En esta escena aparecerá el trasfondo especifico para la partida
ULYSSES BURTON es el Director de la Agencia que lleva su nombre. No. Nunca fue muy imaginativo. Ulysses fue cartero hace una década por lo menos. Tuvo problemas por empinar el codo, con la cogorza se liaba con los nombres de los buzones y con las direcciones. Lo echaron. Dejó de ser cartero pero no de beber. . Es dificil pillarlo en la oficina ya que sus horarios fluctuan en función de las curdas que agarra. Además tiene fobia a las visitas. Las odia. Por esa razón se comunica con todo el mundo por carta. Se las dicta a su secretaria a través de la puerta del despacho. Nadie sabe donde vive pero si que su vida cotidiana pasa sin orden ni concierto por el despacho, el hipodromo y los bares. Trabajo, alcohol y apuestas.
Ulysses está completamente chiflado. Nadie necesita un parte médico para saberlo. Es un hecho contrastado. Tiene un repertorio de alucinaciones que harían que el mismisimo Freud agobiarse hasta cambiar la psiquiatría por algo como la jardinería o el cultivo de caracoles. La más preocupante de ellas es la de Jack. Un espía que afirma ser la reencarnación de Houdini y que viste con trajes de mil pavos. Nick afirma que hizo una especie de trato con él y que el cabrón no ha cumplido con su parte. No da más datos, ni comenta los detalles de su esquizofrenía con nadie.
Llevais unas dos semanas trabajando para la Agencia Ulysses. Es un buen trabajo aunque hasta ahora os habeis dedicado a trabajos de poca monta: llevar cartas, algún paquete... infraestructura lo llaman. Los novatos se suelen ocupar de ese tipo de asuntos. Es lo normal. Pero parece que ha llegado vuestro primer trabajo con el que hacer los suficientes méritos para tener mejores oportunidades en el futuro dentro de la Agencia.
Esta misma mañana Beverly, la secretaria personal de Ulysses os llamó a su despacho...
BEVERLY es un joven atractiva que viste la parte más provocadora de la moda. Sueters apretados, cintura de avispa y faldas cortas. Solos ería ropa sino fuera porque la chica tiene un cuerpo de vértigo. Obviamente los rumores sobre su relación con el Jefe están a la orden del día. Todo tipo de especulaciones corren por las oficinas durante los descansos para fumar. Muchos hablan de furtivos y turbios encuentros amorosos entre ambos. Alguien afirma haberlos visto saliendo de un hotel, otros dicen haberlos visto cenando... En lo profesional Beverly es una chica eficiente teniendo en cuenta que debe multiplicar su esfuerzo debido al extendo repertorio de fobias de Ulysses.
La oficina estaba impoluta, más que un lugar de trabajo parecía una exposición de muebles. Las estanterías estaban repletas de cuadernos ordenados cuidadosamente. Los más grandes abajo. Otros de color verde arriba. Los archivadores de metal estaban pegados a una pared blanca con sus etiquetas limpias y brillantes: "Expedientes desde 112/J" hasta 341/H". El polvo no había pisado en su vida aquel sitio.
- El Jefe quiere que resolvais un caso sencillo.- levantó la mirada de la maquina de escribir. No dejaba de mecanografiar mientras escribía. - Teneis que ir a Brooklyn. Un restaurante italiano. Roberto & Luigi.- hablaba como un teletipo.
-Ahí teneis un sobre.- no señaló nada en absoluto. Encima de la mesa había un único sobre marrón. Debía de ser ese. Beverly tenía fama de ser muy escueta. Por lo menos eso se decía. Parecía que llevaban razón.
-Cuando llegueis abrid el sobre.- el telefono sonaba y lkas palabras salieron tan disparadas como lo hacen esos caballos estirados del hipodromo cuando se abre el cajón.
-Agencia Ulysses. Beverly al habla...- hacía gestos ostensibles con la mano para que saliereias de allí. De su templo sagrado.
Un Buick del 52. El coche que la empresa os ha asignado.