Partida Rol por web

El teléfono de Mami sonó a las 14:07 horas. Ella todavía estaba durmiendo, pues había pasado la noche trabajando y aunque no le gustaba dormir tampoco demasiado, lo necesitaba para aguantar por la noche despierta y al pie del cañón. Al principio, cuando escuchó el tono de llamada pensó que se trataba del despertador, pero segundos después comprobó que no, que le estaban llamando desde un número desconocido y el corazón le dio un vuelco. ¿Y si era...?

- ¿Hola? - Respondió ella con la voz ronca todavía.

- Buenos días, Mami, soy Sofi. - Escuchó la voz de la chica que le traía loca en las últimas horas. - ¿Te he despertado?

Estaba segura que estaba soñando con algun principe dorado que me llevaba en su cabalgura de Harley Davidson cuando un ruido extraño me saco de mis pensamientos.

Abri medio ojo para darme cuenta que aun estaba dormida y no era el despertador. 

El telefono!!!!

Mas alla de extrañarme porque sonaba supuse que era importante ya que si alguien me llamaba en la mañana era porque habia pasado algo o tal vez era la estupida compañia de telefonos para informarme de una nueva mega promocion que no podia perder y solo me quedan 10 minutos para aceptarla, los iba a insultar!!!!

Mire la pantalla y vi que no conocia el numero.

Seras tu????

Mi corazon comenzo a palpitar de nuevo mientras dudaba si responder hasta que finalmente atendi con una voz de ultratumba que demostraba que realmente me habian despertado. 

- Hooooolaaa! 

 ¿Te he despertado?

Mis ojos se abrieron de par mientras comence a patalear golpeando el colchon y las almohadas de alegria. Respire profundo y volvi a un estado de letargo simulado para continuar la llamada todo en medio segundo.

- Sofi???? SOFI!!!! Exclame demasiado alegre.

- No claro que no, no me despertaste. Y me estire un poco mas. Aun me quedaban un par horas de sueño pero no me importaba, y ya sabia que no podria quedarme dormida de nuevo. 

- Todo bien, paso algo anoche? pregunte preocupada. 

Tal vez no era una llamada cordial, tal vez habia pasado algo? En medio segundo vi la hora y me prepare mentalmente si debia salir rapidamente y reaccionar si es que habia pasado algo?

- Estas bien volvi a preguntar dudosa?

Esperaba con ansias de que si y que tal vez fuese para vernos hoy mismo, podia estar lista en media hora si me apuraba. 

Tienes que tomar un baño. 

Esta bien 45 minutos.

Entonces me asalto el miedo de nuevo.

Y si nos veiamos, podria contarle la verdad? Tendria el valor que tenia anoche? Arruinaria nuestra amistad? Y ademas porque me siento asi con ella? Me gusta Sofi? Me gusta Sofia realmente? No soy lesbiana? Y si lo soy? Los hombres me gustan, viste no lo eres!!! Y Sofi? Es linda!

Entonces recorde sus labios.

Debe besar muy rico! Por dios estoy tan desesperada? Pero ella es linda! Y me quiere? En serio me quiere? Y si me equivoco y daño todo?

Me estaba volviendo loca. 

Espere su respuesta al telefono.

- ¡Si, si! - Exclamó. - Muy bien, estoy bien, gracias.

Se creó un silencio por un par de segundos. Algo incómodo. Pero finalmente Sofía volvió a hablar. Su tomo de voz era normal. Alegre, como ella era. 

- Me dijiste que te llamara. - Desveló al fin. - Había perdido tu número y bueno... - Pasaron unos instantes. ¿Qué venía después de ese "bueno..."? - Verás, ayer sentí como si fuéramos a... - Soltó una risotada. - ¡A besarnos! ¡Jajaja! ¿No es una locura?

- Besarnos.... !!!! En serio no????? Ja ja ja ja ja, que locura...... verdad????

No podia creerlo, me sentia tan abochornada como confundida, y definitivamente la habia cagado.... o no?

No podia tensar mas la cuerda, al menos no por telefono. 

- Llamarme, si claro, claro, dije cambiando el tema. - Sabes que bueno, es que queria agradecerte por toda tu ayuda y bueno tal vez, si pues contarte algunas cosas mas, despues de todo somos amigas, no???

Mientras escuchaba su atencion me tomaba instantes para organizar mis ideas. 

- Es que pasaron cosas que me gustaria que supieras y pues anoche estaba trabajando y no podia hablar con calma y discrecion, crees que podamos vernos fuera del trabajo, tal vez podamos tomar un cafe o algun dulce en...

Entonces me di cuenta que la estaba invitando a salir.

- No pienses que es una cita, por favor, somos amigas no? Las amigas salen y comen dulces...

Pero que estupideces dices Maria, pareces una quinceañera. 

- No es que quiera comer dulces contigo, bueno si quiero, pero no es que seamos niñas come dulces no? 

Por Dios Maria callate, te estas hundiendo.

- Lo siento, lo siento, solo queria comerte un dulce, COMERME, comerme un dulce contigo, bueno que salgamos, no tiene que haber dulce o beber....  no puedo beber, tengo que trabajar,  ARRRRGGGGG!!! grite nerviosa al final.

Jamas me habia sentido tan estupida.

- Ayudame, si??? Nos podemos ver? Donde tu digas, no importa, estare alli en media hora. 

15 minutos para vestirme y 15 minutos para ir en moto. 

- Pues... -  Se hizo el silencio durante unos instantes.

¿Por qué dudaba? ¿No quería quedar con ella? ¿Había sido tan extraña aquella conversación como para asustarle? Realmente había estado hablando sin parar, había dicho muchas tonterías, quizás demasiadas. ¡Estaba claro que si tenía alguna posibilidad con Sofía,  la había cagado y de verdad! Pero un momento... ¿De verdad quería algo con ella? ¡Dios, estaba hecha un lío!

- ...estoy haciendo ahora la comida... - Se volvió a hacer el silencio.

Escusas. Era una mera escusa para quitársela del medio, para no tener que quedar con ella. Estaba claro que si estaba haciendo la comida, no saldría a tomar un café. Tampoco a comer fuera, porque no iba a malgastar lo que estuviera cocinando. Era evidente ahora, la había cagado y la próxima vez que Campaner quisiera ir a The Temple, no sabía como le iba a mirar Sofía.

-  ¿Por qué no vienes a casa? - Le dijo finalmente. - Tengo pasta. ¿Te gusta? Podemos comer juntas.

María sabía donde vivía Sofía. Vivía en un piso de Llanura. Podía estar vestida y lista frente a su puerta en unos veinte minutos. Así fue. MaMi cogió la directa y tras vestirse y peinarse en menos de quince minutos, cogió su moto y se uso en diecisiete minutos frente a la puerta de Sofi. Tocó al timbre.

- ¡Hola! - Sonrió como casi siempre. - ¡Qué rápido has venido! ¡Pasa, pasa!

Podemos comer juntas.

Aquello dio un vuelco a todo lo que habia pasado. 

- Claro, claro, claro, voy para alla. Quieres que lleve algo???

Lamentaba mucho no poder arreglarme mas, ni siquiera sabia porque queria arreglarme tanto para una comida, o si lo sabia pero no queria aceptarlo. 

No podia usar un vestido, asi que pantalon de cuero, de imitacion, y algo rapido mas, junto con una lavada de cara y algo de maquillaje. No habia tiempo para mas.

Tome una de las botellas de Aina que sabia que podia llevar sin que ardiera Troya y sali de alli volando, literalmente.

Me sentia tan nerviosa como emocionada de estar frente a su puerta y aun asi me dio tiempo de respirar profundo antes de tocar.

¡Qué rápido has venido! ¡Pasa, pasa!

- No puedo esperar a la hora del desayuno!!! Dije con una sonrisa. 

Porque era mi primera comida del dia.

Le entregue la botella y me di cuenta que no mencionaria nada de lo sucedido años atras. No iba a dañar el momento. Ademas tenia que descubrir si realmente me gustaba ella, y si ella gustaba de mi, aunque todo parecia indicar, algun teniamos que besarnos y mientras la ayudaba un poco en la cocina a mover un plato o un vaso aproveche para delinear su cuerpo con la mirada y me di cuenta que si me gustaba porque estaba hermosa. 

Sus caderas danzaban como si flotaran y sus senos no dejaban de mirarme, ni yo a ellos. 

Un par de veces nos descubrimos mirandonos y ambas sonreimos de manera tonta para desviar la mirada. 

- Quieres vino? Y comence a abrir la botella. 

Usualmente comia algo mas ligero en mi primera comida, pero que importaba, estaba con Sofia. 

- Oye, queria comentarte.... Y me acerque nerviosa con la copa para ella.

- Ya sabes, la otra noche en el bar.... pues ... no se que paso... y bueno, ya sabes que a veces pues....

Callate, CALLATE!!!!!! 

Me acerque mas y al poner la copa en la mesa coloque mi mano sobre la suya acariciandola. Era la recta final, si la quitaba tal vez me detendria pero si no la quitaba...... la iba a besar pasara lo que pasara. 

Me acerque aun mas y mi mano siguio acariciando la suya.

No quites la mano, no quites la mano......

Nuestra distancia se fue acortando un poco mas... y mas.

Los ojos de Sofía se abrieron de par en par y de forma instintiva echó un poco hacia atrás su cuerpo. No apartó la mano. Eso no lo hizo, pero parecía... ¿Incómoda? Sofía tragó saliva. Parecía que se le había cortado la respiración. Sin duda no se esperaba aquello, para nada... 

- Ehmmm... - Dijo finalmente. - Si, tomaré vino. - Se dio media vuelta y ahora si, apartó la mano. Abrió uno de los armarios superiores de la cocina y sacó dos copas. -  Lo voy  a necesitar... - Musitó.

Entonces volvió a mirar a María. Ella parecía tan nerviosa o más que ella. ¿Qué les estaba pasando? Parecían dos adolescentes inexpertas, aunque en aquel campo se podía decir que lo eran. Adolescentes no, pero si inexpertas. Agarró la botella que María acababa de descorchar y llenó las dos copas hasta arriba. 

- ¿Brindamos? - Preguntó. Pero no espero respuesta. - ¡Por nuestra amistad! - Chocó la copa contra la de María y se la llevó a la boca, a la copa no a María. Casi vació la copa del primer trago. Entonces miró a María. - Está bueno. - Le dijo.

Sofia estaba nerviosa, eso era bueno, no?

Porque yo tambien estaba. Estaba pisando sobre cristal y no queria saltar. 

Aprete mis labios mientras servia las copas y entonces la alzo para darme un baño de agua fria o una cachetada que no me esperaba. 

- ¡Por nuestra amistad!

Mi boca se quedo entre abierta sin poder decir nada mas, dandome cuenta que ella no estaba dispuesta. Tal vez era lo mejor, ni siquiera yo estaba segura aun. 

- Yo... este .... si nuestra amistad. Dije timidamente.

Ella apuro la copa de un solo trago y yo no pude mas que hacer lo mismo, lo que me dio una patada en el estomago por no haber comido nada desde el dia anterior. 

- Ufff. Vaya...  Dije sorprendida. 

No esperaba que el alcohol me diera tan fuerte y tampoco Sofia. Practicamente queria salir corriendo de alli, no queria meter mas la pata y dañar ..... "nuestra amistad"

Visiblemente desilusionada me separe de ella sin saber que hacer o decir. 

- Comemos? Pregunte nerviosa mirando a otro lado.

Era a lo que habia ido, y despues de todo tambien tenia hambre y olia muy bien. 

- Yo... lo siento Sofia, de veras.... No se que siento.... Y aprete mis labios. 

Me tomo un segundo o dos organizar mis ideas y poder verle a la cara de nuevo. 

- Yo... yo no..... 

Mierda, mierda, mierda.....

- Me gustas Sofia, me gustas mucho pero tambien quiero que seamos amigas, no tengo amigas sabes? 

Y es que Aina era como una hermana para mi, pero no una amiga normal. No como Sofia, y apartando a ella dos no hablaba con nadie mas que no fuese del trabajo realmente y con Aina tampoco era muy facil hablar. 

Mis ojos se humedecieron un poco mientras respiraba profundo. No podia llorar alli, que barbaridad.

- Lo siento.... lo siento mucho, tal vez no fue una buena idea haber venido, disculpame la verdad. Deje la copa sobre la mesa 

y regrese a la sala para recoger mi bolso, pero detuve al dar dos pasos.

Dandole la espalda sopese lo que habia dicho y lo que habia hecho. Si me iba a hundir pues era el momento de contarle la verdad, o al menos lo poco recordaba. 

No, no era el momento, ella pensaria que estaba usandola, una vez mas. Aproveche que estaba de espaldas a Sofia para levantar la mirada y componerme. Tal vez era lo mejor irme, podia comer cualquier cosa por la calle.

Estaba muy emocional esa tarde.                                       

- ¡María, para el carro! - Sonrió Sofía. -  ¿Qué te pasa? ¡Debes calmarte! -  Le dijo a aquella chica que parecía a yapunto de estallar.

Sofía miró a María con dulzura. Le acarició la mejilla y luego le miró directamente a los ojos unos segundos.

- Tranquilizate. - Le dio un beso en la mejilla. - No intentes correr antes de saber andar, ¿vale? No importa ir tan rápido. ¿Comemos primero?

- Yo... este... yo..... 

La mire asombrada y como una estupida. De donde venian estos arranques mios de florecimiento incontrolable. Apenas podia imaginar como me ponia cuando estaba drogada, debia de ser muy intenso. Recordaba algunos episodios pero en general no queria recordar eso tampoco.

La mira como gata que pide comida y agradeci que ella estuviese alli para calmarme y comprenderme.

- Yo... no .... Me sentida tan abochornada, tan sonrojada por la verguenza.

- Lo siendo... es que......

Pero no me habia rechazado. No me habia juzgado. Tampoco habia dicho que si a nada, solo que debiamos comer y ver que pasa. Si era mejor asi, comer y no decir nada acerca del robo de aquella noche. 

- Si, tengo hambre. Dije con una sonrisa.

Si, la verdad que me habia desbocado y sin necesidad, o tal vez si tenia esa necesidad. De todas maneras Sofia tenia razon.

- Gracias por ser tan comprensiva, te qu... eres muy amable y sonrei mientras nos preparabamos para comer.

Sofía sonrió levemente.  Sus mejillas se sonrojaron un poco. Cogió de las manos a María sobre la mesa y se recostó un poco sobre el tablero de la misma para mirar más de cerca a su amiga.

- María, no soy tonta. - Le dijo con un dulce tono de voz. - Se que está pasando, ¿vale? - Le acarició el dorso de las manos con dos dedos. - Es algo que nunca había experimentado. No soy les... no me gustan las mu... - Soltó una risita.  - Mira, no se como decírtelo para que no suene mal.  - Se mantuvo pensativa un rato. - Creo que algo nos ha conectado. Siendo curiosidad por ti. Me atraes de alguna forma que ninguna mujer había  hecho antes. ¿Me entiendes? - Resopló para retirarse un mechón de pelo rebelde del flequillo. - No te puedo prometer nada. Ésto me asusta. ¿Vale? Pero quiero conocerte. - Y entonces, sin previo aviso, le dio un pico en los labios. Al separarse de ella, sonrió colorada. ¿Le había gustado?María no lo podía saber, pero... ¡Acababa de besarle!

- Yo........ Pero deje que siguiera hablando sin decir nada.

Entonces se levanto y sus labios se unieron a los mismos tan rapido, tan solo un instante, un suspiro, que apenas duro lo suficiente para acelerar mi corazon y darme cuenta que segundos despues que ella habia regresado a su silla y se hubo sentado yo todavia no respiraba.

Ella estaba colorada y seguramente yo tambien.

- Sofia, yo no.... Sacudi un poco mi cabello como buscando las palabras.

- Querio decir, que yo tambien soy nueva en esto, es decir, nunca he estado con una mujer, no asi, quiero decir, vivo con Aina, sabes, pero ella no es mi tipo, Y sonrei de golpe. 

- Lo siento, es que no tengo un tipo, sabes? Y me enredaba de nuevo yo misma. 

- Lo que quiero decir es que nunca he estado con otra mujer, y si ha de ocurrir, pues me encantaria que fuese contigo,  tampoco se que va a pasar, no se nada, y no quiero saber. Entonces me di cuenta de lo que dije.

- No en serio, si quiero saber, oh por dios, porque estoy tan nerviosa, lo que dijo es que no se que siento y que pasara pero me gustaria descubrirlo contigo y si tienes razon, no debo correr, no hay prisas, nadie nos esta esperando, no? 

Mire la hora nerviosa. Aun no tenia que ir a trabajar, faltaban varias horas para eso.

- Asi que comamos que me estas torturando solo con el olor. 

Y probe la pasta.

- Por dios Sofia, si cocinas asi todos los dias creo que me voy a mudar contigo, ja ja ja ja.

Entonces abri los ojos de par en par.

- NO, NO, no no no, no te estoy presionando ni nada, solo bromeo porque Aina no sabe cocinar y si quiero comer rico tengo que hacerlo yo, ademas con nuestros horarios no es provoque ponerme a cocinar asi que lo dejo para los dias libres y fines de semana, pero tambien me gusta hacerlo.

Volvi a comer de nuevo con ganas, estaba muy rico y yo tenia mucha hambre, pero no dejaba de mirarla cuando ella no lo hacia. Era una mujer muy linda. 

- ¡Hablas mucho! - Soltó una risotada. - No me quejo, pero... - Sonrió, se estaba divirtiendo. - ...no conocía esa faceta tuya. ¿La sacas sólo cuando estás nerviosa? 

Enrolló uno cuantos espaguetis en el tenedor y se los llevó a la boca. Tras masticar y no antes, ante todo tenía buena educación, respondió a alguna de las dudas y afirmaciones de María.

- Aunque me lo pidieras, no te dejaría venir a mi piso. - Sonrió. - ¡Es demasiado pronto para eso! ¡Ya veremos mañana! - Bromeó. - Tampoco es que sea una gran cocinera, la pasta me sabe bien y más o menos me defiendo, pero... - Negó con la cabeza. - Seguro que tú me puedes enseñar mucho. - Hizo una pausa. - ¡Y ponte tranquila, mujer! ¡Que te va a dar un infarto! - Y comenzó a reír de forma sincera. Sin lugar a dudas se lo estaba pasando muy bien.

Con todo aquello, María casi se había olvidado del otro asunto. Esa misma mañana Aina y ella se habían enterado de lo del intento del secuestro de unas chicas y de la desaparición de otra. Todo aquello había desembocado en una serie de extrañas coincidencias que se mezclaban con una historia pasada, la desaparición del hermano de Aina y luego habían estado investigando al tal Vich.

Agotadas, se habían ido a dormir alrededor de las diez de la mañana y sólo había despertado en el momento en que Sofí le llamó  al teléfono. Ahora estaba allí, con ella y sin haberse acordado hasta ese momento de lo sucedido. ¿Dónde estaría Aina? ¿Se habría despertado ya? ¿Qué estaría haciendo? Conociéndola, sin duda ya estaría trabajando en el caso de su hermano. ¿La necesitaría? Desde luego, al menos tendría que preguntárselo... Era su mejor amiga, cosa fácil, porque también era su única amiga.

La actitud de Sofia, mucho mas controlada y relajada hicieron que me fuera sintiendo mejor y mucho mas normal disfrutando el momento con ella. 

Hablabamos normalmente y comimos tambien, por estuve a punto de servirme mas si no fuese por escuchar la voz de Aina diciendome que estaba gorda y que debia cuidar que comia.

- Si, estaba nerviosa, lo siento. No es lo mismo cuando estas detras del uniforme sabes? Y la mayoria de las veces conozco a la gente de esa manera, de hecho, eres una de las pocas personas con las que he hablado ultimamente sin andar armada. Y sonrei.

Y la señora Jacinta, claro. 

Pero si estaba armada. Con mi Glock 26 en el tobillo. 

Era pequeña, si, pero con 9mm podia resolver casi cualquier problema aunque solo la tenia desde hace un año agradecia no haber tenido que usarla. Aun asi me encantaba sentirla en mi pierna, despues de Aina era mi mejor compañera.

- Y cual es el menu para mañana? Asi vengo a comer otra vez, no que pena, lo dijo bromeando, ademas aun debo tener ojeras. Sabia que no porque me habia puesto algo de base.

Mientras seguiamos charlando le escribi un mensaje a Aina. 

SMS: Tuve que salir, pero ya estoy por regresar, te ayudo con algo antes de ir a trabajar?

Mis conocidos tendria que buscarlos en la noche, a ver si tenia suerte y estaba claro que ya no iba a dormir, y tampoco iba a presionar a Sofia para quedarme mas tiempo.... a menos que haya postre!

- Ha sido un rato muy agradable Sofia, deberiamos repetirlo, quisiera cocinar tal vez algo para ti pero no se cuando tenga tiempo.

Aun no iba a despedirme. Tal vez podamos preparar cafe antes de irme.

- ¡Ja, ja, ja! - Se rió Sofía.  - Normalmente no cocino demasiado, suelo comer algo en el Club a veces o un bocadillo. -  Se encogió de hombros. - Mañana precisamente voy a comer a casa de mi padre. ¿Quieres venir y así le presento a mi novia? - Se puso roja ante su propia ocurrencia y soltó otra carcajada. - ¡Ja, ja, ja, ja! - Ya más calmada, y habiéndose acabado su plato de pasta se puso en pie y se acercó a la nevera. - ¿Quieres postre, yogur o una fruta? - Le preguntó. - Y si, estaría bien que un día me cocinara algo tú. - Dijo más seria pero sin perder la sonrisa.

Casi me atraganto cuando me llamo su novia, era algo que no me esperaba y que ....

Gracias a dios su sonrisa habia suavizado las cosas, pero dentro de mi habia sonado muy bien. 

... su novia ... 

Me diverti imaginandola de nuevo entre mis brazos o dentro de los de ella. 

- Si fuesemos novias tendriamos que besarnos ... mas?? Ahora fui yo la que se sonrojo como un tomate, lo cual no era nada dificil siendo tan blanca.

- Postre, postre, postre... Con mucha azucar!!! Dije cambiando el tema. 

- Aina me obliga a comer fruta y esas cosas que no engordan y hoy quiero portarme mal.... Dije con picardia aunque no me referia a nosotras y me puse mas roja aun. 

Me puse nerviosa de nuevo pero mantuve la boca cerrada, con los labios apretados hasta que no aguante mas y solte la risa.

- Lo siento, me pones rara, pero me siento feliz contigo. Dije divertida.

Mire el telefono y Aina no habia contestado. Tal vez estaba dormida porque nos habiamos desvelado, de seguro el cansancio me iba a golpear en la noche.

- Que te gusta hacer cuando no estas trabajando? Le pregunte ahora mas calmada.

- ¡Esta Aina tuya! - Soltó una risotada. - ¿Sabes...? La conozco de clase. - Comentó. - Bueno, no de clase, sino del colegio. Ella iba uno o dos cursos más atrás. Siempre iba sola y bueno... Estaba mago gordita. - Confesó al final. - Me daba un poco de pena, pero bueno, ahora está genial, aunque por lo que me han dicho... ¡Tiene un carácter difícil! ¿No? 

Se calló de golpe. Igual no había sido buena idea sacar a relucir aquel tema. En el pueblo llamaban a Aina "la Sargento de Hierro" y había empezado a ganarse mala fama por su carácter severo y su inflexible sentido del deber. Al fin y al cabo aunque el municipio había crecido mucho en los irlo tiempos, seguía siendo un pueblo, sobre todo en el núcleo principal de Llanura. 

- Me gusta ir al gimnasio. Es raro que no vea Aina por ahí... - Tragó saliva. Otra vez había sacado aquel tema. ¡Pero es que joder, salía sólo! ¡Aina Vallespir sólo había una! - ​​​​Me gusta ver películas y series. Me aficioné durante la pandemia del 19. Y es que hasta el 23 estuvimos encerrados. - Soltó una carcajada. - ¡Algo tendríamos que hacer! Y bueno, me gusta el treking y salir a bailar, aunque eso último lo he aborrecido bastante desde que trabajo con mi padre. - Sonrió. - ¿Y tú qué?

- Awwwll, no, enserio? No sabia eso de Aina, pues no te preocupes, es muy buena persona y ademas es muy dulce cuando estamos solas. Menti.

- Es una de las mujeres mas amable que conozco, solo que Aina tiene una familia dificil y un pasado un poco complicado, pero si logras que te abra el corazon es una persona muy amable y jovial. En serio. 

Yo misma me sentia culpable. Ni siquiera en las pocas fiestas o reuniones lograba que Aina se soltara y hacerle sonreir deberia ser un reto por un millon de dolares.

- A ver, trekking, si, me encanta la naturaleza y caminar. Peliculas y series, si, aunque ultimamente veo solo peliculas porque tengo poco tiempo y me cuesta seguir el hilos de las series, y baliar, pues no me gusta, bueno si me gusta pero siempre hago el ridiculo asi que no lo hago, pero podemos salir y te veo baila si gustas, seguro lo haces muy bien!!!

- Ya sabes con nuestros horarios es complicado que nos veamos en el gimnasio ademas Aina hace mucho ejercicio por su cuenta, es muy reservada. 

Porque estamos hablando tanto de Aina...

- Si la pandemia fue algo horrible la verdad, tanta gente imbecil que no se cuido, tantas vidas perdidas sin necesidad y yo todavia no me creo lo del murcielago, para mi fueron esos chinos para adueñarse de todo, como ya han hecho.

Pero que podia saber yo en una simple islita perdida en medio del Mediterraneo.

- Y me gustan los videos juegos!!! Dije con una gran sonrisa como si fuera navidad.

Aunque sabia que muchos adultos lo consideraban una perdida y gasto monumental, tambien sabia de algunos que eran tan adictos como yo, pero que no vivian en la Isla.

- Tu padre..... mi cara se puso seria de repente.

- Como esta el, esta bien verdad?

- Oye Sofi... por casualidad en el Bar no has escuchado algo referente a un tal Azrael verdad? 

Espere por su reaccion antes de continuar.

- Veras, han desaparecido algunas mujeres y al parecer estan relacionado con algun tipo de culto satanico estupido. No deberia decir nada porque es una investigacion abierta y te pido que no comentes nada, me puedes meter en problemas pero si escuchas algo o ves algo raro no te arriesgues y me avisas ok? 

Le tome de las manos preocupada demostrandole que el caso era algo serio.

- Tal vez solo sean unos adolescentes tontos creando problemas pero hasta no saberlo es mejor tener cuidado y si quieres que pase por ti en las noches para venir a casa puedo hacerlo, solo no regreses sola, si?

- Pues yo de videojuegos...- Sonrió. - No he jugadorazos nunca. - Hizo una pausa. - ¡Bueno, miento! - Soltó una risotada. - De pequeña jugaba, pero ya sabes... Te haces mayor, tienes responsabilidades y vas dejando de jugar y bueno... - Se encogió de hombros. - Llega un momento que ya no vuelves a jugar. ¿Sabes? 

No parecía que le interesaran los videojuegos. Tampoco había pedido que le enseñará alguno. Posiblemente nunca lograra engancharla a esa afición, pero al menos no se había reído de ella por jugar. Desde luego Sofía era una persona muy diplomática y respetuosa con los demás.

- Mi padre bien. Va tirando. ¡Je, je, je! - Sonrió. - Está bien. Bueno... - Ella también se puso seria. Se notaba que algo le afectaba. - Desde lo que pasó en el bar... - Tomó aire. Infló bien los pulmones y contó hayas diez. - No tendría que decirlo delante de una poli, pero... - Apretó los puños con rabia. - ...si tuviera delante a los responsables... ¡Me los cargaba! - Y entonces soltó una carcajada que le sirvió para desfogarse, pero realmente sentía mucha rabia dentro de ella. 

- ¿Azrael? - Preguntó. - Joer, suena chungo eso. ¡Que miedo! - Volvió a reír. - Tendré cuidado, pero tú también, ¿vale? No me gustaría que te pasara nada y... Soy una tumba. No saldrá palabra de mi boca que pueda afectarte. 

Entonces se acercó a María. Le miró fijamente años ojos. Acarició su rostro dulcemente y entonces... Volvió a besarla y esta vez se recreó un poco más que la primera vez. María notó la humedad de sus labios y como la lengua de Sofía se colaba en su boca y comenzaba a jugar con la suya...