Partida Rol por web

Ratoncitos

(Prólogo) Descubrimiento.

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21/01/2019, 02:15
Sargento Miller

Traté de sostenerle la mirada a Dasha, ¿sería buena idea que viniera? ¿Correría más peligro que acá? No respondí, y eché tierra a la hoguera.

A pesar de estar cansado, no tenía sueño. Posiblemente era por tener los pies calientes, por culpa del calzado ya viejo que no ofrecía una protección adecuada con la ardiente arena. O por el frío que se me metía en las articulaciones, en lo profundo y hacia que cada movimiento fuera más lento. Quizá inclusive fuera la "misión" de mañana. Era curioso llamar a algo misión a estas alturas, cualquier cosa sonaba a un recado. Eso era cualquier incursión sin disciplina militar. Un recado, por un bien pero mandado al fina. 

Me dí la vuelta de espaldas a la entrada de la tienda e intenté dormir. Siempre que Dasha salía sentía una mano apretandome el pecho ¿Se cansó de seguirme el paso? ¿Pensará en marcharse? Tranquilo, Miller, fue a orinar. Me repetía hasta que regresaba, justo cuando estaba apunto de levantarme a buscarla. Los ruidos entre las tiendas y las personas que aprovechaban para probar las pocas provisiones de otros eran casuales. ¿Habrá pillado a alguien intentado robarnos?

Tomé un cuchillo de la mochila, por la empuñadura se notaba que había sido muy grueso, con un borde serrado. Ahora era mucho más fino y ancho que antes, por las escaramuzas con la piedra de molar. Levante las capas de tela y lo metí bajo el pantalón, por el abrigo.

¿Dejaría la tienda a merced de cualquier que se acercara? Sí descubría al que me había robado lo haría comerse las ascuas de la próxima hoguera, y eso no sería agradable por muchas razones. Aun así, me preocupaban mis pocas cosas, pero la familia es primero.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tiro por Buena forma para ver si encuentro a Dasha corriendo. 

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21/01/2019, 15:42
Hegan Ridley
- Tiradas (1)

Notas de juego

hago la tirada de persecución.

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24/01/2019, 21:32
Director

Pingaa

El grito ahuyenta a los niños, que se dispersan en la oscuridad. Maldiciendo para tus adentros y con ganas de azotarlos, corres tras ellos y avanzas a tientas por el escabroso terreno rocoso, pinchándote de vez en cuando con los arbustos espinosos que salpican la desnuda colina. Tus pasos siguiendo a los niños te llevan hasta un terraplén de difícil acceso. Parece que ellos han trepado con ayuda de una endeble rama que, por supuesto, no aguantará tu peso.

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24/01/2019, 21:36
Director

Hegan

Descubres que el hombre que huye del campamento es ni más ni menos que el panadero Pingaa. Un hombre afable y jovial que no te encaja en el perfil de desesperación absoluta que encaja con los que abandonan la Invicta. Lo alcanzas al pie de un terraplén de difícil escalada que conduce a lo alto de la colina.

 

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24/01/2019, 22:25
Dasha Schulz
- Tiradas (1)

Notas de juego

Noooo xDDD

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24/01/2019, 22:42
Director

Dasha y Miller

Miller se levanta con el cuchillo preparado para incapacitar al asaltante pero solo encuentra a su hija Dasha escudriñando la oscuridad con la vista.

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25/01/2019, 02:16
Sargento Miller

Salgo de la tienda. Dasha apenas había salido. Me sentía un completo idiota ¿Escaparía tu propia hija de ti? ¿A donde? ¿Con quién? ¿Quién la asaltaria? 

La miré iluminado por las hogueras cercanas y la luz de la luna.

-Dasha - hija quería decir, pero me temía alguna reacción negativa bien justificada - deja a esos ratonzuelos en paz, hay que descansar. Mañana salimos temprano - di la vuelta lentamente y me metí de nuevo a la tienda. 

No necesitaba mí aprobación y ¿la aceptaría? Me daba cuenta de lo desconocida que era mí ¿Cuanto ha cambiado? ¿Estaré tomando la desición correcta? La guerra era una cosa. Termina cuando muere el enemigo, el hambre termina cuando comes. Son cosas simples para hombres simples. 

Dejé el cuchillo bajo la mochila que usaba como almohada. Y me recosté en el suelo. En las puertas de  Amsera el enemigo no nos superó en táctica. Eran demasiados de ellos por cada uno de nosotros. Y con artimañas de rastreras. Sobre todo no eran un enemigo que pudieramos vencer ¿Como la haríamos frente mañana a una exploración? Tendría que elegir al grupo completamente al azar para evitar alzamientos extraños y complots, tendríamos que llevar algún aparato de radio señal, pero desconocía si la invicta poseía alguna chatarra de esas... Respiré hondo, no iba a poder dormir hoy.

- ¿Dasha, estás despierta? - pregunto en voz baja. Quizá si la incluía en las decisiones que nos afecten podría allanar la brecha un poco. 

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26/01/2019, 18:52
Pinga Aandaleeb

La persecucion de los niños llega a su final, cuando esto en su ignorancia escalan fuera de mis torpes manos. Dudase yo que por aquella rama fuera suficiente para mi peso, esto no hace mas que molestarme y hacer que grite en tono amenazador.

--Coño de su madre, ¡¿pa´ que suben???? ¡Bajen ahora!¡Es peligroso, pueden morir, ignorantes!

Dijo inultimente, presintiendo que seguramente poco haría para bajar esos niños, estos en su mente pensaran que yo deseo castigarle, si tal es el caso. Mejor es practicar una pequeña trampa para ellos.

-Ohhh, vamos, vamos. ¿No quieren comida ? Yo soy cocinero, tengo comida en mi bolsillos. Lo tenia guardado para la fogata, parece que tendré que comerlo solo.

Y intento hacer sonidos con la boca sobre alguna bolsa, que aunque ridículo sonara, no llega a realizarse por mucho tiempo. Ya que escucho los pasos de algo en la lejanía. Pudiendo oír claramente como se acerca mas y mas, hasta que finalmente, sudoroso por el esfuerzo físico y guiado por el miedo que volteo con conciencia alta que haber cometido un grave error para mi.

Aunque al final resulta ser solo un humano para mi suerte, esto no evita que soltara un grito de temor.

-¿Q-q-que ? ¿T-t-tu?.¡N-no m-me asustes a-a-asi!.... Casi me das un infarto.

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28/01/2019, 00:05
Hegan Ridley

Seguir la silueta del hombre que huía fue relativamente fácil, pues a pesar de lo oscuro del terreno, la luz de la luna reflejaba la suficiente luz como para no tropezar y caer por causa de algún obstáculo o desnivel del terreno.

Cuando por fin lo alcanza, Hegan descubre que la persona en cuestión no era nadie más que el panadero Pinga. Nunca había hablado con él pero si le conocía de vista, como muchos en la Invicta. Aún así le resultaba muy extraño encontrarlo en mitad de la noche tan alejado del campamento y solo.

-Hola, señor panadero...mm perdón por asustarle -hace una pausa para recuperar un poco el aliento. -Mi nombre es Hegan, Hegan Ridley, yo solo le vi corriendo y le seguí hasta aquí. Me preguntaba qué motivos harían que una persona se alejase tanto del campamento a estas horas. Esto es peligroso, deberíamos volver cuanto antes.

-Le mira directamente a los ojos esperando escuchar algo que le convenza, y deseando convencerle de lo conveniente de regresar con los demás.

Notas de juego

Pinga, creo que si trabajamos juntos podemos seguir a los chicos, quizás puedas darme un pie para yo subir, o hacer una tirada cooperativa para que me des dados de ventajas, o viceversa. Máster, crees que podamos hacer eso??

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28/01/2019, 11:56
Dasha Schulz

Escudriñaba las penumbras como un sabueso olfateando en busca de un rastro. Pero entonces la voz grave de su padre se dejó oír tras ella.
¿Cómo se había dado cuenta tan rápido de que se había levantado? ¿Acaso temía, como ella, que el otro le dejase atrás? ¿Quizás aguardaba el momento para partir sin ella, esperando a que el sueño de Dasha fuese profundo?

-He oído ruidos. Te juro que si pretenden entrar a robarnos les rajaré el cuello- la expresión de su rostro reflejaba convencimiento y rudeza, aunque estaba por ver si aquella niña sería realmente capaz de matar a alguien.

Volvió al interior de la tienda y se arrebujó en la rohida manta que todavía conservaba algo del olor de su madre. Sintió como una punzada, entre dulce y despiadada, cruzaba su pecho. Cubrió su rostro con la manta, vigilando a su padre por un agujerito, no se le fuese a ocurrir marcharse sin ella, y creyendo estar bien resguardada algunas lágrimas empezaron a recorrer sus mejillas mientras en su mente trataba de reproducir la sensación de los brazos de Lena rodeándola.

-Sí- Respondió al sargento tratando de que no notase el lamento en su voz.

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29/01/2019, 01:51
Pinga Aandaleeb

-Hegan,¡Hegan Ridley!....Ese nombre suena como tierra....no te conozco mucho. Pero hermano sois. Mi nombre es Pinga Aandleeb a tu servicio-le ofresco la mano para entrecharla, era de menos dado que no era una fierra-hermano, yo tengo mi mente sana. No soy de realizar suicidios por inconvenientes de la vida. Sali por motivos mayores-Dijo mientras señalaba el obstáculo que me impide escalar--Alla arriba, esta mi razon, subieron unos niños, y yo lo seguí. Pero, no puedo subir, sin caerme ante la subida. Ayudame a bajarlo, sus padre se asustaran si no regresan. -Miro de nuevo el obstáculo,temeroso que los niños terminen comiendo alalgo venenoso-Tengo una idea. Yo te subo y tu lo bajas,¿te parece?-Y me siento, posicionando mi manos para la subida, en caso que acepte.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Si vale xD haber lanze resistencia pa soportar tu peso.

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29/01/2019, 14:15
Hegan Ridley

-Pues mucho gusto Pinga Aandleeb- extiendo mi mano en respuesta a su saludo- ¿unos niños? ¿a estas horas? ¿pero que en que estaban pensando? por supuesto te ayudaré a buscarlos, pero luego habrá que hablar con sus padres para que los vigilen mejor- dice cuestionando-

Observa como Pinga se coloca en posición para ayudarle y se dispone a trepar por la empinada pendiente. *aquí vamos, 1..2..3 y pff... para arriba*

Trepar resulta algo complicado a pesar de la ayuda de su nuevo compañero, pero al final lo consigue y logra llegar a la cima. -ya estoy aquí- le dice al panadero

Una vez arriba intenta localizar a los chicos a pesar de la poca visibilidad. -Holaa, ¿¿niños?? no es tiempo para juegos, es muy peligroso estar aquí, sé que están asustados, pero no se preocupen no les vamos a regañar, vamos, los llevaremos de vuelta al campamento con sus padres-  dice con tono amable y cariñoso, intentando convencerles de salir y regresar juntos a la Invicta.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Primero: recuerden que soy novato y no sé si esto esté bien, tu me dices master..

Segundo, hago una primera tirada usando el rasgo atlético y ágil (3d6) + 1d6 de ventaja por la ayuda de Pinga, creo que es así, no estoy seguro (¿o eran 2d6 de ventaja?)

Tercero, luego hago otra tirada usando el rasgo Líder de Grupo (3d6) para intentar convencer a los niños de que salgan de donde estén escondidos para que regresen conmigo

En cada tirada tengo un éxito, por lo que supongo que lo consigo no?? Cualquier cosa me corrigen por favor... :)
 

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30/01/2019, 02:52
Director

Los niños escucharon los gritos pero Soplón los hizo callar con un gesto y continuaron trepando por el terraplen con ayuda de las ramas. No es que fuera un ascenso fácil y además, las espinas del arbusto se clavaban en las manos de los gimientes infantes pero a pesar de todo, consiguieron ascender hasta alcanzar el arbusto.

Allí estaba. Un frondoso arbusto cargado a tope de gordas bayas carmesís cuya solo visión hacía rugir el estómago de los niños. Antello y Sibal, con el coraje de los insensatos agitando su alma, se acercaron ansiosos al árbol y tomaron la bayas. No obstante, no se las comieron, esperando a que Soplón diese el primer bocado. Al fin y al cabo, él era el líder y por tanto suyo era el primer bocado. Ufano y confiado, el infante cogió su puñado de bayas y se las metió en la boca, arrugando la nariz al notar el sabor amargo de las semillas.

Los otros, se apresuraron a hacer lo mismo...

-Esperad!- tronó una voz en la oscuridad. Del susto, los niños dejaron caer las bayas y Antello trastabilló antes de caer de culo. Un agotado y polvoriento Hegan Ridley avanzó con rapidez y examinó el arbusto. En efecto, eran esas bayas letales que abundaban por todo el lugar. Tentadoras las había bautizado el anciano Kor.

Sibal trató de huir pero perdió pie y gritó al torcerse el tobillo. Antello farfullaba algo incomprensible mientras se alejaba arrastrándose del adulto y Soplón... en la oscuridad era difícil verlo bien pero permanecía erguido, desafiante y en silencio.

-No se os ocurra comer ni una sola de estas bayas. Son muy venenosas y no podemos hacer nada para salvaros... qué dices?-

Antello trataba de vocalizar pero en medio del nerviosismo y sin los dientes, solo emitía balbuceos incomprensibles.

-Soplón se las ha comido!-gritó Sigal con voz dolorida señalando al silencioso y estoico líder. -Soplón! se las comió!-

Hegan se giró hacia el muchacho justo en el momento que el infante caía al suelo con el rostro amoratado invisble en la oscuridad. Nadie, ni siquiera lo más desesperados, se habían atrevido a comerse las bayas sin quitarles las semillas. Pues incluso las buenas Vainas Rizadas que crecían en los campos de Amsera tenían semillas tóxicas que era necesario retirar antes de comerse el dulce fruto estival.

Por desgracia, la arrogancia de Soplón, de aquel pobre infante enfadado con el mundo, le había llevado a su perdición. Hegan trató, desesperado, de hacer que vomitara las letales bayas de su estómago. Soplón vomitaba, pataleaba, gorgoteaba y tosía mientras expulsaba un ícor carmesí de aspecto acídico. Pronto no quedó nada más que aire en su estómago pero el infante no reaccionó a las palabras desesperadas de Hegan.

Hasta que finalmente... se detuvo. Para siempre.


Hegan cargó el cuerpo en silencio, seguido de cerca por Antello y Sibal que lloraban en silencio. El pobre Soplón, huérfano y enfadado con el mundo, hiperactivo y amenazante para proteger el vacío de su interior, ahora descansaba. Ahora era uno más de los "afortunados".

El panadero se reunió con Hegan y lloró con amargura mientras se acercaban al campamento. Nadie vendría a reclamar al pobre soplón y enterrarlo era algo casi imposible en un terreno como este. Tampoco había estiercol para incinerarlo y los dos desolados adultos se quedaron con el cuerpo tibio en brazos, incapaces de aceptar que tendrían que darle la misma sepultura que al resto.

Lo peor es que nadie movería un dedo para hacerlo. Y todavía más triste era que no podían reprochárselo.

Porque ellos terminaron dejando el cuerpo del pequeño en la oscuridad antes de alejarse en silencio con los dos niños supervivientes.

Sin nada que decir. Sin otro pensamiento en la cabeza...

Que el de "Afortunado".

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30/01/2019, 03:55
Director

El amanecer encontró a la Invicta desperezándose en un ambiente taciturno. La pereza no tuvo lugar desde que abandonaron Amsera y los retrasos a la hora de desmontar el campamento son debidos al cansancio extremo y a la perspectiva de un día más de marcha desesperada. Los que han muerto durante la noche, son apartados sin miramiento y arrojados fuera del camino. Los enfermos se incorporan como pueden entre sudores fríos y malolientes excrementos aguados.

Ninguno cree que llegará a ver el final del viaje. Pero ninguno se detiene. Con sus últimas fuerzas, con su último aliento... siguen avanzando.

Porque vamos a Paraíso. A Paraíso. a paraíso...

Este es el mantra de la Invicta. La oración que sustenta el espíritu de los que paso a paso, desafían a la muerte sin otro motivo que el de aplazarla un día más.

Lentamente, la caravana se pone en marcha y asciende penosamente la colina. El camino es abrupto y no parece ofrecer la promesa de nada mejor si no más bien todo lo contrario. Jord Coram lo sabe bien pero aún así, camina con vigor, buscando al sargento Miller entre la marea de refugiados que le abren paso con reverencia.

Le acompaña un grupo de exploradores, los cuales ha reunido uno a uno personalmente con discrección para evitar llamar demasiado la atención. Buenos hombres y mujeres, confiables y con más fuerzas que el resto de desgraciados que se arrastran hacia la salvación. Jord Coram está tenso pero satisfecho y lo hará notar cuando regresen de la misión.

Suponiendo que regresen. Oh! Allí estaba Miller. Jord dio un brusco giro y se acercó al viejo sargento y a su hija con paso rápido. Pues el tiempo era esencial y debían partir cuanto antes.

 

 

Notas de juego

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30/01/2019, 04:21
Jord Coram. Seïes Yurda

-Tened buenos días, Miller y Dasha. Espero que hayáis dormido bien.- saludó mientras se acercaba. Al alcanzarlos, se detuvo y el resto lo imitó. -Venid, salgamos del camino.- sugirió.

Vista desde fuera, la caravana tenía un aspecto lamentable. Miles de personas avanzando al son de la desesperación y aún así desafiando a la misma en un intento inútil de triunfar. O quizás solo sean en realidad ratoncitos asustados... pensó antes de encararse hacia sus hombres.

-Sargento. Estos son sus hombres y están bajo su mando. No son guerreros pero están en buena forma y se moverán rápido y sin rechistar.- tras revolver un instante en su macuto, extrae un rudimentario mapa grabado en una sucia tela con trazos torpes y se lo entregó. -Deshaced el camino y avanzad hacia el sureste unas horas. Investigad el lugar y regresad. Esas son las órdenes. Alguna pregunta?-

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30/01/2019, 11:21
Olessia

Cuando el mismísimo Jord Coram la había ido a buscar a la tienda común, Olessia estaba ya levantada. Se había quitado la red de pesca del rostro y el torso, y atado a la cintura, sujetando con ella la vela que le hacía de falda y de manta, indistintamente. Con los pantalones largos que llevaba debajo, así como el par de camisas, eran no sólo su indumentaria, sino todo lo que tenía de vestir.

Se había refregado la cara y las manos con arena, era un buen abrasivo y aunque no sustituía el agua, no había otra cosa para adecentarse ni que fuera someramente.

Su grueso y afilado cuchillo, recuerdo de su Hans, pendía de su cadera, presto para cualquier uso. No había comido nada, y su estómago gruñía. Flojito, ya estaba acostumbrado a que no se le hiciera caso.

Levantó los ojos azules, mucho más azules que el cielo matutino, y los clavó en El que Empuja.

-¿Me necesitas? Claro. Sí, estoy bien. Y no, no tengo nada que me impida seguirte. Voy.

Nadie se fijó en que se iba tras él. Si algo tenía de bueno ser como era Olessia, era ese anonimato discreto y callado.

Llegaron otros y otras, un pequeño grupo que Coram juntó, todos recios, todos enjutos. Todos dispuestos. Se detuvieron frente al Sargento Miller y su hija. Y allí, a un lado de la Columna de la Invicta, les explicó. Irse. Explorar. Hacia el sureste. Miller al mando. ¿Alguna pregunta?

No, ella no tenía ninguna.

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31/01/2019, 14:47
Dasha Schulz

La noche había sido larga, larga y fría, pero al final el cansancio trajo aquel sueño profundo con el que son bendecidos los niños. Cuando las primeras luces iluminaron el cielo se despertó sobresaltada, y al darse cuenta de que se había dormido de aquel modo se incorporó asustada, temiendo verse sola. Para su tranquilidad Miller estaba allí, frente a ella y en cuclillas. ¿Le habría despertado él? En todo caso parecía claro que no había intentado abandonarla, de momento.

Dasha se frotó los ojos y sintió la necesidad de un sorbo de agua. El preciado líquido no abundaba y cada vez sería más escaso, había que dosificarlo muy bien.

¿Para qué? Vamos a morir todos, solo es alargar la agonía
Y pese a sus pensamientos derrotistas, que hacían que se mantuviese enfadada, ella media muy bien a la hora de consumir los víveres.

Salieron de la tienda, siguió a su padre manteniéndose a su lado. Muchos de aquellos que todavía dormían simplemente habían dejado de respirar.

Mejor ellos que nosotros. Una boca menos, una ración más.

Avanzaba en silencio y seria. Y ya casi estaba segura de que serían solo ellos dos cuando Jord Coram les dio alcance trayendo con él a un grupo de personas.
Dasha los miró sin complejos, claramente los estaba examinando. ¿Parecían buenas personas? ¿Eran fuertes? ¿Serían de fiar? Al menos parecían sanos.

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01/02/2019, 02:28
Sílex

Me despierto de mis profundos sueños con una sonrisa que me acompaña mientras me estiro y me preparo para retomar la marcha. No dura mucho más. Al enterarme de lo ocurrido a ese niño, de por qué derroteros le llevó el hambre más absoluta, me invade cierta tristeza. No es que hubiese hablado mucho con él, pero era uno más de la Invicta. Uno más por el que cada día nos esforzábamos y uno más que conseguía una pronta liberación frente a lo que a nosotros nos podría llegar a ocurrir. En el fondo, lo que me pasa es que tengo miedo, ¡Vaya si lo tengo! Pero bueno, vamos a Paraíso... Y quizá lleguemos.

Camino con pesadez y sigo a un pequeño grupo de exploración que se gira cuando nos escucha acercarnos. Me esfuerzo en evitar tropezarme. Busco con la mirada algún indicio de que encontraremos agua, sombra o comida, pero el terreno parece volverse a cada pestañeo más árido, más ardiente. El miedo, poco a poco, se hace hueco en mis entrañas, corrompiendo mis esperanzas.

Por favor, por favor, por favor... No quiero morir así... No he huido para que dejen mi cuerpo aquí tirado.

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01/02/2019, 14:09
Hegan Ridley

El poco descanso de la noche anterior, así como el cargante pensamiento de la pérdida del malnutrido niño en sus propias narices lucían a un Hegan desfavorecido y desecho.

-No fui lo suficientemente rápido, no lo fui, no lo fui...- era todo lo que invadía su pensamiento ahora, haciéndole olvidar que al menos los otros dos habían sido rescatados, gracias a él y por supuesto al panadero, que por cierto, desde anoche no le veía.

Observa como Jord les reúne hablándo de algún sitio por explorar al sureste, -¿no era que los exploradores no habían encontrado nada? ¿qué sitio es ese que merece esta inusual atención?- Su conversación con el líder había sido clara, y no había esperenza en sus palabras, sin embargo no era lo que parecía ahora...

Sí que tenía preguntas pero no energías para derrochar, prefirió callar y seguir al resto, en silencio...

-Por cierto ¿dónde está Emeth?- que no lo veía entre los escogidos, y mira que el viejo será útil en esta empresa...

Notas de juego

Master no sé bien el estado de Hegan ahora, podrá ir sin más o hago una tirada del rasgo: "aspiración de asentarse y teminar la huída", como para buscar fuerzas o algo similar, dime que igual me gasto un punto de destino para sacar energías..
 

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01/02/2019, 15:25
Emeth Snake

Tras una larga noche de descanso intranquilo, Emeth despertó. Sentía una pesadez en el estómago, y no sabía si era producto de una noche de sueños oscuros o si era la antesala de un ataque de dolor. De cualquier manera, no era un buen presagio. Sentado sobre el suelo, se estrujó la cara con las manos para terminar de desprenderse del sopor y bostezó levemente. De momento cayó en cuenta que Hegan no estaba a su lado... no había pasado la noche en la tienda. Esto le preocupó, tal era su costumbre... preocuparse por los demás, especialmente por el joven. "Seguro que pasó la noche con alguna muchacha de la caravana" Pensó. "A veces se me olvida que es todavía joven y los jóvenes no pierden ocasión de vivir la vida... Hacen bien, nunca se sabe cuando uno va a dar el último respiro." A pesar de sus pensamientos de consuelo, le inquietaba que el mal presentimiento con el que había despertado y la ausencia de su compañero estuvieran relacionados.

Salió de su tienda al tiempo que las primeras luces comenzaban a reclamar el cielo, anunciando otro día de castigo ardiente a través del desierto. Las últimas sombras de la madrugada, rezagadas, se escurrían entre las dunas y dentro de las almas de aquellos miles de sacos de huesos que regresaban con tristeza del reino del descanso. Al salir vio al matabrujas entrar y salir de algunas tiendas, y luego marchar seguido por una interesante comitiva. Emeth recordó que lo último que había visto hacer a Hegan la noche anterior era ir a hablar con Jord Coram junto a la hoguera. "Tal vez este reclutamiento tenga algo que ver con el muchacho, aunque no lo veo entre ellos" De cualquier manera, decidió seguir al grupo, dejando el suficiente espacio para que no lo notaran; esto no le resultó muy difícil pues la Invicta ya se había puesto en marcha.

Cuando Jord y el grupo que le seguían alcanzaron al Sargento Miller, se detuvieron y comenzaron a hablar. Desde donde estaba, no conseguía escuchar; pero al ver por fin a Hegan en el improvisado conclave, decidió acercarse.