Partida Rol por web

Con rapidez se asoma para ver donde está su madre, las voces aunque no las entiende son un recordatorio de lo que le dijo la muñeca

Todo es una trampa, él hace trampas, él no juega limpio.

Ahora mismo en su mente los pensamientos iban tan rápido como esas hojas de periódico; el picor de la herida solo hizo que saliese de su negligencia, y empezó a apartar estos a manotazos, con una decisión que pocas veces había tenido.

Esto no está bien, esto no está aquí, solo eres un títere.

Un titere...mientras intentaba ver si su madre estaba bien o no, buscó hilos...cuerdas...algo que guiasen a la mujer o a cualquier cosa de la habitación. Ya que, estaban en un teatro, siendo el teatro de alguien.

Te concentras y de repente sientes una gran verdad que surge ante tus ojos. No son reales, son marionetas, Son marionetas!!!, buscas, y sí, ahora que lo logras ver, hay hilos, sí hilos, las paginas de los periodicos se  mueven por hilos. Y cuando tomas conciencia de eso, y buscas con la mirada a tu madre, solo vez una muñeca de madera en el piso, y en ese momento te das cuenta que tenías razón.

Todo se pone negro nuevamente.

la imagen del cuchillo la aterraba, al igual que la presencia de su padrastro, que se acercaba cada vez mas a ella. ella queria mucho a su mamá, y le estaba diciendo que si se lo decía se moriria, y ella no queria eso, no eso no. de repente, la muñeca le habla, como dijo Rafaela que le había pasado con la muñeca del sotano.Habla de una llave, entonces recuerda que ella tiene una, que recogió antes de encontrar a Olga, la otra niña. temerosa de su padrastro, abre la jaula del gato, apartando la puertecita, para que pueda escapar el minino.

-Eres libre, no como yo...

Empezando a llorar, mientras espera el acto de su padrastro, pues ella no quiere que su mamá le pase algo malo.

El no puede hacerte daño, no es real, tú puedes vencerle, libéranos, libéranos... tú puedes vencerle.

Y mientras liberas el gato comprendes el porqué estaba enjaulado. Salta salvajemente contra la cabeza de tu padrastro y comienza a rasguñarlo hasta que en un momento se desvanece.

Escuchas como sí una cuerda por la tensión se rompiera, y el cae, inmovil.

Te acercas dando pequeños pasos. Ves al hombre en el suelo, el cuchillo parece de cartón, y en ese instante escuchas nuevamente a la niña.

Debes hablar, debes decirle a tu mami lo que ocurre, debes decirle, él no puede hacerte daño.

Y en ese momento todo se pone oscuro.