Jerry aspira profundamente el aire cargado de aromas evocadores. Sigue al hombre hasta la parte de atrás, ojeando mientras camina los títulos de los innumerables volúmenes que permanecen apiñados en las estanterías, como teselas de un mosaico de colores gastados. Las viejas cubiertas seguramente esconden tesoros ignotos de papel quebradizo y amarilleado. Acaricia el lomo de uno de los libros, y casi puede oír el murmullo de las palabras prisioneras en su interior.
El tal Saljuk les ofrece té. Thomson asiente cortesmente. -Muy amable, gracias.
Thomson decide darle tiempo a Saljuk para servir.
-¿Podría ser más concreto?
Me le quedo mirando antes de carraspear un poco y ponerme un poco mas comoda, aunque claro la comodidad es algo que no deberia tomarse a la ligera.
El hombre sirve el té en pequeños vasos decorados de rojo y oro. El té, perfumado con menta y especias, era tan oscuro y fuerte que no se veía el fondo de los vasos, abundantemente azucarados.
- Hirt acudió a mi preguntando por una, ustedes lo llamarían, secta de adoradores del diablo originaria del Kurdistán, pero que se ha extendido por diversas partes del mundo. Hay lugares ni a diez minutos de esta misma tienda que... Pero no es bueno hablar de según que cosas.
Bebe su té a pequeños sorbos, y saca de debajo del mostrador una caja de pequeños dulces de almendras y miel, ofreciéndolos a los investigadores.
- Si deben buscar al Señor Hirt, entonces debo decirles que se encontraba realizando una serie de entrevistas en el barrio de Red Hook. Cualquiera que viva allí conocerá la secta, aunque dudo que nadie hable por su propia voluntad. Debo rogarles, sin embargo, que digan que el Señor Hirt se ha marchado y que no va a volver, y abandonen la búsqueda. Sería lo mejor para todos.
Tomo el vaso de te y lo miro un par de veces antes de darle un sorbo, mirando a nuestro interlocutor.
Thomson bebe un pequeño y cauteloso sorbo del vaso.
-Señor Saljuk, estamos investigando la desaparición de un ciudadano en extrañas circunstancias. No podemos simplemente mirar hacia otro lado porque haya una...secta implicada. ¿Cómo se llama y dónde podemos encontrar a ese grupo de (chalados) adoradores del diablo?
Bebe otro sorbo, más largo y confiado.
-Dígame, ¿se trata de un grupo violento?
Saca el block de notas y un lápiz y permanece escuchando al dueño de la tienda.
El hombre apura su vaso, dejándolo boca abajo en el plato de porcelana.
- Son hombres retorcidos. Crueles. Pero son sólo hombres. No es a la Secta a lo que temo... Y si tema haber dicho ya demasiado. Hirt está muerto. No le den más vueltas. Manténganse alejados de Red Hook.
Thomson cierra el block de notas con un golpe seco y mira a Saljuk ligeramente contrariado. -Entonces, ¿nos está sugiriendo que le digamos a los familiares y amigos del señor Hirt que el crimen quedará impune?
Jerry vascula y apoya su cuerpo en la pierna contraria, a la vez que cruza los brazos. -Señor Saljuk, no quiero pensar que esté ocultando información de vital importancia para la investigación de un crimen. Por favor, díganos dónde encontrar a esos hombres y su participación en este embrollo habrá finalizado.
- No, lo siento agentes. - Hace un gesto conciliador con las manos - No debería decirles nada más. Ya he hablado bastante de temas demasiado oscuros para ustedes.
Jerry suspira profundamente y mira a Saljuk por encima de las gafas de montura de plata. -Bueno, está bien. Supongo que tendrá motivos para no ayudarnos, y he de reconocerle que no lo entiendo, pero encontraremos esa secta con la que Hirt estaba relacionado, de una forma u otra.
El detective se prepara para despedirse, pero parece recordar una cosa. -Una última cosa. Se enciende un cigarro y le da dos profundas caladas. -Espero que pueda contestarla. Sonríe. -¿Qué significa Kanyak Bilginin?
Cuando ya se está yendo, si sus compañeros no dicen nada, se da la vuelta y formula la última pregunta. -¡Ah! Otra cosa. ¿Sabe si es probable que, una de estas sectas, tuviera acceso a...grandes animales? Encontramos huellas de garras en la casa de Hirt.
El librero que sabia demasiado, parece el nombre de una mala novela de serie b de policias o de espias.
Jerry mira a Annie, y le contesta. -Recuerdo, perfectamente, que el señor Hirt tenía un perro. Pero que yo sepa no hay perros que dejen marcas de ese tamaño. Jerry parece algo molesto. Quizás no le haya gustado que Annie le corrija delante de los demás, y quizás también le haya molestado la negativa de Saljuk a dar más información.
Thomson sigue mirando a Saljuk, en espera de su contestación, mientras se fuma un cigarro.
- "Un perro grande y negro como la noche, con el que la Sacerdotisa estaba en comunión y que atendía sus deseos, sus fauces cubiertas de sangre y fuego." Es un pasaje de sus escritos sagrados. Veo que han tenido contacto con ellos. Les insistiré: no se involucren en los asuntos de esa gente, agentes. Hagan caso de mis advertencias.
El hombre parece genuinamente preocupado por la seguridad de los investigadores.
Jack que hasta ese momento había estado fumando tranquilamente en ensimismado en toda la información gratuita que le había dado amigablemente la policía, dice templada:
Señor Saljuk, no le pedimos que usted se chive de nadie en concreto solo que nos de datos de donde encontrar a estas personas, si no coopera -dice tirando el cigarrillo al suelo y pisándolo tranquilamente- mis amigos probablemente se lo lleven a Comisaria, allí seguirá sin soltar prenda, pero Oh sorpresa le soltaran y alguien creerá que ha colaborado y se ira de la mano del señor Hirt al otro mundo....
Ya con una sonrisa bastante malvada le dice: A ver empecemos de nuevo, lo básico....Como se hacen llamar los de esa secta....
Que tengo que tirar para que tenga miedo de mis palabras??
El hombre se levanta.
- No, ya es suficiente. He hecho lo posible por disuadirles, lo mismo que hice con el señor Hirt. Ya saben más que suficiente.
Saca un trozo de papel de debajo de la mesa y traza un dibujo con un lápiz.
- Ya que no puedo convencerles de lo contrario, esto les servirá de advertencia. No lo busquen.
Niego para mi, mientras tomo el papel y lo guardo
Después de examinar el dibujo que traza Saljuk, Jerry asiente, complacido. -Bueno, muchas gracias señor Saljuk. Creo que ya le hemos molestado lo suficiente. El inspector mira a sus otros compañeros con gesto interrogante, por si tuvieran algo más que añadir.
Guarda el block de notas con varios garabatos nuevos en el bolsillo trasero del pantalón y se encamina hacia la salida.
Cuando ya han abandonado la salida, se quita el sombrero y se seca el sudor de la frente con un pañuelo.
-Condenado calor...Habrá que indagar por el Red Hook, pero dudo mucho que haya mucha gente dispuesta a hablar. Mete mano de su americana y saca otro cigarro con cierto nerviosismo. -Me veo disfrazado de...pakistaní o monje tibetano y preguntando por ahí. Vaya barrio, joder.
- Bueno, habrá que empezar por algún sitio. ¿Dónde vamos?
PNJotizado
-Propongo echar un vistazo por ahí e improvisar. Se rasca la cabeza. -Usemos nuestro olfato.
Se encamina hacia el fondo del callejón. -¿Damos un paseo? Es un barrio precioso y hace un día estupendo. Se limpia el sudor de la nuca con el pañuelo.
Uso un puntito de bajos fondos.
Sonrio mientras asiento y camino con el resto.