Partida Rol por web

La joven de pocas palabras sintió a aquel ser moverse, de una forma muy poco humana. ¿Quién era aquel, quien había sido Caliban? ¿Cómo había llegado a esa situación? No lo sabía, y sin embargo esperaba que cuando la amenaza terminara, cuando pudiera dejar de moverse pensando en la necesidad de cumplir su misión, aún podría pedir respuestas al señor Dax, antes de volver al templo.

Maestro, pronto estaré de regreso.

Con estas palabras de esperanza flotando en su mente, Theodora se movió rápidamente hacia el ser que intentaba escapar, y llevó su bastón hacia su nuca, esperando con ello dar final a la batalla.

Más como un insecto que como un hombre, Caliban se agacha y el bastón de Theodora pasa sobre su cabeza con un movimiento paralelo al suelo.
El segundo golpe, tras un giro rápido, desciende en vertical sobre la cabeza de vuestro enemigo. Podéis oír el sonido de unos huesos al crujir y como se desploma en un rincón como un juguete viejo olvidado por un niño caprichoso.

Definitivamente, Viridius podía tomar bajo su alta a Theodora como guardiana si Wulgar estaba de acuerdo con entrenarla. Se apoyo en su baston, sin decir nada, esperando a ver que ocurria.
Por las dudas utilizo un viejo conjuro para evitar sorpresas futuras

La puerta se abre sin problemas y Caliban no parece tener más trucos en la manga. Todo parece en orden. Incluso el dominio que tenía sobre Geof se disuelve con lentitud y el mayordomo se sienta agotado a los pies de Apolo, mientras resopla con fuerza.

La monje notó como el primer golpe no lograba acertar, pero el segundo le dijo con satisfacción que había impactado contra aquel a quien intentaban detener. Se mantuvo en silencio, apuntándole con el bastón, esperando algún movimiento... que no terminaba de llegar.

-¿Está... está muerto?- Dijo, sin poder estar segura. Aquel hombre, o ser, o lo que había sido hasta ese momento, parecía no poder moverse ya. -¿Acabó todo?-

Levantó sus ojos ciegos hacia el señor Dax, aunque atenta a lo que pudiera escucharse alrededor. ¿Habían logrado detenerlo?

Dax golpeo su bastón contra el suelo, la revelación no le había aportado nada, y no le gustaba no saber, quizás si, había terminado todo, pero no lo sabia a ciencia cierta. Fue a a por el Huevo y lo aseguro consigo.
Luego intentaria ver si podia reanimar al mago para que le diera explicaciones. Llamo a Apolo para que el pescador no perdiera el ojo de encima a Caliban. o... al trozo de caliban.

Cuando el artefacto se haya en las manos de Viridius brilla mostrando lo que hay en su interior. Muestra el bebé que está incubando.

- Agradezco vuestra ayuda. De no ser así, Caliban sería el responsable de nuestro declive.

Cuando Samael le señala y entona un cántico, en un tono débil debido a su estado, Caliban se retuerce en silencio. Sus fuerzas le fallan por completo y se desmaya, dejando de ser una amenaza.

Las palabras de Samael fueron la confirmación de que habían logrado detener a aquel ser, y que el ritual profano que se pensaba hacer ya no iba a realizarse. Sin embargo, la joven seguía dudosa. -¿Y qué ocurrirá ahora? ¿Cómo sabemos que ésto no volverá a repetirse, que no se intentará romper con el equilibrio nuevamente?-

También dirigió sus ojos ciegos hacia donde había escuchado la voz del señor Dax. -¿Y qué pasa con nosotros? ¿Volvemos a nuestro tiempo? ¿O permanecemos en este?- Se sentía confundida aún, habían muchas cosas que sentía que le quedaban por comprender.

- ¡Ese malnacido debe morir! -exclama el mayordomo mientras señala a Caliban y Apolo le sujeta para que no entre en la habitación.

Dax negó con la cabeza. Estaba cansado, ya se estaba haciendo demasiado viejo para estos trotes.

- Lo merece, pero eso no ocurrirá. Es más, te aseguro de que estará mucho más confortable con en las mazmorras de los Arcontes. Además, imagina su castigo teniendo a su otro yo sabiendo que ambos fracasaron en su misión. se giro hacia la joven. – [b] Bueno, creo que nos hemos ganado unos días de vacaciones, creo yo. Y con dos o tres días de descanso, nuestros nosotros se iran, y volverán aquí, que somos nosotros asi que creo que solo debemos descansar en lugar de intentar volver a un tiempo en el que ocurrió lo que no debería haber ocurrido y que nosotros detuvimos ahora. -

Aquello era un poco confuso, pero Theodora se limitó a asentir; después de todo, el señor Dax parecía tener más experiencias en los asuntos de la magia. -En ese caso, cuando acaben los días, me gustaría regresar al templo. Mi maestro me espera allí,  no hay quien cuide de él.- Dijo, aunque aceptando acompañar a quien había sido su compañero de aventuras por el momento. Quizás, en esos días de espera, el señor Dax podría convencerla de convertirse en su aprendiz, sin embargo no era lo que la joven invidente deseaba en ese momento.

¿Habré cumplido con lo que lo que mi maestro vio en mi?

Las fuerzas abandonan definitivamente a Caliban y lográis apresarlo con facilidad. Atáis sus manos con fuerza y le amordazáis.

Samael se pone en pie, ayudado por Geof. El mago mira al mayordomo y le dice:
- Me encuentro bien, ya ha pasado todo. Lo mejor que puedes hacer es avisar a la guardia y no mencionar a nuestros amigos.

Cuando el mayordomo se aleja, para cumplir la orden a regañadientes, el huevo resplandece. Flota a un palmo del suelo. Pierde consistencia y se vuelve un mero espejismo de lo que es.

- No se está destruyendo. Comprendo lo que ocurre, pues mi mente estuvo unida a la del nigromante. La esencia de este objeto se está uniendo con su igual, que depositasteis en el nodo de poder, al haber evitado el ritual. Allí nacerá un niño, que no seré yo, sino otro ser independiente, debido a la influencia mágica del lugar. Él será, algún día, un archimago.
>> Agradezco vuestra ayuda. Ahora debéis esconderos en esta casa, donde seréis mis invitados, hasta que vuestras vidas, las que están aquí y las que han de llegar, se unan. Lo mismo le sucederá a Caliban, cuando sus cuerpos estén juntos en la misma celda.

Se sacude la ropa y os da una palmada amistosa en la espalda.

- Además, como prometí, os llenaré los bolsillos de oro. Pero por el momento, os buscaré una habitación.

Mientras acompañáis a Samael, Viridius piensa que sería hora de que su viejo compañero se jubile y de paso a la joven adiestrada por el maestro marcial de la colina. Su futuro es muy prometedor.

Nada de ir al Nodo. Viridius esta cansado. Lo informa a las autoridades y que se ocupe algun joven :P

Nuestros héroes se toman unos días de descanso, cuando el tiempo vuelve a su cauce y la realidad no corre peligro. Ambos visitan a sus personas de confianza y ambos volverán a encontrarse.

Aunque eso es otra historia.