Partida Rol por web

- ¡Buen tiro Juan! - Dijo el calvo. 

Entonces miró a María y está vez el cuchillo se hincó un su costado, aunque tan solo fue unos milímetros y aún así dolió una barbaridad. 

- ¡Camina zorra! - Le dijo visiblemente enfadado.

Aparcaron frente al Alex's en un lugar prohibido. Daba igual, eran la policía y tenían una muy buena razón para hacerlo. A su llegada el caos se había desyadoyen la zona. 

Una marabunta de jicenwsy, casi todos extranjeros estaban corriendo alejándose del Alex's y todos ellos gritaban asustados. Aina escuchó decir a un par de jóvenes que se habían producido unos disparos y a otros que habían matado a alguien. 

Todo indicaba a que el problema provenía de la zona trasera del local, concretamente de un callejón con escasa iluminación y desde allí donde se encontraban, cuando empezó a disiparse la estampida de borrachos asustados, vieron el un cuerpo tirado en el suelo, al principio de dicho callejón, aunque no podían distinguir de quien de trataba. 

Me quede con los ojos abiertos viendo a Joan enfrentar a aquellos dos sujetos. Por un momento senti impotencia porque lo logico hubiese sido seguirles para ver a donde me llevaban. Pero su instinto protector tenia que intervenir y darle la voz de alto.

Los disparos sucedieron tan rapido que apenas pude asimilar lo que acaba de ocurrir.

- Noooooo!!!!

Mis ojos se llenaron de lagrimas al ver el cuerpo de mi compañero caer casi en camara lenta, y aunque la luz no era nada buena podia ver su craneo herido de una manera que nadie podria salvarse.

- Noooooo, nooooo... nooo.... Y patalee un poco para tratar de zafarme pero el puñal en mi costillas y el agarre de aquel maldito me tenian completamente sometida y aunque no me importo sentir algun pinchazo o dos de la punta del cuchillo hice mas fuerzas para soltarme.

- Sueltame imbecil!!!! 

Pero era imposible y aunque solo queria correr a ayudar a Campaner, solo queria estar a su lado, solo podia mirar como una mancha oscura llenaba el suelo alrededor de su cabeza mientras mi mente se llenaba de desesperacion.

- AUXILIO!!!!!!!!    AYUDAAAA!!!!!! Grite con todas mis fuerzas. 

Porque alguien tenia que haber escuchado los disparos, alguien tenia que escuchar mi gritos, y ya no me preocupaba si me golpeaban, o me apuñalaban, solo queria ayudar a Campener.

... no te mueras por favor.....  lo siento mucho.... es mi culpa.... Joan......

No podia aceptar su muerte, no de esa manera.

- Sueltaaameeee!!!! Grite desesperada mientras me batia de un lado a otro. 

Aina se apresuró junto a los otros dos policías en acercarse al callejón. Desenfundó el arma por si las moscas, si los jóvenes habían oídos disparos es que alguien iba armado, y no solo sus compañeros, ya que no creía que MaMi ni Campaner fuesen a ponerse a pegar tiros por las buenas. 

Al ver el cuerpo tendido en el suelo sintió miedo, miedo de que pudiese ser María o Campaner, no quería perder a ninguno de los dos, aunque no podía negar que si se trataba de Miranda sería un golpe demasiado duro.

Hizo una señal a Jiménez y a Ferrer, debían coordinarse, ella estaba dispuesta a ser quien se acercase al cuerpo, pero había que estar alerta y también localizar a los dos de la local que seguían allí, esperando la llegada de ellos tres.

Aina confirmó sus sospechas en cuanto se acercó al joven  que estaba tirado en el suelo. Se trataba de Campaner, aunque portaba una camisa amarilla al más puro estilo hawaiano. No obstante, los pantalones de campaña y las botas le delataban como policía.. Tenía el rostro cubierto de sangre y yacía inerte. Había sido herido de bala en la cabeza y por la pinta que tenía la herida, parecía mortal de necesidad. De hecho, Campaner no movía ni un músculo en esos momentos.

También pudo ver como un joven bajito estaba plantado ante ellos en el interior del callejón, cercano al cruce con  la calle principal. Aquel joven sujetaba un arma de fuego con ambas manos y si ya había disparado una vez, posiblemente no dudaría en volver a hacerlo. Debían tomar rápidamente una decisión.

Unos pasos más atrás de donde se encontraba el joven con el arma, se hallaba María, quien acababa de zafarse de un segundo chico. Éste era más alto y calvo y portaba lo que parecía ser un arma blanca en la mano derecha y aunque todavía estaba lejos de Aina y los dos guardias civiles, estaba muy cerca de María, lo cual sin duda, era un claro peligro para ella.

Aina sintió un golpe de realidad al ver que el muerto era Campaner, no habría imaginado en ningún caso que un compañero perdería la vida. Ahora se arrepentía de haber permitido a María seguir con su idea de reunirse con Vich. Alzó la vista y sintió como la saliva se le espesaba al descubrir a los dos tipos y a MaMi en aquella situación, con aquel tipo armado con un cuchillo o algo similar amenazando su vida.

No quiso, sin embargo, decirle nada a María, no sabía si ellos ya habían atado cabos y conocían que ella era en realidad una policía. ¿Y si  se había montado un papel lo suficientemente bueno y no la consideraban una amenaza? ¿Era eso posible? Trató de descubrirlo en algún gesto o mirada de su amiga.

Miró a los dos guardias civiles, la situación era delicada, muy muy delicada. Lo último que deseaba es que nadie más muriese aquella noche, ningún otro agente, porque si fuese necesario acabaría con esos dos tipos, a pesar de que creía que lo mejor sería poder interrogarles.

-Mierda- murmuró mientras miraba al tipo bajito que llevaba la pistola, ¿ya había caído en la cuenta de su presencia?

- ¡Tira el arma! - Gritó Carles. - ¡Que la tire! - Repitió.

El joven hizo ademán entonces de levantar la mano que portaba el arma y automáticamente Carles abrió fuego. Fueron dos disparos. El primero se perdió al fondo del callejón, pero el segundo no. La bala atravesó el cuerpo de aquel joven abriéndose en su interior con forma de flor y aquel chico se desplomó muerto en el suelo. 

Estaba claro que los dos tipos eran muy conscientes de su presencia. Se acabaron las sutilezas, Carles había matado al del arma de fuego, pero todavía quedaba el otro, con el arma blanca.

Desde ahí no tenía un blanco limpio, pues María estaba justo delante. Por lo que ella conocía del lugar, aquel tipo podría escapar por detrás.

-Id con cuidado, voy a tratar de pillarlo por detrás, cerrarle el paso. Desde aquí no tenemos un blanco limpio-

Y Aina trató de salir de la vista de aquel tipo sin que este reparase demasiado en ella, la idea era dar la vuelta a toda prisa para poder apuntarle con el arma desde el otro lado del callejón, y de paso cerrarle la salida. Si se ponía burro bien ella o bien los dos pejotas tendrían vía libre para dispararle a la mínima oportunidad.

Que no la coja de rehén. Suplicó mentalmente Aina mientras salía a la carrera para reposicionarse.

Aina sabía que el callejón en el que se encontraban, tan solo tenía una salida y esa era la zona donde ahora se encontraban. Sin embargo, sabía que para pillar desprevenido a aquel joven, no podía hacerlo yendo de cara. Se le iluminó la bombilla en el último instante. Si entraba en la discoteca y salía por la puerta trasera, lo haría justo a la espalda de aquel joven.

Eso hizo, corrió como alma que lleva el diablo adentrándose en la discoteca y sorteando a toda la gente allí reunida. El ruido de la música era escandaloso y todos los chicos y chicas que tuvo que ir quitándose de encima para lograr llegar a la zona trasera, protestaban a medida que iban siendo empujados por Aina para abrirse paso. Una vez podían centrar su etílica mirada en la mujer que les había importunado y descubrían la palabra "Policía" en su espalda, volvían a sus quehaceres.

Finalmente Aina atravesó la discoteca entera para llegar a la puerta trasera. Una salida de emergencia que esperaba cumpliera la normativa y estuviera abierta, pues de lo contrario el dueño del Alex's lo iba a pagar bien caro. Al llegar frente a esta, simplemente la empujó y por suerte se abrió. Accedió entonces a la parte trasera del local y allí estaba el joven junto con María de espalda a ella. Aina corrió hacia éste, tenía que impedir que hiriera a su amiga. De pasarle algo, no se lo perdonaría.

- ¿Qué cojones...? - Exclamó sorprendido aquel chico al ver como Aina se le acercaba por la espalda. 

No lo dudó. María había logrado zafarse de él y ya no la tenía agarrada, por lo que todavía le resultó más fácil darse media vuelta y lanzar un navajazo a la altura del cuello de Aina. La oficial, logró ponerse de costado, interponiendo su brazo antes de que le rajara el cuello y lo que rajó su su antebrazo, rompiendo su camisa y cortando su piel. Dolía, pero no era una lesión grave gracias a su rápida reacción.

Todo habia pasado tan rapido que aun no lograba asimilarlo. Mi corazon palpitaba en mi pecho y apenas podia darme cuenta de ello. Joan habia caido casi en camara lenta y para mi fueron instantes que duraron una eternidad. La risa del bobalicon y el imbecil tras de mi llamandome perra no me sacaban de mi estupor al ver, o tal vez imaginar porque no habia mucho luz, la sangre del Campaner saliendo de su craneo. 

No podia ayudarle, no podia salvarle....

Mire al extremo de la calle como aparecian Aina y Carles, el miedo de verla herida o peor hizo que me desesperara haciendome que forcejeara mas por soltarme de aquel imbecil hasta que escuche las detonaciones.

- Nooooooooooooo!!!!!!!

Porque solo podia imaginar que hubiese disparado contra Aina o aquel joven policia... y otra vez no habia podido hacer nada. El bajito cayo sobre su mismo peso y las lagrimas de esperanza salieron de mis ojos.

Por un momento Aina desaparecio de la vista de todos nosotros y casi sin darme cuenta nos llegaba por detras siendo aquel infeliz mucho mas rapido que yo y logro cortarla, pero estaba segura que lo iba a pagar caro, no tanto como su amigo, pero aun asi no podria huir de nosotros.

- Desgraciado!!!!!

Me lance contra cuerpo aprovechando que estaba de espalda a mi y con mis manos busque su cabeza, ojos, boca, lo que pudiera golpear. No esperaba derribarle, sabia que podia ser mas fuerte que yo, solo esperaba distraerle lo suficiente para que Aina pudiera controlarlo o dispararle si hacia falta, ya no me importaba si morian los dos aunque eso nos dejara sin pistas, pero no podia permitir que mi amiga fuese herida tambien. 

Todo por mi culpa.

Cuando María se abalanzó sobre aquel chico de forma pasional, aunque torpe, éste se revolvió lanzado un cuchillazo hacia atrás que rozó el muslo de María. Un corte muy leve dibujó una línea color carmesí en su pierna. 

- ¡Atrás joder! - Gritó relamente enfurecido. - ¡Os voy a matar! ¡Os voy a matar a todos, joder! ¡Juaaaaan! ¡Joder, os lo habéis cargado! - Alzó la voz.

El cabo Joaquín corrió hasta la posición de las agentes dea policía local y el joven que portaba el cuchillo. A su paso por delante del cadáver del otro joven le apuntó y una vez comprobado que estaba muerto apartó de su cuerpo con la bota la pistola con la que había matado a Campaner. 

- ¡Guardia Civil, tira el cuchillo! - Le ordenó. - ¡Que lo tires he dicho! 

Carles se hizo con la pistola de Campaner. No iba a dejarla allí tirada en en el suelo. Una vez recuperada ese arma corrió junto a sus compañeras y también apuntó al joven de la cabeza rapada. 

Éste viéndose rodeado dejó caer la navaja, escupió al suelo y finalmente alzó las manos. Joaquín entonces le dio un golpe en el estómago con el puño cerrado y cayó al suelo de rodillas. Fue Aina quien se puso a su espalda y entre ella y Joaquín e pusieron los grilletes. 

Carles estaba en shock. Sus manos estaban temblorosas y su mirada perdida. Ahora que todo había acabado, parecía estar en otro lado, como ausente y sin enterarse relamente de lo que pasaba a su lado, lo cual para él era muy lejano, como un sueño o más bien una pesadilla. Al fin y al cabo, acababa de matar a alguien. 

Haberme cambiado de ropa parecia una idea genial antes de entrar a aquel Bar, sobre todo para hacerme pasar por una chica cualquiera avida de encontrar a aquel genio de la oscuridad, guia espiritual de aquel culto satanista. Ahora me sentia totalmente estupida y poco importaba aquel corte en mi pierna que dejaba salir algo de mi sangre.

Mire a Campaner mientras caminaba hacia Juan, el asesino. Como una automata avance hacie el y me arrodille donde habia caido el arma. Con una mano ahogue un grito mientras que con la otra confirmaba al moverla lo que sabia desde un principio junto con un par de lagrimas que no podia contener por el dolor que apretaba mi pecho.

Era mi arma, y yo la habia cagado de manera epicas.

Hubiese preferido cambiar mi vida por la de Joan, miles de veces, pero no podia hacer nada, todo habia sido en vano, aquel imbecil no hablaria a la primera y tal vez era demasiado tarde para salvar a las victimas, para atrapar a Vich y muy tarde para Campaner.

- Lo siento.... lo siento mucho.... susurre a Campaner, como si pudiera oirme, como si sirviera de algo, como si algo hubiese tenido sentido esa noche, dandome cuenta que no volveria a escuchar sus bromas por la ropa que habia escogido o lo arrriesgado del plan o aquella serie de TV. 

Tenia rabia, sentia dolor, queria gritar, queria sacar las entrañas de aquel mal nacido y ahorcar a su compañero para que nos dijera donde estaba Vich, que habian hecho con las victimas, queria.....

Pero solo veia el cuerpo inerte de mi compañero.

... lo siento... tanto....

Y cubri mi boca otra vez, solo un instante para poder respirar profundo y contener todo el dolor que tenia por dentro y la rabia que ahora me sofocaban. Podian haber pasado segundos o minutos, o tal vez una hora, pero me quede alli mirando a Campaner como si sirviera de algo, acompáñandole en su ultimo lugar de existencia.

Finalmente Aina se acerco, tal vez para comprobar si yo estaba bien, no importaba, apenas le vi la abrace con todas mis fuerzas, ella era la dura, la capaz de afrontar casi cualquier cosa... yo no.

- Lo siento.... lo sientoooo... lo siento mucho... lo siento.... dije gimoteando apunto de derrumbarme.

- Fue mi culpa... tenia que esperarte.... fue mi culpa... soy una estupida.... una estupida y la he cagado...... golpeaba el pecho de Aina como si fuese yo misma.  - Lo siento... lo siento... todo se ha jodido.....  lo siento tanto......

Aina era la persona que mas me conocia en todo el universo y podia darse cuenta que esto podria haberme afectado mas de lo normal, aunque no habia normalidades para lo que habia pasado.

Al final pude controlarme y aunque deprimida, se notaba que luchaba por estar bien. 

- Tu estas bien? Le pregunte. Habia visto como le habia cortado en el brazo el otro sujeto.

La adrenalina del momento le había ayudado mucho a no dejarse llevar por el dolor en el brazo. Sabía que después escocería mucho más. Pero eso no era lo importante. Había sentido ganas de meterle un tiro en la nuca, pero lo necesitaban vivo y además como policía no era una opción actuar por venganza.

-Jodido cabrón. ¡Atrás las manos!- le gritó mientras lo esposaban para detenerlo. Sí, habían matado a su compañero, pero él había matado a Campaner, que tal vez era un poco chivato pero era un buen agente.

Aina vio como Carles se sumía en el vacío y María se desmoronaba. No, no delante de este hijoputa. Nos hemos de mantener fuertes. En su interior sentía ganas de darle la paliza de su vida, saltarle todos los dientes a puñetazos, patearle esa cabeza pelona hasta que los ojos se le saliesen. Pero, sabía que no era lo correcto. Debía controlar todas esas emociones.

Miró a Joaquín Jiménez buscando un poco de apoyo en todo aquel tinglado, no era momento de lamentos, todavía había trabajo por hacer.

-Vamos María, reponte- le susurró al oído mientras ella le abrazaba después de haberle golpeado el pecho llevada por la rabia, la impotencia y la tensión vivida. Le correspondió en el abrazo, sujetándola con fuerza, algo muy inusual e inaudito en la morena. -No podemos cambiar lo que ha pasado, pero si lo que puede ocurrir a partir de ahora. Hagamos que paguen, que no haya sido en vano- El cuerpo inerte de Campaner le parecía ficticio, en realidad ella no había sido capaz de procesarlo del todo, mucho menos de aceptarlo. La suerte era que estaban entrenados para esas circunstancias y por eso no se habían quedado bloqueados como podría haberle pasado a cualquier civil. Aunque no se habían visto en esas antes. Asintió a su pregunta de si estaba bien. No podía estar mal, debía estar bien para equilibrar las cosas -¿Recuerdas los terroristas de cuando estábamos en prácitcas? Pues con estos malnacidos también podremos. Venga, reponte, eres una policía y ese mierdas va a disfrutar viéndote vulnerable.- 

Cuándo María estuviese más entera iría hacia Carles, él había apretado el gatillo y seguro que la imagen de aquel joven cayendo al suelo se repetiría una y otra vez en sus sueños por mucho tiempo. 

-¿Estás bien?- Le preguntó tratando de mostrarse amigable, como cualquier buen compañero del cuerpo. Ella nunca había matado a nadie, no podía imaginar lo que le pasaba por dentro. -Era él o nosotros, ya ves que mató a Campaner. Mejor él- dijo reifiriéndose al joven delincuente - que nosotros- 

-Venga, vamos a llevarnos a este tipo a comisaría, creo que todos tenemos ganas de hacerle algunas preguntas- Y mejor era que colaborase, porque todo el mundo había visto en las películas eso de no hablar hasta que esté tu abogado... pero Aina no estaba para gilipolleces, el tiempo corría en contra y Vich no estaba allí, algo que MaMi también debería explicar ¿qué había sucedido mientras ellos llegaban? 

Debí decirle que NO. Que ni de coña se metía de paisano a hacer de cebo. Si se hubiesen limitado a seguirles... tal vez Campaner viviría y los habríamos podido atrapar igual.

Ella tenía tanta o más culpa que el resto. En su mano había estado negarse a seguir por ese camino, pero no, había accedido y todo se había descontrolado. También se enfrentaría a sus fantasmas, pero por ahora ponía todo su esfuerzo en silenciarlos, pues de ello dependía saber qué había ocurrido con Didac, quizás incluso poder encontrarlo, y además estaban los demás desaparecidos. No, no podían cargar con más muertos en su conciencia.

Gracias a Aina y a su fortaleza me pude recomponer mas rapidamente, y lo unico que hacia falta era decirme correcto, porque no podia quedar vulnerable frente al desgraciado que nos habia cortado. 

Tal vez era tarde para Campaner, pero no seria en vano, y lo jure frente a su cuerpo antes de darme media vuelta. 

- Mi bolso ha quedado en el basurero. Le dije a Aina. 

No parecia algo importante pero alli estaba mi movil, con la conversacion con Vich, el numero y tal vez algo mas de informacion que pudiese sacar de la pagina Web. Ademas no sabia si Vich sabia que sus amigos me habian encontrado, no sabia si el sabia que sus amigos estaban muertos, podiamos jugar esa carta a ver si cometia a algun error, pero lo dudaba. 

Y en todo caso necesitaba algo de aire despues de todo.

Era extraño que nadie del club hubiese salido por los disparos pero tambien con la musica interior, era poco probable que alguien pudiera pensar en ver que eran los disparos. 

Aina habia venido por la parte de atras y sabia donde estaba el basurero, asi que sabria que no era lejos ni peligroso. Volveria en un minuto, y ademas habia que llevar al detenido y el furgon estaba detenido a una cuadra y tambien habria que esperar a que vinieran a levantar ambos cuerpos.

Que jodida noche.

Le avise a Aina que iria por mi bolso y luego por el furgon. Tambien queria cambiarme de ropa y ponerme mi uniforme, eso lo podia hacer en el furgon.

Joaquín pronto tuvo a aquel joven con los grilletes puestos a su espalda. Éste se quejaba amargamente mientras maldecía y mencionaba al tal Azrael, aunque todo eran extrañas palabras sin sentido para ellos. 

- ¡Se abrirán las puertas del infierno y el Príncipe acudirá da devoraros! 

- ¡Rendidle pleitesía a Azrael, pues cuando reine en la Tierra el cielo caerá! 

- ¡No habrá perdón para los que se interpongan en los designios del más grande! ¡Alabado sea el Príncipe Azrael!