Partida Rol por web

Grigory esta al ciento por ciento convencido de que la tablilla es un antiguo juego de computador y de la pistola no sacó nada en claro, nada más allá de lo que ya sabía de base.

Déjame que lo mire pero seguramente lo repartiré.

Ya que yo voy con pistola, y suelo ir al c.c., creo que sería buena idea quedarmela, no?
Los cuchillos se los daré a quién me los pida, no hay problema.
De todas formas hago un examen minucioso de todo antes de entregar nada...

La arcano pistola se la acabaré dando al que mejor HP tenga o al tecno sacerdote, no sea que pete por manejarla mal.

La placa esa negra no sabemos lo que es?

Caguenlalechemerche

Reprimió un suspiro y dio las gracias al Señor porque aquello no fuera una roseta y no hubieran cometido un crimen moral de magnitudes colosales eliminando a un acólito del Santo Oficio. Con aquel peso levantado del espíritu (y el estómago) pudo dedicarse a la tarea de comprobar si alguno de su rebaño parecía especialmente devastado. Por lo que podía permitir verse tras la cara completa del caparazón, parecía tocante más del lado del enojo, el fastidio y la frustración que de sentimientos menos productivos.

"Espléndido"

El viaje concluyó en el más abandonado de los mutismos por parte de todo el mundo. Un sacerdote mejor quizá hubiera aprovechado el momento para elevar unas alabanzas colectivas al trono y elevar los espíritus, pero en aquel momento Fray Ollanius estaba cansado y prefería relajarse a sí mismo con la lectura de un volumen de obras pías y edificantes: las almas inmortales de sus compañeros podrían apañárselas media horita solas mientras se solazanba con un San Jerónimo. Esta se rebeló una decisión eficaz porque, no muchos puñados de minutos después, el padre se encontraría con una situación extraña cuando terminaron la misión e hicieron el reporte.

Y centrarse en que no era su asunto no sirvió de nada porque, por supuesto, era su asunto. O se lo iban a hacer. Podría intentar usar su dignidad y desentenderse de todo, pero... *sigh* era un patriota después de todo, y aquella gente era lo más parecido a la vieja patria que quedaba. Eran lo ÚNICO de la vieja patria que quedaba.

Ok, todo lo repartiré entre nosotros, lo roleo cuando toque...pero primero tienes que contestar a mi informe (mi anterior post) XD

¿Una emboscada? si los informes eran correctos en cuanto a la aproximación de los rebeldes - los ojos se entrecerraron como era habitual en ella cuando algo le escamaba o no le agradaba - ninguna unidad reportó ser atacada, todos pudieron defender sus posiciones salvo la escuadra desaparecida ¿que os pasó? despejamos las macroautovais - sus brazos optaron la nada maternal pose de "en jarra" y miró a todos con cierta dureza, pero siguió - que sean atendidos en la enfermería si es necesario. Respecto a los prisioneros, el comisariado de Nugratis los ha solicitado y son para ellos, no podemos hacer nada, así que ni lo intente sargento. Han hecho bien ¿algo más que deba saber? - la tablilla la miró pero ni la quiso tocar, se notaba que no sabía que era ni tampoco tocarla o involucrarse con ella.

El sargento ni se inmuta ante la extrañeza de la capitana. Ha decidido obviar el fallo de su operador y defender a sus hombres, esperando que estos sepan apreciar el gesto de lealtad del Sargento y paguen con la misma moneda, pues a puesto su cuello en juego por ellos. Contaba conque los informes de inteligencia no solían ser lo precisos que se esperaba y que muchas veces había fallos...para cubrir su pequeña pero necesaria ocultación de la verdad. Ésta era otra de las formas que tenía de decirles que estaba con ellos, pues todos provenían del mismo lugar y sólo se tenían unos a otros. Cuanto antes lo entendieran, antes podrían empezar a confiar unos en otros y a aumentar su efectividad como escuadra de combate, y como compañeros.  

- No pensaba reclamar para nada a los prisioneros, ellos hicieron su elección, ahora los comisarios actuarán como toca, por el Emperador, como todos nosotros. - contestó. 

- Nada más, señora. ¿Permiso para retirarnos? - preguntó, con ambas piernas separadas y las manos entrelazadas a la espalda, mirándola directamente a los ojos. 

La diminuta memoria de datos con información le quemaba en el bolsillo....

Ignorar a la capitana no era algo que se podría considerar, una opción. La mujer, originaria de las duras y letales tierras norteñas de Enceland giró la cabeza mientras entrecerraba los ojos. No le quitaba la mirada a Karl y sin duda, la mala leche característica de los milenarios enemigos de los vitaneses no tardaría en aflorar sino se le daba lo que quería. Sin duda alguna el sargento Karl tenía un serio problema, porque aquello no estaba dando entre iguales, sino entre la tercera al mando de todo el regimiento y él, un sargento de escuadra.

La pose relajada y amistosa de Sigga desapareció y una sonrisa peligrosa surgió de entre sus labios - Sargento, le he hecho una pregunta, y odio que me hagan repetir las cosas dos veces, pero dado que hoy me ha pillado de buen humor, le haré el favor; ¿qué les pasó para sufrir una emboscada? 

- Mierda, no ha colado. - pensó el Sargento. Una cosa era no responder con toda la información, es decir, omitir la parte menos conveniente para tus intereses...y otra muy diferente mentir descaradamente, engañar a un superior, y ése no era un ejemplo que él quisiera dar a su escuadra. Además, decir mentiras no era algo que fuera con el carácter de Karl, nunca se le había dado bien engañar a nadie.

- Sufrimos un retraso en la ETA* debido a un error en la ruta tomada. En mi opinión y por la disposición de la emboscada, materiales empleados, barricada, etcétera...creo sinceramente que nuestro retraso no fue la causa. Parecían llevar bastante tiempo allí esperándonos. De todas formas, me hago responsable de cualquier castigo que crea conveniente, señora. Son mis hombres y mi responsabilidad. - 

Ahora bien, era indudable que cualquier castigo que sufriera Karl haría que luego exigiera mucho más a todos, y que los castigos que Karl emplearía a quien no cumpliera serían duros....muy duros. 

Las continuas preguntas de la capitana sobre como habíamos sufrido la emboscada, daban a entender que no se había tragado la milonga del sargento, y por lo que dejaba entrever, lo que quería era un cabeza de turco que pagase por el asunto. Era de agradecer las acciones de exonerarme del sargento, pero no dejaría que el nombre de la unidad decayese por mi culpa. Doy un paso al frente saliendo de la posición de firmes.

- Capitana, señor. Sobre el desvío en nuestras acciones, solo yo puedo ser el culpable, era mi responsabilidad marcar la salida de la macroautovais y salí en una anterior de la marcada por inteligencia. Me quedo parado en posición de firmes, esperando el chaparrón de críticas que seguramente reciba. 

Dejaos de gilipolleces - les espetó a ambos de mal humor y con desagrado - la responsabilidad es del Sargento, así que para hacerse el mártir váyase a la avenida de los píos, donde podrá encontrar descanso, perdón o lo que quiera. A veces creo que a algunos de vosotros no se os mete en la cabeza quienes somos, el fallo, no esta en nuestra educación, no pasamos toda la vida en la schola para cometer errores de novato de este calibre ¿estamos? - no esperó respuesta - ahora, váyanse a descansar, recuperarse y ya saben que hacer - no hubo tiempo a replica, pues la capitana se giró sobre sus talones y se marchó a buen paso, conteniendo la ira que la embargaba. Su fama le precedía y era de gatillo fácil. Siempre se dijo que su perfil era para el comisariado pero se debió traspapelar.