Partida Rol por web

Se dispone a hacer una antorcha, comprobando que una cosa es ver como se hace en la tele y otra muy diferente hacerlo en la vida real. Al no ser capaz de conseguirlo, se pone a llorar.

-Yo creía que se podía hacer..sniff, sniff..

Rafaela abre la caja redonda, que resultó ser una sombrerera  con un viejo sombrero adentro, nada muy útil, parece basura, mientras tanto Mateo sube de manera valiente, y es seguido por  José, quien al ver que Noelia no ha podido hacer la antorcha, ha decidido tomar lo que queda de vela y subir las escaleras detrás de José, poco a poco, todos ustedes le siguen y se abre ante sus ojos, otro nuevo escenario.

La luz de la vela ilumina levemente, pero con lo poco suben las escaleras, y  se encuentran con un sótano tenebroso.

_{(situación igual a la imagen, cabe anotar que el largo de la puerta de donde salen, a la escalera es de unos 30 metros)}

La luz es poca. Rafaela reconoce un baul al frente, era donde el hombresillo que ella vió estaba buscando algo (salen del corredor rosaceo al fondo). El baul abierto, solo tiene papeles, pero nada útil. El techo es extraño, no parece muy firme y da la impresión de que en cualquier momento se puede derrumbar. Hay una ventana, pero el vidrio esta cubierto con pintura blanca, como si quisieran ocultar lo que sucede ahí.

El suelo es de madera, pero sucia, pedazos de muchas cosas estan en el camino.

Cuando alumbran  un poco más al fondo ven un sector con cadenas y una especie de esposas de tortura, como los que usan los prisioneros. Eso les hiela la sangre. En ese lugar puede que hayan ocurrido cosas terribles, no hay nadie muerto, pero la simple presencia de las cadenas les aterra.

Al fondo (el espacio es amplio, unos treinta metros despues) ven un espacio iluminado. Pueden distinguir una escalera, y un charco de agua.  Nada más. El lugar es tan grande que el resto del lugar esta a oscuras, y necesitan de la vela, para saber por donde caminan.

Subió la última, a punto de pegarle un coscorotazo a Mateo cuando vio que subía sin luz alguna. Gruño ligeramente para ella, intentando subir sin empujar a nadie por las escaleras. Alli la fuerte era ella y la dejaban la última, eso no podía ser.

El ba....no terminó la palabra cuando vio el resto de la sala, y las cadenas...las cadenas...y de nuevo, como si fuese un mensaje lo que le dijo su madre cobró sentido. El...el...muñeco...se fue por allí Señalo el final de la sala, por donde lo habia ido irse, ni siquiera sabia bien hacia donde había sido. Tragó saliva mientras sus ojos pasaron por la silla de ruedas vieja y ajada, y la silueta de la múñeca que estaba en el charco le hizo estremecerse.

Es...el baul..Se acercó con mucho cuidado a el,mirándolo por encima, a ver si podía ver que había en su interior sin tener que abrirlo.

Mateo sigue de cerca a Rafaela hasta el baúl; pero, mientras que ella le presta atención a ese chisme, él se fija en la ventana pintada de blanco. De repente, se pone tenso, alza los brazos con su tabla bien cogida, y golpea los cristales de esta resoplando en un desesperado intento de saber dónde están.

Asustada, se enganchó con una manita al jersey de Mateo para subir las escaleras. Cuando penetran en la nueva estancia, se suelta, ya que este sale corriendo a golpear unos cristales que parecen una ventanita.

-¿Que hay dentro?

Preguntando a Rafaela, que estaba mirando un baúl. Ella comenzo a caminar muy despacito, hasta detenerse en una zona cerca de unas escaleras, donde había un enorme charco y una muñeca en el suelo.

José se quedó mirando el extraño trozo de piedra. Lo iba a coger cuando en ese momento Mateo salió subiendo las escaleras.

- ¡Será tontorrón! - Exclamó. Inmediatamente cogió la lamparita y le siguió con cuidado, intentado iluminarle desde atrás. Cuando llegaron arriba, se encaró enfadado a Mateo. - Tiiio, no te vuelvas a irte solo, ¿vale?

Entonces se quedó asombrado con el desolador sótano. Todo aquello estaba muy oscuro y daba miedito, pero seguro que estaban cerca de encontrar a Veve. "Aguanta, hermanita, vamos a por ti..." Miró al suelo, y puso un gesto ceñudo.

- Bien... - Cogió una de las tablas sueltas que había esparcida, mientras dejaba la lampara en medio de la salita para que todos sus amigos tuvieran luz. Luego siguió a Noelia, acercándose a las escaleras.

Cuando llegó hasta donde estaba, se puso a quitar una telaraña con el palo.

- Puaj... que ascazo.... - Finalmente se giró y se puso mirar las cajas que había cerca, evitando poner los ojos en las cadenas. De repente escuchó el golpe de la tabla de Mateo, poniéndose tenso. - ¡¡SSSHHHHTTT!

Noelia abre el baul, y comienza a revisar que hay adentro, perecen ser papeles en tiras, y cuando lo hace una rata sale de adentro del baul  cosa que ella no se esperaba, lo que le pega un gran susto.

El sonido de las paticas se alejan hacia una esquina, todos escuchan, hay muchos sonidos como ese, el lugar parece estar infestado de ratas.

Mateo rompe la vidriera, y lo que ve lo deja extrañado, hay unos barrotes enormes que estan reforzando afuera del vidrio, trata de mirar,  la ventana hacia parte de una especie de hueco de cemento  de 1 metro y medio , solo vez las paredes y esquinas, notas que sube, y que no hay piso. parece ser más hondo de lo que parece, ¿un pozo?

En el momento que miras escuchas el grito de Noelia.

Anota el pedazo de piedra y ponlo en tu equipo. Yo entendi que lo habias agarrado.

Mientras recoge la muñeca del suelo, completamente mojada, siente ruiditos, gira la vista hacia rafaela, y ve algo salir del baúl. Cuando se da cuenta de lo que es, pega un saltito.

-¡¡¡UNA RATA!!!¡¡¡UNA RATA!!!

Chillando como una posesa, a la vez que comienza a oir mas pasitos de esos animales.Le gustan los animales y los bichos, pero las ratas no.Corre hasta subir dos peldaños de la escalera que se encuentra cercana a ella.

El grito de Noelia saca a Mateo de sus propios pensamientos. Se gira por acto reflejo empalidece:

- ¡Ra-ra-tas! -tartamudea.

Inmediatamente cierra el baúl y se sube a él.

- ¡Arriba-ba! -exclama tendiendo la mano a Rafaela y Jose.

Lo iba a coger pero como no lo pusiste en el resumen, pensé que no me dio tiempo o algo.>.<

José escuchó el grito de Noelia y vio a Mateo subirse al baúl y empezar a llamarlos. Luego vio la rata. Todos estaban armando jaleo por aquél animalucho. "Aaaaah, nos van oír"

- Shhhht, shhhhht - Intentó hacerlos callar, poniendose el dedo en la boca y soltando algunas babas por el nerviosismo. - Shhhhht. ¿Queréis dejar de gritar? ¿Os olvidáis del hombre del saco o qué?

Volvió a centrar su atención en las cajas, a ver si había algo de valor, aunque no podía evitar echar de vez en cuando un ojo por si aparecía otra rata cerca. No les tenía miedo como los otros, pero le daban algo de grimilla.

Cuando abrió el baul lo que había era una rata, una rata enoooooooooooooooooorme que había intentado morderla. Noelia gritó al ver que había mas ratas en el lugar, Mateo había cerrado el baul casi pillándole los dedos y Jose intentaba serenarlos...pero no había forma. 

Ratas...muchas...Trago saliva y salió a correr hasta la compuerta redonda que había mas adelante, con la idea en la mente de que puede que viviesen allí, y que tenía que cerrarlo tras verlo. Así algunas al menos no intentarían morderles. Ahora es cuando se arrepiente de no llevar pantalones como los niños. Ah..e....Mete primero un pie en el charco, para ver cuan profundo era, seguramente olería bastante mal, como si fuese una premonición, agarró la tabla mas cercana que no pareciese astillarse con tanta facilidad, a las ratas no les gustaba morder madera ¿no? . Con gesto de repugnancia pero segura dió dos pasitos mas para poder asomarse al hueco.

Noelia, ve con los demás al baul, corre, yo te protegeré. Le dijo de soslayo. Que el hombre del saco te puede coger por detrás. En cuanto mire esto vamos arriba, nos queda poca vela ya Sus ojos estaban llorosos, tenía miedo, frío, y no le gustaban las ratas, su  padre decía que enfermaban a la gente con sus mordiscos.

Subida en la escalera, veia como el resto, se encontraban en la otra parte de la habitación. Las palabras de rafaela, la ponen nerviosa, mirando timidamente hacia el resto de escaleras. la sola mención del hombre del saco, hizo que girara rapidamente la cabeza, cerrando los ojos y corriendo hacia el resto. Sus pasos se escuchan cruzando el agua y la habitación..

-Soy valiente, soy valiente, soy valiente

Tras la detección de la rata, Noelia corre hacia las escaleras cruzando toda la habitación llena de suciedad, mientras tanto Mateo (quien había descubierto que la ventana no llevaba al exterior sino a una especie de hueco, se asusta y se monta en el baul ofreciendole la mano a los demás para que se suban con él a la caja, pero José y Rafaela, a pesar de que les daba asco, no aceptaron su invitación. 

José decidió explorar unas cajas de madera que había al fondo, mientras tanto, Rafaela se acerca a la compuerta circular que hay cerca, toca con su pie el agua, y aclara de que se trata de un charco y de una filtración, no es muy hondo. Se puede ver una muñeca  en medio del charco, pero nada más.

Noelia se queda asustada en las escaleras, mientras sus compañeros están explorando.

Noelia, esta en las escaleras tratando de ser valiente, y puede ver perfectamente lo que hace Rafaela, juntas estan muy cerca. José esta en el otro extremo dandoles la espalda. Rafaela se asoma a la escotilla pero no ve nada raro.

Ambas sienten que la temperatura del lugar baja, el aliento de ambas se siente cuando respiran, pues se forma un humillo al frente de sus rostros.

Cerca escuchan : Ayuda, Ayuda 

No saben de donde sale esa voz.

Estas en una esquina, le das la espalda en tu búsqueda a Rafaela y Noelia, no vez a mateo quien se montó huyendo de las ratas en el baul,  a pesar de tus palabras aún no se a bajado.  Revisas las cajas y  tratas de abrir una. Das un salto hacia atrás pues salen de una vez como tres cucarachas enormes.

Lleno de repulsión observas que hay adentro de la caja, hay huesos humanos y un craneo humano partido a la mitad.

Tu miedo se une con otras emociones cuando sientes que baja la temperatura. El vapor de tu respiración se ve más evidente.

Estas encima del baul. Puedes ver claramente que Noelia a corrido cruzando todo el salón y sentandose en las escaleras, y Rafaela de manera precavida camina en dirección a un extraño instrumento al fondo. José se pierde en una esquina, y mientras tratas de huir a las ratas, la temperatura baja de manera drástica, vapor de aire se forma al frente tuyo con cada respiración, y sin esperarlo, el baul donde estabas parado comienza a vibrar.

Mateo está en el baúl asustado  esperando que su cobertura de sombras le ayude, sin ni siquiera pasarle por la cabeza llamar a sus amigos.