Las purgatidas, son espíritus que huyeron del infierno y que tratan por todas las formas de poseer un cuerpo humano. Algunas son listas, y saben magia, hacen pactos con los vivos, pero siempre los traicionan. Buscan un nuevo cuerpo, para volver a vivir, para negarse al sufrimiento eterno, pero siempre que alguien huye, otro lo está buscando. Los policías del infierno, las nefaritas, Buscan y buscan a los espíritus, los atrapan si no son listos los devuelven al infierno de donde no debieron haber salido.
Esta es la historia de Lazan, el Titiritero maldito cuyo puppetshow mató a muchos niños mientras vivía y después aún, durante su muerte.
Lazán era un hombre apuesto, paseaba de pueblo en pueblo con su carpa; presentaba obras con títeres y atraía a los niños. Solía engañarlos, secuestrarlos y viajar con ellos obligándolos a limpiar juguetes, y hacer labores monstruosas. Jugaba con ellos, los engañaba y les decía que si "le ganaban" saldrían de su encierro, pero falso era en todo momento, él solo buscaba sangre y muerte.
Nunca cumplió ninguna promesa, sólo trampas hacía y siempre resultaba ganador.
Para él, el sufrimiento era un juego, los títeres eran los mismos niños. Llego hacer un pacto con el diablo, para cumplir su sueño y darle vida a sus títeres. Esclavos oportunos en un mundo controlado. Deseaba atravesar la frontera entre la vida y la muerte, y así, dar vida a la madera.
Casi lo logra... pero su propia muerte impidió sus objetivos, y el demonio exigió su alma en los aposentos del infierno. Después de morir la verdad se le reveló, y supo cómo llevar a cabo su sueño, pero para eso, debía salir del fuego eterno y escapar.
Logró hacerlo ciertamente, y en el mundo de los vivos se volvió poderoso usando sus nuevos conocimientos como alquimista. Quiso construir un mundo, para manipular y seguir jugando. Encontró a un par de hermanos titiriteros, y tomó posesión del cuerpo del más anciano, al otro le lavó el cerebro y lo obligó a trabajar para hacer marionetas.
El cuerpo de anciano que poseyó con el tiempo, se pudrió. No estaba ciertamente vivo, pero tampoco estaba muerto del todo. Por muchos años experimentó con madera, se hizo más fuerte y más malvado mientras los niños que caían en sus garras se convertían en marionetas vacías. Pero se dio cuenta que el poder podría ser compartido, pues la carne de los niños marioneta, podría ser usada para otros espíritus en el infierno.
Y fué por eso que Lazan perdió... porque al abrir la puerta del infierno en forma de chimenea. No sólo abrió la puerta a sus amigos, sino a su misma destrucción. La nefarita solo estaba buscando la señal pútrida que salía de su alma, que escondida estaba en sus ropas demoniacas. Esa señal se convertía en un faro que señalaba su ubicación cuando se sacaba fuera de la tela.
Pero el mal nunca descansa, y las marionetas dieron ideas a algunos ángeles del mal. Una marioneta es la mejor prisión y tumba para los seres humanos, y detrás de cada una de ellas hay un alma encerrada que se ha rendido.
¿Les sorprende saber eso de ellas?
Los Alquimistas eran titiriteros que buscaban el secreto de la vida eterna, lo encontraron en la madera y en la sangre. Pinocho solo fue un ejemplo de lo que pueden hacer pero como cuento se quedó, y pocos supieron que en realidad sucedió.
Es por eso que a miles de kilómetros de distancia otro alquimista está jugando el juego, y próximamente el infierno se volverá de madera.
FIN.