Taz volvió a fijarse en la cara de Popoye. Algún parecido tenía con el juez Doom, pero aquella no era prueba suficiente. A ver si Gruñón iba a tener razón y se estaba volviendo paranóico. El día de la votación se acercaba y Taz, en su celo por encontrar al juez, había acusado a varios dibus: Daisy, Lola Bunny, Popeye... Además se había peleado con Bob Esponja y encendido un pote para cocer a Rogger Rabbit. Echando cuentas, tenía ya muchos enemigos. Taz se morió las uñas pensando en que el resto de los dibus lo podrían votar a él y entonces tuvo una idea: ¡ TENÍA QUE ORGANIZAR UNA CAMPAÑA ELECTORAL! Se perfumó, se puso un traje de Armani y empezó a repartir rosas a las señoras y puros a los caballeros. A Bambi no sabía qué darle ¿Era una macho o una hembra? Además, le regaló a cada dibu una camiseta electoral diseñada (bueno, fakeada más bien) por él mismo. Con eso tendría las elecciones ganadas.
El pueblo ha hablado, Bob esponja ha de morir.
En la próxima escena mostrare el resultado de la ejecución.