Partida Rol por web

-El final de la aventura- 

 Finalmente al dia siguiente Kim , Samantha, Jerome y Lincoln son conducidos a otra nueva sala , esta vez de reuniones y más  amplia, donde pueden ver a algunas personas influyentes de Londres. En uno de los asientos esta el actual presidente de  Inglaterra y en otro el que debe ser el jefe de inteligencia. Os hacen las típicas rondas de preguntas de las que ya estais un  poco cansados de responder mientras Lincoln se dedica a hacer el gamberro y a pelearse con los guardaespaldas que tratan  de que no la arme demasiado.

 Os anuncian que alguien conocido quiere haceros una visita y que llegara en breve. Os preguntais de quien puede tratarse y  al cabo de media hora de espera el presidente de los Estados Unidos aparece por la puerta, seguido de su asesor y ... de  ¡¡John!! 

 Vuestras miradas se cruzan entre sorprendidas y emocionadas..

¡¡John!! Estás vivo! Pensabamos que.. Viktor.. tú.. 

El comandante se queda sin palabras, levantándose de la butaca y acercándose a estrecharle la mano conmocionado.

Creía que había perdido a otro buen hombre..

Me alegro de verte con vida.

Su sonrisa es sincera.

Lincoln chilla excitado al ver llegar a un conocido y aparta a manotazos a los guardaespaldas que le tenían controlado hasta acercarse y lanzarse sobre John en un abrazo que casi le tumba.

¡¡YIIIAAAAAAA YIAAAAAA!! 

Sam, la más débil del grupo físicamente, se había recuperado de sus mareos y ya estaba más serena que antes. La pesada rutina de los interrogatorios era una niñería en comparación con todos los avatares sufridos desde que llegaron al asteroide. Lo que no había podido asimilar en su fuero interno era la traición de Viktor, su compañero. Después de esos meses de convivencia, preparando esa misión crucial, no comprendía ese cambio de actitud.

Viktor, ¿por qué?

De repente ve entrar a John, y sus preocupaciones se ven arrinconadas, con un arranque de alegría desbocada.

- ¡John! Gracias a Dios, ¡qué alegría verte! - abraza al estadounidense, ante el reencuentro con sus compañeros.
 

 La pequeña koreana es la última en unirse al abrazo. Y con una sonrisa en sus labios, la lágrima rueda por su mejilla.

Que alegría que estés vivo, John. 

No podía evitar expresar en su cara la emoción del momento respondiendo a cada gesto, a cada abrazo, con un nudo en su garganta que hacía difícil articular sus palabras. Chicos... lo lamento, no pude, llegar antes. Emocionado interrumpió aquella frase para regalar sus sentimientos. Me alegro tanto de que esteis bien... esperaba que al menos su marcha hubiese servido para abrirles los ojos. No os preocupeis..., le cogeremos. Mantuvo sus nervios contenidos en acariciar a Lincoln, apenas era capaz de aguantar su firmeza entre los brazos de sus compañeros

Jerome miro al suelo.  

Le cogeremos..

Intente retenerle, pero el hielo debio romperse al estrellarnos y consiguió escapar... no sé donde diablos se habra metido ahora. Pero eso ya no importa, lo que importa es que  estamos todos bien.

Y que tenemos una labor importante que hacer aquí. El meteorito ya fue destruido, ahora tenemos que luchar por la Humanidad y advertirla de la llegada de las máquinas.- Mira con seriedad a sus compañeros pero confiando plenamente en todos los presentes.

Vamos, amigos..

Nada mas salir de la sala una gran marea de periodistas os está esperando en una rueda de prensa. Preguntas de todo tipo os bombardean, unas serias y otras mas relajadas y bromistas para rebajar un poco la tensión y subir los ánimos. Lincoln se lleva gran parte de la atención y las cámaras, encantado con sentirse admirado.

Al dia siguiente cada uno volveis con vuestras familias o amigos y os dan una semana de vacaciones. Tras el corto pero intenso reencuentro con vuestros seres queridos os mandan un sobre con vuestras nuevas tareas: todos participareis en un programa de investigación de vuestros poderes de la comunidad internacional asistiendo varios meses al año. El resto del año lo dedicais a ir dando ruedas de prensa e información por todos los paises para concienciar al mundo de la llegada de las máquinas invasoras. 

 No es un trabajo fácil y la gente se muestra bastante escéptica pero tras una pequeña demostración de lo que sois capaces de hacer la gente parece tomaros mas confianza,  algunos incluso os idolatran como dioses o superheroes salidos de los tebeos, aunque os alejais bastante de esos estereotipos.

Ahora la Humanidad en un futuro no muy lejano se enfrentaría a un nuevo desafío por su supervivencia, pero esa sería otra historia....

[FIN]

 Jeee gracias máster!  por mi parte tienes un positivo asegurado! ^_^  Aunque el sistema me odió hasta el final!

Samantha Müller

A Samantha, la aventura le dejó marcada. No sólo por el poder de premonición adquirido, sino por las consecuencias que vinieron después. La veneración que algunos le profesaban, al darse a conocer sus poderes de forma pública, fue difícil de aceptar para ella. La alemana nunca se había sentido a gusto en el primer plano de los focos, siempre estaba en segunda fila. Por eso, decidió mudarse a un lugar apartado de Suiza, donde poder descansar, sólo viendose molestada por las obligaciones obvias con la NASA.

Delegó en John, Kim y Jerome, (sí, ya no era el Comandante sino Jerome), las tareas de concienciación sobre una posible invasión. Se mantuvo en contacto con sus amigos de forma esporádica, confiando en que respetaran su deseo de permanecer apartada del primer plano. Y aprovechaba los viajes a Cabo Cañaveral, para visitar a Linc, y comprobar su estado de salud. La verdad es que verlos continuamente, hubiera supuesto remover demasiados recuerdos como la trágica muerte de Norman ó la traición de Viktor.

En su reclusión voluntaria en Suiza, sigue estudiando acerca del ADN humano, mezclado con los "bichitos" del asteroide, con resultados infructuosos hasta el momento.  

Viktor Korolev

A pesar de que su plan inicial resulto infructuoso debido a la intervención de sus compañeros el destino no trato del todo mal al ruso. Tras escapar a marchas forzadas del lugar del accidente de avión y armar un poco de revuelo en los medios llamó la atención del servicio de inteligencia britanico. Al dia siguiente en su habitación del hospital se presentaron cinco hombres de negro con una oferta que no podía rechazar.

A cambio de participar activamente en un programa de estudio de su poder, de servir a Inglaterra y sobretodo de permanecer en la sombra, le fueron dados una serie de concesiones. Un alto puesto en el ejercito pero alejado del mundo público, un sueldo no exagerado pero si lo suficientemente bueno como para asegurar su fidelidad por el resto de sus dias y una pequeña casita en las Altas Tierras escocesas aislada del mundo exterior y donde pudo dar rienda suelta a sus aficciones más oscuras como la literatura rusa, la pesca o su mecedora.

Los intentos por degradar la imagen del general ruso Makarov fueron del todo inútiles. Ni a Inglaterra ni a ningún pais le convenia enfriar relaciones o meterse en guerras cuando la amenaza de las máquinas invasoras era tan cercana y evidente. Por primera vez en toda la historia de la humanidad todos los pueblos y banderas estaban dispuestos a unirse contra una amenaza mayor, aunque los americanos se mostraron bastante frivolos con Rusia aceptaron cooperar también.

No volvió a recibir nunca más una postal navideña, ni la cesta de la NASA. En cambio extrañamente el dia de navidad un saco de carbón comestible apareció bajo su chimenea. 

John se propuso buscarle a cualquier precio y quien sabe si algún dia volverían a encontrarse, aunque seguramente no para darse precisamente un abrazo...

Jerome Douglas 

Jerome, dadas sus dotes sociales y de liderazgo, fue la figura más activa en la divulgación de la amenaza de las máquinas por el resto de países. Sin duda fue el que cosechó mayor fama de los seis dado su carisma nato y la vistosidad de su poder. Aunque siempre tenía la agenda apretada por conferencias, estudios de la NASA o demás compromisos siempre sacaba al menos unos dias al mes en los que visitaba a su mayor tesoro: su mujer y sus preciosas y revoltosas hijas.

Con el tiempo le fue concedido un alto cargo en el ejercito de los EEUU donde participó activamente en las labores de planificación de la defensa ante las máquinas. Al menos una vez al año durante el resto de sus dias llamaba o visitaba al resto de sus compañeros para ver qué tal estaban o rememorar viejos tiempos..

Lincoln 

Lincoln fue conducido de vuelta a su zoológico de origen en América. Su raza ya había cumplido enormemente con el compromiso de ayudar a los Humanos. De vez en cuando unos tipos extraños con uniformes blancos venían a tocarle las narices y hacerle extrañas revisiones pero en general se le respeto bastante y siempre obtuvo un buen trato. Allí disfruto como un mono de nuevo de la libertad, visitó a la familia e incluso encontro una bonita prometida con la que tener bebes chimpances. 

Era todo un heroe entre los suyos pero también un incomprendido. Él había salido del zoológico, que aunque no fuera pequeño, era insignificante comparado con el mundo exterior. ¡Que diablos! Incluso había salido del mundo exterior que era insignificante comparado con la inmensidad del espacio. Después de lo vivido y a pesar de las visitas de Samantha y sus compañeros con el paso de los años no se encontraba agusto allí. Un dia como cualquier otro las verjas aparecieron arrancadas y las puertas tiradas abajo y allí no quedaba ningún chimpance. 

¿Los habrían raptado para venderlos en el mercado negro? ¿Se habrían escapado? ¿pero cómo.. ? Ningun chimpance tendría esa fuerza.. ¿Dónde estarian ahora?¿La jungla? ¿De nuevo en el espacio?  Lo único cierto es que allí en medio de tanto destrozo encontraron una nota toscamente garabateada:

                                                                                  Adiós chicos. Me voy con los mios a nuestro hogar. Os aprecio. 

                                                                                  Platanos,

                                                                                   Lincoln.        

Norman Wakerther 

A pesar de no quedar ningun resto del astronauta, le fueron concedidas varias medallas por su sacrificio y se celebró un entierro con honores militares y un ataud vacio simbólicamente. Su familia agradecida recibió el afecto y apoyo de Jerome, Kim, John y Samantha que también asistieron al acto.

                                                                                     En memoria de Norman Wakerther

                                                                                      que murió más allá de las estrellas.

                                                                                 Eternamente agradecidos por tu sacrificio.

                                                                                                            R.I.P

ICEBOOM, John Frost

Ascendido y trasladado para instruir y preparar escuadrones que fuesen a enfrentar a esas máquinas con elementos vólatiles, muy volátiles y algunos inflamables entre otros. Aquella nueva empresa consiguío mermar sus ganas de venganza y apartarlas para sus vacaciones, donde un comando en secreto se ocupaba de complentar una misión clasificada Top Secret: "My Viktory".

El frío soldado agradeció y transmitió la calidez que su familia, sus compañeros, el mundo entero, que demostraba el universo en post de su supervivencia. Aún les quedaba mucho por aprender y lucharían por conservar el beneficio de la duda, la oportunidad de ir más allá, de sentirse cada vez más, más insignificantes frente a esa inmensidad.

A menudo disfrutaba vistando e interesarsándose por sus compañeros, asegurándose además que todo marchaba bien, que estaban a salvo. Nunca pudo evitar quitarse de su cabeza que ya no le necesitaban, pero así era John, les protegería hasta el final. Compartían un vínculo que nadie podía hilar en todo el planeta.

Las heladas noches de su casa en el norte de los Estados Unidos estaban reservadas al puro que descansaba sobre la chimenea, apoyado sobre un machete clavado en la pared, disfrutando del metálico sonido de los engranajes de su reloj al darle cuerda. Todo era cuestión de tiempo...