Partida Rol por web

Notaste ...huh...no notaste nada, en realidad te sentiste algo confusa y extraña por unos segundos, ¿Sería por el nuevo clima? 

La princesa Astrid no tardó en poner una mano sobre tu hombro.-¿Te encuentras bien?

Atelie se frota un poco la sien tras aquella sensación extraña. ¿Será que no bebió suficiente líquido tras tanto viaje...? Puede ser, puede ser.

- Ah, princesa, no se preocupe. Solo ha sido un pequeño mareo. - sonríe afable y echa una mirada a Farnad mientras él comienza su misión. - Supongo que nosotros también deberíamos hacer algo... Me sentarían bien unas frutas ahora~

Como era evidente, la hermana no entendía las palabras de Farnad, pero tampoco era el momento adecuado para entrar en más detalles... así que se concentró en llevar el palanquín... aunque no sin echar un ultimo trago del sake especial del tabernero... ya no tanto para ganar, sino para conservar fuerzas en caso de que algo sucediese...

Y el primer mal augurio no se hizo esperar... el tatuaje del león que tenía en su mano empezó a escocer algo que no había sucedido antes... ¿sería un aviso? Farnad no pudo evitar ponerse más tenso mirando a su alrededor mientras mantenía el ritmo recorriendo el camino hacia el templo, tratando de ganar la carrera ya que aunque no tuviera mucho sentido... ¿no debería ser la ganadora la elegida? Solo quedaba esperar...

-¿Segura?.-Preguntó preocupada, pero al verte contenta y pedir fruta no pudo evitar esbozar una sonrisita.-¿Quieres que nos acerquemos a uno de esos puestos de allá?.-Dijo señalando con un dedo a un puesto ambulante que vendía brochetas de fruta fresquitas.

-No creo que nos demoremos demasiado tiempo…así que estaremos bien.

Que tu mano estuviera ardiendo de esa forma no era buena señal...y no tardaste en empezar a subir más deprisa los escalones. Era complicado observar todo lo que te rodeaba, pero incluso sobre aquel palanquín, la monja pareció sentir tu preocupación. 

-¿Ocurre algo hermano?, te noto tenso...a lo mejor una plegaria podría ayudarte o tranquilizarte.-Dijo con voz cordial.-También puedes hablar conmigo...seguro que siendo tan fuerte puedes hacer varias cosas a la vez.-Río entre dientes. 

- ¡Suena a una buena idea! - asiente Astrid, desestimando sus preocupaciones. No es que a Atelie no le preocupe, más bien es que no quiere preocupar a la princesa.

- Parece un hombre muy serio, aquél sir Farnad. - comenta mientras van de camino a aquél puesto de comida. - ¡Y popular con las chicas! Va coleccionando princesas~ - se ríe, bromeando. Cuando llegan al puesto ambulante, Atelie busca entre las cosas que le han dado los ancianos del pueblo, ¿habrá algo de dinero por allí con lo que pagar la comida? Todo eso de la economía nunca se le dio muy bien: Siempre fue más de trabajar a base de intercambio de favores.

Mientras seguía el festival, la muchacha se dirigió a Farnad, notando al caballero tenso... ¿tan evidente era? ¿o la joven monja tenía talento para leer a otros? En cualquier caso la chica ofreció su ayuda ya fuese a través de rezos o hablando... - Una plegaria no estaría mal... quizás nos haga falta... - desconocía si la monja tenía poderes reales, pero en caso de tenerlos una plegaria no vendría mal...

Farnad por otro lado no tenía mucho interés en hablar demasiado... estaba demasiado preocupado vigilando los posibles movimientos sospechosos... que su tatuaje escociese no ayudaba a sobrellevar mejor la situación...

No dudaste en acercarte al puesto de comida junto a la princesa y en buscar en tu mochila algo con lo que pagar, pero la princesa alzó una mano y sacó un par de monedas para poder ambas degustar esas brochetas.

El tema de que era popular con las chicas la puso algo seria, podías notarla y es que frunció el ceño y apretó tanto los labios que parecieron desaparecer durante unos segundos.

-P…pues que se ande con ojo, más vale que siga siendo serio y…y…urgh.-Gruñó antes de coger las brochetas y tenderte una. La verdad es que tenían una pinta deliciosa, pero a la hora de pagar, el hombrecillo del puesto, el cual extrañamente era peludo, tuerto y parecía llevar un bigote postizo negó.

-¡No, no, invita la casa princesas!.-Dijo con una sonrisa maligna de oreja a oreja. Algo te hacia dudar un poco de aquel tendero, el cual empezó a acariciarse sus propias manos y a reír entre dientes mientras observaba como la princesa estaba a punto de morder aquel suculento aperitivo.

Parecía ser que la princesa ni se inmutaba de esas cosas tan extrañas. 

La monja pareció quedarse dudando unos segundos, ¿sería que no se esperaba tu aceptación a la plegaria o es que no tenía ni idea?

-Ah…vale…-Murmuró sin saber muy bien como colocarse y temrinó cruzada de piernas y juntando ambas manos, alternando entrelazando sus dedos y por ponerlos realmente firmes.

-Huh…ejem…vale…eh…dios que estás allá arriba huh…hmmm…bendice a este caballero que me está llevando y no dejes que se tuerza un tobillo.-Terminó por decir algo incomoda.-¿Así sirve, no?

Farnad casi "se tuerce el tobillo" al escuchar el supuesto rezo de la monjita...

Había muchas cosas que Farnad no esperaba ver... pero desde luego, ver a una monja no saber como elevar una plegaria era de las últimas de su lista... el caballero no pudo evitar arquear una ceja mientras elevaba la mirada hacia la "supuesta" monja... - ¿Estás segura de que eres una monja? Para serlo parece que no escuchaste a tus Madres Superioras... - dijo el caballero mientras pensaba como había acabado una falsa monja en este festival...

- Quizás seas tú la que más tenga que hablar... ¿qué hace una chica fingiendo ser monja en este festival? - preguntó en voz baja de manera que la conversación quedará entre ellos dos y el público no se enterase...

Atelie estaba tan tranquila y sonriente, relamiéndose de ganas y relajada, hasta que notó aquella sonrisa, y la atención con la que miraba a Astrid acercar la fruta a su boca. ¿Podría ser que pretendía algo malo? ¿O quizás simplemente tenía unas pintas horribles?

Temiendo que no podía tomar riesgos, ella apoya su mano sobre la de Astrid para detenerla. - Oiga, oiga, ¡nos hemos olvidado del probador oficial! - dice con una risilla. - ¡Que todo el mundo sabe que las princesas no pueden comer algo sin que alguien lo deguste primero! ¿Nos haría el honor, buen hombre? -

Le hace ojitos a él, indicandole la brocheta que sostiene Astrid. ¿Colará, no colará?

Al ver aquel extraño hombrecillo…tus dudas empezaron a asomar y detuviste a Astrid antes de que pudiera probar aquella brocheta, comentando que la princesa necesitaba de un “catador”.

La princesa dudó unos segundos pero terminó ofreciéndote la brocheta mientras el enano peludo gruñía y parecía enfadarse, pero no podía hacer nada al respecto.

Ahora quedaba en tus manos…¿probarías esa brocheta?

También tenías la opción de inspeccionarla, eras una druida…conocías miles de plantas, unguentos y pociones, si había rastro de veneno o cualquier otra sustancia peligrosa, darías con ella. 

-¿Yo, claro que soy monja?, ¿no me ves?, soy la imagen de toda virtud, pureza, luz y bondad…para nada soy otra cosa.-Dijo con algo de nerviosismo. Aunque cuando bajaste la voz para preguntar que hacia fingiendo ser una monja en el festival…bufó unos segundos y se encaramó fuerte al asiento.

-Tu sigue subiendo los escalones zopenco…y ni una palabra.-Gruñó.-Necesito dar con ese maldito guerrero antes de que me descubra…eh…tal vez si te portas bien el señor oscuro te recompensa.-Dijo tratando de comprar tu silencio.

La joven druida cierra los ojos y huele con suavidad. Está muy acostumbrada a los bosques, a la naturaleza, a las frutas, y a las pociones. ¿Podría identificar exactamente qué tipo de veneno es con solo olerlo? Quizás, dependiendo de la situación...

- A veeer~

Sin acabar de notar nada raro en la fruta con solo su olfato, decide dar un bocado de una de las frutas de la brocheta para ver si con el sabor se percata de algo. No come todo, claro, ¡solo un pequeño bocado! Confía en que si realmente está envenenado, se dará cuenta a tiempo y podrá usar alguna de las pócimas que lleva para contrarrestarlo. ¡Va demasiado despreocupada por la vida!

Farnad apenas podía creerlo... ahora entendía porque el tatuaje le molestaba todo este tiempo... su enemiga estaba justo encima suyo... haciéndose pasar por una de las elegidas... pero.. ¿cómo? ¿había secuestrado o matado a la original para tomar su forma? No había manera de saberlo... y mucho menos de comunicárselo al resto... tendría que esperar a que el festival llegase a término...

Luego un pensamiento se le cruzó al caballero... quizás la chica, demonio... o lo que fuese pensase igual que ellos... que la ganadora sería la princesa del lugar... pero... ¿y si provocaba que ganara ella? Eso la confundiría sin lugar a dudas y ellos tendrían ventaja no soloa  la hora de luchar, sino a la hora de encontrar a la autentica princesa...

- No entiendo nada de lo que dices... pero tenemos un festival que ganar... - dijo el caballero haciendo acopio de fuerzas y acelerando el paso para ponerse en delantera...

Nuevamente no te percataste de nada extraño…solo que aquel bocadito estaba delicioso…en un principio, pronto notarías que la lengua se te dormía un poquitín.

La princesa por su parte te miró preocupada.-¿Estás bien?, ¿Qué tal sabe?

No era un mal sabor, desde luego…pero había algo extraño, no podías saber el que exactamente, pero desde luego aquella brocheta normal no era.

¿Era un entumecimiento lo que empezabas a notar?

-¿Festival que ganar?.-Río entre dientes.-De eso nada...una vez llegue arriba y descubra quien es la princesa...bueno...-Sonrió malignamente.-Ahora mismo uno de los generales del señor oscuro está listo para raptar a las princesas que se esconden aquí...solo hace falta un poco de droga, un carrito de fruta y....serán nuestras.-Río malignamente, aunque no tardó en carraspear y calmarse un poco.

-Como sea...todo está bajo control en este mismo momento, por eso...tal vez deberías aprovechar y unirte al mal, nunca vienen mal personas fuertes que luchen por algo justo. 

- Puef... - dice con la lengua algo adormilada. Se mete un dedo dentro de la boca y se acaricia un poco la lengua, para comprobar.

- Super rico. Pero soy de esta zona, ¡y que yo recuerde esta fruta no tiene efecto anestésico! - se ríe mientras niega con el dedo, mirando al tendero con ojos acusantes, pero... ¿Juguetones? No parece enfadada de la treta, más bien divertida.

¿Será malo lo que siente en la lengua? Tendrá que estar atenta. Ya ha metido mano en su macuto de viaje, revisando con el tacto los viales que trajo. "No me habré olvidado de algún antídoto genérico, ¿no?" se pregunta a si misma. Solo ha comido un pequeño trozo y solo se le ha dormido la lengua así que de momento no está preocupada.

- ¿No tendrás una normal~? Como por ejemplo... ¡Esa! - y señala a una brocha al azar que esté exponiendo. Asume que no estarán todas afectadas, solo la que el tendero escogió específicamente para Astrid. Aunque podría estar equivocada...

Aquellos nuevos detalles inquietaron al caballero... al parecer las fuerzas del Rey Demonio estaban al tanto de su presencia en el lugar... y de las princesas... Ahora más que nunca le aliviaba el hecho de saber que Atelie las hacía compañía... aunque Blair y Astrid eran perfectamente capaces de defenderse, pero toda precaución era poca...

Farnad no pudo evitar esbozar una media sonrisa al escuchar a la muchacha hablar de su causa como la justa... - Vas a tener que disculparme, pero nunca antes había escuchado a alguien asociar el mal a una causa justa... - decía mientras aceleraba el paso para ponerse en delantera de la carrera, puesto que su objetivo era el mismo, forzar ganar la carrera para generar confusión en las filas del Rey Demonio... y llegado el momento, reduciría a esta muchacha que posiblemente fuese una de sus soldados, quizás incluso alguien con rango...

De vez en cuando buscaba con la mirada a sus compañeras, para poder advertirlas del peligro...

No tardaste en darte cuenta de que aquello sabía un poco raro…reconociste el sabor de analgésico casi de forma instantánea, pero también se te empezó a dormir la lengua…incluso los dedos de las manos, era un poco complicado buscar en tu macuto cuando sentías aquel hormigueo molestándote.

El dependiente bajito y peludo parecía realmente serio en aquel momento, incluso podrías jurar que estaba retorciendo algo que parecía ser una espátula…a pesar de vender solo brochetas de fruta.

Astrid te miró preocupada.-¿A…anestésico?.-Preguntó mientras veía como ofrecías que se comiera otra brocheta de fruta.-Creo…creo que es mejor no comer nada más…y deberíamos irnos, ¿verdad Atelie?...-Insistió cogiéndote levemente del brazo y tratando de alejarte de el tendedero.

-¿A dónde cree que va princesa?-Murmuró el dependiente.-¿Acaso no se da cuenta de que está a mi merced y el de mis soldados?, jamás saldrá de este lugar, bueno…si, si que saldrá, pero nos la llevaremos.-Terminó por decir quitándose el bigote falso y mostrando una cara gatuna y malvada.

-Y a ti también te vamos a llevar con el señor oscuro princesita del pantano.-Dijo señalándote.