Partida Rol por web

4 esqueletos vienen desde el oeste. Van muy juntos y armados precariamente con pesadas piedras a modo de mazas y algún que otro garrote mejor preparado como arma.

Al ver a esos malditos esqueletos primero se me hiela la piel con un fuerte escalofrío, pero inmediatamente este se transforma en una ira colerica que viene agraciada con dotes de un Sacerdote Guerrero.

Sin reflexionar demasiado en la situación grito! Cuatro esqueletos en el Oeste! Vamos por ellos!!!!!!

Cuando tiras a reaccionar los martilladores ya están sobre ellos, dejando las astillas molidas como si lo hubieras metido todo en una trituradora. De lo que queda de los esqueletos, digamos que no vale ni para polvo.

Después queda todo extrañamente tranquilo.

Me sorprende la rápidez con que actuan los Martilladores, la verdad que son valiados aliados...

Observen bien a su alrededor a ver si hay más rastros del enemigo! Debemos acabar con todos ellos!!!!

Se empiezan a repartir por la zona, y tras una hora o así, empiezan a llegarte los informes.

Han encontrado bastantes huellas de esqueletos, pero además hay un muerto. Las tropas han temido tocarlo. Está en la plaza del pueblo, y allí hay una especie de pulpito alto, como para ceremonias religiosas. Está tirado justo a los pies de la escalinata. (Aún no te has acercado)

Además, también te han dicho que han encontrado huellas de botas. Dos pares, diferentes. Incluso en el edificio en mejor estado hay en una planta (a la altura del suelo) restos de heces (posiblemente humanas) y muchas huellas de pies desnudos (de diferentes tamaños) y en el sótano movimiento de pies (hueso) y uno de los pares de botas.

Después de recibir toda la información me parece que el mal ya ha pasado por el pueblo destruyendo todo a su paso, si tan solo hay un solo cuerpo tal vez los que no pudieron escapar a tiempo han sido transformados por magia negra para unirse a las filas de los no muertos.

Hermanos reunanse todos detras de mi, ire a inspeccionar personalmente ese cadaver, ya que es el único cuerpo que quedo en este pueblo... Me acerca un poco cauteloso pero con paso firme sin determe, una vez llegado al cadaver lo toco primero con mi mazo para verificar que no se mueva y que no sea un no muerto, después si no se mueve comienzo a inspeccionarlo y ver si puedo obtener algunas pistas sobre quien era y que paso en este lugar, en especial verifico que herida fue la que acabó con su vida.

Esa carcasa vacía, consumida por la enfermedad. Porta las ropas de un buhonero. De un viajero que va de pueblo en pueblo vendiendo sus exiguas mercancías. Cuando lo inspeccionas tienes una extraña sensación que solo has sentido en presencia de santos y objetos sacros o lugares parecidos. Era esa sensación, pero justo al contrario. Era un ser impío. La corrupción del caso no era capaz de tocarle, ni tampoco le atravesaban los vientos de la magia. Era como un pozo negro en ese sentido.

Enseguida te vino a la mente la respuesta. - Un Emisario Oscuro.

Se te escapó, y todos dieron unos pasos alejándose de ti y de "ESO".

Enseguida, otro de los que exploraban comenta: - Lorthar está aquí.

Habían encontrado tanto al compañero que habías mandado como batidor, como su montura. Esta última estaba perfectamente, pero muy asustada. El cuerpo tenía tantos golpes y cuchilladas que no sabías como eran capaces de reconocerlo. Estaba totalmente desnudo, y en algunos sitios le faltaban trozos (las piernas habían sido totalmente devotadas) Las tripas estaban desparramadas por el suelo, y te podías imaginas que algunos órganos no estaban ni en su sitio, ni por las cercanías. Los ojos también habían sido arrancados, y por lo que parecía, estallados antes de ser extraídos. Los brazos también tenían mordeduras, y algunas habían sido insistentes como para llegar al hueso. Había sido canibalizado con prisas y por varios "hambrientos" seres de varios tamaños.

El grito les sacó enseguida del susto que les había dado tus palabras. Muchos mostraron las armas y se pusieron en posiciones defensivas. Martilladores y monjes montados.

Que hace un emisario oscuro por estos lugares... Tendrá relación con el último Von Bray? Aunque tenga o no relación es evidente que el mal esta invadiendo estas tierras, y además el hermano Lothar a muerto por mandarlo solo... Si esto no tiene nada que ver con mi misión igualmente seguire adelante hasta dar caza a estos malditos que corrompen el mundo, como Sacerdote de Sigmar no puedo hacerme el siego contra el mal y tal vez sea la misma voluntad de Sigmar la que me haya puesto en este camino.

Después de escuchar el grito, Formen un circulo para cubrirnos las espaldas y tener una visión de todos los flancos! Y quedo atento a escuhar si se vuelve a escuchar el grito para dilucidar de en que dirreción viene.

Sacerdotes y martilladores, como pueden, entremezclados, cumplen la órden.

Tras unos instantes sólo el tintineo de las armas y el sonido de las respiraciones se escucha por allí.

Dando grito que rompe con estremecedor silencio. Quien esté ahí que de la cara! Callandome estando atento a ver si escucho alguna respuesta ya de un humano o de algún ser del inframundo.

Pasa el tiempo y la tensión y el estado de alerta os está pasando factura. Tensiones, los empujoncitos de los que se mueven son contestados con gruñidos, y temes que estalle una reyerta entre los tuyos. Los mejores se mueven poco, pero los calambres duelen y se tienen que desplazar para desentumecerse. Además, el miedo puede dar reacciones increíbles, tanto contra amigos como contra enemigos. Incluso insospechadas e ilógicas.

Viendo que tras esperar alguna respuesta de lo que se encuentra en los alrededores no sucede nada, y es más, que la tensión esta aumentando cada vez más y más entre mis hermanos decido que seguir esperando no es una opción, lo mejor sería salir a buscar a lo que sea que esté ahí afuera, ya que parece que somos mejores peleando que esperando. Así que decido elevar unas palabras con el fin de que el espiruto de todos no se vea quebrantado ante la desesperación.

Hermanos! Sigmar y Ulric están de nuestro lado! Ahora avanzaremos todos juntos, unidos por la determinación de nuestro espiritu! Rastreemos a estos hijos del mal, para desterrarlos de este mundo! Y empiezo a andar lentamente con mi caballo de guerra para que el resto me siga, empezando a recorrer los perimetros del pueblo, ya que ese grito debe venir de bastante cerca, ya sea del enemigo o de alguien que ha sido atacado por el enemigo.

En parejas o pequeños grupos, empiezan a dispersarse para buscar. Notas un calor interno que te anima, y te das cuenta que al resto le pasa lo mismo. Alguien grita que ha encontrado huellas, y tras más de una hora de seguirlas empieza a despuntar el día. Estáis en el cruce que estuvisteis a punto de acampar. El que une el camino principal con el que llega al pueblito.

Me parece que hemos siguido nuestras propias huellas de regreso hasta donde estabamos.

Bueno hermanos, parece que regresamos a donde estamos, no pudimos dar con el enemigo pero por lo menos acabamos con 4 de sus no muertos, ahora armemos el campamento aquí, así descansamos hasta un poco antes del medio día, al despertarnos comeremos algo y volveremos a seguir rastreando al enemigo con la luz del sol de nuestro lado. 

Justo cuando empezáis a poneros cómodos para comer llegan un pequeño grupo. Está liderado por una mujer que tiene los hombros más musculosos que has visto nunca. Visten todos de una manera muy parecida y parecen salvajes de las montañas. Os ven, vienen andado por el camino, e imaginas que os tienen localizados de bastante más lejos de detectarlos vosotros. Su andar es alegre y despreocupado y se acercan a cierta distancia de vosotros: - Mal sitio para acampar.

Uno de los que siguen a la mujer le hace un comentario por lo bajo y esta contesta con afirmaciones de cabeza y rie.

No parece tener una actitud agresiva, así que procuro mantener la calama mientras hablo con ella para evitar cualquier mal entendido. Perdone señorita, solamente vamos a terminar de comer y seguir nuestro camino, de casualidad no se han cruzado con seres del inframundo? Les estamos dando caza, pero solamente hemos podido dar con cuatro de ellos... Los encontramos cerca de aquel pueblo, y parece que van arrazando todo a su paso, como Sacerdote de Sigmar es mi deber librar los males que que atormentan a estos pobres pueblos. 

- Pues precisamente nosotros venimos de las montañas, escapando de eso. Rió hacia los compañeros y les dijo: Y cuando terminen con ellos avisen, para regresar a nustro hogar. Y sin más empezaron a caminar siguiendo el camino que a vosotros os trajo desde el interior de Imperio.

Por favor esperen, me podrían dar más información! Lo digo rápidamente para impedir su partida.
Por ejemplo cuantos son en número, si tienen algun patron como atacar de día o de noche, en que dirrección están avanzado estas abominaciones, cualquier información que nos puedan dar será de mucha utilizadad en nuestro esfuerzo por acabar con ellos.

El resto siguen andando, pero la líder se detiene y te mira con cara de insultarte: - Creo que sabe contar... y siguió andando con pasos extraños hacia atrás mientras decía: - No se que ronda por allí, pero ya no hay ni comida que cazar ni vida que se pueda sostener. Y tras eso alcanzó a la carrera a sus compañeros tras un saltito que le permitió girarse y empezó a alejarse.