarts le han demostrado su apoyo, incluso considerandolo un héroe para ellos debido a su valentía.
Brianna Hughes pasó una temporada importante en rehabilitación debido a sus heridas, sin embargo esto no la detuvo para aportar su testimonio al momento de exponer toda la verdad detrás de Azkaban, ayudando asi a sus compañeros a darle justicia a todas las víctimas que se habían cobrado dentro de aquella prisión. Brianna fue acogida con calidez por los duendes del banco Gringotts tras su recuperación, quienes la recibieron de vuelta al trabajo entre aplausos por sobrevivir a todo ese infierno. El jefe duende de Gringotts la ayudó a crear una bóveda especial dedicada a salvaguardar y contener artefactos peligrosos después de haber escuchado lo que había pasado en Azkaban, y el banco, usando su estatus como una institución independiente incluso del propio Ministerio, se declaró públicamente a favor de Brianna, sus compañeros y todas las víctimas, esperando que asi pudieran condenar a todos los culpables tarde o temprano. La rompemaldiciones se quedó con el único ejemplar de "Artefactos tenebrosos y sus origenes" que existía, escrito por Lord Badak, con la intención de continuar con este legado que había dejado. Brianna tenía que recuperarse completamente de todas sus heridas físicas, pero continuaría sus aventuras en busca de artefactos y reliquias mágicas, de forma que no cayeran en malas manos nunca más y con la ayuda de Gringotts, quedarían selladas para siempre. Brianna no perdió el contacto con sus compañeros y amigos con los que sobrevivió dentro de la prisión, formando una asociación con ellos para apoyarse mutuamente, y ofreciendo sus habilidades siempre que fuera necesario.
Tiberius Carragher, al igual que el resto de sus compañeros tuvo que sanar sus heridas por un tiempo, algunas de las cuales le dejarían marcas de por vida, como el profundo corte sobre su brazo, un recordatorio de lo que sufrió dentro de Azkaban. El abogado decidió apoyar al momento de exponer toda la verdad desde su profesión y experiencia en el campo legal, fue indispensable al momento de llevar a muchos de los resposables a juicio, entre ellos, el jefe del Diario "El Profeta" uno de los principales cómplices dentro de los experimentos de Azkaban, también ayudo a que los reporteros que habían sacado todo a la luz tuvieran una defensa óptima al momento en que, inevitablemente, les quisieran hacer callar. Tiberius decidió seguir adelante dentro de su profesión, después de todo lo que vivió dentro de aquella horrible prisión, su sentido de la justicia se hizo aún mayor, buscando a partir de esa experiencia aportar su parte tanto para inocentes como culpables. Desde su profesión, Tiberius continuó trabajando con sus compañeros, tendiendo siempre una mano amiga cuando la necesitaran. Continuó uniendo fuerzas para llevar ante la justicia a todos los responsables detrás de Matthew Bloodborn, y aunque sabe que es una carrera larga y difícil, dentro del Wizengamot encontraría a muchos dispuestos a ayudarle.
Erick Bloomwand fue quién paso menos tiempo dentro del Hospital de San Mungo, aunque tendría que estar regresando cada cierto tiempo hasta estar totalmente saludable. Si bien se unió al testimonio de sus compañeros sobre lo que pasó en Azkaban, fue el único de ellos que no se unió directamente en la labor, contribuyendo en mayor medida en la preparación de recursos y medidas para defenderse en caso de que los grandes funcionarios del Ministerio de Magia quisieran perseguirles por exponer toda la verdad detrás de la prisión. Gracia a Erick, pudieron conseguir copias de los documentos que fueron extraídos de Azkaban, asi como varios refugios en caso de ser necesario, mismos que siguen activos y listos para usarse. Erick rechazó la idea de formar una asociación con el resto de sus compañeros de desventuras, debido a las responsabilidades que tiene encima manejando las empresas de su familia, algo que le mantendría ocupado tan pronto se encontró dado de alta de San Mungo. Aún asi, el comerciante seguiría en contacto con sus compañeros, dejando sus puertas abiertas para ellos y ayudando de forma puntual siempre que fuera necesario, tanto por medio de sus talentos y habilidades únicas, asi como de sus contactos y alianzas comerciales.