Kaddok abrió los ojos cuando leyó la carta -Camlo, vámonos cuando quieras, si quieres yo voy a buscar a alguno de los otros y nos reunimos delante de la fábrica. En cualquier caso, ya me explicarás como has encontrado esta nota cuando no sea tan urgente...- Dijo Kaddok con una sonrisa mientras comenzaban a correr hacia la armería.
Editado: cuidado con los destinatarios.
entiendo que no lo sabe... aunque es posible que en breve tenga que contarlo.... pasar de deber pasta a un prestamista, para debersela a otro es un mal negocio xDDDD...
a mi me ofreces dinero y a camlo tu prima... que injusto...
Okis, no era un préstamo, era una inversión en un transporte que igual le viene bien en el futuro al imperio comercial de pieles de los Shadde-quah :-P
Y respecto a mi prima... ¿quién ha dicho nada de ofrecer? Simplemente dije que tengo ganas de ver cómo se la intentaba ligar Camlo. Más que nada porque mi prima tiene pinta de no ser precisamente una frágil doncella que vea con gusto cómo unos flojuchos de ciudá le intentan hacer la corte. Tiene que ser todo un espectáculo, sobre todo como PNJ en manos del máster, jejejeje. Pero oye, si quieres formar parte de ese espectáculo, ¡adelante!
-Perfecto Kaddok !....-asintió apresuradamente-ve tú a buscar a Galstak...quizás esté también con Lapidus... Yo me encargo de avisar a Grigory. Por cierto, el mensaje me lo entregó Bethana , la cocinera del Dragón Oxidado al no encontrar ésta mañana a Ameiko.
-Enséñaselo para que lo vean-le entregó la nota al druida.
-Nos vemos en la entrada de la fábrica !
Se despidió y comenzó a dar largas y cómicas zancadas calle abajo...
me voy a por Grigory...joder..con lo bien que se está juntitos y yo aquí dando carreras por Sandpoint ;P (espero no llegar con una penalización de CON)
El hechicero llegó sudando y cojeando ostensiblemente al "El morral..." gracias a una piedrecilla que se le había metido en el zapato y a su falta de entrenamiento en las largas distancias...
Cuando entró de golpe en la taberna hasta los más curtidos rufianes y marineros se volvieron a mirar sorprendidos.
-Se-ño-reh-dijo entre sonoras respiraciones el hechicero mientras hacía un amago de reverencia...
Buscó entre aquella chusma al bardo; estaba departiendo con un tipo de aspecto dudoso en un rincón sombrío del local. Le hizo una seña tímida para que se acercase.
Al llegar a su lado le susurró al oido tratando de transmitir urgencia mientras intentaba serenar su respiración:
-Grygory...!..perdona que interrumpa tus negocios..al parecer...Ameiko ha desaparecido...me lo ha contado...la cocinera del Dragón Oxid...parece que fue ayer a medianoche a la Fábrica de cristal a buscar a su padre....aún no ha vuelto...puede que tenga algo que ver con el ataque de los goblins...he quedado con el resto en la puerta de la fábrica...puede que la muchacha esté en peligro..
la fabrica está junto a la playa en el 20 del mapa
Los ladridos de Saco precedían la llegada de Kaddok a la armería, el perro se puso a dar vueltas a modo de burla por la carrera ganada a su amo. -Galstak, gracias a Gozreh que todavía estas aquí- dijo al Shaonti mientras este se probaba una armadura que quizá le viniera demasiado ajustada. - Hemos de reunirnos en la fabrica de cristal, que parece ser está cerca de la playa, al parecer Ameiko, aquella bella moza a la que Camlo tiraba los trastos ha desaparecido esta noche, y ... bueno, lo mejor es que vayas leyendo esta nota que han encontrado en los aposentos de Ameiko esta mañana, Camlo me la ha dado antes y quiere que nos reunamos allí, ... ¡¡quítate esa armadura ya, que no vas a poder luchar bien con ella!!
en la Casa Rissa que es la que cae mas cerca. Asi tengo tiempo de probar la sidra local y codearme con los lugareños. Y ya que estoy si me entero de algo sobre los goblins mejor o sobre leyendas y mitos de robos de muertos.
Lapidus está en Casa Rissa.
Cuando Camlo irrumpe en “el morral del gordo” se encuentra con una escena que no esperaba en absoluto. Todo el local ríe, con Grygory en el centro, pero el Varisio parece bastante serio. Apostarías a que el objeto de la risa es el bardo. En cuanto le solicitas su ayuda rápidamente te responde:
- Vamos.
Definitivamente le pasa algo. Ni siquiera ha preguntado por ninguna recompensa, ni ha hecho ninguna broma, tan solo carga y chequea su ballesta y camina decidido hacia la fábrica de cristal.
Durante el camino Camlo volvió varias veces la cabeza hacia el bardo preocupado e intrigado por lo sucedido en "El morral...". No era el momento para preguntar, pero intentaría acercarse más tarde. Al fin y al cabo eran casi "parientes"...ambos nómadas varisios...bien podían haberse criado juntos..
Al encontrar a Lapidus le llamaron para que se acercase a hablar con ellos:
-Lapidus ! debemos ir rápido a la Fábrica de Cristal....El resto nos espera allí.
- Parece que Ameiko, la chica del Dragón oxidado, desapareció ayer allí . Puede que el asunto esté relacionado con el asalto de los goblins a la ciudad-dijo el hechicero entre respiraciones agitadas.
Pues enfilamos hacia Casa Rissa a buscar a Lapidus.
Como no sé que estará haciendo allí ( y no quiero equivocarme como en mi llegada a "EL morral..." ) no me tomo la licencia de describir la escena de nuestra llegada
La famosa nota está escrita en unos extraños caracteres por uno de sus lados (haría falta una tirada con éxito de Lingüística para identificarlo) y en Taldano por el otro.
Esto es lo que pone:
¡Hola, hermanita!
Espero que al recibir esta carta te encuentres bien y con algo de tiempo libre porque parece que tenemos un problema. Es sobre padre. Parece que podría tener algo que ver con los recientes problemas de goblins de Sandpoint y no quisiera tener que llevar el asunto a las autoridades porque ambos sabemos que sería capaz de salir indemne de cualquier cosa. A ti te harían más caso, ya que tienes algo de influencia en el pueblo. Si pudieras reunirte conmigo en la fábrica de cristal a medianoche podríamos buscar alguna forma de asegurarnos de que padre recibe el castigo que se merece. Llama dos veces, luego otras tres y luego una más en la entrada del almacén y te dejaré entrar.
No hace falta que te diga lo dlicado que es este asunto. Si esto se llega a saber los vecinos asumirán en seguida que tú y yo también andábamos metidos en el ajo, ¿verdad? Nadie tiene honor en este pueblo. No sé cómo soportas seguir viviendo aquí.
Así que no le cuentes a nadie nada de esto. Hay otras cosas a tener en cuenta que te explicaré esta noche personalmente. No llegues tarde.
Tsuto.
Copiad y pegad, vagos.
Lapidus, tírame Saber (Local) para ver qué sacas de tus cervezas en Casa Rissa.
Galstak miró con cara de sorpresa a Kaddok
- Hrummm... tienes razón, camarada. Voy con vos
Se quitó con gran dificultad el incómodo chaquetón de cuero que se estaba probando y se lo lanzó a Savah mientras salía por la puerta.
- Ya sabéis, maestro, me quedo al final con la de escamas. ¡Hasta esta tarde!
Trotó por la polvorienta calle detrás del druida y su perro, tratando de ponerse de nuevo su vieja armadura de piel. Miró con perplejidad la nota.
- Estooo... ¿me la podéis leer vos? Así puedo ir atándome los enganches mientras camino, jejeje
Por cierto ¿vamos todos ya directamente a la fábrica de cristal o quedamos en la puerta de Sandpoint?
Tirada: 1d20(+6)
Motivo: Saber Local
Resultado: 7(+6)=13
Tirada al canto. No ha sido gran cosa
Lapidus se encogio de hombros y pago su sidra. Tranquilo hechicero, por mas prisa que nos demos no cereo que lleguemos a tiempo para salvar ese culo bonito.
Mientras trotaban por la calle y Camlo le puso al tanto de la nota, el enano grunho. Asi que al final es un problema familiar de humanos... je, si es que mala hierba no solo hay entre los enanos!
La excusa de Stoot para querer trasladarse a la isla parece muy inocente: el lugar era un lugar de nidificación de muchas aves. Tanto es así, de hecho, que dentro del gremio de carpinteros (con quienes Stoot había mantenido una competencia amistosa varios años) se ofrecieron voluntarios para construir una escalera, de manera gratuita, a lo largo de la cara sur del acantilado de modo que Stoot pudiera ir y venir de su nueva casa con facilidad. Durante quince años, Stoot vivió en la isla. Sus viajes a la ciudad fueron cada vez menos frecuentes, por lo que vino a ser algo notable el que escogiera un edificio para albergar una nueva talla Stoot.
Sandpoint no es ajena a la delincuencia, o incluso al asesinato. Una o dos veces al año, las pasiones estallan, se producen robos violentos, los celos se desbordan o se bebe demasiado, y alguien acaba muerto. Pero cuando los cuerpos comenzaron a amontonarse hace cinco años, el pueblo inicialmente no tenía ni idea de cómo reaccionar. El sheriff en ese momento era un hombre competente llamado Casp Avertin, un vigilante jubilado de la ciudad de Magnimar. Sin embargo, incluso él estaba mal preparado para el asesino que llegó a ser conocido como el Descuartizador. En el transcurso de un largo mes invernal, parecía que todos los días traían una nueva víctima. Cada una se encontró en la misma terrible situación: los cuerpos con cortes profundos en el cuello y el torso, las manos y los pies mutilados y apilados cerca, y los ojos y la lengua arrancados con crudeza y completamente ausentes.
En el transcurso de ese terrible mes el Descuartizador reivindicó veinticinco víctimas. Su extraña habilidad para eludir las trampas y la búsqueda llevada a cabo por la guardia de la ciudad tomó un precio importante en el Sherrif Avertin, que se volcó cada vez más a la bebida. En cualquier caso, el propio Sherrif Avertin se convirtió en la última víctima del Descuartizador, ya que cayó en la captura del asesino en un estrecho callejón -conocido ahora como el Callejón del Descuartizador- donde éste estaba mutilando a su más reciente víctima. Sin embargo, en la lucha que siguió, Avertin hirió al asesino. Cuando la guardia de la ciudad encontró ambos cuerpos unos minutos más tarde, pudieron seguir su rastro sangriento.
Un rastro que les condujo directamente a las escaleras de la Roca de Stoot. En un primer momento, la guardia de la ciudad se negó a creer en las evidencias y temió que el Descuartizador hubiera llegado a reclamar al pobre Jervis Stoot como su vigésima sexta víctima. Sin embargo, lo que los guardias se encontraron en la modesta casa situada en la cima de la isla, y en el más grande complejo de salas que se había excavado en la roca a continuación, no dejaron lugar a dudas. Jervis Stoot y el Descuartizador eran los mismos, y los ojos y las lenguas de las veinticinco víctimas fueron encontrados en un altar consagrado a un horrible demonio con forma de pájaro cuyo nombre ni aun hoy en día se atreven pronunciar en voz alta. Stoot mismo fue encontrado muerto en la base del altar, después de haberse arrancado sus propios ojos y la lengua, en una última ofrenda. Los guardias derrumbaron la entrada de las cámaras, quemaron la casa, rompieron las escaleras, e hicieron todo lo posible para olvidar. Stoot fue quemado en la playa en una pira, y sus cenizas luego bendecidas y esparcidas, en un intento de evitar el impío regreso de su maligno espíritu.
Jugarretas del destino, el pueblo de Sandpoint tendría pronto una nueva tragedia que soportar, que casi eclipsó los horrores del Descuartizador. Un mes después de que el asesino fuera abatido, un terrible incendio asoló Sandpoint. El fuego comenzó en la Catedral de Sandpoint y se propagó con rapidez. Como el pueblo fue movilizado para salvar a la iglesia, el incendio se extendió y consumió las Caballerizas de la Costa Norte, la posada Ciervo Blanco, y tres casas. Al final, la iglesia se quemó completamente, junto con el apreciado sacerdote Ezakien Tobyn.
Todo lo que queda hoy de las una vez apreciadas tallas Stoot son cicatrices en los edificios donde los propietarios utilizaron hachas para eliminar lo que se había convertido en un inquietante recordatorio de un lobo en su redil. Los hogares y las empresas arrasadas por el fuego han sido reconstruidos, y la Catedral de Sandpoint finalmente se ha reconstruido también. Con la consagración de la nueva catedral, Sandpoint puede dejar atrás la oscura época de "La última desgracia”.
Y cierro escena.
-Amigo Lapidus, hemos perdido demasiado tiempo reuniéndonos...por lo que puede que estés en lo cierto y haya poco que salvar ya...-comentó Camlo durante el camino temiéndose lo peor.