Partida Rol por web

Cuando la campana anuncio el fin de clases, Raijiro comenzo a bajar lentamente las escaleras. Aun con los auriculares en los oidos y musica tranquila saliendo de ellos, se despidio de sus compañeras que tambien estaban en la azotea con un gesto de mano y una sonrisa.

A pesar de lo rutinario del dia, su mente se escapaba de tanto en tanto a su hogar: lo cierto era que añoraba su habitacion, su santuario. Nada alli lo perturbaba, ni el prospecto de un nuevo sueño estrafalario como el que habia soñado anoche mismo... De hecho, tras la decepcion que se habia llevado debido a la falta de clubes, un nuevo sueño delirante parecia bastante entretenido.

Camino en silencio al salir de la escuela, con las manos metidas en los bolsillos del uniforme y sus auriculares aun sonando.  No sabia realmente que opinar del instituto y sus compañeros, dadas las circunstancias del dia, pero parecian un buen rejunte de muchachos y muchachas. A pesar de la falta de clubes, penso que podria ser peor.

Sus padres lo saludaron cuando llego, anormalmente efusivos: Raijiro supuso que eran sus ganas de saber sobre el instituto. No les conto acerca de la falta de actividades academicas de ese dia (cosa dificil, ya que habria matado por ver sus caras al enterarse), pero si les comento sobre los clubes y trato, con poca sutileza, de indagarlos acerca del porque. El profesor habia dicho que fue por una "tragedia", palabra bastante fuerte dado el contexto. Para mas decepcion, sus padres no supieron darle una respuesta satisfactoria.

Su hermana estaba en la sala de estar, ya con la cabeza hundida en un libro de textos. Sin embargo, cuando el entro, levanto el rostro y le sonrio con dulzura, gesto que el devolvio alegre. A pesar de todo, era su hermana y el la queria.

Tras una cena ligera, el chico se encerro en su habitacion. Fue recien cuando la puerta del cuarto se cerro tras el y estuvo solo que realmente noto lo cansado que estaba. Se desnudo y se metio a la cama, tapandose hasta la cabeza y se dejo hundir entre las sabanas.

Y así, tras echar levemente la vista atrás, llega el momento de ser presa del toque de Morfeo.

Cerrar los ojos y evadir la mente... ah... grata recompensa... el mundo de los sueños...

El resto del día para Arisa fue un poco como siempre, termino de hacer la comida y estuvo con su padre hablando todo el tiempo de lo que había hecho en el instituto y de cómo él estaba. Una vez comieron se marchó a su primer trabajo de medio tiempo, un trabajo sencillo en una cafetería en la que estaba muy agusto porque el uniforme le gustaba mucho y las compañeras eran muy amables.

Una vez termino su turno volvía a casa, por fortuna no estaba muy lejos y se puso a estudiar, lo justo para terminar parte de la tarea que tenia ya que se puso a ayudar a su padre a mitad de estudio. Una vez termino se fue corriendo a su segundo trabajo como repartidora en una tienda de pollo frito. No era un trabajo que le gustase mucho, pero la mujer era muy amable y casi todos los días le daba lo que sobraba y eso solía ser su cena ya que prefería preparar algo para su padre y ella comer eso mismo, aunque nunca le decía que era lo que cenaba.

Una vez termino de cenar se dio un baño relajante, era tarde y casi se queda dormida en la bañera, de hecho, dio un par de cabezadas y se despertó porque se mojó la cabeza. Una vez hecho esto se fue a la cama, no estudio, no termino su tarea, estaba cansada y no le apetecía demasiado estudiar, mañana estudiaría.

Después de darme un buen baño con agua caliente, me voy a mi habitación sin siquiera cenar. No me apetece que mi madre siga preguntándome qué me ha pasado. O que mi padre me mire mal por haberme metido en otra pelea, dándome de nuevo la charla sobre influenciar mal o bien a mis hermanos pequeños. Seguramente tendrá algo que decir sobre pelearse en cualquier sitio donde pongo los pies. Pfff.....

Me cuesta dormirme debido a la culpa y el dolor que me provocan las heridas en la cara. De alguna manera pienso más fríamente y con calma después de haberme peleado, más aún si encima he recibido bien. Por eso es que me he metido con esos cuatro universitarios que abusaban de un pobre cuatro-ojos. Me pregunto qué habría pasado si los vecinos no los hubiesen espantado. ¿Me habrían matado a patadas?

Auch, duele.

Mirando el techo, me pregunto si voy a poder seguir con la farsa de que estoy bien aquí. Odio Osaka.

El día había sido bastante ajetreado para Arisa. Después de haber estado en el club de informática corrió para su primer trabajo ya que apenas iba a llegar a tiempo. Estuvo trabajando hasta que llegó la hora de terminar, por fortuna los compañeros de la cafetería eran bastante amables y se dieron cuenta que no había comido por lo que le dejaron un rato para comer. Después de eso se fue a repartir pollo como hacía por las noches.

Cuando llego a casa era ya tarde y traía unas raciones de pollo como siempre le daba la mujer de la tienda. Ella no le dijo a su padre que había estado trabajando, sino que había estado estudiando con unos compañeros, que tenía que hacer un trabajo para le instituto. Después de arreglar la casa y preparar la comida para le día siguiente se dio un baño y no tardo en dormirse.

Toda la tarde invertida en un salón recreativo, gastando toda mi semanada en las máquinas de juegos, sirve para que recupere un poco los ánimos, algo turbios después de la sesión en la piscina.

Al llegar a casa, como cada día, los únicos que me prestan algo de atención son mis hermanos pequeños. Mi madre simplemente me pregunta si me he metido en algún lío, a lo que respondo con una patada a la puerta que hace llorar a los enanos. Intento consolarlos mientras ignoro el enfado de la mujer que me parió, tomándome un largo baño con ellos.

Una vez estoy limpio, me visto con ropa casual y salgo a la tienda 24h para comprar tabaco y algunos snacks. Como siempre, se me hace difícil comprar tabaco, pero me basta con hacer una apuesta con unos delincuentes para conseguirlos, a cambio de tener el labio partido de un puñetazo. Nada raro.

Al volver a casa, ni siquiera ceno, sino que me voy directamente a la cama a dormir.