Partida Rol por web

Plus Ultra - La Conquista del Cipango

Reclutamiento

Cargando editor
05/08/2015, 19:41
Director

Instrucciones para mandar la historia de personaje

 

Sobre el personaje

  • El personaje será un soldado de una compañía de infantería en el Tercio del Águila, así llamado por su maestre de campo, Juan del Águila.
    • El rango máximo permitido es el de capitán de la compañía. El resto de rangos son, alférez (1 por compañía), sargento (1 por compañía), cabo (uno cada 25 hombres aproximadamente), furriel (uno por compañía) o soldado raso. También existe el "soldado de ventaja", un veterano que percibe un sueldo mayor en virtud de alguna hazaña o servicio meritorio.
    • Los soldados se enmarcan dentro de las especialidades arcabucero, coselete (piquero con armadura), pica seca (piquero con casco y sin armadura de acero), rodelero (infante con espada y escudo) o mosquetero (sin armadura, manejando el mosquete, arma de fuego de mayor alcance y dimensiones).
    • Excepcionalmente se permite que algún jugador entre dentro de otras especialidades, como la de músico militar (pífano o tambor) o mochilero (paje de soldado).
  • No obstante, aunque es un tercio español, nada impide que el personaje sea un "soldado particular" o aventurero de otra nacionalidad. Eso si, en éste caso debe tener un trasfondo de clase alta o poseer los bienes suficientes. Los soldados particulares no percibían paga, y solo se beneficiaban del saqueo.
  • No hay limitación a la hora de llevar un personaje histórico, como Cervantes, siempre que la cronología lo permita de forma plausible.
  • Además, alguno de los personajes debe ser un traductor de japonés, por lo que doy éstas opciones:
    • Un misionero jesuita (español o portugués) que ha pasado un tiempo en las islas de Japón.
    • Un japonés (o japonesa) afincado en Manila, o bien un esclavo de los que los propios japoneses vendían a los portugueses (y que solían ser prisioneros de guerra).

 

Sobre la historia a mandar

La historia debe describir a grandes rasgos:

  1. Quién es el personaje y cómo se llama.
  2. Edad actual.
  3. ¿Cual es su rango u oficio?
  4. Experiencia militar, si la tuviera.
  5. Resumen de su vida (no me hace falta mucha extensión).
  6. Personalidad y aspiraciones (por que se ha alistado para ésto).

 

Además, las historias deben incluir una imagen del personaje. Me sirven tanto ilustraciones como fotografías de películas ambientadas en la época que va de 1550 a 1610, aprox., o fotografías de recreadores históricos. También se puede utilizar un cuadro de época o historicista (hecho posteriormente) pero con cuidado: la mayoría de los cuadros representan a generales, capitanes o nobles.

Eso es todo. Doy unos días (sin poner fecha límite) para que se manden historias. La razón de éste hecho es que por mi experiencia previa, se que poner una fecha tope no es del todo aconsejable.

Cosas que busco, para que os orientéis:

  1. Personajes sólidos, con sus luces y sus sombras (no busco superhéroes del mata-mata).
  2. Originalidad.
  3. Frescura y cierta rapidez mandando historia (me mueve a pensar que postearéis rápido en la partida).

 

¡Espero vuestras historias!

Notas de juego

La historia se mandará a ésta misma escena, marcando "Sólo para el director"

Cargando editor
05/08/2015, 21:59
Sólo para el director

Espero no cagarla con este tochopost de la muerte, pero me pareció original hacerlo de esta manera y no poner el típico punto-por-punto-de-lo-que-piden-los-masters-y-queda-muy-feo-de-cojones. (re-aviso, es un tochaco bueno,pero mei pareció de puta madre hacerlo así, espero no cagarla por ello xD)

 

Sargento Don Diego de la tarantela y Villegas:

Atienda vuesa merced, al relato que aquí trataré de contarle en lo acaecido al nombramiento de, Don Diego de la tarantela  y Villegas, como nuevo oficial de la nuestra compañía, sargento de rango.

Corría el año de nuestro señor 1577, meses después del infortunado incidente  conocido por nuestros infames enemigos como “el saqueo de Amberes”,  y yo, como capitán D. Juan del águila, me hallaba en la imperiosa necesidad de asistir a Lombardía, debido a los problemas de aquella zona.  Acortado y sin meterme en menesteres que no harían si no entorpecer este escrito, procederé con la historia que usted, excelentísimo D. Alejandro Farnesio,  ha reclamado oír.

Dicho sargento, apenas rondará los 35 años bien curtidos en nuestra tierra España y sus provincias en Europa y ultramar.

Me sorprendió cuando me enteré, que tan  robusto y honorable soldado era de la verde tierra extremeña, concretamente (según me informaron aquestos que le conocían) de la muy noble villa de almendralejo, a escasas 5 leguas reales de la ciudad de emérita augusta. 

Suelta poca prenda cuando se le es preguntado por sus años de infante, o zagal, como así llaman a los jóvenes imberbes en su basta tierra, aunque pude saber que su padre al igual que todos sus iguales de su época, era viticultor, oficio de gran prestigio en su villa, debido a las fanegas de viñas que cubren los campos de alrededor.

Según cuentan, profesó desde bien mozo el ardor guerrero atribuible a su raza de conquistador, pues, recordemos, que de esa tierra que nos es tan desconocida para algunos, nacieron los grandes Hernán cortés y Francisco Pizarro, héroes legendarios de nuestra patria.

A los 16 años,  cuando tuvo la edad de presentarse como mochilero de los tercios, aún vendimiaba en su tierra, creciendo fuerte, aunque de normal estatura, pero no tardó mucho en ingresar en los ejércitos de España.

Solo en escasos momentos se licenció para volver a su hogar, donde conoció esposa,  Doña María de los Cármenes gutierrez, la cual engendró a sus dos vástagos y a una moza bien bella.

Cuentan que volvió a alistarse en su tercio cuando la urgencia de los reales llamó a su puerta. Un mal año decían,  plagas en las cosechas y poca lluvia, me comentó algo lacónico en una ocasión en privado. Quiso la suerte que recalara en mi regimiento, pues su valentía y sacrificio es incuestionable, al igual que su honor, aunque he de reconocer, que su sacrílega boca y sus múltiples quejas hechas para él (aunque siempre en voz alta), me han desquiciado en ciertos momentos concretos.

En una escaramuza con insidiosos rebeldes flamencos,  fue cuando supe por primera vez de Don Diego,  mi antiguo sargento (el cual sea acogido en el seno de nuestro todopoderoso señor) recibió un plomo que le descerrajó el pecho, tras romper su plateada coraza, haciendo que feneciera en segundos. La compañía se sumió en unos momentos de caos, pues, todos sabemos la importancia de un sargento dentro de una compañía, y como su liderazgo y mando hacen que esta funcione a la perfección, cumpliendo los objetivos marcados por su capitán.

Este aparatoso momento de zozobra moral no se prolongó en el tiempo, ya que Don Diego tomó la corcesca del fenecido y comenzó a bramar órdenes cual diablo enfurecido, no teniendo otra opción sus compañeros, que obedecerle debido a  la sabia cólera que de sus palabras emanaban. Impresionome tanto este suceso, que tras el combate decidí ascenderle de facto al rango suplantado  además de mostrar interés en su persona, a fin de compenetrar nuestros caracteres en los futuros lances contra los infieles.

Cómo describiría su persona es algo difícil, a pesar de los años transcurridos derramando sangre por la gloriosa patria nuestra, tras tantos años de dura refriega.

Valeroso y decidido, serían su principales rasgos.  Ducho en las artes del combate y el mando, aunque yo viera mejores en mis años en los tercios, debido en parte a su cólera cuando no se cumplen las órdenes establecidas, es un punto negativo, pero que en ocasiones, nos ha salvado más de una vez.

No le gusta ser amigo de nadie cuando el acero choca con él del adversario, es duro con la soldadesca, aunque sabe reconocer los méritos de esta, pero siempre con actitud seria y comedida, pues según él,  es su trabajo, y no hace falta felicitarles a cada paso por ello.

Y, argumentando lo peor de su personalidad, ya que si no, esta misiva no sería del todo objetiva, decir aparte de su mencionada boca sacrílega, la cual haría que a un obispo se le cayera el hábito, y que a veces desagrada a los oficiales superiores.

No es ducho en la palabra cortés o noble, y nunca se le dio bien escribir, aunque ha aprendido a manejar la lectura de manera suficiente para su puesto.

Lo peor de todo, son sus constantes reniegos personales cuando la cosa va  mal, expresándolos en voz alta, haciendo titubear a veces a la soldadesca que los escucha. Sus quejas normalmente van referidas a su santa madre, nuestra amada patria, y nuestros gloriosos ejércitos, así como al mismísimo creador. No es una práctica  halagüeña, y ha sido censurado varias veces por ello, incluso yo personalmente tuve que hacerlo varias veces.

Sería un buen motivo para una reprensión mayor, incluso una  expulsión o soga, pero, su capacidad, sus virtudes y el respeto que le profesa la tropa, son suficientes para tapar estos hechos.

Para finalizar, excelentísimo D. Alejandro Farnesio, decirle que podrá reconocerlo con gran facilidad a la vista. Su cuerpo es robusto aunque de normal estatura, su pelo es negro como el tizón y siempre lo lleva corto, debido según él a los piojos y pulgas del campo y los barracones. Por el contrario, su barba es espesa y rizada cubriéndole la mayor parte de la tez. Sus cejas siempre están enfadadas con todo, con su mirada penetrante y seria, pues rara vez bromea. A pesar de esta dureza, sus ojos son del color marrón normal y común. De su trabajo en el campo ha adquirido manos grandes y encalladas, brazos amplios y fuertes, así como un color algo más oscuro de lo normal debido a las grandes jornadas de sol a sol en su villa.

Por si le preguntare por aspiraciones personales, él le diría sin remilgos que son en este orden, ganar reales para vivir cómodamente junto a su esposa, volver a casa, acabar con los enemigos de España, y por último, hacer más grande a nuestra gloriosa nuestra nación.

Imagen conceptual:

Cargando editor
05/08/2015, 21:52
ERTYWERT
Sólo para el director

 

Salvador Ruiz Berenguer, natural de Alcoy, es sargento en el Tércio Águila. Proviene de una antigua familia de combatientes. De su tierra tanto el Cid como los Almogavares reclutaron tropas por su aguerrida fortaleza y por su ingenio. Siempre fue tierra fronteriza, desde los tiempos romanos, includos por los cartagineses y por los árabes. Hoy día, cons sus 26 años es un veterano. Ha conseguido sus ascensos por si habilidad de combate. Ha sido tanto Rodelero, en sus principios, como Arcabucero cuando llegó a cabo, y hoy día gusta de esas armas ruidosas y demás, pero por su puesto tiene a sucargo dos grupos de cada, para cubrir el flanco contrario al que el alferez.

De joven, su padre, un hombre culto e instruido, le contaba las historias de las diferentes batallas en que la familia había participado. Vivian de lapensión de herido que este tenía, pero la infección, un día le invadió totalmente y tardó 19 días en morirse. Las mujeres tenían un mínimo con las tierras que habáin sido adquiridas por la estirpe durante años, que se extendían desde Alcoy hasta Onil, por las montañas, en las que diferentes reses pastaban y en las que unos cuantos caseríos servían de alojamiento para los jornaleros que les servían. Además, los capataces se reunían semanalmente en el hogar de la saga para dar las novedades y pedir los recursos necesarios para continuar con su labor.

Podría haber sido un oficial por su estatuso social, pero había preferido ganarse el puesto por si mismo, y esto es con tiempo. De todas maneras había sido propuesto varias veces para el puesto de capitán, y puede que pronto, la siguiente vez que se lo propongan, aceptará el puesto. Ya está bien de sudar, sangrar y sufrir, y en ese puesto se gana más y vive mejor.

Quiere ganarse un puesto en la nobleza de su imperio, al cual sirve con devoción. PEro ahora mismo sus hombres son lo primero y cuando hubiera ganado prestigio suficiente, y fortuna, regresará a casa con el orgullo enchido y los bolsillos repletos.

Ha tomado la costumbre de mascar unas amargas hojas que parece que le limpian la boca y dan un buen aliento, pero también dan cierta vitalidad y ánimos que no da ni el tabaco ni el resto de cosas que cultiban los desgraciados del Magreb. Ha tomado bajo sus tutela una mujer mestiza, que tiene por esposa, y que en Manila queda cuando viaja. Cuando regrese a su tierra, veremos si la deja o la porta como trofeo. De todas maneras no es un hábido de sexo, que se recrea con frugalidad cuando está con ella.

Por su experiencia y tiempo, se ha hecho con una armadura de muy buena calidad, y cuando se la quita, muestra con orgullo las Aspas de Borgoña que tiene tatuadas en la espalda, desde su primera visita a Mindanao. De todas maneras, su forma de combate ha sido, desde un tiempo hacia aquí, con una espada corta en la izquierda y una bastarda, que en ocasiones usa a dos manos, en la otra. Por esto, y por las amistades que se gastabaen su juventud (Diego García de paredes) se ha ganado el mote del Duelista, cosa que no deja pasar la oportunidad de restregarlo con orgullo y si ve que puede ganar el reto, no duda en luchar, aunque no es muy dado a ello y jamás a haceptado uno que le hubieran propuesto, cosa que hace con mofas del retador, humillando más aún al que quería limpiar su honor, el cual marcha mucho mas máculo que antes.

Cargando editor
06/08/2015, 12:11
Charlie-Soso
Sólo para el director

¡Buenas Targul! Desde que leí el hilo del foro con el sondeo de esta partida me llamó mucho la atención, y me encantaría jugarla. Aquí te dejo mi ficha de personaje para el reclutamiento:

 

Rodrigo Expósito (33 años)

Rodrigo Expósito es un hermano Jesuita con experiencia de misiones por la zona de Filipinas y otras islas del Japón. Su oficio es el de llevar la palabra y las enseñanzas del Señor, y cuidar de sus hijos aquí en el mundo terrenal. Todo esto siempre desde los preceptos y el enfoque de San Ignacio de Loyola y San Francisco de Javier. Como buen jesuita, no se trata de un simple fanático, sino de un hombre práctico y espabilado, dentro de su creencia y labor religiosa.

Experiencia miliar propia no posee. Pero estando en tierras japonesas se vio a menudo en contacto y trato habitual con varios cuerpos armados autóctonos, aparte de un par de desafortunados encontronazos con piratas de la zona.

Rodrigo no tuvo una infancia que recordar con nostalgia, precisamente. Como su apellido hace intuir, fue abandonado a los 

pocos días de nacer a las puertas de un orfanato jesuita en Badajoz. El muchacho no llegó a ser adoptado por ninguna familia, por lo que creció y fue madurando tras los muros de la institución jesuítica, entre los hermanos de la orden. A lo largo de estos años, la concepcion del mundo y de la vida a través de las enseñanzas de la Compañía de Jesús fueron calando en el joven huérfano.
Ya de adolescente, cuando expresó a sus hermanos su deseo de hacer votos y convertirse en hermano jesuita, el director del orfanato, el hermano Julián, le recomendó empezar su formación en el Colégio do Espírito Santo, en la cercana localidad portuguesa de Évora. Pensó que su formación en un entorno diferente al que había crecido enriquecería su bagaje personal, además de poder aprender la lengua del país vecino. Tras su formación, y una vez ordenado jesuita, la afición por conocer nuevos horizontes e impartir las enseñanzas religiosas le llevó a alistarse en diversos proyectos como misionero de la Compañía. Con apenas veintitres años, partió con una pequeña flota rumbo a Manila. Durante casi siete años, el joven Rodrigo llevo a cabo un periplo por las diferentes islas de la zona, colaborando y conociendo los diferentes proyectos de misiones de los Jesuitas, mientras estudiaba y conocía la lengua y costumbres de los pueblos indígenas, para facilitar el proceso de evangelización. Tras un par de incidentes con piratas wako que estuvieron cerca de costarle la vida, pidió regresar a España para descansar y reflexionar sobre sus vivencias en aquellas tierras orientales. 

Tras algo más de dos años de regreso, en los cuales alternaba estancias entre el orfanato pacense y el colegio de Evora compartiendo sus experiencias entre los hermanos y jovenes seminaristas, fue llamado un día al despacho del padre Julián. Éste le informó que, por sus conocimientos de las Islas del Japón, como por su manejo de las lenguas española, portuguesa y varios dialectos japoneses, su nombre había sido mencionado por alguien cercano al superior general de Madrid para formar parte de una expedición militar orquestada por el mismísimo Felipe II. Por muy militar que fuera, una expedición siempre tiene que llevar a servidores del Señor entre sus filas. Su nombre aparecía marcado en una lista, y uno de los votos obligados de un Hermano Jesuita es el de obediencia...

 

Notas de juego

Espero que la historia del hermano Rodrigo no haya sido demasiado tostón. Cuando hablaste de un personaje singular, de un perfil diferente al resto de la soldadesca que forma parte de la expedición me llamó muchísimo la posibilidad de crear un jesuita como traductor y ayuda en tierras japonesas. No sé si es el concepto que buscabas como personaje traductor, espero que sí. De todas formas, he de admitir que me lo he pasado muy bien creando este perfil de PJ, aunque al final no llegue a nada. Ya me contarás tus opiniones al respecto. Espero tu respuesta. Saludos!

Cargando editor
06/08/2015, 12:40
Sun Tzu
Sólo para el director

El salón finamente ornamentado y dispuesto para atender a las visitas, expertos hombres en el arte de la guerra luchando en favor de su majestad Felipe II. Hacen entrar a uno de ellos, cuya fama le precede pero que prefiere presentarse de igual forma.

Excelencias. Mi nombre es Lope de Figueroa y Barradas, al servicio de su Católica Majestad en el Tercio de Sicilia durante más de veinte años y orgulloso caballero de la Orden de Santiago.

Su faz es poco destacable, de rasgos simplones, frente amplia y ojos pequeños. Su talla es menuda, acorde con el aspecto olvidadizo que transmite a los demás. La cruz de la Orden de Santiago es lo más llamativo de su indumentaria.
Contrasta con su experiencia en la rama militar. Enrolándose como soldado en Lombardía, pronto destacó por su valentía y arrojo en batalla otorgándosele diversos ascensos en campaña. Como capitán fue apresado por los otomanos en la batalla de Los Gelves, liberado tras el pago del rescate por su padre, Francisco Pérez de Barradas, alcaide de La Peza en Granada.

Sí Excelencia. Fueron tres años de gran dureza, pero la gracia de Dios y la Virgen María me ayudaron en mi cautiverio.

 

Tras otras valerosas acciones en el mar Mediterráneo, se distinguió igualmente en la lucha contra los protestantes en Flandes junto al Tercio de Sicilia, al mando de una compañía en La Alpujarra y en la galera real en Lepanto. Su hoja de servicios descubre a un hombre de gran valía y experiencia, férreo en disciplina y vigoroso católico.
Soldado válido para maestre de campo, mas se busca un capitán.

- Conozco la situación del Tercio, Excelencia. No busco honores ni gloria, he sido capitán durante mucho tiempo y aún tengo fuerzas para esa labor. Unas semanas atrás pude hablar con un misionero jesuita, el cual me relató historias sobre las lejanas tierras de oriente, lugar donde las gentes adoran a muchos dioses o falsos ídolos.- Un gesto casi de desprecio aparece en su rostro.- He luchado contra bereberes, moros y herejes y como miembro de la Orden de Santiago no veo mayor obligación que la de poner rumbo y evangelizar a esas gentes. Así la gracia de Dios Nuestro Señor y de su Católica Majestad puedan llenar sus almas de paz y felicidad.

Cierra ligeramente los puños. Al hablar de religión su corazón se enciende y arde enérgicamente, su serenidad e impavidez se perturban, manifestando que su fe inquebrantable es guía de vida. Durante los últimos años ha vivido para gestionar sus posesiones y permancer junto a esposa e hija, manteniéndose alejado de la vida castrense.

Notas de juego

  1. Quién es el personaje y cómo se llama.
    Como comentaste que valían personajes históricos, me he decidido por Lope de Figueroa, contemporáneo y héroe de guerra.
    Como imagen de él no he encontrado, lo más parecido que he visto ha sido a Alonso de Ribera y Zambrano (gobernador de Chile y demás cargos).
  2. Edad actual.
    Como no está plenamente datado, me gustaría tomar como referencia la fecha 1540 para su nacimiento y 1555 para su entrada en el ejército. Así pues tendría unos 43 años con unos 28 años de experiencia en el ejército. Mah o menoh.
  3. ¿Cual es su rango u oficio?
    Se presenta a Capitán, asi que rebajo un poco sus heroicidades para que no sea mariscal de campo ni haya comandado ningún Tercio anteriormente a la partida.
  4. Experiencia militar, si la tuviera.
    Alguna tiene sí.
  5. Resumen de su vida (no me hace falta mucha extensión).
    Nos ajustamos en su mayoría a lo que hay documentado. Hijo segundón, se escapa de casa para alistarse en Lombardía, hace carrera militar, etc.
  6. Personalidad y aspiraciones (por que se ha alistado para ésto).
    En este caso me decanto por una persona ultracatólica, seria y con algo de malas pulgas, férrea, expeditiva, valiente...Por Dios, el Rey y Santiago.

 

----------

 

No obstante, si falta alguna plaza por cubrir por pequeña que sea, me tienes a tu disposición.

Cargando editor
06/08/2015, 13:19
maese

Tenía pensado el siguiente concepto como pj... Un traductor samurai convertido al cristianismo.

 

Nombre: Martín (antiguamente Nagakura Satoshi, hasta que los misioneros lo bautizaron con su nombre actual)

Edad: entre 30 y 40

Rango u oficio: ahora mismo él se definiría como monje, aunque en el fondo se avergüenza por creerse ronin.

Experiencia militar: como todo samurai sabe usar la katana y el arco, y se enorgullece de ello. Tiene sentimientos encontrados sobre el uso de la violencia debido a su adoctrinamiento, pero aún le puede más su condición de samurai que eso de ofrecer la otra mejilla.

Resumen de su vida: fue criado y educado como un samurai del clan Nagakura. Fue instruido en el bushido por un sensei muy exigente y durante años fue lo que su señor esperaba de él. Fiero en la guerra, cortés en la paz y riguroso con sus deberes. Se casó con quien le ordenó su señor y tuvo dos hijos para honrar a su linaje e impedir que se extinga.

Todo era perfecto hasta que llegaron los extranjeros con sus ropas apestosas, sus armas de fuego, sus costumbres bárbaras y su religión desconcertante. Su señor permitió la instalación de un templo cristiano y a cambio recibió armas de fuego, que ayudaron a su clan a doblegar a sus vecinos.

Pero para Satoshi aquello fue muy distinto. Le fascinó la imagen de un cristo cricificado. De su martirio. Tan distante del plácido Buda. Era atrayente y repulsivo a la vez. ¿Cómo podían adorar a un hombre ejecutado como un vulgar ladrón? Aunque en el fondo de su alma guerrera tenía más afinidad por la violencia implícita en Cristo que con la imagen distante de Buda. Cristo lo podía entender mejor. O al menos lo iba a intentar. Tal y como le explicó el padre jesuita, (o tal como lo entendió Satoshi) Cristo había dado la vida por su señor, al más puro estilo samurai. Era el epítome del samurai. Dar la vida con martirio por su Señor. Por el Señor. Qué mayor honor que ese. Y encima con un martirio mucho más superior que el del seppuku. Sintió admiración por aquel hombre, a pesar de ser un gaijin. Quería ser un servidor de Cristo. Un kirishitan.

Cambió de señor, cambió de nombre, pero antes de eso, para evitar la vergüenza a su familia fue a su casa y los mató a todos, con lágrimas en los ojos mató a sus hijos. No podía ser de otra forma. Luego se bautizó como Martín. Satoshi también murió en aquella casa, con su mujer y sus hijos.

Desde entonces ha sido un ayudante de su Padre Confesor, el cual le permite portar sus katanas como símbolo de su pasado y de su estatus. Su situación es ambigua y en realidad muy angustiosa. Nacido samurai pero sin señor feudal. Todo su pasado está en su daisho, que no podrá dar a sus nietos, como manda la tradición. Su linaje acabará con él. Un sacrificio más por su nuevo señor. Por otra parte su katana le recuerda que ha matado a su familia con ella, y en parte cree que está maldito. Lucha consigo mismo una batalla que no puede ganar.

Ir con soldados, aunque sean gaijin, es una parodia de lo que había sido, pero al menos mientras rtaduce no piensa en su pasado. La meditación le ayuda también, y el chanoyu o el laborioso arte de la caligrafía también le proporcionan momentos de abstracción.

A veces le gustaría hacerse el seppuku. Está rodeado de bárbaros sucios y malhablados y sabe que acabará cortando la cabeza a algún maleducado. Pero es karma. Sea lo que sea será karma... o como dice el libro de Cristo, los caminos de Dios son inescrutables.

 

Cargando editor
06/08/2015, 15:18
salvia23

Notas de juego

Perdona, Creo que no me he apuntado a esta partida, que yo recuerde.

Cargando editor
06/08/2015, 16:46
Director

Tu sabrás, que yo no te he agregado a la lista de jugadores xD

Cargando editor
06/08/2015, 18:15
salvia23

Notas de juego

No se si sera un fallo de la pagina o no.. pero yo no me he apuntado en esta partida, para que me venga mensaje de esta. Lo siento.Así que si me haces el favor de quitarme. Te lo agradecería Gracias!!

Cargando editor
06/08/2015, 22:22
kenshinryu83
Sólo para el director

Jesus Armijo Vega un adolescente aparentemente huerfano.

Tiene 16 años.

soldado raso que recientemente se unió al tercio.

No posee ninguna experiencia en combate real, aunque es bien capacitado en el uso del estoque y maneja aceptablemente el mosquete.

Creció en la campiña de Alto Gualdarquirir cerca del señorio Vega de Armijo. Su madre tuvo amoríos con eRodrigo Mesía de la Cerda, VI Señor de la Vega de Armijo Siempre fue protegido de la gente del palacio y visto con buenos ojos por su padre a pesar de ser un bastardo. Cuando llego la noticia de que el señorío se podría transformaría en Marquesado tuvo que uir o seria asesinado. Por eso cambio su nombre y se enlistó en el ejercito. Al único lugar que no lo seguirían.

 

Desde pequeño deseaba servir en la corto como un dignatario o asta como un simple sirviente o un espadachín a sueldo. Pero poco antes de escapar se ilusiono por las grandes obras de teatro y por los autores, en especial Lope de Vega y Cervantes los cuales fueron soldados. Se enlista para escapar de la muerte, pero también para emular a sus escritores preferidos si sobrevive.

 

Cargando editor
07/08/2015, 14:28
Helevort
Sólo para el director

1. Quién es el personaje y cómo se llama.

Ordoño de Arintero es el tercer hijo varón de una familia noble leonesa.

2. Edad actual.

21 años

3. ¿Cuál es su rango u oficio?

Aprendiz de soldado, acaba de entrar en el ejecito. Preferentemente

4. Experiencia militar, si la tuviera.

Ninguna

5. Resumen de su vida (no me hace falta mucha extensión).

Al ser el tercer hijo de una familia noble solo le correspondía el apellido, con tan malas cartas decidió ir a la corte a buscarse la vida. El joven Ordoño había odio que en la capital muchos jóvenes apuestos conseguían sobrevivir gracias a los regalos de las damas a las que cortejaban.  Esta empresa solo le trajo quebraderos de cabeza y perdidas, en menos de una semana había perdido el dinero que su padre le había dado y en otra mas semana se vio lleno de deudas. Viendo que el futuro que le esperaba en la Villa y Corte de Madrid era terminar en una cuneta con las tripas rajadas, Ordoño busca trabajo en la única profesión que les quedaba a los nobles sin tierras de España, el ejecito.

6. Personalidad y aspiraciones (por que se ha alistado para ésto).

Ordoño es un chico joven y poco hablador, los palos que ha recibido durante toda su vida le han demostrado que es mejor estar con la boca cerrada. A entrado en el ejército por obligación en busca de fortuna y no en busca de gloria, pero esto puede cambiar ya que Ordoño está descubriendo que el arte de la guerra le gusta y podría ver en el ejército un buen futuro subiendo en el escalafón.

Cargando editor
07/08/2015, 17:42
Kor
Sólo para el director

Nombre: Gonzalo Quirós

Edad: 30 y pocos

Rango: Cabo(coselete)

Experiencia militar: Combatió como coselete en el Tercio de Nápoles y combatió en varias campañas contra las Provincias Unidas. 

Resumen de su vida:

Gonzalo fue el tercero de cinco hijos en una familia más honrosa que adinerada en una Asturias del mismo cuño. Desde que era un chaval su padre ya sabía que tenía buenos mimbres para la vida que le tenía preparada y siendo la suya una casa grande con mucha boca que alimentar había dispuesto una vida de letrado para él. Así fue que hizo los arreglos para que su hijo recibiera una educación adecuada. 

Lo que no esperó fue el carácter bravo de su hijo. Bravo y joven es mala mezcla y junto con otros vicios, hizo de él un habitual de las riñas a espada en las cercanías de la Universidad de Oviedo. Buena maña y mejor fortuna tuvo para salir vivo y que sus tropelías pasaran desapercibidas pero cuando le metió cuatro palmos de acero entre pecho y espalda a uno de los protegidos de un potentado su fortuna acabó.

Un joven Gonzalo desapareció una noche de lluvia y seis meses más tarde estaba embarcado camino de Nápoles donde el tercio le esperaba. La vida militar ayudó a encauzar la vena visceral de Gonzalo pero aún así conservó sus antiguos hábitos como si tratara de llenar alguna clase de vacío. No le fue mal en los Tercios, de hecho fue adquiriendo poco a poco cierto renombre por dos cosas; por su maña para mantenerse vivo y su castellano "florido".

Tras varias campañas acabó catapultado al cargo de Cabo por una mezcla de méritos de guerra y una deuda de juego de cierto Teniente. Su participación en las campañas contra los rebeldes le granjeó un buen botín que para su desgracia no tardó en pulirse en las calles de Madrid. "Ye lo que hay" se dijo justo antes de levantarse de la mesa de juego donde había perdido su último real y decidió volver a lo conocido.

De esta forma se alistó en el Tercio del Águila empujado por la necesidad, lo malo conocido y un oficio al que se ha hecho en un ciclo sin fin. ¿Quién sabe? Tal vez encuentre la paz de espíritu machacando a algún pagano de los que hablan los jesuitas, consiga un hogar con el botín, forme una familia o simplemente se lo vuelva a pulir todo en putas...¿quién sabe?

Cargando editor
09/08/2015, 10:22

Nombre: Julián Romero

Edad: 20 años

Rango u oficio: actualmente soldado raso. Especialidad: rodelero.

Julián Romero nace en el año 1518, era un muchacho de Torrejoncillo (Cuenca), que a los dieciséis años entró de mochilero y mozo de tambor, o sea de paje y ayudante del soldado que tocaba el tambor, el mismo año de 1534 en que se crearon los tercios, y desde esa fecha estuvo peleando para estar a la altura de sus aspiraciones. Entonces España era el único lugar del mundo donde un chico de pueblo podía llegar hasta la cima con la espada, y él lo hizo.

De 1534 a 1543 sirvió en el ejército de Carlos V en Flandes.

Cargando editor
09/08/2015, 15:48
Mooneyes
Sólo para el director

Lo primero que veía nada más levantarme era a mi madre enferma. En su día, fue una de las mujeres más bellas. Hoy muere lentamente por su amor perdido. Un hombre, de ojos claros. Yo apenas lo recuerdo, pero mi madre guardaba en el fondo de su corazón la esperanza de su regreso. Por eso vivíamos cerca del mar, pues fue allí, en la costa, en el puerto donde barcos enormes, monstruosos llegaban, y de sus tripas salían hombres de hierro. Hombres de hierro en barcos de madera.

Cogida de la mano de mi madre, contemplaba las nuevas tropas que desembarcaban. Cansados, con la piel cetrina, sucios, y armamento casi oxidado. No entendía muy bien qué era lo que hacían, pero mi madre me decía que debía buscar a un hombre de ojos claros. Él era importante.

Nunca supe durante cuánto tiempo mi madre estuvo buscando a aquel hombre. Lo que sí sé es que nunca apareció. El día que mi madre murió embutida en su futón algo sucio, y roído por las polillas, le dije que había visto a un hombre de ojos glaucos. Ella sonrió. Murió sonriendo.

Mentí. No me enorgullecía de mentir, y mucho menos en el lecho de muerte de mi madre, pero debía hacerlo. No me costaba hacerla feliz y que muriera con el pensamiento de que un caballero, su caballero, venía a buscarla, y a rescatarla de aquella podredumbre en la que se había metido por perseguirle hasta más allá del fin del mundo.

Yo lo vi un par de veces más, y apenas lo recuerdo. Gran mostacho, ojos claros, sombrero con plumas. Me acuerdo que era mayor, más que mi madre, o eso parecía. Recuerdo su caricia en mi mejilla, y una ligera sonrisa, y algo así como “es bonita” en su lengua natal. Mi madre la había aprendido, y yo de ella.

Trabajaba en una de las okiyas de Gion, hasta que nos fuimos. Mi madre había sido una geisha respetada, aunque no de las mejores que había por el momento, y me había apuntado a la escuela de geishas hacía casi un año, la cual tuve que dejar cuando decidió viajar hasta Manila, y esperar a que el hombre de su vida volviera a por ella, y la llevara hacia su tierra de sol, hambre y muerte.

Mis aprendizajes habían comenzado con buen pie, y esperaba poder convertirme en una buena geisha. Pronto, Ichiyo iba a ser mi hermana mayor, y esperaba aprender absolutamente todo de ella. Cuando me convertí en maiko de pleno derecho, Ichiyo casi sustituyó a mi madre por completo.

Pero el sueño se rompió cuando desaparecí de la okiya, y no retomé las lecciones. La música, la danza, los abanicos, el té fueron conocimientos que se quedaron en mi mente, pero que pronto eché de menos de practicar. Allí, en Manila, lo único que podía hacer era esperar a que un barco decidiera devolverme a casa. Sin embargo, el pasaje me era casi imposible costeármelo.

Cuando mi madre murió, entré a trabajar en un salón de té modesto y pequeño que había en la ciudad, y donde apenas iba gente importante. No obstante, me alegraba poder tomar de nuevo el shamisen, parar el tiempo con la ceremonia del té, o ser irónica a través de los chistes que se me ocurrían para animar el ambiente.

Pero, deseaba irme de allí, pues no era mi hogar. Quería volver a Kyoto, al distrito de Gion. Mi okasan lo sabía, y, como dueña del salón de té, no quería que me fuera, pero entendía que allí era estancar mi carrera de por vida. Intentaría encontrarme un modo de salir de allí.

Aquella noche, en la que comenzaba a haber ruido en el piso de abajo, miré mi reflejo en un pequeño espejo roto, y traté de sonreírme. Casi no reconocí a la muchacha que me devolvía la mirada. La señal de que no era totalmente japonesa lo evidenciaban los ojos de aquel soldado que me miraban, fríos como el hielo.

Habían pasado quince años desde que aquel hombre había conocido a mi madre. Hacía ocho que lo vi por última vez. Me pregunté dónde estaría, aunque una voz en mi cabeza me señaló que había muerto ahogado. Di un respingo, y me coloqué mejor el alfiler del pelo. No sabía si se lo merecía o no. Tampoco me entretuve pensando mucho en ello, pues mi okasan apareció en el espejo, y me apremió a que bajara cuanto antes.

Dôa— me hizo una señal, indicando el piso de abajo—. Soldados.

Voy— dije, levantándome, y observando una vez más la mirada clara que el espejo me devolvía. Una mirada extranjera. Occidental. Una mirada llena de rencor. 

Notas de juego

Hola, Targul :D

Sí, sé que te pedí el pase VIP, y que iba a estar disfrutando de la partida como espectadora, pero, desde que abriste el hilo, no he podido quitarme la partida de la cabeza, y tratar de conseguir una plaza para poder jugarla, pues la ambientación me encanta, y sería genial poder jugarla :) Es por ello que, después de días de luchar conmigo misma, y de decirme que sí, que la juegue, he decidido hoy enviarte el concepto (espero que no sea demasiado tarde DDD: XDXDXDXD)

Te envío aquí el concepto de personaje que había pensado (el traductor japonés que pides ^^), y espero que te guste :) 

Sé que soy un coñazo, pero, de monento, quítame el VIP para no poder leer nada que los futuros jugadores no deban. Una vez hayas decidido los jugadores, te agradecería mucho que, si no soy una de los afortunados, me lo devolvieras, por favor ^^ Aunque no pueda jugarla, me gustaría mucho leerla :)

Y, eso es todo. Muchas gracias por leer :DDD

Cargando editor
09/08/2015, 16:49
warlock
Sólo para el director

Hombres hay que luchan por Dios y siendo así, caminan de la mano del mismo Diablo. Tal es el caso de Pedro  Ortega Alonso, hidalgo y soldado que antes de mendigar o coger el zacho y penar en las largas besanas de las vegas del Tormes lidiando con juncia, cenizo y verdolagas, decidió enrolarse en la Infantería de su Majestad, los  ahora llamados Tercios.

Había dilapidado el capital de su familia en putas, naipes y vino, pues a ningún vicio hacía desdén si embotaba su juicio, había reales de por medio o si estaba el riesgo de perder la vida misma. Pues aunque aprecio tenía a su pellejo, nada había tan estimulante para el ánima como saberse en las de perderlo.

Deudas dejó en Tordesillas y Valladolid, mas algún que otro retoño no reconocido, pues si de algo servía la hidalguía era para profanar faldas, que si las putas eran más experimentadas, cobraban el ojo de la cara.

Con el poco dinero que pudo escatimar a sus acreedores y la primera soldada adelantada se hizo con buena pica, coraza y morrión, que la espada ya la puso su padre al pasar a mejor vida, pues si algo compartía con Pedro, era que hasta muerto olía el ataúd a tempranillo.

Bien apellidado y mejor armado se entra de coselete, pues nada menos aceptaría un hidalgo, para ensartar a cuento hereje se pasee por Flandes, a grito de ¡España, cierra, cierra! O encomendándose a algún santo. Que si Dios y toda la compañía estaban en boca de Pedro durante la batalla, se olvidaba rápido de ellos cuando llegaba la calma.

Así terminó a en el Tercio del Águila, como orgulloso coselete. Ganando lo justo para cubrir sus vicios y con poca expectativa de vivir demasiado. Tampoco ansiaba otra cosa, pues de vuelta a España le partirían el espinazo ya hasta el alma. Así que como muchos otros, se convirtió en uno de esos hideputas que por modo de vida pasea su espada por donde le manden aprovechando todas las licencias que da la guerra para pillar, violar y matar en el nombre de España, el Rey o Cristo si hace falta.

Cargando editor
10/08/2015, 23:24
Director

¡Selección completada!

Éstos son los aventureros que partirán hacia el Japón

Don Lope de Figueroa y Barradas
Capitán de infantería española

Interpretado por Sun Tzu

Don Diego de Tarantela y Villegas
Sargento

Interpretado por Ariakan

Gonzalo Quirós
Cabo de coseletes

Interpretado por Kor

Pedro Ortega Alonso
Coselete

Interpretado por warlock

Rodrigo Expósito
Misionero jesuita

Interpretado por Charlie-Soso

Martín de Nagakura
Converso y traductor

Interpretador por maese

Maiko

Interpretada por Mooneyes

Se concederá pase VIP a todos los que lo pidan