Partida Rol por web

Regreso al Hogar.

Regreso al Hogar.

Cargando editor
25/10/2021, 20:56
Jraxas el Mancillador

Pues tiene toda la pinta de que por aquí hay algún bicho— Dijo la araña posada sobre el rey. —Y esta oscuridad mágica no ayuda, a vosotros claro, yo si que veo. Hay delante hay tres aperturas, pero ni puñetera idea de cual habrán tomado los otros, acércate a ellas para que les eche un vistazo a ver si hay magia.

Sería más fácil bajarse e intentar detectar la magia desde el suelo, pero si efectivamente había alguna criatura acechando en los alrededores estaba mejor sobre los anchos hombros del rey, al fin y al cabo el era un bocado mucho más grande y además tenia armas.

Notas de juego

La idea es detectar magia en las distintas puertas para ver si averiguo algo, salvo que se escuchen los espadazos desde arriba obviamente.

Cargando editor
25/10/2021, 22:11
Uther Brannagan

Uther disimuló un gesto de repulsión al ver la araña en la que se había convertido el diablillo, y contuvo el gesto de aplastarla o expulsarla, razonando en que si bien su aspecto había cambiado, era un aliado. No le sería fácil acostumbrarse a su presencia de aquella forma.

- Jim - se dirigió al pequeño antes de irse-, confío en que Jafhar te protegerá, como antes ha mencionado. No pienses que te abandonamos. Apenas pueda avisar a los que bajaron volveré, y trazaremos algún plan, pero creo que esto es lo correcto. 

Dicho esto, Uther se adentró en el pasadizo.

Cargando editor
25/10/2021, 22:11
Uther Brannagan

El olor a putrefacción hizo hacer una mueca de asco al rey, que se tapó la nariz con el brazo derecho, en el cual llevaba la espada, manteniendo delante la antorcha para seguir iluminando el camino. No le sorprendió nada ver el vómito fresco, lo que le pareció llamativo es que fuera sólo uno de ellos, tal vez la chica rubia, quien no había tenido el estómago suficiente para aguantar las nauseas.

Se preguntó en voz alta por la sustancia que recorría las paredes, y tomó nota de que era más intenso arriba que allí abajo. Se hizo a la imagen de que estaban en el estómago de una bestia, y aquella idea figurativa tomó cierto volumen de probabilidad en la mente de Uther. Había cosas más extrañas en el mundo que una gigantesca bestia que llevase a los condenados adentro. No descartaría fácil la idea.

Se preguntó cómo había visto Jraxas las puertas, porque él no veía nada, pero le creyó cuando mencionó que la oscuridad era mágica.

- Si, me acercaré a las aperturas entonces -respondió, con la idea de acercarse con cautela a cada una de ellas, comenzando por la de la derecha, luego al centro, y finalmente la de la izquierda, para examinar todas antes de intentar abrir alguna. Pero si no encontramos ningún indicio de por dónde fueron nuestros compañeros, iremos a la de la derecha. Una vez un amigo me aconsejó que si me encontraba en un laberinto, y creo que esto podría considerarse uno, fuera siempre hacia el mismo lado, para no perderme, de esa forma podría volver atrás simplemente girando siempre a la izquierda. ¿Estais de acuerdo? - preguntó a Allanah y a Jraxas.

 

 

Cargando editor
25/10/2021, 22:17
Yakshini Krasue

Mire como Cécil se alejaba del grupo en silencio. De seguro tiene sus razones para separase del grupo de esa forma, es una lastima sin duda, pero no se puede evitar. "Le deseo suerte y espero que nos volvamos a ver" hubiese dicho en otra situación, pero justo ahora no estaba para formalidades de ese tipo, así que simplemente miró como el abogado se adentraba en la oscuridad sin decir nada.

Siguiendo la lógica mas obvia, comenzamos a movernos por el ultimo camino que quedaba disponible. Ya tenemos certeza de que los otros no son convenientes, así que lo único que podemos hacer es seguir por nuestra ultima opción disponible, por mas que no sepamos que nos podremos encontrar durante el camino.

La situación no aparenta estar cambiando en ningún sentido, los inquisidores siguen haciendo sus estúpidas plegarias y diciendo sus palabras bacías. Estar tan cerca de ellos me hace sentir enferma, tengo miedo a que me contagien con su estupidez. La sirena sigue pegada al gusano bárbaro como si ese hombre sirviese de algo. La verdad, no puedo negar que el señor Steadman si hace falta en este lugar, gracias a el, este grupo era soportable hasta ahora, ahora no se que sera de mi estando rodeada de esta gente.

Pase todo el trayecto mirando a mi alrededor, era un lugar fascinante por decir algo. Desde siempre he estado acostumbrada a este tipo de lugares y he visto casi todos los tipos de mazmorras habidas y por haber, pero nunca había visto una como esta. Parece ser un organismo vivo, y esa baba... Cuando vi como la baba comenzó a moverse bloqueandonos el paso, lo primero que sentí fue asombro, era una cosa de lo mas interesante, así que no pude evitar sentirme imprecionada por esa cosa, pero cuando me percaté de la forma que estaban tomando, camine de espaldas sin quitar la mirada sobre las criaturas de baba para hacer la mayor distancia posible sin alejarme del centro del grupo.

Parece que hasta aquí llegamos sin confrontación.

- Tiradas (1)

Motivo: Ciraturas

Tirada: 1d4

Resultado: 4 [4]

Notas de juego

Esa tirada es de las que quiero que salgan cuando de verdad las necesito no cuando ni las quiero XD (¿Sera el karma de Yakshini?)

Cargando editor
26/10/2021, 12:52
Inphie Lightborn

En cuanto las gelatinosas criaturas se alzaron alrededor del grupo, Inphie se aseguró de que los tres combatientes del grupo formasen en un triángulo adelantado a las dos civiles que los acompañaban.

-¡En círculo! ¡Vosotras dos, buscad su punto débil mientras os cubrimos! Que no os toquen, no sabemos qué son. El que descubra cómo matarlas, que lo diga-

Antes de que las criaturas se acercasen lo suficiente para atacarlos Inphie arrojó al suelo su antorcha un poco adelantada. Necesitaba ambas manos para combatir, pero también quería ver la reacción de las criaturas al fuego ¿Podía esperar que se comportasen como bestias o eran seres pensantes? Se fijó en la base de cada una de ellas ¿Eran siquiera varias criaturas o formaban parte de un todo? Demasiadas preguntas sin respuesta y poco tiempo para formularlas.

En otro tiempo habría rezado para consagrar su armadura, pero temía que necesitase el poder divino más adelante y no hallarlo. Se conformó con apretar la empuñadura de su espadón con ambas manos preparada para el combate.

Esperó hasta que una de aquellas babosas se acercó lo suficiente tratando de llegar a la súcubo y desató su furia en forma de corte ascendente contra la criatura.

- Tiradas (1)

Motivo: Babosas para Inphie

Tirada: 1d4

Resultado: 2 [2]

Cargando editor
27/10/2021, 08:22
Kelgar Stalsson

Kelgar asintió en silencio al plan de Inphie; si formaban un círculo no podrían flanquearlos.
Con la longitud de su espada, trataría de mantener alejadas a esas cosas, blandiéndola en forma de barrido en cuanto las tuviera encima.
Si algún punto débil tenían era un misterio, pero probaría con la cabeza…
Si no surtía efecto, seguiría blandiendo su arma lateralmente para evitar que se acercaran.

¿Y si les jode el fuego…? se le ocurrió. Él estaba demasiado ocupado con su espada, pero quizás Ilia o aquella especie de diablesa protéstalo-todo, podrían probar algo.

Cargando editor
27/10/2021, 09:05
Cyriack Voared

Si bien al inquisidor no le gustaba perder compañeros... apenas había llegado a conocer a aquel extraño golem lo suficiente como para lamentar mucho su pérdida... aunque lo que más lo preocupó fue el rostro de desolación de su vieja compañera de viajes... pero aquel no parecía el mejor momento para pararse. Estaba más que claro que el camino que tomó el golem no era el adecuado, así que el grupo decidió avanzar por el otro camino...

El camino fue largo y sinuoso y no parecía acabar... - Desconozco que propósito tiene este lugar... pero parece más una ratonera que unas mazmorras... - dijo el inquisidor justo antes de que aquellas babas que parecían estar en todas partes empezaran a cambiar de forma para atacarlos...

También le llamo la atención la maldición de la sirena sobre su collar... ¿acaso aquello la impedía poder actuar? Si sobrevivían a aquel encuentro trataría de ver si podía hacer algo por ella...

El Inquisidor lo primero que hizo fue desenvainar su sable e imbuirlo de luz pasando sus dedos índice y corazón de su mano izquierda sobre la hoja de su arma, permitiendo que el filo le hiciera un leve corte para que su sangre sirviera de catalizador para la luz divina que debía envolver su arma... Quizás, solo quizás... fuesen débiles a la luz como cualquier otro demonio... aunque por su aspecto parecía que quizás Kelgar estuviese en lo cierto y fuesen más vulnerables al fuego... 

- No sería mala idea probar con el fuego... yo intentaré ver si la luz los afecta... pero los limos no suelen tener ese tipo de debilidad... - y cuando la tenían... eran el tipo de limo que nunca querrían encontrarse...

- Tiradas (1)

Motivo: Babas

Tirada: 1d4

Resultado: 3 [3]

Cargando editor
29/10/2021, 00:40
Director

Allanah tomó con reticencia la antorcha que le tendió Jim, igual que si estuviera envenenada. Sus ojos color miel se posaron sobre la danza de la llama.

—Gracias, Jim.

El niño, con ánimo melancólico, indicó que si el carcelero volvía, él sería entregado a sus brazos. ¿Qué otra opción había? Aún con defensores a su alrededor, no había forma de escapar de él. Así lo señaló también el Muro.

—Nuestro carcelero cabalga el relámpago y la llama con una ferocidad inusitada. Pocos son capaces de sobrevivir a un poder así. Aparte, intuyo que posee otros poderes. Abrir portales, o el conocimiento que le otorga la gema azul son solo otros. Su auténtico poder se mantiene en la esmeralda que gravita a su alrededor, pues es su escudo.

—Llegados a ese punto ya veremos que hacer —indicó Jafhar —. No te quedas solo, Jim. Estaré contigo.

Cargando editor
29/10/2021, 00:41
Director

—No creo que la comunicación sea una cualidad de nuestro captor —indicó Jafhar.

Dejó al chico para inspeccionar la zona. Parecía más metódico que los demás, mirando al suelo con atención igual que si pretendiese leer un lenguaje desconocido. Jim aprovechó para hablar con el Muro.

—Puedo viajar si otros me llevan. Antiguamente yo era bastante conocido, todos sabían de mi existencia, por lo que cuando la biblioteca se hundió no faltaron otros que requerían mi presencia. Grúas, carretas o magia, también en barco, he viajado. Siempre llevado por otros. Sobre mi presencia aquí, fui traído como vosotros. Magia.

Las siguientes preguntas eran más complicadas.

—Si arranco un pedazo de piel de tu cuerpo y la planto en una maceta ¿Crecerá un pequeño Jim? Lo mismo ocurre conmigo. Mi cuerpo es pura roca. Si arrancas un pedazo, me quedo sin ese pedazo. Mi mente está ligada a mi cuerpo, como en tu caso.

—Eh, Jim, ¡Ven a ver esto! —le llamó Jafhar, por primera vez percibió urgencia en su voz.

No había ido muy lejos. Se encontraba en cuclillas en el centro de un charco de lodo negro. Había restos humanos asomando aquí y allá, semienterrados, y vísceras flotando en esa extraña sustancia.

—¡Corre! Mira lo que he encontrado —pidió.

Cuando Jim se acercó, todo ocurrió muy rápido. Jafhar alzó la tibia humana que tenía entre las manos y le golpeó la cara. La habría partido el cráneo si Jim no hubiera reaccionado a tiempo, aún así recibió el impacto en la boca. El dolor fue intenso y el golpe fuerte, le hizo rodar hacia atrás. Una vuelta de campana, rodó en el lodo*. Jafhar se puso en pie.

—Lo siento JIm, pero tengo que matarte. No tengo tiempo de explicártelo pero es mejor así —respiró con profundidad, igual que un hombre que tiene un gran deber que cumplir pero ninguna gana de hacerlo —. No se te ocurra utilizar tu magia conmigo. Lo haré rápido si me lo permites. Si te revuelves, te dolerá más. Y no es lo que deseo.

Seguían en calma, sus ojos eran dos estanques mansos. En su mano portaba la gruesa tibia, no le temblaba. Para nada. Más atrás el Muro observaba la escena sin decir nada, con un extraño brillo en los ojos.

 

 

Notas de juego

Tira 1D10. 1 y 2 te rompe la mandíbula y no puedes hablar.

Cargando editor
29/10/2021, 00:42
Director

Mientras descendían por las escaleras Allanah se tomó unos momentos para cambiar la antorcha que le había entregado Jim por otra que había colgada en la pared. Podía señalar que su llama era más viva o que le resultaba más ligera, pero optó por la verdad.

—No confío en nadie. Ya me estoy arriesgando con vosotros dos —terció sin perturbarse —. Después de todo, tú ocultabas tu nombre y tú, diablillo, pareces tener mil rostros.

Se quedó unos minutos mirando al diablillo convertido en araña, luego hizo un gesto de asco.

—No se te ocurra subirte a mi vestido, o te aplastaré. Majestad. ¿Creéis conveniente llevar a un diablillo sobre vuestro hombro? Son criaturas pérfidas y traicioneras, no se puede esperar lealtad de ellas. ¿No conocéis acaso la fábula del escorpión y la rana? Tened cuidado de su aguijón —lanzó una mirada suspicaz a Jraxas —. Y de su lengua, podría envenenar vuestro entendimiento.

Contempló la oscuridad junto a ellos sin ver nada más. El diablillo detectó magia. Tanto en las babas como en la oscuridad. Ambas eran producto de la hechicería. La oscuridad no era natural y estaba ligado al elemento que la conformaba. Las babas era un misterio, algo nunca visto por él.

No creo que sea aconsejable recorrer los tres caminos —aseguró la mujer —. Esperad, observad y si nos reunimos con los otros, guardarme el secreto. Lo último que necesito es un inquisidor detrás llamándome hereje solo por hacer...un poco de magia.

Deslizó dos dedos de su diestra por el aire, dejando en él impregnada una luz verde, radiante, que se apagó al momento. Al fijarse en ella vieron que la luz se encontraba ahora en uno de sus ojos. Allanah miró en las tres direcciones.

—El autómata invocó una criatura y lo envió por el camino de la izquierda. No regresó y él marchó por el mismo camino. El resto del grupo tomó el camino de la derecha. Seguramente consideraron que el otro camino era demasiado peligroso —el brillo de su ojo se apagó —. No confío en nadie. Todo en este lugar me hace sospechar. Temo por los otros prisioneros. Dos inquisidores y un diablo, una niña y un bárbaro. Mala combinación. También me preocupa Jim. Intentó leer magia en mí. De hecho, él hizo magia ante nosotros, con la antorcha. Pero…no es magia como otra que yo hubiera visto. Y Jafhar. Sé que esconde algo, como todos nosotros, pero no sé el qué. Puede que sea quien más me preocupa.

Cargando editor
29/10/2021, 00:42
Director

“¿Ya has decido dejar de revolotear por mi palacio? ¿Qué esperas adentrándote en el camino de otro? Aquí no hay nada para ti, diablillo, pero podría haberlo. ¿No quieres el poder de esa mujer? Te daré su magia. A cambio, solo te pido su vida. Impregna el aguijón que ocultas en la sustancia que cae por las paredes. Eso potenciará la letalidad de tu veneno. Acaba con ella y te daré su poder. ¿Acaso no quieres controlar…el tiempo?”

La voz parecía provenir de dentro de su cabeza, como una pesadilla. Era átona, sin emoción.

Cargando editor
29/10/2021, 00:43
Director

La batalla no se demoró. Las criaturas se echaron encima de ellos, garras por delante, entre extraños gruñidos.

Una de ellas tenía fijación con Ilia. Kelgar, que había arrojado su antorcha al suelo para empuñar mejor su espadón, leyó los movimientos de la criatura. Plantó sus pies en la roca, giró su cintura y acompañó el movimiento con sus brazos. Aunque no distinguía muy bien la silueta del monstruo se centró en sus brillantes ojos rojos. En menos de un segundo una imparable avalancha de metal descabezó al ser. Sangre negra, o más baba, salpicó el suelo.

A su vez, otros dos criaturas se abalanzaron sobre Kelgar quien repitió el amplio movimiento en la otra dirección, partiendo a ambos monstruos por la mitad. Pedazos de carne negra y sangre, o baba, saltaron por los aires. Eran demasiado lentos, incluso para un arma tan pesada como la suya, habían sido lentos. Extraño.

Cyriak enfrentó a las tres criaturas que lo acosaban. Dos le flanquearon y otra le atacó de frente. El maestro de esgrima esquivó el primer mordisco con galantería, un paso atrás, Dedicó un golpe de su luminoso sable al cuello del ser, el cual se abrió con un macabro siseo. Brotó sangre a borbotones. El inquisidor no se detuvo. Las otras dos criaturas saltaron sobre él, tratando de rajarlo. Pero su espada fue más rápida. Colocó dos tajos en cada una, ambas cayeron abatidas, siseando por las heridas abiertas por acero y milagro. No eran resistentes, tampoco rápidas.

La magia sagrada de su sable tenía un efecto dañino en aquellas criaturas, hijas de la oscuridad.*

Inphie arrojó la antorcha a sus pies sin que eso supusiese una afrenta para sus enemigos. Ante ella se alzaban seis de aquellos monstruos, todos terribles y hambrientos. Por alguna extraña razón que debería hacer cuestionar su fe, fue ella quien defendió a Yakshini. Cuatro de las criaturas trataron de flanquear a la sacerdotisa, ignorándola para llegar a la diablesa, mientras otras dos cargaron de frente.

Inphie se movió como una bailarina. Descargó un golpe ascendente que arrancó escamas, músculo y vísceras de la primera criatura. Giró a un lado para descabezar a otra y luego al otro, para ensartar a una tercera, justo en el corazón. El monstruo cayó al suelo entre estertores y en silencio. No detuvo su ataque y continuó enfrentándose a los tres monstruos restantes. Tres golpes duraron, precisos, concisos. Ni siquiera habían tratado de esquivarla.

Los tres guerreros se miraron unos a otros, contrariados. Sus enemigos yacían a sus pies. Aunque no duraron mucho. Volvieron a alzarse, chasqueando las mandíbulas, tensando los cuellos, chasqueando las garras. Pero esta vez había más. Por cada criatura abatida, surgieron otras dos. Sus ojillos brillantes se volvieron a centrar en ellas.

Ciryak intentó alcanzar a una de ellas, la más cercana, pero la criatura retrocedió con pasmosa rapidez. Habían incrementado su velocidad. El triángulo defensivo que habían formado quedó completamente rodeado por veinticuatro de esos seres. La proporción se había disparado, así como su ferocidad.

Notas de juego

*Recuerda tirar 1D6 para ver cuantos turnos de combate te dura el arma mágica.

Cargando editor
29/10/2021, 00:43
Director

El arma de Cyriak se había impregnado con la misma fuerza de siempre, pero notó algo raro.

Hasta ahora, cuando rezaba para obtener un milagro, porque pequeño que fuese, una parte de él viajaba hasta la fuente de luz para tomar prestado una porción de su poder. Gracias a ese préstamo los elegidos como él eran capaces de realizar proezas en nombre de la iglesia. La fuente era el Dios Único, el dios del Sendero Luminoso, la Luz Sagrada, el Gran Libertador. Poseía muchos nombres pero solo un camino recto para seguirle.

Esta vez, al tomar el poder de la fuente no percibió la grandeza de la misma, sino su ausencia. El trono estaba vacío. Tras él había dejado una estela residual, que era de la que se había nutrido para obtener el poder necesario para obrar el milagro. Pero no había nadie en casa.

La fuente se había apagado, el manantial se había secado. El hecho era terrible, pues solo podía significar una cosa. Su dios se había marchado. O había sido consumido como todo lo demás en el cataclismo de fuego.

 

Notas de juego

A efectos prácticos significa que, una vez agotes los usos de tus hechizos, no podrás recargarlos cuando duermas porque el Dios Único ha desaparecido. Al menos, hasta que descubras que ha sucedido y ver si tiene solución.

Cargando editor
29/10/2021, 00:48
Jim
Sólo para el director

El ataque pilló por sorpresa a Jim. Se había relajado mucho, incomprensiblemente, junto a un Jafhar que había percibido su confusión, su fragmentación. No había prestado atención a las señales, las posibles claves que hubiesen desvelado las intenciones del traicionero hombre.  Como su insistencia en protegerle sólo a él, en quedarse a solas con él.  Como la ausencia de magia en su interior pese a ser ¿Inmortal?¿Invulnerable?. O como había negado que el Muro pudiese conocerle de antes.  Debió haberse puesto en guardia en ese mismo momento, fue su última oportunidad de hacerlo. 

Jim no habló, ni se incorporó del todo, se quedó quieto pese a que le sangraba el pómulo, el labio y sentía agujas en las muelas, tan inexpresivo y frío como el hombre que pedía permiso para asesinarle. 

¿Qué era Jafhar? ¿Porqué le quería muerto? ¿Qué ganaba asesinándole? ¿Por qué estaba tan seguro de que podría matarle a pesar de no tener más armas que un simple hueso? 

Un eco que no muere.

Al principio no pasó nada.  El aire alrededor de Jim rieló un segundo. Ondas imperceptibles surcaron la legamosa superficie en la que Jim estaba tumbado. La llama de la antorcha junto al charco bailó brillante durante un breve instante...

Vuur

Entonces, todo estalló, sin advertencias, sin gestos, palabras arcanas o plegarias a olvidados dioses.  Un chorro de aire ultracaliente, una violenta onda de choque proveniente del menudo cuerpo del chico lanzó barro ardiendo, piedras y astillas de hueso en dirección a su enemigo, con una violencia tal que la misma mazmorra tembló ligeramente.

Sospechaba la naturaleza del poder de su adversario.  Incapaz de morir, capaz de sobreponerse a cualquier herida, una lucha de resistencia que Jim no podía ganar.  Pero debía estar seguro de la naturaleza de su poder, de a qué se enfrentaría la próxima vez que se cruzaran sus caminos.  Rápidamente, mientras el hombre se recuperaba de su ataque, Jim fue en busca de su antorcha.

- Tiradas (2)

Motivo: ¿Me rompe la mandíbula?

Tirada: 1d10

Dificultad: 3+

Resultado: 8 (Exito) [8]

Motivo: Poder

Tirada: 1d100

Dificultad: 60-

Resultado: 19 (Exito) [19]

Notas de juego

No me la rompe. ¡Maldito Jafhar! XDDD

*Corro en busca de mi antorcha. U otra, si esa no la veo.

 

Cargando editor
29/10/2021, 20:57
Jraxas el Mancillador

Discúlpeme madame ¿que os estáis arriesgando con nosotros dos? Os estáis arriesgando porque queréis sacar vuestro bonito trasero de aquí, y si no os fiais de nosotros haberos marchado con los inquisidores. Pero si no os gustan las arañas podemos ponerle remedio, seguro que os gustan más los pajaritos.

En ese momento el cuerpo de la araña empezó a convulsionar, sus patas se estiraron completamente hasta desprenderse del cuerpo, el cual se partió por la mitad dejando salir una masa emplumada de su interior. Donde antes había una araña, ahora se encontraba un cuervo de horrible aspecto, con pico aserrado y alas acabadas en garfios.

Por otro lado no creo haber hecho ningún juramente, ni firmado ningún contrato con nadie, así que no, no esperéis mi lealtad. Pero nuestro rey de muchos nombres es un tipo lo suficientemente listo como para saber eso y también lo es como para saber que tenemos el mismo objetivo, salir de aquí, a ser posible de una sola pieza. Además, porque tenéis los mortales esa manía de echarnos la culpa de todo, como si no os bastaseis vosotros solitos para esparcir el mal por el mundo.

Entonces la mujer uso una extraña magia que había mantenido oculta hasta ese momento, entonces el diablillo soltó una risotada similar al graznido del cuervo en que se había convertido.

Ha, ha, ha ¿y nos acusabais a nosotros de ocultar cosas? Hermosa e hipócrita, sois toda una dama de la alta sociedad, aunque ya sabemos porque no os fuisteis con los inquisidores.

Cargando editor
29/10/2021, 21:09
Jraxas el Mancillador
Sólo para el director

Por un momento se sobresaltó al escuchar aquella voz en su interior, aunque mantuvo la compostura para que los demás no se diesen cuenta. Escuchó atentamente aquella tentadora oferta, sin duda la vida de aquella mujer era un precio mas que aceptable por su poder. Pero provenía del infierno, allí había conocido a los mayores tentadores y había aprendido que sin garantías no había trato. «¿y que garantías tengo de que cumplirás tu parte del trato?» Pensó por si aquella voz también era capaz de leer sus pensamientos y no solo de hablarle.

Cargando editor
29/10/2021, 21:57
Uther Brannagan

Uther pensó que lo que le faltaba de tacto Jraxas lo compensaba con observaciones filosas y una sinceridad brutal. Él era más moderado, no sabía si alguna vez no lo había sido. 

Se había mantenido impasible ante el intercambio y despliegue de habilidades de ambos. Finalmente decidió intervenir.

- Gracias Allanah, podeis confiar en que no diré nada, y creo que nuestro cuervo aliado tampoco lo hará, no tiene motivos para ello. Como bien dijo, todos queremos lo mismo y entendemos que individualmente sería casi imposible salir de aquí con vida. Podría alcanzarte con la evidencia de que está aquí abajo arriesgando el pescuezo como nosotros para alertar a los demás. No temo que intente clavarme su aguijón, creo que soy una rana con fe -sonrió ante su propia broma.

Observó los pasadizos. Se tentó en gritar hacia alguno de ellos, o todos, pero no quería atraer la atención equivocada.

- Pues entonces lo lamento por nuestro colega metálico, pero los números mandan. Creo que lo mejor será ir por aquí. Me alegro que de ser necesario, puedas volar para huir o adelantarte -comentó al diablillo.

- Allanah, no creas que no comparto tu preocupación -le comentó. Me parece que la desconfianza es un requisito bien pensado por nuestro carcelero. De hecho no descarto que él mismo pueda estar entre nosotros y ser el mismo Jafhar, o tú, o él -comentó. Pero no podemos dejar que ese pensamiento nos carcoma y nos vuelva estatuas. Todo es dar y recibir. Mientras nuestros objetivos coincidan, creo que podemos colaborar sin problemas. Luego, veremos. Puede que lo considereis un concepto estúpido, pero me siento de alguna manera responsable por la seguridad de todos, y eso os incluye, lo queráis o no. Haré todo lo que esté a mi mano para protegeros y que todos salgamos de aquí.

Luego comenzó a caminar cautelosamente por el pasillo de la derecha.

- Estemos atentos a los sonidos, si nuestros compañeros están adelante, podremos escucharlos o ver sus antorchas.

Cargando editor
01/11/2021, 21:32
Kelgar Stalsson

Apenas acabó de eliminar al último dd sus enemigos, Kelgar se giró para observar cómo les iban las cosas a sus compañeros.
Por suerte parecía que los Inquisidores tenían bien controlada la situación, y consiguieron acabar con sus bichos.

Sin embargo las cosas se complicaron cuando de los bichos caídos salieron más, doblando su número inicial.
Desde luego, el filo de las espadas les hizo cosquillas.
¡Mierda! ¡No podemos matarlos a espadazos! gritó, aunque era obvio que el resto habrían llegado a la misma conclusión.

¡Intentemos abrir un pasillo con las antorchas y salgamos de aquí! gritó Kelgar.
Ilia, necesito que cojas la antorcha y cuando te diga la blandes hacia el frente. le dijo a la joven. Él no iba a dejar su espada por ahora, ya que de hacerlo no tendría protección contra sus garras.

Así que esperó a que Ilia y alguno más tuvieran listas las antorchas, zarandeando defensivamente su espada.

Cargando editor
01/11/2021, 23:58
Director

El aire alrededor de Jim rieló un segundo, lo suficiente para que Jafhar pudiera pronunciar dos palabras.

—Detente ******* —dijo su nombre, y Jim se detuvo durante un instante.

Su cabeza podía haber explotado en ese momento. Él era Jim. Sus recuerdos, inconexos, entrecortados, eran los de Jim. Un niño, con un don. Pero ese nombre que Jafhar había pronunciado. Ese era su verdadero nombre, el nombre secreto. No sabía cómo su enemigo lo conocía pero era evidente que sabía más cosas de su vida que él mismo. Sabía que él era Jim, pero al escuchar su verdadero nombre, se había quedado de piedra.

Duró un instante. Jim tuvo suficiente entereza mental para superar, primero la sorpresa, luego la voluntad de Jafhar. De haber tenido una mente más débil Jafhar habría detenido todo su ser y lo habría asesinado con el fémur. Pero Jim aún pensaba en él como Jim. ¿Y cómo sino iba a pensar en él? Su sangre era hielo, su mente era aún su palacio. El aire rieló un segundo. Luego explotó.

Jafhar salió despedido hacia atrás, golpeado por una barrera de aire caliente que levantó basura, huesos y trozos de cadáveres. El hombre del desierto perdió su arma improvisada y dios dos vueltas de campana. Parte de su hermosa túnica se había chamuscado, pero muy poco. Su rostro estaba rojo, apretaba los dientes. Sus ojos, siempre mansos, le contemplaban como dos enormes superficies de agua, profundos y oscuros, densos, calmos.

—No lo hagas más difícil, Jim —dijo poniéndose en pie, recogiendo otro hueso del suelo.

A su vez, el muchacho recogió la antorcha.

 

 

Notas de juego

Mientras te enfrentes a Jafhar, haz una tirada de poder en cada turno, eso determinará su tu voluntad es lo suficientemente fuerte como para oponerse a su poder. Por cada turno que pases, tu voluntad flaqueará o la suya será más fuerte, en cualquier caso pon un modificador de +5 en tus tiradas, por cada turno que vaya pasando. En este ya tienes que usar ese penalizador.

Cargando editor
01/11/2021, 23:58
Director

Allanah torció el gesto cuando Jraxas se convirtió en una horrenda criatura alada. Llamarlo pájaro hubiera sido una afrenta contra la naturaleza, cosa que ya era su mera existencia.

—Desde luego sabes cómo impresionar a una chica —dijo aún con el ceño fruncido.

—No tenemos el mismo objetivo, diablillo, y por eso desconfío de ti. Nosotros queremos salir de aquí, regresar a nuestro hogar. Si es que queda algo. ¿Qué hogar puede tener un ser cómo tú salvo el infierno? Los diablillos de tu calaña buscan un amo al cual servir, alguien poderoso. Se venden como mercenarios al mejor postor. A ti no te hace falta salir de aquí, Jraxas, solo encontrar a alguien que te acepte —sentenció, convencida —. Si es que no lo has encontrado ya. ¿No es así? Encontraste una salida pero volviste con nosotros. Tal acto de bondad me resulta del todo sospechoso.

Sonrió ante la acusación de Jraxas.

—Yo nunca dije que no oculte cosas, todo el mundo lo hace. Pero algunos secretos son más dañinos que otros. Los míos me proteger a mí. ¿Qué guardas tú, Jraxas? ¿Te estás poniendo nervioso? ¿Vas a volver a cambiar de forma? ¿A escorpión quizás?

Sonrió, altanera. Sus ojos claros lo observaban a pesar de la oscuridad.

—Majestad, sois en verdad confiado. Él no arriesga nada, a la menor señal de peligro echará a volar. Nosotros somos su escudo —supo que no llegaría a ningún lado por ese camino, dejó las acusaciones para otro momento —.  Sois en verdad extraño, majestad. ¿Por qué cuidar de nosotros? ¿Por qué esa intención cuando todos hemos demostrado no ser merecedores?

Con la pregunta en el aire, se pusieron en marcha.

 

Avanzaron por la gruta. El ambiente era opresivo, sofocante. El rey delante, la mujer detrás. El diablillo sobre el hombro, vigilante. Sus ojos podían ver en la oscuridad. No había mucho que ver. Las paredes estaban cubiertas de esa sustancia resbaladiza. A veces parecía palpitar, como si tuviera vida, otras veces de deslizaba por las paredes como baba. En el techo había gran abundancia de ella, desplazándose como un lento lago invertido. Allanah lo observaba todo con cuidada precaución.

—Hay más hechicería aquí que en todo mi laboratorio, pero no logro entender su finalidad.

Caminaron. Segundos, minutos. ¿Horas? Era complicado medir el tiempo, sin luz, contemplando la roca y la baba, el hedor de la muerte, disuelto en el aire pero presente, recordándoles lo que podía ser su inevitable final.

Jraxas les hizo detenerse, había movimiento delante. Estaban demasiado lejos para que pudiera ver algo con claridad pero algo le decía que, de acercarse más, esos “seres” también les verían a ellos. Eran una multitud, criaturas grotescas de gruesos brazos escamamados, cabezas de reptil repletos de dientes. Todos parecían formar parte de la baba que había a su alrededor, careciendo de piernas ya que estaban unidos a las paredes, al techo, por aquella sustancia. Pero parecían sólidos, no líquidos. Había una treintena de esos seres y parecían estar rodeando algo.

Por encima de ellos Jraxas vio asomar el espadón de Kelgar, que se encontraba en el corazón de aquella feroz reunión.

—Mi magia no es ofensiva, puedo cuidar de mi misma, pero no puedo salvar a los demás —se adelantó a decir Allanah.

Notas de juego

Si os acercáis más, podréis ver mejor la escena, especialmente Jraxas, pero entonces también podréis ser vistos.