Vi que Marcos se adelantaba para abrir el candado del baúl, usando la combinación que habíamos leído en el expediente que tenía aquella doctora muerta de la morgue. Asustado por la gran cantidad de escalofriantes muñecas que nos observaban, decidí avanzar solo un par de pasos y permanecí enarbolando mi cuchillo, atento por si una de las muñecas se movía. Tras haber visto lo que hacían los maniquíes, no descartaba que las muñecas también tuvieran vida.
-Ten cuidado, Marcos -dije, con el terror reflejado en mi cara de ojos saltones-. Del baúl puede salir una cosa mala...
- Oscar puede tener razón Marcos! Yo odio las muñecas, pero si las muñecas solo son sus juguetes y Carlota las quiere a ellas? - Dijo Simone mientras que las apunta con la lámpara y el spray cerca de Óscar
Alguien recogio una llave antes?
No necesitamos llaves, tenemos la combinación del candado, aparecía en el documento de la doctora
Ante tal cantidad de muñecas mi primer impulso fue de duda y luego preocupacion. Aquellos juguetes no se veian amigables y eran intimidantes.
- Maggie, quedate conmigo si?
Tome de la mano a la niña y la mantuve alejada mientra veia a Marcos hacer su maniobra con el baul.
Sabia que no habia respondido a Simone su pregunta, en parte no sabia realmente como habian muerto y por otro lado no era algo agradable.
- Simone.... realmente no se como murieron mis padres, habia mucha sangre y mi mama tenia un cuchillo pero era para protegerme.
Me mire como me mire ese dia, solo que esta vez no tenia vomito ni sangre.
- Porque la gente grita cuando la cortan? Le pregunte a Simone como si fuese capaz de darme una respuesta.
- No lo se exactamente ... porque mi padre no me cortó a mi ... yo no grite por eso en esa ocasión! - Las lagrimas brotaron por un momento de la niña mulata, empañando su visión tras escuchar a Brianna ... pero cayó abrupta al recordar que su hermanita estaba presente y se limpio las lágrimas antes de sonreír con gran esfuerzo a la niña rubia por un momento antes de volver a centrar su atención en las muñecas y susurrar:
- ¿Porque mejor no nos llevamos el baúl fuera de la casa? No me gusta la idea de cuidarnos de las muñecas y del contenido del baúl al mismo tiempo chicos! - Respiró Simone entrecortada tratando de mantener el control de si misma para mantenerse fuerte frente a los otros niños
El director no ha especificado si el candado es de combinación o requiere una llave y me parece que alguno de nosotros encontró antes una llave
El director no ha especificado si el candado es de combinación o requiere una llave y me parece que alguno de nosotros encontró antes una llave
Es de combinación, Simone. Recuerda el documento de la doctora:
El número 3 de la calle principal está abandonado. No debería resultarme difícil entrar. Ya averigüé que la combinación del candado del baúl de los juguetes es 45. Esta noche iré a buscar sus juguetes.
La llave que encontramos era para abrir el sótano de la escuela en el segundo capítulo, pero esa ya no sirve para nada.
La pequeña Maggie se aferró al vestido de Brianna y se escondió tras ella mientras Marcos abría el baúl.
Al abrir el baúl encontraron una muñeca pelirroja y una nota garabateada con letra de niño que rezaba: “TODOS ESTÁN EN LA IGLESIA”
Las palabras de sus amigos le dieron ánimos, por lo que se apresuró a abrir el baúl, apartando ligeramente el cuerpo cuando levantó la tapa. Pero por suerte nada salió de allí y solo había dos cosas en el fondo.
Marcos levantó la muñeca enarcando una ceja, casi esperando que algo mas ocurriera en cuanto pusiera sus manos en ella. Pero aún seguían atrapados en ese lugar y nada parecía indicar que estuvieran más cerca de una salida. La carta era tan rara como todo lo que habían visto hasta ahora.
-¿La iglesia?- apenas recordaba la última vez que había asistido a una. Quizás en el bautismo de su hermano y lo que más recordaba era que todos le decían que se quedara quieto y había muchísimas estatuas con cara de sufrimiento. La iglesia en un lugar así debía ser sumamente aterradora.
Solo por si acaso, se alejó de allí llevando en una mano tanto la muñeca como la nota, sin dejar de mirar a las muñecas. Iba de espaldas a sus amigos y conteniendo la respiración. Solo quería salir de allí y cerrar la puerta.
Algo va a pasar. Algo va a pasar...
-¿La iglesia? -inquirí, tras las desconcertantes palabras de Marcos mientras tomaba la muñeca y regresaba hacia nuestra posición-. Yo... yo no quiero ir a la iglesia... Mi papá decía que los curas a veces eran malos y hacían cosas a los niños, y mi papá... mi papá lo sabía todo. Si vamos a la iglesia tenemos que tener mucho cuidado...
Retrocedí rápidamente sobre mis pasos hasta el pasillo. Quería dejar atrás aquella sala repleta de muñecas cuanto antes. Tenía la sensación de que las muñecas iban a cobrar vida de un momento a otro.
- La iglesia?
Para mi tampoco tenia sentido. Es mas el mensaje podia significar que esas criaturas malas estaban alli.
Me aferre a Maggie hasta que tomaran una desicion pero les hice saber que no me parecia ir para alla, si es que lograbamos salir de este edificio.
- ¿No hay nada mas en el interior? ¿No debíamos llevar sus juguetes a Carlota? - Dijo Simone mientras que se asomaba al baúl para asegurarse que no había mas en el interior y una vez lo hizo revisó de nuevo la nota de la muñeca para asegurarse que no había alguna otra pista ... entonces les dijo al resto mientras que retomaba la lampara y el spray:
- Tienen toda la razón, debemos salir de este lugar con la muñeca ... y aunque no me agrade la idea creo que debemos llevar la a la iglesia, es eso o simplemente largarnos de este macabro lugar! Bajemos de aquí de una buena vez! - Entonces la niña hizo la seña al resto para que se fueran y les cubrió la retirada
-Creo que ese es el único juguete que había- dijo Marcos ya en el umbral de la puerta y con todas las intenciones de cerrarla una vez que todos estuvieran seguros en el pasillo*-. ¿Todos los juguetes están en la iglesia? ¿Será eso?
Aunque esa nota podría tener muchos significados y la mayoría era bastante siniestro. Pero estaba seguro que esa muñeca, bastante menos atemorizante que las otras, era uno de los juguetes de Carlota. Solo tenían que llevársela... a la iglesia... Eso era raro.
-Acerquémonos a la iglesia... aunque queda una habitación sin revisar.
*cierro la puerta una vez que pasen todos
Ok. Que quieren hacer?
Ir a la iglesia?
Seguir explorando la casa?
Intentar huir del pueblo?
-Esa nota... da mucho miedo -dije, frotándome un brazo, asustado-. Puede que con "todos" se refiera a los juguetes de Carlota, pero también puede estar refiriéndose a "todos" los maniquíes.
Había muchas posibilidades y todas ellas me asustaban. El último comentario de Marcos me hizo fijarme en la habitación de la casa de Carlota que todavía no habíamos revisado.
-Chicos, ¿queréis que miremos ahí? -pregunté, amedrentado-. Podría haber información sobre Carlota que nos ayude, como en la morgue, pero también puede haber un maniquí malo...
Dirigí una mirada a mis compañeros, dubitativo sobre qué deberíamos hacer a continuación.
- Yo solo quiero irme de aqui! Seguir aqui hara que nos maten!!
No queria poner nerviosa a Maggie pero darme cuenta que los demas querian investigar sobre la niña y sus muñecas me ponia preocupada. Eramos niños y habiamos visto la muerte demasiado cerca, muchas veces, cuantas mas hacian falta para no morir en el intento.
- Podemos salir ya?
Marcos se encogió de hombros para luego dejar caerlos como sin fuerza. No tenia ni idea sobre a que se refería esas palabras en la nota encontrada. Hasta el momento, las notas que fueron encontrando les permitieron encontrar salidas de los lugares en donde estuvieron atrapados... aunque también habían perdido a muchos compañeros.
-Ya tenemos el juguete de Carlota, no hace falta nada mas- dijo mirando la ultima puerta arrugando el ceño-. Brianna tiene razón, hay que irnos.
¿Ir a la iglesia? Pues creía que era una forma de terminar con todo eso, de una forma u otra. Aun no sabían como salir del pueblo y quizás allí encontrarían como hacerlo. Cada paso que daban parecía acarrear mas muertes y el chico creía que no tendría muchas fuerzas para continuar luchando, ya sea contra maniquíes o cualquier otra criatura.
-¿Vamos hacia la iglesia?- Dijo mientras hacia señales con sus manos para bajar las escaleras y largarse de esa casa.
-Vamos hacia la iglesia -afirmé a las palabras de Marcos, con un gesto de asentimiento.
Seguí a mi amigo, escaleras abajo, y antes de descender dirigí una última mirada a la habitación que habíamos dejado sin registrar. Mi instinto me decía que probablemente en ella hubiera habido un maniquí, por lo que tal vez habíamos obrado de la forma correcta.
Sin darle muchas más vueltas, comencé a bajar por las escaleras para salir de aquella terrorífica casa.
- Vayamos a la iglesia con la muñeca entonces chicos, pero podemos buscar de camino alguna forma de pedir ayuda - Dijo la niña a los chicos mientras que buscaba cubrir la retirada de la casa atenta a que no les tomaran por la espalda
De mala gana los segui sin decir nada pero tomando de la mano a Maggie.
Ibamos a morir eso era seguro.
- Estaremos bien Maggie, ya veras que pronto conseguimos ayuda. Y force una sonrisa.
Y así fue como los niños, armados con aquella muñeca sencilla y juntando todo el valor del que eran capaces, abandonaron aquella tenebrosa casa y se dirigieron a la iglesia. No sabían bien que encontrarían allí, pero algo les decía que en aquel lugar, la tragedia de antaño había encontrado su epicentro y, desde allí, se había expandido a todo el pueblo. Si existía una forma de poner fin a la maldición que azotaba a Brumasbajas, la clave se encontraba seguramente allí. ¿Sería suficiente con llevar aquella muñeca a la iglesia? Pronto lo descubrirían.
Cierro esta escena y abro una nueva.