Partida Rol por web

- No te besaré... Créeme que no.-Contestó ella con una gran sonrisa. De camino a la cama, ella le había quitado casi la camisa, pero él terminó de sacarla. Cuando le quitó tanto el sujetador como el vestido, pudo ver que ella no llevaba ropa de abajo. Ahora entendías el que no se marcase nada. Arrodillándose en la misma cama le miró tal cual leona, haciéndole acercarse casi al instante, tirando por el pantalón para quitárselo también.- Si tu preocupación es mi flexibilidad, diría que soy bastante..-Susurró poco antes de hacer que sus manos se dirigieran hacia el miembro de él, con la intención de "animarlo" los movimientos eran seguros y cuidados. Sus labios se acercaron peligrosos hacia la cabeza de su miembro, atrapándola mientras jugaba con la lengua.

-Mmm sin braguitas...me gusta tu estilo.

La dejo hacer a ella unos momentos, mientras busco un par de cosas en la mesilla de noche. Condones y lubricante, por si acaso.

-Eso está bien, muy bien. Cuantas más cosas podamos hacer...mejor ¿No?

Ahora sí, llevo mi mano a su cabeza para marcarle un ritmo más profundo y sin descanso. Pero no mucho tiempo, solo quiero acelerar mi puesta a punto. Cuando ya estoy cerca de estar a pleno rendimiento la detengo y la hago girar, quedando en un perfecto 69. Pienso darle tanto placer que incluso se desmaye por no poder soportarlo.

Eso molaría.

Así que comienzo a dispensarle mi habilidad oral a su sexo. Aunque no es la única "posibilidad" a mi alcance...por lo que poco a poco lubrico y dilato su ano. QUizá no lo hagamos pero estar preparados nunca sobra.

El juego solo provocó calentarla muchísimo más. Y quizás para sorpresa de él, sus juegos sobre el ano no la asustaron ni tampoco tensaron, al contrario consiguieron arrancarle más de un suspiro y gemido.

Tras varios minutos, ella se apartó un poco, dando un último lametón.- Oh vamos... Necesito más que esto...-Se apartó de encima de él, pero no dejó que se levantase de la cama, con la boca abrió uno de los preservativos, colocandoselo ella misma. Nuevamente se colocó a horcajadas a él, pero de espaldas. Al principio jugó a penetrarse, soltando algún que otro suspiro y gemido. Pero tras eso se colocó de cunclillas y llevó el mismo hasta el ano, no le costó apenas, solo al principio. No se quejó ni nada, esperó que su cuerpo se adaptase para después empezar a moverse haciendo ella todo el movimiento. Y mandando.

Oh, vaya. Esta mujer es un descubrimiento.

Por unos minutos, manda ella. Pero eso cambia pronto. Me incorporo colocándola en la cama, debalo de mí, y elevando su cintura. Ahora soy yo quien lleva el ritmo, más fuerte y rápido. Además, al no tener que mantener el equilibrio apoyada con als manos puede acariciarse, lo que siempre ayuda.

Noto que se ha tomado al pie de la letra lo de poner celosa a la vecina, pues no se corta un pelo en gemir y gritar, nada de tratar de ahogarlos con la almohada ni nada parecido.

La presión en mi miembro es deliciosa, casi excesiva para mí, me cuesta no llegar a mi orgasmo a la vez que ella, cuando todo su cuerpo se tensa. Pero no va a tener ni un minuto de descanso esta noche. Dejo su ano y me cambio de condón, por higiene, antes de comenzar a taladrar su sexo.

Directo a su punto G. Necesito de todo mi autocontrol para aguantar lo suficiente y lograr que, de nuevo, se deshaga de placer. Esta vez sus contracciones si pueden conmigo, y también termino...aunque tengo fuelle para mucho más.

-Tengo una idea...- cojo mi móvil y pongo un wasap a Carolina.

# ¿Te apetece unirte?

Le adjunto una foto de Áine, desnuda, sudada y sonriente.

Mientras esperamos la respuesta no nos quedamos quietos. Mientras usa su boca para reanimarme, sus pechos y clítoris son bien magreados.

-Ahora va a empezar lo bueno de verdad- venga o no venga Carolina -¿Estás preparada?

Se había despertado, hacía horas que dormitaba en realidad, pues había estado fuera con su pareja. Al mirar el móvil sonrió apenas un poco, pero se levantó. Estaba agotada, pero haría el esfuerzo ¿No? Al menos por no darle el placer a josh de ponerla celosa y vacilarle. 

Cuando te diste cuenta ella estaba dentro de tu casa. Cerró la puerta con el trasero y se dirigió hacia la habitación. Solo llevaba una camiseta corta y unas braguitas. Su cabello estaba revuelto y la carita mostraba que estaba dormida hasta hacía rato.- Veo que las rubitas también te ponen... -La idea de estar con otra tía no le molaba demasiado a decir verdad, pero haría tripas corazón.

Lentamente se desvistió para acercarse a vosotros, gateó hasta alcanzar tus labios, dándote un fuerte mordisco, pero después se deslizó por tu cuerpo para jugar con tu ya duro miembro. Sin duda esa zorrita sabía como arreglárselas para ponerle otra vez.

-Vaya vaya...parece un poco dormida pero con ganas...pongámosla a tono, Áine. Por cierto Carolina, nada de besos a la rubia. No le gustan.

Tumbo a Áine en la cama para colocarme sobre ella y volver a darle caña, aunque a menor ritmo para no distraerla demasiado de su tarea...y es que Carolona está con su sexo en la cara de la rubia mientras yo le como las tetas.

¿Será buena con los cunilingus?

Progresivamente aumento el ritmo...pero ahora tengo un plan. Voy a dejar a Áine siempre al límite. Tan a punto de correrse que cuando yo pare, y no lo logre, se sienta desesperar.

Cuando paro cojo a Carolina.

-¿Recuerdas el otro día como gritaba aquí otra chica? ¿Y como te pusiste como una moto solo de oirla? Pues te voy a hacer lo mismo...si es que puedes soportarlo.

Nos coloco en la misma postura que tuve con Adriana, esa que requiere bastante flexibilidad por parte de la chica pero que aumenta la fricción hasta la estratosfera. Y es su turno de, a la vez, devolverle a la rubia lo que le ha hecho ella. Si es que es capaz de hacer otra cosa que no sea intentar respirar, estoy muy seguro de que jamás ha sentido tanto placer como el que le voy a proporcionar.

Poco tardó en despertarse la verdad. La boca de la rubia sobre su intimidad despertaron los instintos más salvajes de la morena. Cuando la lengua de Áine se colaba dentro esta gemía con sorpresa, pero también con deseo de continuar el juego. Mientras tantos sus manos estaban ocupadas en acariciar a Josh por cada rincón posible.

Cuando él la hizo acomodarse en la cama ella lo hizo sin poner pegas. Al principio notó su cuerpo demasiado forzado e incluso notaba malestar, pero eso duró bastante menos de lo que imaginaba. En la primera embestida soltó un fuerte gemido que ahogó el sexo de la rubia. Carolina abrió los ojos de golpe, pero después los cerró y levantando un poco el cuello empezó a darle los cuidados necesarios. El sabor era extraño, muy distinto al de un hombre pero no por eso menos "rico". Su lengua entró hasta el fondo de Áine para después moverse, parecía como si quisiera tomar todo cuanto había dentro de ella.

No me preocupa la habilidad oral de Carolina...no va a ser capaz de concentrarse bien con lo que le hago. Y bien que se lo hago, va a tener el orgásmo más rápido y explosivo de su vida. Por ello no me preocupa Áine, no va a llegar.

Y cumplo mi objetivo. Todo el cuerpo de la morena tiembla de arriba abajo cuando lo alcanza, y cambio las posiciones. A ella la dejamos a un lado recuperándose mientras vuelvo a atacar el ano de Áine. Me aseguro de que Carol lo vea bien, y vea la cara de placer de la rubia.

Finalmente eyaculo....dejandola de nuevo al límite y me quedo tirado en la cama, necesito un poco de descanso.

-Tranquila...enseguida te haré lo que le he hecho a Carol. Pero...necesito que me reaniméis, chicas.

¿Se compenetrarán en uan mamada simultánea o competirán entre ellas?

Tras la última eyaculación de él Carolina sonríe divertida. Mira a su compañera y le saca la lengua traviesa. Ambas "mujeres" o no tan mujeres... Se deslizan entre las sábanas para colocarse a los lados, la primera en "atacar" es la rubita la cual lleva su boca para jugar, mientras tanto la morena se hace sitio y empieza a dejar lametones en su miembro mientras lleva una de sus manos hasta los testículos de él para masajeárselos de manera lenta.

Eso dura poco, pues después de lamer desliza la lengua por toda su virilidad hasta rozar los labios de ella, pero sin besarla pues sabe que ella no gusta de eso o quizás sea solo con hombres. Apartándola un poco Carolina es la que toma el relevo mientras la otra hace movimientos con su mano sobre todo el miembro.

Aunque llega un momento en el que la Rubia se acerca y con su propia boca quita la de Carolina, pero no se dedica a chupar, si no que besa a la morena con fuerza, atrapando su lengua, tras soltarla sonríe para volver a jugar con la polla de Josh usando con maestría la lengua. Carolina por su parte se cuela entre las piernas de él, empezando a dar roces, la midas y algún "mordisco" con los labios sobre los testículos.

Casi me da pena pararlas...casi. Si las paro es por que hay cosas mejores que hacer y como las deje me voy a quedar sin fuelle antes de tiempo. Nuevo condón y ahora es a Áine a quién coloco en esa postura. Sin embargo le susurro una cosa antes mientras le pongo el lubricante en la mano.

-Peepárala bien, será su primera vez.- obviamente me refiero al anal.

Y de nuevo, mientras ella hace eso, yo la ataco con furia hasta...hasta dejarle otra vez al límite.

-¿Quieres que siga? Seguiré...si me das un beso en condiciones. Digno de una actriz porno.- sonrío, malvado.

- Te dije que no te besaría... No me chantajearás ¿Quieres seguir? Adelante... Quieres dejarme con las ganas tu mismo.-Susurró de manera sensual y tranquila pese a que su respiración era agitada. 

Carolina había sido tratada como "princesa", los dedos de Áine se habían ocupado de dilatar el ano de la "novatita". Al principio solo eran suaves caricias sobre él, de vez en cuando había presión, pero tras un rato dejó que entrase el primero de los dedos tras lubricarle lo suficiente. La morena dio un respingo, pero no se apartó su no que se dejó. Empezó con un mete y saca, antes de hacer lo mismo con un segundo dedo, eran movimientos de lo más suaves y lentos para no hacerle daño. Se tomaba tanto tiempo necesitaba para que ella se acostumbrase. 

- Creo que tu gatita está lista...-Sacó sus dedos lentamente antes de sonreirle de manera tranquila.-Relájate y disfruta cachorrita...

Lástima, no me ha salido bien...pero bueno, que se le va a hacer...lo que no voy es ha dejarla insatisfecha. Por lo que reanudo el ritmo, riendo.

Pasa casi una hora más antes de que ya no podamos más. Algunos de los gritos de dolor-placer de Carolna en su desvirgue anal han tenido que resonar en todo el edificio. Suerte que es antiguo y las paredes son gruesas o alguien habría llamado a la policía por un asesinato.

Ya casi no merece la pena acostarse, así que hago zumo bien ácido y resfrescante, pero dulce a la vez. Para espabilarnos.

Observo a Carolina...está llena de chupetones y mordiscos. Algunos bastante visibles. LA mayoría obra de la rubia. Igual que mis arañazos en la espalda.

-¿qué tal Carolina? Dos nuevas experiencias en una noche...

Se miró sorprendida ¿Y ahora que diría de esas marcas? Suspiro levemente mientras se levantaba de la cama. No pidió permiso si no que se aseó un poco para después salir "vestida".- No estuvo mal... Pero esta señorita debe irse, no olvides que me fui de casa y mira la hora.-Señala la misma, son las 11:30 de la mañana. Dándote un beso, sale de allí casi apurada.

Áine por su parte se toma más tiempo que la otra, se asea perfectamente dándose una ducha e incluso desayuna contigo. Pero a las 11:58 suena tu móvil otra vez, una de las tantas que sonó esa noche pero que tú no atendiste.- Creo que te llaman... Y yo debo irme.-Se acerca a ti, como si fuera a besarte, pero solo muerde el aire.- Nos vemos .-Sale de allí con paso tranquilo, moviendo ese cuerpito sensual.

Cuando vas a coger la llamada es Nicole...

Fin de la Escena.