He tenido contratiempos, Moff -contestó Yalla, acercándose ahora a R2-M3-. El droide ha emitido ya su señal, pero ahora es todo vuestro, señor -le ofreció la twi'lek-.
Hay un post antes que éste (pestaña anterior), que no se os pase.
Entonces, aquel tipo movió su capa y se descolgó del cinturón un sable de luz, como el de Brec, pero con otra forma. Entonces lo activó, y el filo del mismo era negro, y brillaba (cosa extrañísima), pero no de la misma forma que vuestra compañera jedi.
Cuando lo activó los droides y soldados levantaron sus respectivas armas, gesto instintivo con el que parecía comulgar muy a menudo. Después caminó hacia el centro de la sala y, acto seguido, el sujeto de la capa levantó su sable y lo descargó.
¡Aaaargghh! -el pequeño R2-M3 fue cortado en dos pedazos, acabando su vida útil allí mismo, al instante-. Después apretó de nuevo el activador y el sable oscuro de luz se apagó. Cabo: busquen en todo el perímetro al joven -ordenó luego a uno de los soldados de asalto que tenía más cerca-. No quiero fallos: lo necesitamos vivo.
Entonces el soldado que se regía con el rango de cabo comenzó a dar instrucciones al resto de las tropas, y éstas fueron desplegándose por la cima de aquellos montes, en medio de la ventisca, en una batida casi imposible. Girad, mientras tanto, estaba sorprendido de lo que estaba viendo: no parecía conocer a esos tipos, ese ejército (aparte de ser obviamente antiguos soldados del Imperio) y sobre todo a Yalla Ril, una auténtica desconocida. ¿Qué negocios compartiría con el tipo de la capa? Su rostro denotaba su malestar con ella.
Bueno, y vosotros, "transportistas". ¿Dónde quedáis en todo esto? ¿Preferís perecer en estas cumbres nevadas bajo la ventisca o preferís servir al Orden Verdadero? -os preguntó intrigado y con cierta diversión aquel tipo que ostentaba, según Yalla, el rango de Moff-.
La partida está por terminar, asique haremos nuestros últimos post, amigos.
- Bufff, que frio, por las lunas de Artis.-
Dijo al tiempo que volvía andando lentamente hacia el interior de la estructura, cosa que por otro lado no mitiga en absoluto el frio que hacia.
- Mi buen señor. Si realmente quisiera saber lo que hacemos aquí se lo hubiera preguntado directamente a su subalterna de los lekkus rojos. Así que esta claro que o bien tiene una idea clara de que hacemos aquí, y pretende darnos trabajo, o bien tiene muy claro que no deberíamos de estar aquí y quiere darnos, caput.-
La ultima palabra era una que se usaba mucho en Chadra y era sustitutivo de terminar, normalmente por la vía rápida.
Se paro unos metros antes de llegar al alcance de aquella extraña espada de luz oscura.
Si no eran rápidos en jugar sus cartas, el hombre terminaría interesado en Brec, y esa era de momento su mayor preocupación.. Si Yalla hacia hincapié en que era una adepta Jedai seguro que tenia problemas. Si es que el hombre no se había percatado ya del corte de su droide.
Al fin y al cabo portaban armas similares, y debía de reconocer como eran las heridas causadas con dicha arma.
- Para nosotros el orden verdadero de momento es comer caliente y seguir transportando cosas. Aunque estoy por negarme a transportar mas personas desconocidas o droides astromecanicos. Pero mentiría mucho si no dijera que ahora mismo lo que mas me apetece de todo en el universo, es salir de esta luna helada y entrar en calor.-
Nuevamente se sacudió el frio como pudo y se guardo las manos en las axilas, esperando que la charla con aquel hombre, se terminara tan pronto como fuera posible. Y eso contando que terminara como terminara, no le iba a gustar ni un pelo.
Aunque Iri estaba controlando cada uno de sus gestos y movimientos para no recibir un disparo a quemarropa, cuando aquel hombre activó un sable láser de color negro y partió por la mitad al pequeño droide de un solo golpe, dio un paso atrás instintivamente. No se puede ser más malvado, ¡un sable negro! ¿Dónde se ha visto eso?
—Es como dice mi peludo amigo —dijo, dando un par de pasos lentamente hacia el Moff. Aún así, la distancia que les separaba era de varios metros, pero quería dar la imagen de alguien que sabe mantener el tipo aunque en realidad estuviera convencido de que no saldrían de allí— ¿Quiere que trabajemos para usted? Nosotros somos gente sencilla: acordamos un precio, nos dice dónde hay que ir y allí nos plantamos. Aquí su amig... soci... Yalla lo puede confirmar.
Así que era tan sencillo como eso: sabían que ese chaval jedi estaba en algún lugar de esa luna y el droide era para indicar la posición al tipo de negro y sus huestes. Si somos sinceros, ella tampoco es que nos haya mentido. Es sólo que Girad no sabía para quién iba a ser el muchacho.
—Así que... ¿qué me dice? ¿Mis chicos y yo nos volvemos por donde hemos venido, y aquí no ha pasado nada?
Terminada la confrontación con el droide de combate, Brec se sintió satisfecha de haber logrado una estocada mortal para reducir la amenaza que suponía. Aunque la verdad es que todo había sido un buen trabajo en equipo, sin los demás trabajando juntos no lo habrían logrado.
De repente se vieron rodeados por un pequeño ejército con intenciones hostiles si intentaban ir contra ellos. Superados numéricamente, su única opción era conseguir su clemencia para seguir vivos. Escondió su sable para que no quedara a la vista y esperó con los demás.
Con cierto estupor vio como Yalla se relevaba como un agente del Imperio. Y los había llevado a conseguir localizar el pequeño chico Jedi. Aguantó sus ganas de enfrentarse a todos los imperiales, era realista y sabía que no podría vencer. Era mejor esperar y aprovechar alguna ocasión cuando se presentase. Temía por el chico, pero al menos lo querían vivo.
Intentó mantenerse en un segundo plano, sin hablar. No quería llamar la atención de nadie. Pero no pudo evitar cierta sorpresa al ver a ese Mof sacar una especie de sable y partir a la pobre unidad R2. Pero no era un sable de Jedi, ni ese Moff era sensible a la Fuerza. No era un Sith ni nada parecido ya que si lo hubiese sido, seguro que ya habrían notado que ella era una Jedi.
Solo confiaba en las habilidades de sus compañeros para convencer al Moff de que no suponían ninguna amenaza y de esa manera poder marchar libres. Aunque de alguna manera sentía que debía salvar al chico, no podía dejar que un joven Jedi cayera en malas manos.
De momento seguiría esperando.
Oiga, sabe que decimos la verdad, no hace falta que consulte con la Twi'lek. No parece que tenga usted un pelo de tonto, y sería absurdo intentar mentirle. Ahí a fuera seguro hay un destructor.
Nosotros ni sabemos ni nos importa su misión o la de Yalla, Girad o el verdadero Orden de no se que. Somos transportistas, y llevamos lo que sea que nos reporte dinero, para todo el que paga. No pedimos explicaciones y nos ha ido bien, hasta que ha llegado usted con este "fondo de armario" de última moda.
Somos más útiles haciendo nuestro trabajo y vivos, que si nos mata, pero esa decisión es suya. No voy a rogar por mi vida, no le voy a dar esa satisfacción, pero tal como yo lo veo, usted tiene lo que quería y nosotros esperamos nuestro dinero y seguir nuestro camino, salvo un nuevo encargo, remunerado, naturalmente.
Y si en lugar de entrar como un Rancor en el Senado, hubiera venido de buenas maneras, se hubiera ahorrado perder un monigote de super aleación y sin cerebro, así que no nos lo tenga en cuenta. Nos defendimos. Usted hubiera hecho lo mismo.
Siento si mis modales no son de su gusto, no tuve la suerte de ir a academias decentes, pero soy claro y directo, y además me considero bueno en lo mío, como el resto de mis compañeros, en lo suyo. Bueno quizás el Capi, habla demasiado, pero no es mal tio.
Y joder, TENGO HAMBRE!!!
Puestos a acabar mal, que sea soltando la lengua. No había posibilidad alguna. Era todo una trampa que queda muy por encima de las capacidades de nuestra nave y tripulación, tal como yo lo veo.
En un abrir y cerrar de ojos, fuimos rodeados por tropas imperiales y una especie de almirante se dirigió hacia el droide y de un golpe lo eliminó, me fijé que había utilizado una especie de arma jedi, pues era como una espada negra pero no era parecida a la que usaba Brec y dado que no la había "percibido" sería simplemente un mandatario con un arma espectacular pero sin poderes añadidos. Eso nos daba cierta ventaja dentro de todas las desventajas que estábamos teniendo allí.
Iri como buen capitán había tratado de forzar un acercamiento pacífico y el tal Moff nos estaba ofreciendo dos vías: formar parte del paisaje o trabajar para el Imperio - los créditos se cobran con independencia de quién los emita - si quería que trabajásemos para él, tenía un precio. Aquí nada es gratis. Tenía en mi poder los créditos de Girad de la República, pero no rechazaría los del Imperio tampoco.
- Soy un robot y no tengo sentimientos, aún así - señalé los restos del droide astromecánico destruído - era bueno jugando, me hubiera gustado que no lo hubieses destruido - no tenía sentimientos pero vaya, era un miembro de mi raza, si hubiera sido un ser peludo o un humano seguro que los demás habrían tenido otras reacciones - la baliza se podría haber destruido de otra manera más pacífica.
Girad parecía derrumbado, si antes le había molestado saber que todo la misión era para recuperar al chico por la República, ahora no entendía porqué que lo hiciera el Imperio iba a suponer un cambio distinto, o quizás no era así. Aquello me generó dudas e incertidumbre - Yalla ¿la baliza era para señalizar este lugar al Imperio o para traer a las fuerzas republicanas? Porque ahí fuera, los que nos persiguieron en el espacio no eran fuerzas imperiales - eso tenía un punto a nuestro favor con ese Moff y es que, si demostrábamos no ser afines a la República podríamos ser "fiables" aunque ser neutrales también podría ser igualmente peligrosos para ellos.
- Y luego está mi duda de si realmente la baliza era para señalar la posición del chico o si se trataba de un cebo mayor - a ver... Sharpalis, un planeta de caza, el clan del aullido, un lugar conocido e identificado por cualquier habitante o cazador de este lugar, un Moff... me venían a la cabeza cantidad de caza-recompensas planificando una estrategia para cazar a semejante cargo imperial. Aunque seguramente el frío me estaba afectando, nada de aquello era real... no parecía que fuese una trampa - somos transportistas y... los créditos suponen trabajo.
Con frío o sin él, había una cosa que no cambiaba, y es que estábamos allí por créditos, si quería contratarnos tendría que pagar.
El Moff escuchó pacientemente las palabras de Ra, Iri y también las de Ellassar. Los tres estaban siendo claros, pues nada tenían que esconder a aquel tipo y su pequeño ejército. Aquel hombre no parecía sádico, sino tan sólo frío como la ventisca que caía fuera de los techos de piedra del templo.
Así que esta claro que o bien tiene una idea clara de que hacemos aquí, y pretende darnos trabajo, o bien tiene muy claro que no deberíamos de estar aquí y quiere darnos, caput.
Si te soy sincero, al veros a todos aquí... ambas cosas -añadió-. Pero no sois mi prioridad ahora mismo, y no veo necesidad de no hacer nada que no pueda hacer esta ventisca -tal vez aquello fue alentador-. Luego contestó a Ellessar. Sí, es lógico que os hubierais defendido. Cualquiera lo habría hecho, asi que sí... -contestó ahora a Iri-, podéis marchar. Recordad que el nuevo Orden se establecerá, pero tal vez no sea tan benévolo... -como él quiso decir-. El tipo pareció darse la vuelta, pero enseguida ANKy habló, trasladando su "malestar" (si es que aquello era posible) por la destrucción de R2-M3. Cuando preguntó a Yalla, el Moff se giró un poco:
Yalla ¿la baliza era para señalizar este lugar al Imperio o para traer a las fuerzas republicanas?
¡Matadla! -le dijo a uno de los droides, y entonces éste comenzó a disparar a la twi'lek, acabando cruelmente con su vida en el acto-.
A eso puedo responderte yo, droide... -dijo entonces, aún con el cuerpo caliente de Yalla acribillado a disparo láser-. Esa baliza avisaba a ambos, solo que ella no supo o no quiso precisarlo. Quien trate de engañar al nuevo Orden pagará las consecuencias -os dijo, a modo de "moraleja" final-. ¡Vamos! -gritó entonces a los soldados de asalto que aún estaban a punto de partir en batida, en plena ventisca- ¡Buscad al "activo"! -y se dio la vuelta y se fue-. Tras aquel disparo, nuevas dudas se dispararon en Girad, pero había una explicación muy simple: Yalla habría sido contratada por la Nueva República para llevar la baliza al lugar indicado (donde estábais), pero también, en sus conexiones con los Restos Imperiales, avisó de lugar de dicha baliza. La mujer sabía jugar a dos bandas, pero sin contárselo a ninguno de sus benefactores. Y ahora le pasaba factura. A los ojos del Moff, vosotros habíais sido una pieza de tablero de la twi'lek en este tejemaneje de alianzas, y tal vez por eso no quiso cebarse con vuestras muertes (o quizá no ganaba nada con ellas).
Entonces el Moff se dio la vuelta y caminó hacia su nave, saliendo al exterior del templo. La capa ondeaba tras de sí, y la nieve la azotaba. Parece que habíais salvado la vida...
Sin embargo, antes de que pudiérais hacer nada, un rugido de motores y de cazas surcó los cielos, sobre la ventisca. Varias pasadas afiladas y una explosión justo en el exterior del templo os alertaron, ¡alguien atacaba a los soldados oscuros! El Moff miró al cielo, y enseguida echó a correr hacia su caza TIE. Los soldados oscuros comenzaron a colocarse en rígida posición, dispuestos a despegar con su tecnología de vuelo y repulsión. ¡¡¡BOOOOMMM!!! Otra explosión, ¡¡esta vez sobre el propio templo!! ¡¡Alguien atacaba a los soldados imperiales!!
El techo del templo bajo el que estábais se resquebrajó parcialmente, y después un gran bloque de piedra cayó justo al lado de vosotros. Vuestras cabezas ahora estaban en peligro, fruto de los desprendimientos del lugar... ¡¡¡BOOOOMMMM!!! Otra explosión, seguida de varios haces verdes de disparos láser y sonidos cortantes de vuelo... ¡Había cazas ahí fuera! ¡Cazas de la Nueva República atacando a la guarnición del Moff! ¡¡La República había acudido a la llamada de la baliza!!
Entonces, mientras escuchábais que el caza TIE despegaba y el carguero que había traído a los soldados de asalto imperial (humanos) reventaba en una deflagración, otro gran pedazo de bloque cayó encima de vuestras cabezas...¡o casi! ¡¡HUIR O MORIR!!
Ahora sí que sí: haced un último post de partida. El templo se derrumba de manera inminente. Para no morir aplastados, haced tres tiradas de Físico (se entiende que corréis de allí, puesto que salvar la vida de otra manera es imposible). Por cada fallo, lanzad 1d6 de daño. Creo que a todos os quedan puntos de Fuerza para poder convertir un fracaso en un éxito.
Ra empezó a moverse justo detrás del Mof. Aquel sitio era de repente un polvorín, que conocía media galaxia. Odiaba cuando los planes salían rana, y oidaba aun mas aquel lugar.
Uso todas sus fuerzas, para mover aquellas piernecitas que parecían de juguetes y no tardo den ver como le adelantaba todo el mundo, pero hizo de tripas corazón, y empezó a usar el hielo y la nieve para deslizarse en algunos tramos con cierta pendiente para escapar de allí y ponerse a salvo.
Motivo: Correr con Fisico
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 9 (Fracaso) [9]
Motivo: Correr con Fisico 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Motivo: Correr con Fisico 3
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 7 (Fracaso) [7]
Fallo dos de las tres, gasto puntos de fuerza como si no hubiera un mañana para escapar. Que tengo las patas chicas.
El tipo aquel era una máquina de destruir razas, tan pronto mataba droides como seres animados; le había pasado el turno a Yalla. Quién sabe si los siguientes seríamos nosotros. No me gustaba nada la situación y mucho menos cuando desplegó a los robots.
Aún con todo, pareció que nos perdonase la vida, vamos que no éramos lo suficientemente importantes. Aunque aquel comentario sobre la ventisca no me gustó un circuito, bien podría de la que se iba del planeta destruirnos la nave y tendríamos un serio problema.
Sea como fuere, fue despedirse el mandatario imperial que escuchamos y vimos varios cazas de la República surcar el cielo y atacar a los imperiales. No diré que me alegré porque carezco de esos sentimientos, pero sin duda me pareció lo más justo - los dos poderes frente a frente y nosotros en medio - y siempre que ocurría eso, la situación más débil sufre las consecuencias.
A las explosiones le sumamos que el techo del edificio en ruinas empezó a crujir, aquello no iba a durar mucho - ¡¡SALID!! - el techo se nos venía abajo, vi como el rátido era incapaz de dar tres pasos seguidos para escapar de aquella trampa de hielo y piedra. Por suerte con todo aquella mata de pelo era fácil agarrarlo y así hice para sacarlo de allí - soy algo más que la guardiana de los créditos, Ra - corrí al exterior llevándome al peludo con una mano y el rifle en la otra, esperando no dejar a nadie atrás de los nuestros (Girad incluido)
Motivo: físico 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: físico 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 5 (Exito) [5]
Motivo: físico 3
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 6 (Exito) [6]
como tengo buenas tiradas para correr, igual podría ayudar a otros a escapar del derrumbe, por si acaso otros no las tienen...
Las cosas iban saliendo bien. Entre unos y otros parecían haber convencido a ese tipo de que no valía la pena matarlos allí mismo — más que resultar útil a ese nuevo orden suyo — pero estaba claro que no se andaban con tonterías. Tras la revelación de ANKy abrieron fuego contra Yalla y el piloto se pasó la mano por la cabeza, suspirando. No me caía especialmente bien, pero esto es lo que te juegas cuando apuestas a los dos bandos. ¿Y ahora qué?
Se marchaban. El pantorano respiró aliviado. Ahora sólo tenían que salir de ese páramo helado, pilotar hasta la estación espacial más cercana y emborracharse hasta perder el sentido. Y mañana sería otro día.
La explosión le pilló desprevenido. Tan pendiente estaba de los movimientos del Moff que no vio las estelas de los cazas de la república hasta que llegó la primera detonación. Y luego otra. Alguien gritó, e Iri descubrió que ya estaba corriendo. Bendito instinto. Saltó ágilmente por encima de una columna caída e hizo gestos a sus compañeros para que le siguieran aunque sabía bien que estaban huyendo también. ¿Dónde estaría Brec? Se había apartado durante el combate y tenía miedo de que le hubiera sucedido algo por ser una brujita.
—¡Alejémonos de este infierno y reagrupémonos!
Un encargo sencillo, les habían dicho. Malditos eran los trandoshanos y sus encargos sencillos.
Motivo: Físico (1)
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Motivo: Físico (2)
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: Físico (3)
Tirada: 1d10
Dificultad: 4-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Ojo tiradas. Fallo la última pero tengo 4 PdF, así que suficiente para pasarla con éxito
La situación parecía ir bastante bien hasta que abrieron fuego sobre Yalla. Ser agente doble le salió caro.
Pero la cosa no acababa allí. De repente apareció un ejército de la Nueva República, atraídos por la baliza del droide. Y se desató el caos. La parte positiva es que los imperiales estarían ocupados y ellos podrían escapar. La parte negativa es que estaban en medio de un fuego cruzado y podían haber resultados mortales para ellos.
Una fuerte explosión retumbó en el templo, y el frágil techo empezó a desplomarse encima de ellos. Todos gritaron y arrancaron a correr para salvar sus vidas. Agradeció sus entrenamiento Jedi, aunque tendría que hacer más ejercicio pues casi no logró salir a tiempo de ser aplastada por un trozo de techo.
Motivo: Físico 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 5-
Resultado: 8 (Fracaso) [8]
Motivo: Físico 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 5-
Resultado: 8 (Fracaso) [8]
Motivo: Físico 3
Tirada: 1d10
Dificultad: 5-
Resultado: 5 (Exito) [5]
Tengo 10 Puntos de Fuerza, invierto 6 para salvar las tiradas 1 y 2.
Por de pronto el Moff, decidió retirarse, tras haber conseguido lo que deseaba. Como cabía esperar, pasó del grupo, dejándolo a su suerte. Esa prepotencia clásica del Imperio... esa que le llevó de lo más alto al caos actual... El peor enemigo del Imperio, fue el mismo...
Pero coño!!! eso les había dejado con vida para intentar llegar a la Última. Para desgracia de Yalla y su doble juego, ella no tendría esa oportunidad. La mandó matar allí mismo, ni se molestó en hacerlo el mismo...
Girad, estaba ojiplático. Para venir de una raza de guerreros, más parecía un granjero sentenciado a muerte.
Nos íbamos a ir por donde habíamos llegado, cuando de pronto algo ocurrió fuera del templo... barrido de naves X-Wing bombardeando la zona. La Republica también se concentró en esa luna... Tal y como estaban las cosas, incluso en Nar Shaddaa se vivía más tranquilo que en esta luna de mierda.
De pronto unas fuertes deflagraciones hicieron temblar el edificio que les guarecía. Hora de empezar a correr como Tauntaun.
Suerte que me acabo de curar, joder!!!
Moved ese culo ahora, salid de esta prisión de piedras o seréis sepultados YAAAA!!!!!
Ellassar, empezó a correr hacia cielo abierto, por el lado contrario por donde se fue el Moff. Iba disparando su bláster pesado para ir destruyendo pequeños cascotes de piedra que caían mientras sorteaba los grandes bloques, con la intención de recorrer lo más posible en línea recta.
De camino pasó cerca de girad que seguía absorto, y le dio una colleja para que espabilara.
Quieres acompañar por una eternidad a la Twi'lek santurrón? Muévete!!!!
Motivo: Fisico 1
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Motivo: Fisico 2
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 4 (Exito) [4]
Motivo: Fisico 3
Tirada: 1d10
Dificultad: 7-
Resultado: 7 (Exito) [7]
Paso mis tres tiradas, una con un 1. Si puedo uso algun punto de fuerza para ayudar a alguien. visto que el que se queda mas "atontado" es Girad, supongo que lo alcanzo a el.
Por cierto no me has dicho cuantos puntos recuperaba con el med-pac, aunque ya no creo que sea importante al pasar las 3 tiradas. En otro caso hubiera sido determinante...
Pues recuperas 1d4, como pone en la otra escena. Pues esta noche, cuando vuelva del curro, pongo el post final. Tendré en cuenta vuestras tiradas, puntos de fuerza invertidos y críticos (por si alguno puedo ayudar a otro y etc.).
Por cierto, OS DIJE QUE TENGO HAMBREEEEE!!!!
Motivo: Recuperar P. Vida
Tirada: 1d4
Resultado: 2 [2]
Pues solo 2, pero es mas que nada... llevo un buen quemazón, jejeje
Iri corría, pensando en que habían tenido suerte y, de salir de aquel infierno blanco y multicolor (por el intercambio de disparos de colores que los soldados oscuros y los cazas mantenían justo en el exterior) podría contarlo como una gran anécdota. Tal vez el trabajo de su vida (dada la peligrosidad del asunto). El pandorano corrió y logró quedar atrás los pedazas de bloques que se desprendían.
Por su parte, ANKy trató de calcular el grado de justicia de aquella aparición estelar (nunca mejor dicho) que igualaba a las dos fuerzas que ahora luchaban entre sí. Sin volver a procesar nada más, sus largas y mecánicas piernas corrieron, tratando de tomar a Ra Fandu, quien había logrado dejar atrás un gran bloque de piedra, pero ahora una columna se le venía encima...
Y justo cuando ANKy trató de alcanzarlo apareció Ellassar, quien había colocado primero uno de sus ojos en Girad. El trandoshano, sin embargo, parecía arreglárselas muy bien. Corría a través del templo y enseguida logró salir del mismo, y su carne rígida volvió a ser pasto de la ventisca. Por ello, el devaroniano, justo cuando una de las columnas se venciá por causa de un disparo externo, logró tomar a Ra por las solapas, pues éste había trastabillado justo delante de sus pies (y parecía pasto de aquel gran peso muerto que le amenazaba). Ambos lograron salir junto con ANKy e Iri al exterior.
Finalmente, la joven jedi Brec saltó un gran bloque desprendido desde las alturas, y tuvo que cortar un instante su marcha al caer una roca afilada delante de sí (un trozo de cornisa vencida y desprendida). Luego continuó la carrera hasta confluir con sus compañeros, fuera del templo.
Entonces todo se vino abajo.
El templo crujió una última vez y los disparo láseres rebotaron sobre su roca y algunos de los droides-soldados y soldados de asalto que se defendían como podían de los ataques enemigos. En cierto momento, los droides de asalto se colocaron en posición de vuelto y se elevaron en el aire, tal vez con la intención de acercarse a los propios cazas de la Nueva República. En poco tiempo, la lucha se trasladó al aire, pero la ventisca no os dejaba observar nada, y tal que así que oísteis ruidos de disparos lejanos, virajes y alguna que otra deflagración. Las tropas del Moff pronto se diseminaron por la cordillera, buscando a aquel activo, y cuando quisísteis daros cuentas estábais solos... en mitad de la montaña, en mitad de aquel amanecer. Ninguno de vosotros dudó que lo mejor era regresar a la Galgari (y Girad no se atrevería a decir lo contrario).
Tras varias horas de marcha, aún con la tensión en el cuerpo, llegásteis a la última Galgari. Durante la marcha no soltásteis ni un instante vuestras armas, pues la sombra de los trandoshanos que cazaban en aquel coto privado, así como la presencia de los felinos azulados, rondaba en vuestras cabezas. Sin embargo, no ocurrió nada fuera de lo común, que era la caída de nieve y el viento gélido. Casi a mediodía, regresando por los mismos caminos peñascosos y ocupados por el color blanco, los cuales habíais recorrido en el tramo de ascenso, descendísteis hasta el erial helado. Un punto medio en vuestro horizonte os daba esperanzas ahora: la galgari se veía, puesto que la ventisca era allí más debil, ahora.
No tardásteis ni un cuarto de hora en alcanzar vuestro carguero.
Por su parte, Girad os agradeció todo el esfuerzo, y él mismo, libre de deudas ya, tuvo a bien el viajar con vosotros de vuelta a la estación portuaria del cinturón de asteroides de Gryyyl (donde habíais aceptado el encargo). Eso sí, vuestro hipermotor aún no estaba listo, por lo que no podríais utilizarlo, pero sí teníais los créditos suficientes para hacerlo. Ahora os quedaba esperar a que lo arreglaran para completar la última parte del viaje: entregar la Ikrausita-r40 en Dantooine a vuestros clientes.
De quién era aquel tipo del sable oscuro aún os lo preguntáisteis durante un tiempo, aunque no tardaríais en descubrir quiénes tenían ocultas intenciones en una parte no muy lejana de la Galaxia.
Y también quiénes estaban ahí para evitar que se llevaron a cabo.
Que la Fuerza os acompañe.
FIN