Partida Rol por web

 Diario del personaje. Anotaciones, pensamientos, notas mentales del jugador...

* El desierto todo lo preserva y todo lo cuida. Está escrito que sólo a través del desierto (mental o real) se alcanza el verdadero conocimiento.

* El silencio de la tumba es magnífico e impenetrable, sencillamente glorioso, parece el lugar más estable del mundo. He conseguido estar varios días en inmovilidad sin que una sola mota de polvo haya colisionado con el suelo. Puro éxtasis.

* Mi acompañante. Un caso interesante. Sin duda tuvo una vida lastrada de placeres y opulencia, pero es irónico que muriese de un vulgar colapso de los humores internos. No hay signos de gota, ni de sífilis. Calculo que lleva muerto entre 85 y 100 años y que apenas habría cumplido 40. Se ha preservado maravillosamente bien, pero nadie visita esta tumba, ni siquiera en sus estancias superiores, desde hace medio siglo (exceptuando a Margulis y a mí, claro).

* Finalmente, llegó la hora, como estaba escrito. Angus resultó sorprender por su indiferencia. No es que me extrañe, pero tampoco me alivia. Margulis quiere algo de mí. Que deje el refugio, que "husmee". No es agradable. En la ciudad no hay nada que merezca la pena conocer, todo es podredumbre y vicio.

* Existen vástagos de 5ª generación. Me sorprendió. Margulis aparentaba tenerlo controlado, pero creo que es relativamente nuevo para ella también.

* Tuve otra vez la visión de las ondas que salían de mi hombro izquierdo. El tiempo vibraba como la superficie de un estanque cuando cae en ella una piedra, pero mi percepción lo atravesaba en línea recta, alterando la percepción y el después llegaba más temprano que el antes.

* Una bolsa de monedas. Un lastre. Un ancla. Un miembro que quiere ser amputado. ¿Es consciente Margulis de lo que me está dando? ¿Es acaso una prueba?

la luz del desierto, inmensa, incandescente, arde y se apaga
la arena brilla como plata a la luz de la medianoche
como piezas de un ajedrez, catorce soldados observan el horizonte
cae uno
granos de sílice que son segundos de eternidad
cae uno
cae uno
cae sobre la arena, levanta polvo, se deshace en la brisa fría de la noche y no es más que cenizas a las cenizas
hormigas correteando a los pies de ese pequeño ejército diezmado
¿habrá hormigas correteando a los pies de las hormigas?

* El desierto hace caer a los vanidosos. Las hormigas permanecen en él. Las hormigas están a salvo.

* El peligro está en creerse hormiga teniendo hormigas en los pies. ¿Quién hace eso? ¿Quién se preocupa por las hormigas? No el vanidoso, desde luego

* ¿Quién disfruta seduciendo a una hormiga? ¿Es eso vanidad o su opuesto?

Cita:

 * Cuánto lamento por algo que es sólo una ilusión. ¡Esa decisión ya estaba tomada!

*Detesto la compañía. Sabía que no acabaría solo la noche pero eso no me incomoda menos.

* Tsei Li. No parece un ignorante. No de la peor clase quiero decir, pero no sé qué extraño interés puede tener su secta. No disfruta de la ciudad.

* Jan Shi. Desconfianza. Estaba poseída durante la celebración. ¿Por qué ella?

* Alguien iba a morir- ¿Cuándo?

* El deseo de entrar en la biblioteca la mantiene cerrada. Es evidente que encierra un conocimiento que Él no quiso que se divulgara, pero no sé qué quiere sacar Margulis de esto. Quizá ella si entró en la biblioteca.

Como una virgen María siniestra, la inmensa imagen de una mujer magníficamente oscura ocupa tu mente, latiendo en tu cabeza, sonoramente. Sensaciones de recuerdos que no tienes,  atisbos de cosas que  sospechas pero no conoces... sí, quizá un pasado muy lejano, lejano, eterno. Y ese cántico lleva sonando desde entonces. Intuyes, vívidamente,  que la mujer que puebla tu mente oculta conocimientos  enterrados, sabores prohibidos, bordeando la línea de la muerte y la no-muerte...

* El precio del conocimiento, de la verdadera iluminación. Hoy me he iniciado en el culto a la Madre. ¿Llevo teniendo visiones relacionadas con ella estos últimos días? He sentido que lo que La Expectante me ha contado DEBE ser verdad. Todo parece ir encajando, por fin.

* Tsei-Li ha sido débil. Es una pena, al principio parecía un Vástago competente, pero le pueden sus preocupaciones estériles por los humanos y sus miserables asuntos.

* Debo entrar en el palacio. No sé cómo, pero ahora eso es lo único importante. ¿Cómo me recompensará la Madre si soy capaz de recuperar alguno de sus objetos?