Ha pasado medio año desde los terribles sucesos acaecidos en la Catedral Negra de Iocanthos. Habéis sido convocados en persona por vuestro Inquisidor a un encuentro en órbita justo por encima del planeta Escintila, en la nave libre Gloria Exuberante. El rogue trader se llama Baltis Mecather y al parecer alguien de confianza de la inquisición para que uno de sus miembros viaje a bordo.
Vuestro Inquisidor os ha dado un día libre para que os repongáis de vuestro largo viaje. Os llama una reunión informativa en uno de los estudios más grandes de la Gloria Exuberante, de hecho el camarote del capitán Mecather. Vaarak ya se ha acomodado en el rincón de la habitación, ya que su enorme corpulencia y los aparatos que lo transportan no se pueden mover con facilidad. Vaarak está rodeado de un grupo de familiares flotantes, calaveras modificadas entre otros, que orbitan alrededor suyo como diminutos satélites alrededor de una grotesca estrella hinchada.
Cuando entráis en la habitación, los familiares llevan tablas de datos y proyectan varios hologramas parpadeantes que Vaarak examina detenidamente. Vaarak os saluda con un gesto de la cabeza y luego os servocráneo, cargado con una bandeja de raciones, flota hacia vosotros ofreciéndoos una selección de bebidas alcohólicas y similares. Una vez cogéis o rechazáis las bebidas, Vaarak señala una mesa de madera recargada de grabados a juego con las sillas.
Tras una breve charla formal, donde se interesa por el largo viaje desde Iocanthos y os dice que va a reformar el equipo debido a los últimos resultados que no fueron todo lo sutiles como él hubiera preferido, empieza su discurso:
- Caballeros, gracias por venir. Vuestros esfuerzos han arrojado más luz sobre un rompecabezas de los más escurridizo, y aunque tenía la intención de resolverlo yo mismo, no rechazaré vuestra ayuda. He leído vuestros informes con interés.
Vaarak extiende su fuertemente modificado brazo izquierdo metálico y presiona un panel de control. Un dispositivo holográfico muestra el retorcido e inexpresivo rostro del Magus, la carta del Tarot del Emperador que adquiristeis en la Catedral Negra en Iocanthos, que aparece ante vuestra vista rotando lentamente.
- Estoy seguro de que todos reconocéis vuestro souvenir. Aristarchus fue un buen hombre y un aliado de confianza durante muchos años. Quiero saber qué le pasó. Creo que la muerte del vidente fue planeada pero porqué motivo, lo desconozco. He dedicado buena parte de mis recursos a este regalo vuestro. Una minuciosa comprobación no ha revelado nada y tres de mis mejores autoeruditos han muerto en el intento, hasta que un viejo amigo mío contactó conmigo el mes pasado.. Laurent Strophes, un antiguo miembro de la Armada Imperial, retirado con honores, emparentado con la familia noble Maechenko. La primera vez que me lo encontré fue en los días en los que mi físico era admirable. Una de sus sobrinas ha desaparecido. Estas cosas pasan, especialmente en Escintila donde se hospeda estos días... pero no suele ocurrir en la colmena Sibellus. Sin embargo, no hubiese entrado en contacto conmigo sólo por eso. Contrató a un par de lugareños hábiles para hacer una búsqueda discreta. La única conexión fiable que descubrieron estaba relacionada con una pequeña secta nueva llamada el Coro del Júbilo.
Os entrega un folleto*
- Parece que creen que el Emperador quiere que todos seamos felices o alguna tontería similar. Incluso utilizan "medidores de armonía" para asegurarse de que toda la gente tenga el ánimo elevado. Los hombres de Strophes consiguieron hacerse con unos cuantos. La mayoría no eran relevantes pero uno tenía esto.
Un segundo holograma aparece junto al primero, mostrando una serie de confusas líneas entrecruzadas con pequeños nódulos. Hasta aquellos que no tengan conocimientos de secretos de tecnología pueden deducir sin problema que los dos patrones mostrados en los hologramas son idénticos.
- Y bien, ¿qué conclusiones sacáis de esto?
Habéis trabajado antes en alguna misión aunque los que han pasado más tiempo juntos son Albrek, Caín y Zaddion.
* Ver escena "Informe de misión"
Tras saludar de una manera formal al grupo, tome una copa y me senté en uno de los asientos. A pesar de haber trabajado en anteriores ocasiones con las personas que allí se encontraban, no podría decir que fueran de mi completa confianza, aunque en ocasiones había que aliarse con gente para poder combatir las fuerzas oscuras y erradicarlas del planeta.
Según iba dando sorbos a mi copa, escuchaba atento las palabras de Vaarak, intentando asimiliar un poco toda la información que nos brindaba.
Una vez que finalizó, nos mostró un díptico propagandístico. Tras una lectura rápido, levanto la cabeza y, con un leve encogimiento de hombros
A priori podría parecer una congregación de fanáticos fieles al Emperador, aunque dentro de esas palabras algo me dice que no es todo tan bonito. Quizás solo sea una forma de atraer a la gente hasta ellos, aunque todo esto es palabrería. Lo único que podría ser algo diferente es el extraño dibujo, aunque tampoco lo veo demasiado bien, la verdad.
Una vez dicho esto, miro al resto un tanto confundido. Quizás no haya identificado algo oculto en dicho panfleto, o quizás en el dibujo. Sin duda debería de haber algo más, sino no estaríamos aquí hablando por la sobrina de un amigo antiguo miembro de la armada del que no sabía nada hace muchos, muchos años.
Rechace con un gesto de la mano las copas que servía el servocráneo no bebo estando de servicio y me acerque a uno de los laterales de la mesa, donde me quede de pies escuchando las explicaciones que nos tenía que dar el inquisidor.
Realmente no parece otra cosa si miramos el panfleto, una congregación más que dice ser más fiel al Emperador que las demás pero que al final todas son las mismas tonterías con otro nombre. Pero lo que no es tan habitual son esos “medidores de armonía”... ¿soy el único al que le suena como una especie de forma de lavado mental?
Me cago en la puta... ¿Es que no hay nadie normal en este puto mundo? Otros zumbados de los cojones a los que habrá que partir la cara por hacer el subnormal por ahí... Y como siempre, nosotros a resolverlo. No sé de qué me sorprendo, si no hemos tenido una misión normal desde que empecé en esta mierda...
Con pensamientos oscuros, como demasiado a menudo últimamente, me repantingo en mi silla, descartando tomar nada de lo que me ofrecen. Leo el folleto, y hago el gesto de levantar una ceja (si la tuviera se apreciaría más mi expresión) y la paso a otro de mis compañeros.
Al oir al tipejo, no puedo evitar ver la mezcla de información sin ton ni son.
Veamos Globus. O Señor Vaarak. O como queráis. Has empezado diciendo que investigando nuestro "regalito" han muerto tres de sus "eruditos", y después has pasado a decirnos que un amigo tuyo ha perdido a su hija y que las pistas apuntan a la secta esta. Vamos a ver: ¿Cual es nuestra misión? ¿Investigar las muertes de los eruditos? ¿Investigar la desaparición de la hija de tu amigo? ¿Están ambos hechos relacionados?
El Inquisdor escucha en silencio los primeros comentarios, es difícil deducir sus reacciones debido a los tubos y conectores craneales.
- Está claro que el folleto es un mero reclamo y lo del lavado mental hay maneras más discretas de hacerlo - dice poco convencido. Luego mira directamente a Zaddion: no soy dado a los títulos con mis acólitos y acepto cierta familiaridad en el trato cuando se la ganan pero si exijo respeto. Su misión es descubrir lo que está pasando en Escintila con esa secta, por qué está relacionado con el desagradable suceso de Iocanthos y dentro de estos márgenes ayudar a mi amigo....¿lo tienes claro ahora o debo buscar otro psíquico? - su tono de voz no se ha elevado lo más mínimo.
Los ojos del asesino mostraron demasiada expresividad cuando vio la similitud, la exactitud, entre los dos dibujos.
El Abad Skae procedía de Escintila -dijo, recordando-, no resulta tan...descabellada una conexión entre el tarot que le regaló a Aristarchus y la presencia de esa infame imagen en nuestro mundo capital; inquietante, eso sí.
Entonces sí tomó la copa, más que nada para ganar tiempo mientras los demás valoraban lo que había dicho. ¿Volverían a toparse con el Padre Cuervo? Caín se estremeció y a punto estuvo de soltar la copa al recordar aquellos ojos. De espaldas a los demás escuchó el tono irrespetuoso que Zaddion empleó con el Inquisidor y la inesperada delicadeza con la que le respondió.
Caín contuvo el aliento.
Todos: Da gusto volver a Dark Heresy con Caín. Vamos a dar ejemplo con esta partida.
De nuevo levanto una ceja, escudriñando al inquisidor.
Muchos tubitos y artilugios mecánicos, pero un rayo bien metido en esa bocaza... o por el culo quizá... ah pero seguramente ya no tendrá culo. Entonces la cabeza...
Pensamientos futiles, campeón. Mejor relájate, que tampoco te conviene crearte enemigos con cierto poder.
Pero aún así sería taaaaaaan divertido...
Agito la cabeza, quizá más para apartar pensamientos dañinos que para negar ante la pregunta del Inquisidor, aunque también vale.
No creo que debáis buscar a otro psíquico, pero este psíquico no es quién para decir a un Inquisidor lo que debe haacer... De todas formas, no creo que encontréis a alguien tan loco como yo para poder infiltrarse en esa secta y salir bien parado.
Esa última información era cierta. La locura ya no era algo plausible, era una realidad.
¿Te estás volviendo loco, Zaddion?
¿Yo? No. Estoy muy cuerdo. Eres tú el loco.
¿Yo? Si yo soy tú... Zaddion, Zaddion, Zaddion...
Una sonrisa se dibuja en mi cara, externalizando las carcajadas que resuenan en mi cabeza.
Zaddion el loco me llamarán... Sí, sí...
¡Fiezzzzta!
Globus Vaarak observa detenidamente a Zaddion parece que le estuviera evaluando, tras un silencio incómodo vuelve a responder.
- No sé si tendréis que infiltraros pero ante todo debéis ser discretos, no quiero que mis acólitos sean el trofeo del Magistratum* o que Strophes sea señalado por albergar criminales en su casa.
* Como la policía nacional, están en todos los planetas de peso
Me quede un rato mirando fijamente al psíquico, un tanto extrañado de que el inquisidor no lo haya mandado ejecutar ya mismo por sus palabras. En todos mis años de servicio no había visto una insubordinación semejante. Si por mi hubiese sido ya se habría llevado por lo menos un buen golpe, y al Emperador puede dar gracias que no haya un comisario en las cercanías... pero lo mejor es centrarnos en la misión. Aunque habrá que estar atento y no quitarle el ojo de encima al psíquico, si ya ellos normalmente no me dan buena espina este me causa especial desasosiego...
No se preocupe inquisidor, sabemos como comportarnos y como pasar desapercibidos. Si realmente esa secta es un nido de buhoneros, timadores o incluso adoradores de los poderes siniestros la desenmascararemos y acabaremos con ella. Y encontraremos a la sobrina de Laurent Strophes. Cuando un Dredd escoge un objetivo no descansa hasta dar con el.
Mientras daba vueltas a todo lo ocurrido, pensando en los informes que leí sobre la misión que había finalizado con éxito algunos de mis compañeros, me sacó de los mismos las palabras de Zaddion. Ya había trabajado con él en anteriores ocasiones, aunque no parecía tan.......inestable. Lo cierto es que las palabras que soltó no parecieron de los más acertadas, aunque pareció que al inquisidor no le molestaron, o al menos no lo dejó ver.
Finalmente parecía que tendríamos que investigar sobre esa secta y sobre ese tarot que encontraron en Iocanthos y que, según parece se lo entregó el abad Skae. Sea como fuere, el peligro volvería a mezclares entre nuestras vidas, tal y como se presupone en cualquier agente de la inquisición.
Muchos datos habría que analizar e investigar, y no parecía que dispusiéramos de mucho tiempo, por lo que el resto de la velada permanecí callado, escuchando por si decía algo que fuera realmente necesario.
Algunos saben cómo pasar desapercibidos, otros sólo lo creen.
No nos verán llegar, no nos verán salir. Cumpliremos con nuestro deber.
Todos: Yo no tengo preguntas, creo que tenemos bastante información.
El inquisidor espera unos segundos pero como nadie pregunta nada expone sus conclusiones:
- Necesito que vayáis a la Colmena Sibellus y averigüéis que se traen entre manos exactamente en el Coro Celestial y de qué forma están relacionados con esta tecnología xeno. Mi amigo se ha ofrecido voluntario para afrontar un gran riesgo: vosotros. Laurent y su hija Julia están dispuestos a adoptaros como "primos lejanos" lo cual os debería permitir tener acceso al círculo interior de esta nueva fe. Me temo que tengo otros deberes que atender pero espero un informe exhaustivo en el plazo de un mes. He creado algunas cuentas blindadas que podréis aprovechar para mantener vuestra cuartada como nobles; los Strophes os ayudarán en esto. Espero que recordéis vuestras clases de bailes de salón. No os reveléis como agentes de la Inquisición a nadie fuera de los Strophes a no ser que no tengáis ninguna otra opción. Tened cuidado, en Scintilla la corrupción es un modo de vida.
El discurso os deja claro que Globus Vaarak tiene sus propios tiempos pues esto es lo que Zaddion le preguntó antes o quizá no fue la forma correcta de preguntarlo.
Podéis preguntar o decir que seguimos.
Por mi también podemos seguir.