- Jajajajaja - se carcajeó Galstak - En fin, sea de una forma o de otra, me temo que mi olfato no va a poder ayudarme durante la cacería - Palmoteó los hombros del druida y el hechicero - Sea como fuere, pequeños, tened cuidado ahí afuera. Ya visteis lo que nos costó derrotar a unos pocos, una madriguera entera de esos bichos no es para tomársela a broma - guiño el ojo a los dos.
No conseguís que ninguno de los parroquianos se presente voluntario a un paseo por Cima del Cardo, parece que hace falta bastante poder de persuasión para que alguien quiera acercarse a un lugar como ese sólo para ver qué pasa.
Tras decidir quién iba y quién no iba a ir a la cacería regresáis a El Ciervo Blanco donde Garridan os comunica con toda la amabilidad de la que es capaz, que es poca, que a partir de mañana se ve obligado a cobraros por dormir y comer en su establecimiento, si bien con un descuento. Que tampoco están las cosas como para tener cinco habitaciones ocupadas sin beneficio alguno.
Recapitulando entonces: Galstakk, Lapidus y Grygory van de caza. Camlo y Kaddok no van.
Cambiamos de escena.