Partida Rol por web

Se le spreparan los viveres... las armas y los envian lo mas ligeros posibles... Les dan bendiciones y parten. "Algo que agregar antes de salir?" te dice tu padre antes de marchar

Beral montó a Buckbead, aunque dada la sintonía entra ambos casi se podría decir que se volvió a unir a él. Su expléndido grifo no era una montura, era un amigo, y cada vez que volaban juntos era simplemente un goce.

Su misión sería proteger a sus amigos de la amenaza de los cielos, como paladín era inmune a las enfermedades, un don que Hieroneus le había concedido hacía ya tiempo, y que le permitía afrontar estas misiones sin temor. No le importaba caer en combate defendiendo una causa justa, pero era casi innoble terminar sus días convertido en un marrash o en un hombre rata, o algo parecido. No, si tenía que combatir contra esas cosas sería en igualdad de condiciones, Buckbead y él, con sus armas, contra aquellas repulsivas bestias del cielo.

Como siempre antes de partir saludó a los que se quedaban, en en especial a su padre y a sus sobrinos, y partió sin mirar atrás, con unas palabras de aliento para sus compañeros de expedición.

- En marcha, a la noche estaremos de vuelta con un buen venado. Será fácil...

Y sin más preámbulo las poderosas alas del grifo tomaron impulso sin necesidad siquiera de una corta carrera, impulsándole rápidamente en busca de una corriente vertical que le permitiese ganar altura sin esfuerzo. Al cabo de apenas unos minutos, estaba planeando en espiral mientras se elevaba lentamente.

Beral estaba tranquilo, su lanza estaba ya en su mano aunque apollada en el arnés, y su escudo colgaba al lado de su mano izquierda listo para embrazarse en un instante. Sus ojos buscaban enemigos en el cielo, aunque era muy consciente de que su fiel compañero tenía ojos mucho más agudos y probablemente sería él el primero en detectarlos.

La mañana lucía gloriosa y brillante, Beral se tomó un instante para disfrutar del viento frío de la mañana y los fríos rayos de sol del amanecer. Hacía un par de días que no volaba salvo para dar un paseo a algún chicuelo, y ya echaba de menos aquella sensación de libertad total que sólo encontraba en el aire.

 PArten su camino atravez de los senderos para bajar de la montaña.. tras algunas cuantas paradas y unos cuantos campamentos... demoran 3 dias en tocar ladera... El clima es calido... Humedo... El sol ha salido y esta despejado... Frente a tu pequeña caracana a medio dia de camino se levanta el imponente bosque... de arboles frondosos.... Enormes... y verdes.... 

Pasa la mañana sin contratiempos.... llegan al borde del bosque... arboles de varios cientos de metros de altos... y unos cuantos de gruesos... se abren paso.... unas escalas los dirigen hacia el centro de sus ramas. 

Buckbead caminaba ahora con su compañero al lomo, prefería volar, pero era bastantes capaz de apañárselas en tierra si, como sucedía, un tupido bosque le complicaba la tarea de surcar el cielo, y no era del todo factible sobrevolar los árboles sin perder de vista al resto del grupo.

De nuevo Beral se relajó, aunque no dejaba de buscar con la vista cualquier señal de peligro, y cada cierto tiempo exploraba los alrededores en busca de algún aura maligna, sabía que sus compañeros batidores eran mucho más capaces que él de ver cualquier cosa. Buckbead en cambio estaba más atento, con su aguda vista de águila buscando cualquier cosa extraña, y enviando a su jinete cualquier impresión extraña, o cualquier cosa que no le resultase familiar. Del mismo modo que Beral confiaba en la vista de Buckbead, éste confiaba en el humano para analizar cualquier cosa que él viese.

Caminaban ahora en formación de combate en forma de rombo, con los batidores ligeramente adelantados a los flancos, el lobo un poco por delante del arquero buscando rastos y Beral cerrando la marcha. todos a menos de 30 pies entre ellos, listos para ayudarse mutuamente. De vez en cuando, y si el bosque se abría un poco, el paladín y su grifo tomaban vuelo un ratillo, como para desentumecerse, y al mismo tiempo prevenir el ataque por el aire allí donde las ramas lo permitían.

 Ustedes se movilizan por los caminos que hacen las ramas entrelazadas de los arboles... algunas de 10mt de diametro... extendiendose hacia arriba y hacia abajo en una arquitectura peculiar... el tono verde de los arboles y los repentinos rayos de luz que se azoman entre las copas.. les da una sencaion de apasibilidad... Que se e interrumpida eventualmente por el canto de algunos pajaros, algunas piadas pesadas bajo ustedes que desquilibran u poco el arbol... y sombras que pasan muy por encima de ustedes... El camino continua varios dias... y acampan sin hacer fuego.. apenas con algunas brazas en ollas de barro los mantienen calientes, cocinan... y lo transportan... 

DE repente el grupo prena y el rastreador avanza con los scouts... Frente a ustedes una manada de ciervos miniatura (del tamaño de perros)...

Las bestias huyeron, no hubo forma. A pesar de ir dos batidores y un gran arquero, también los animales habían evolucionado para saber sobrevivir a cazadores experimentados.

Habría que seguir intentándolo.

 no espera.... 

lanzas 1d10 y sacas x puntaje... la suerte si la pasas... es que en el segundo lance saques + de x. esto en el caso que sean mayores que 5, si son menores.... pues al contrario.. debes sacar menos que X si sacas 5 tu decides si para arriba o para avajo. ejemplo. 

En la primera saque 3 y en la segunta tambien osea que saque la suerte. :)

 Las pequeñas presas hullen al sentir una rama que alguien piso mientras caminaba... mas adelante unas horas despues logran cazar 5 conejos, los cuales arreglaron y pusieron en conserva para continuar su camino... Mientras avanzan... al 3er dia... Uno de los exploradores los detiene y señala.. un terreno... con rastros de sangre... aun fresca... dos enormes charcos de sangre y algunas marcas de carreta que se dirigen hacia el sur.

Beral ordenó un alto, era el momento de andar con mucho cuidado. En voz baja dio las órdenes correspondientes, él abriría la marcha ahora, con los dos batidores a los lados a corta distancia. En caso de avistamiento sólo intervendrían con sus arcos desde posiciones seguras, si él no podía protegerlos, huirían rápidamente.

Con mucha precaución, y rezando a los dioses para que Buckbead los viese antes que las criaturas a él, reemprendió el camino, comprobando cada poco tiempo si encontraba algún aura maligna y pidiendo a Buckbead que olfatease en busca del olor de la sangre.

 vas caminando... y van acechando las huellas de carreta por unas 3 horas.. cuando de repente ven muy al frente.. una pared de arboles que cierra el paso... La carreta se de tiene frente a ellos y alguie baja de ella... habla con alguien.. y luego los arboles se mueven lentamente.. dandole paso a la carreta a lo que parece ser una fortaleza natural.

Beral ordena a sus hombres ocultarse con breves y precisas órdenes.

A continuación cabalga hacia el lugar donde desapareció la carreta, sin ocultarse, dispuesto a hablar con quien sea que manda en aquel lugar.

 Mientras tu te acercas hacia el muro de arboles entrelazados entre si.. impenetrables... lanzas un grito.. para ver si alguien atiende... Escuchas un fuerte ruido detras tuyo... y al voltear a mirar vez como 2 de los integrantes de tu equipo se encuentran dentro de una red suspendida en el aire... mientras volteas tu mirada haciendo un recorrido visual... logras ver dos de tu equipo a cada flanco.. pero de repente el de la cerehca te mira.. y misa una parte del arbol muy resbaloza... y se desliza hacia abajo...

Al suceder todo esto... y devolver tu mirada hacia el frente.. te topas con dos enormes orcos vestidos con helechos y hojas.. y su piel e ve gruesa, cortada y carrasposa.. como si fuera la corteza de un arbol.... "ke Kieren.... No vienen en paz... 2 grupoz de estraños en un dia..  no es normal... "