Partida Rol por web

En un piso franco a unos cuantos kilometros del aeropuerto de Libano, Alberto se encuentra en una situacion delicada...

El portatil que reposaba sobre la mesa de cristal del maltrecho salon pito al recibir un mensaje. Junto al electronico aparato, reposaba tu pistola con tres cargadores llenos.
La invasion de la UE de Libano ha puesto en peligro tu situacion en el pais en el que investigabas quien era el cabecilla que habia organizado la insurgencia.

El calor era insoportable y el ventilador de esa pauperrima ciudad apenas quitaba esa angustiosa sensacion...

Alberto, con sensación de bochorno, se acerca cauteloso al ordenador, como temiendo una posible represalia de éste. Lo observa atentamente desde la distancia.

Últimamente todo son malas noticias. Mi estancia aquí se está volviendo una pesadilla - repite en su cabeza al tiempo que toma la pistola de la mesa y juguetea con ella.

Decir que es imposible asustarlo es demasiado, pero sí es preciso apuntar que sabe controlar su miedo; y lo que lo invade en ese instante no es sino impaciencia. Está deseando abandonar esa habitación, esa ciudad, ese país.

Maldita sea - masculla entre dientes y algún otro taco.

Finalmente, se inclina sobre el ordenador para leer el mensaje entrante.

El programa se auto ejecuto mostrando unas cortas lineas de texto encriptadas. Unos segundos despues el mismo programa dio el resultado oficial dejando ver el mensaje...

- Durante esta noche, entre las 22.00 y las 23.00 se enviara un grupo franco-español para extraerlo de esa zona. Inteligencia prevee que la guerra se recrudecera y esta en medio del "fregado".

Suerte Agente

Tipico mensaje, corto y conciso. Las ordenes estaban claras.

Llegas a escuchar numerosos pasos que pasan por tu puerta en direccion a la azotea.

Alberto se dirije raudo a la mesa, toma la pistola cargada y se guarda los cargadores. Luego cierra las ventanas, corre las cortinas y se acerca, con sumo cuidado, a la puerta para echar un vistazo a través de la mirilla.

Esto no me huele nada bien

Mirando por la mirilla, que es como si vieras a traves de una pecera llegas a ver como un grupo de libaneses suben apresuradamente las escaleras hacia arriba ya pasando por el frente de tu puerta. Portan todo tipo de armas, pistolas, fusiles de cerrojo, el desfasado Ak-47 y lanzacohetes igual de antiguos. Llegas a contar unos doce, pero presupones que seran algo mas por el estruendo del principio y que no llegaste a ver...

El piso franco es uno algo pequeño, como los de ese barrio; dos habitaciones, un salon pequeño, la cocina casi angosta y un baño. Lo unico destacable es un pequeño balcon.

El edificio en si es de siete plantas sin ascensor (tu estas en el 5) y a dos casas por piso. El rellano es pequeño y la escalera sube con un pasamanos bastante desgastado de madera.

Alberto corre hacia el portátil y lo guarda en su mochila. Tras colocarse firmemente ésta en la espalda se dirige hacia el balcón. Se guarda la pistola e intenta descolgarse al balcón del piso inferior.

Sólo dispongo de unos segundos para bajar al piso de abajo sin que me vean