Partida Rol por web

Suspiré ante la molestia de tener que cargar con el tipo vago y grandullón, pero sería peor si me negara y esa chica agresiva empezara a gritar y llamar, aún más, la atención de todo el mundo. Decidí obedecer por el momento y agarré la otra pierna del hombre.

Eché a andar por el camino que vi tomar al otro grupo, no sin antes hacer un gesto al joven albino con la cabeza para que nos siguiera. Al poco rato vi a ese caballero estirado delante de la puerta de lo que supuse sería un lugar en el que podríamos hablar tranquilamente sin que los aldeanos nos molestasen.

Al llegar frente a dicho caballero, solté la pierna del grandullón, dejándola caer al suelo, e hice un asentimiento de cabeza a modo de saludo simple. Miré a mis dos acompañantes de reojo, esperando que alguno dijera algo.

Farnad vio llegar a la joven arrastrando a una mole, lo cual le pareció cuanto menos curioso provocando que el joven caballero arquease la ceja... Cuando por fin llegaron hasta él, hizo una señal hacia el interior de los cuarteles... - El resto se encuentran ya dentro... ¿doy por hecho que ya estamos todos?... - pregunto casi de forma anecdótica, ya que si los "elegidos" solían ser siete, con la mole que traían a rastras salían las cuentas.

"...Una mercenaria... un gigante... un pobre mercader... una bailarina... un... ¿demonio?... un nigromante... y yo..." - pensaba Farnad según examinaba a todos... - Si de verdad somos los héroes de leyenda... hay que reconocer que somos un grupo bastante... dispar... - usó ese adjetivo por pura educación... pero la verdad es que le desconcertaba mucho toda la situación, y ardía en deseos de saber con algo más de detalle que estaba sucediendo...

El nigromante parecía estar más tranquilo una vez que el caballero y las bailarinas llegaron a los cuarteles y ningún guardia apareció para detenerle y encerrarle en una celda. Eso era una buena señal. Aún así, seguía sin comprender bien la razón por la cual se encontraba allí.

Quieren investigar lo que sucedió respecto a esas luces que aparecieron, al igual que las marcas que nos dejaron pero... ¿Realmente debería involucrarme en esta situación? Dudo a que a mi maestra le agrade esto.

No podía evitar preguntarse qué cara pondría su maestra cuando descubriera lo que le había sucedido y en la situación en la cual se había metido.

Luego de un momento esperando junto a los desconocidos a los cuales había decidido seguir, aparecieron otros individuos, algunos de apariencia más extraña que otros. Eran una mujer que parecía poseer una buena experiencia en lo que combate se refiere y cuya apariencia era bastante sospechosa, así también un individuo que compartía la sangre de un demonio, un joven enmascarado y un grandulón que parecía haber pasado un buen momento bebiendo cerveza ya que apestaba a esa bebida.

¿Todos ellos han sido marcados por las luces? Un grupo variado, se podría decir. No podía estar de acuerdo con la palabra "dispar" que el guerrero había expresado si bien Ainzel sentía que debería de enojarse un poco por tal expresión debido a que él también se encontraba dentro de ese grupo.

¿Y bien? ¿Alguien puede explicar que está sucediendo? Realmente debería estar adquiriendo los ingredientes que mi maestra me ha ordenado comprar... y esto no hace más que complicarse.

Podía sentir que aquello tomaría un camino que tal vez no sería tan de su agrado o al menos que, resultaría demasiado molesto para alguien que disfrutaba de la quietud y experimentar con sus creaciones.

Las bailarinas siguieron al caballero hasta los barracones, una de ellas, Olivia tomo posición en la pared mas lejana cruzandose de brazos seria con mirada fria hacia la entrada, esperando a que todos se reunieran, en cambio Rose estaba con Fir, la cual seguia aún asustada.

- Tranquila, tranquila, ya verás como esto se soluciona. - Comentó Rose a Fir sonriendola, esta solo se limito a un suave cabeceo.

Rose miraba de vez en cuando al nigromante y luego a Fir, negó suavemente, se susurraban cosas en silencio, se quedarían allí plantadas sin decir nada a no ser que fuera algo relevante.

Finalmente todos nos juntamos, aquellos a los que un rayo de luz nos atravesó y marcó. En los barracones donde estaban todos llegué el último con un barril a rastras, estaba cargado hasta los topes de agua y yo lo traía jadeando levemente, -si, que, pesa, esto- dije de manera apena inaudible debido a mi débil voz.

Me ajusté las máscara antes de llevar el barril hasta la chica Ashura, -si, querías agua, casi hubiese, sido mejor pedir un vaso- me apoyé en el barril levemente para recuperar el aliento y escuchar a Farnad decir que éramos un grupo dispar. -La verdad es que no creo poder decir que no, sobre todo mira el grandullón- dije suavemente mientras ignoraba por completo mi aspecto con la máscara ya que era el único que no mostraba el rostro.

Inspeccioné levemente el resto, por suerte mi mascara me hacía ver inexpresivo aunque realmente estaba algo preocupado por lo ocurrido, -¿por que todos parecen peligrosos?, bueno, al menos hay una bailarina, es menos peligrosa, espero- sin duda cada uno debía de tener algo especial si había sido escogido por los extraños símbolos. Al menos esperaba poder beber un poco, miré a Farnad -disculpa, ¿no tendréis algo de alcohol por aquí? sin duda ayudará a mejorar el aceptar la noticia- -y además esta delicioso-

Al llegar, imité al pelinegro soltando la otra pierna. Me sequé ligeramente el sudor que había en mi frente con el dorso de la mano. Había cargado con muchas cosas y personas, también pesos muerto pero aquel grandullón se llevaba el premio. Al escuchar el comentario del caballero no pude evitar reír con una pequeña carcajada.

-Creo que dispar se quedaría corto...- dije con una gran sonrisa mientras inspeccionaba y analizaba con la mirada a cada uno de los presentes. Me quedé unos segundos de más mirando a las compañeras de la bailarina, pero tampoco es que les hiciera mucho caso. Terminé en mi compañero de la máscara y le di una gran palmada en la espalda mientras sonreía.-Bien hecho pequeño, pero no es para mí.

Mi sonrisa se transformó en una un poco más maliciosa, acerqué el barril sin esfuerzo alguno al lado del tipo que estaba tirado en el suelo y comencé a inclinar el recipiente de manera lenta, causando que el agua cayera de manera constante en la cara del mole. Sí, prácticamente lo estaba ahogando. Escuché la petición del payaso y miré al caballero.

-Unas cervezas estarían bien, y si hay comida mejor.- le comenté tranquila mientras seguía con mi labor como si nada.

A Farnad no le agradaba en exceso el hecho de que sus "invitados" se tomasen los cuarteles como si fuese cualquier posada, pero si quería averiguar algo más no le quedaba más remedio, al menos la extraña muchacha parecía tener más información que el resto...

- Supongo que podemos ir al comedor, allí podré conseguiros algo de vino y comida... - con un gesto seco invito a todos los que quedaban fuera entrar al barracón... a la vez que veía como al grandullón lo trataban de despertar con el barril de agua y esbozó una pequeña sonrisa... - Un premio pequeño después de cargar con semejante peso... 

Una vez dentro de los barracones buscó una mesa donde todos pudiesen sentarse... Después llamó al mozo de la cocina para que trajese algo de vino y comida a todos los allí presentes... Una vez todos tomaron asiento... Farnad se quitó la cinta de la espada que llevaba en su cintura y la dejó colgando de la silla...

- Sí señor Farnad, lo tendré listo lo antes posible... - el mozo se fue corriendo a la cocina para dejar todo listo, aunque se extrañó al ver a tanto desconocido en el comedor de los cuarteles...

- Bueno... ya estamos aquí todos... creo que va siendo hora de explicarnos a todos de que va esto... - dijo con bastante seriedad mirando a la muchacha vestida con atuendos de mercenaria... si bien estaba interesado en la información, también estaba cansado de esperar... Mientras el mozo llegó con la comida y la bebida... trajo pan y vino en abundancia, mientras servía un plato de un modesto estofado a cada uno de los presentes...

El hombre del suelo empezó a toser con fuerza, ¡practicamente se estaba ahogando! De repente abrió los ojos y apartó la mirada escupiendo un poco de agua y tosiendo más.-¿Quien narices ha intenando matarme?-Preguntó poniendose de pie a duras penas y señalando a Eikatsu.-¡¿Has sido tu pequeñajo?!.-Preguntó mientras lo agarraba de la camisa y lo alzaba con fuerza.
-Te voy a sacar la respuesta a palos...-Gruñó frunciendo el ceño y alzando el puño con intención de estamparlo en su cara.

Detengo el puño del gigante con mi mano sujetándole firmemente del antebrazo... - Vamos buen hombre... no querrá meterse en problemas en los barracones de los caballeros... - dijo tratando de quitarle hierro al asunto...

- Ahora acompáñenos al resto al interior, allí le podrán servir algo de comida y vino, aparte le explicaremos que está sucediendo y que hace aquí... 

Ashura parecía ser realmente enérgica, casi sin darme cuenta tras llevar el barril me propició una palmada en la espalda de gran calibre, me hizo incluso encorvarme un poco , -!auch¡ espero que no deje marca- pero me recompuse poco a poco mientras el chico militar Farnad que si nos permitió tener algo de beber o comer para poder charlar tranquilamente, algo sin duda de agradecer.

Me incliné levemente agradeciéndoselo hasta que el gigante se despertó casi ahogado por Ashura pero yo fui culpado por el y no dudó en levantarme en peso, casi continuó con un golpe en mi pero el chico militar le detuvo sujetando su brazo. Yo me cubría con ambas manos vagamente, lo único que cubría era la máscara, pero desde su puño donde me tenía levanto hablé con una débil voz -perdón, pero no fui yo quien te vertió el agua, de todas formas ya estas despierto así podemos terminar antes- sonreí levemente aunque no se pudo ver por mi máscara

Sonreí con malicia cuando el grandullón salió medio ahogado en busca del culpable y como no, echó la culpa hacia otro por lo que respondí con una carcajada.

-Vamos grandullón, no lo culpes. Recuerda que me hiciste enojar a mi, él solo quería ayudar.- dije burlesca mientras pasaba por su lado y le guiñaba un ojo con malicia.

Entramos del todo y me senté en el primer sitio que vi, y sin esperar a nadie comencé a comer y beber. La comida a decir verdad no era muy buena, pero llevar tanto tiempo caminando ese sabor se era aceptable, por otro lado la cerveza estaba exquisita, me preguntaba cuánto tardaría en emborracharme con todo lo que había bebido anteriormente.

Cuando todos estuvieron presenté incliné el codo por completo, bebiendo de un tirón la jarra de cerveza, soltando un sonoro suspiro de satisfacción, la volví a llenar y decidí hablar.

-Mi nombre es Ashura, y como algunos habréis deducido soy una cazarrecompesas, otras veces una mercenaria y si a alguno le da la gana de decir también una asesina. No me importa como queráis llamarme.- di un sorbo de la jarra.- Como cuenta la leyenda hubo una disputa entre Luz y Oscuridad y de ahí se crearon a los 7 héroes y al Rey Demonio, eso lo saben muchas personas. Antes el Rey Demonio tardaba más en despertar, pero desde hace unos centenares de año no es así. Cada vez que los 7 héroes sellaban al Rey Demonio, el tiempo para su reaparición se volvía cada vez más corto, hasta hoy...- hice una pausa mirando fijamente a la jarra, cogí aire y retomé la historia.-Hace unos... 20 años aproximadamente el Rey Demonio cuyo nombre real es Astaroth resurgió. El tiempo cada vez es más corto y eso es preocupante, ya que significa que ese hijo de puta se está volviendo más fuerte.- fruncí el ceño enfadada y bebí, golpeé fuerte la jarra contra la mesa y sonreí de forma sarcástica.-¿El por qué estamos aquí? ¿Por qué nosotros? No lo sé. Puede que Luz quiera que seamos nosotros para poner fin a esto, o puede que esté desesperada y nos eligió a nosotros, al fin y al cabo no somos muy normales que digamos... Pero la marca que llevamos prueba que somos los elegidos y no, no podemos escapar de esto.- miré al chico semidemonio y al de la máscara. Me eché para atrás en la silla y suspiré.-Nuestro destino es ir a por las princesas para que Astaroth no consiga engendrar a la princesa y con ello conseguir su forma corpórea. Os he contado la historia, si tenéis alguna duda sobre a qué nos enfrentaremos solo decirla.- bebí lo que me quedaba de la jarra y la volví a llenar mientras tenía la mirada lejana y melancólica.

A medida que Ashura se presentaba y explicaba lo que había acontecido anteriormente cuando las luces aparecieron, el nigromante habría los ojos con sorpresa ante tal explicación.

¿Yo? ¿Un héroe? Tiene que ser una broma... Pensó el joven mientras trataba de negar aquella realidad. ¿Cómo podía ser un héroe cuando era alguien cuya apariencia atraía la sospecha de las personas así como su desagrado?

No podía imaginar qué pensaría su maestra al descubrir que él había sido elegido para luchar contra el Rey Demonio y proteger a las princesas de su corrupción junto a aquel grupo de extraños variopintos. Además, aquella revelación y misión impuesta sobre él por la luz, implicaba que no podría adquirir los materiales que Alteia le había encargado obtener en la ciudad, eso le traería problemas cuando regresara... si era que regresaba luego de tal aventura.

Sin embargo, Ainzel sabía que si realmente había sido seleccionado para ser uno de los héroes, no podía negarse, ya que el futuro de todos, y principalmente el suyo, estaba en juego. Todo obstáculo o amenaza frente a su sueño de alcanzar el secreto de la inmortalidad, debía ser eliminado, ya fuera el Rey Demonio o cualquier otra cosa.

No es personal. Lamentablemente, tu aparición es una amenaza para mi objetivo.

Al terminar de escuchar las palabras de la mujer que se hacía llamar Ashura, el joven alzó la mano para hablar.

Mi nombre es Ainzel Ud Zarik, como muchos habrán logrado deducir con facilidad, soy un nigromante. Esto tiene que ser un error, ¿no somos acaso un grupo bastante "peculiar" para ser los héroes aptos para tal misión? Yo trato con la muerte, y creo, así como también manipulo, cadáveres para utilizar en mis estudios. Tú en cambio eres una mercenaria y ni hablar del mitad demonio. El único que parece un poco "normal" es el guerrero que anteriormente me pidió que le siguiera. Dijo el nigromante mientras señalaba a Farnad. Era dificil de creer que un grupo tan extraño pudiera ser responsable de tal importante misión.

Aún así, si es como dices, que las marcas son prueba de que realmente somos los elegidos ¿qué es lo que debemos hacer ahora? Comprendo que debemos proteger a las princesas pero... ¿cuál es el plan?

Ashura me defendió o al menos dijo que no era culpa mía, para que el gigante me soltara lo cual hizo. En cualquier caso pudimos tener algo de beber mientras charlábamos o al menos nos contaban el porqué estábamos aquí, por lo que parecía no era para poder beber hasta caer al suelo.

Ashura nos comenzó a contar que ella era una mercenaria/cazarrecompensas, dudé levemente en aquel momento si sabría algo de mi pero dado que no me había atacado no debería de pasar nada. La vieja historia sobre el demonio y los 7 héroes que debían de proteger el mundo, sin duda era algo extraño que aún siguiese viva la leyenda pero no se podía decir que no era algo totalmente creíble, a fin de cuentas teníamos una marca en el cuerpo que lo demostraba.

Poco después un nicromante se presentó, Ainzel, era algo difícil de pronunciar pero yo aún estaba en shock debido a que Ashura afirmó que no podía escapar de esto, me echaba sobre la mesa abatido, -yo solo soy un simple mercader con sus máscaras, además soy super débil, ¿eso no haría que fuese una carga?. Sin duda sería mejor que yo no participase, podría ser como el cuartel central o algo así- no podía decir que no me gustase ayudar, pero ser el centro de atención no me gustaba y menos contar cosas sobre mí mismo.

Solo quería volver a ser nadie y no dejar rastro ninguno.

El hombretón frunció el ceño y miró a Farnad.-A mi no me vuelvas a parar el puño o la próxima vez te tragas los dientes…yo soy de Khar, y de Khar soy, así se hacen las cosas allí y así las haré aquí.-Parecía estar furioso, pero al menos dejó de lado aquello para escuchar atentamente a todos con sus presentaciones y para escuchar a Ashura y sus explicaciones.

-Princesas, demonios y héroes…que chorradas.-Exclamó apoyado en un enorme barril, el cual  estaba tentado de reventar de un puñetazo y liarse a beber el licor que contenía. Aunque al escuchar a Eikatsu no pudo evitar reírse.-Pues no participes, siendo tan chiquitín te podría matar hasta…no se, un cachorro de oso o algo así. ¡JA!.-Espetó dándose una palmada en el estomago, pero al fin su sed pudo con la etiqueta y decidió girarse, reventar la tapa del barril y hundir la cabeza en el contenido del susodicho.

Khar, la región de donde provenía os sonaba, por lo visto era un tanto “Salvaje” por lo que su comportamiento no os extrañaba lo más mínimo. 

Farnad escuchó con atención la explicación de Ashura, que desde luego, a pesar de su curriculum de "dudosa" moralidad, parecía ser la que más conocimientos tenía sobre la leyenda... Siempre escuchó el folklore relacionado con dicha leyenda... pero nunca le prestó demasiada atención...

Le llamó especialmente la atención el hecho de que el Rey Demonio cada vez se hiciese más fuerte, lo cual indicaba que el grupo actual se encontraría en mayores dificultades que los anteriores...

Tras la explicación de Ashura, atendió a las presentaciones de Ainzel, Eikatsu y Galvan... llamándole la atención las habilidades curiosas y también "dudosamente" morales de Ainzel... pero si los cielos lo habían dispuesto así pensaba que habría una buena razón para ello, como cuando él mismo fue salvado por los caballeros de los mercaderes de esclavos...

- De algo servirás... si te han elegido es por algo...  - digo a Eikatsu que parecía el más reticente a aceptar la misión...

- En cuanto a lo que hacer... está más que claro... tenemos a la princesa de Shanteen aquí mismo... lo primero sería asegurarla a ella, y después ir al resto de reinos, no creo que podamos hacer otra cosa en este momento... - Farnad quería ser eficiente, además este breve tiempo en Shanteen valdría para ver la compatibilidad del equipo y las diferentes habilidades de cada uno...

Tras entrar a los barracones siguiendo al resto del grupo me mantuve un poco alejado, observando como se desarrollaban los acontecimientos. Primero como el tipo enorme intentaba pegar al albino, lo cuál no llamaba en absoluto mi atención. Lo que si lo hizo fue lo que nos contó Ashura sobre el Rey Demonio. ¿Me estaban diciendo que yo tenía que ir e pelear contra ese ser? No es que tuviera nada mejor que hacer, pero apreciaba mi vida y la verdad es que no me hacía ninguna ilusión embarcarme en esta misión.

Escuché las presentaciones de todos los allí reunidos y al parecer el chico albino compartía mi opinión. Decidí presentarme yo también, aunque no sin cierta molestia por la cantidad de gente reunida y por el hecho de que bueno... era medio demonio y no sabía cómo reaccionaría el resto.

-Mi nombre es Zehan, y bueno, como podéis ver soy medio demonio. El caso es que a mi tampoco me apetece mucho lanzarme una misión suicida. Y no, no tiene nada que ver con el hecho de que sea medio demonio, simplemente aprecio mi vida.- dije manteniendo la expresión tranquila y fría de mi rostro.

Esperaba que no se lo tomaran muy mal, aunque de ser así tampoco me importaría, yo no le debía nada a nadie más que a mi.

Parecía que no iba a haber escapatoria, al menos debía de intentar asumirlo aunque poco a poco. Galvan parecía poder enfrentarse a un oso a puñetazo limpio y ganar sin mucho esfuerzo y decía que yo podría perder contra una cría de oso, es posible que físicamente así sea pero no es eso lo que hago.

En cualquier caso Farnad si que parecía no dejarme ir, pude notarlo en su mirada, -supongo que no queda otra- suspiré derrotado por la presión de ¿grupo? -al menos me gustaría poder llevar mis cosas o venderlas antes de irnos, quizás alguna poción de hierbas para mantenernos sanos nos venga bien pero dudo que un resfriado vaya a afectar al grandullón- dije tranquilamente acabando señalando a Galvan

Fir escucho a los demás junto con Rose, Olivia se encontraba situada en una de las paredes apoyando su espalda en esta de aquel lugar. Rose ladeaba la cabeza escuchándoles hablar, sobretodo a la muchacha de color negro y Fir fruncía los labios pensativa.

- Entonces, no pintamos nada aquí. - Sentencio Olivia y miro a Rose. - Vamonos a la posada. - Rose negó con la cabeza y Fir la miro alzando ambas cejas sorprendida de la decisión de Olivia.

- ¿Por que... Os marcháis? - Pregunto Fir mientras Olivia tiraba del brazo de Rose, salieron ambas por el mismo lugar que entraron en silencio, Fir miro a los presentes y agacho la cabeza permaneciendo en silencio. Escuchando a Farnad y a Eikatsu y tras el intenso silencio que se hizo Fir se aclaro suavemente la voz.

- Mi nombre... Es Fir Giradon... Bailarina... Y si decís que el rey demonio se fortalece creo que es muy peligroso para todas las princesas... No solo en general la de aquí, ¿cómo podemos asegurar una cuando hay más...? Quizás una de ellas ya este en peligro... - Fir miro a los demás en silencio tras hablar y su ultima mirada hacia la puerta por donde se han ido su compañeras.

- Si las cosas son como creo haberlas entendido... el Rey Demonio se habrá despertado al mismo tiempo que aparecieron nuestras señales, todavía no ha tenido tiempo de actuar. Además, siempre podemos avisar al resto de reinos para que suban la vigilancia y nos puedan avisar en caso de peligro... - Farnad trataba de dar confianza al grupo, pero era evidente que Fir tenía parte de razón, el Rey Demonio podría estar en la otra punta del mundo y no les daría tiempo a actuar...

Farnad se gira hacia Zehan... - Supervivencia... no creo que aspiremos a mucha si el Rey Demonio sale triunfante... así que podrías decir que llevar a cabo la misión es compatible con tu estilo de vida... - el caballero trató de darle la vuelta a la tortilla para convencer al semidemonio...

Era de esperar que muchos se negaran a participar pero no había más remedio. Solté un largo y sonoro suspiro, tampoco me apetecía ir de cabeza a salvar a unas princesitas solo para que Astaroth se la tire y con ello la humanidad se vaya a pique. Volví a suspirar y di un trago a la cerveza.

-De algo servirás.- me dirigí al chico de la máscara.- En todas las batallas no siempre hay que liarse a tortazos limpios. Como con el grandullón.- sonreí de lado y señalé a Galvan.- Puede que con tus pócimas y... esas cosas nos puedas ayudar en combate. También a medida que avancemos se puede aprender cosas.- esta vez miré a la bailarina, la cual parecía la más inexperta del grupo. Le sonreí para intentar darle ánimos, tal vez entre todos pueda aprender algo. Me levanté de mi asiento y me terminé la jarra.- Y tampoco estamos para juzgar a nadie por su pasado o por lo que es.- miré a Ainzel y a Zehan.- Al fin y al cabo estamos metidos todos en el mismo asunto, incluyéndome. 

Estiré mi cuerpo y miré a todos, ahora teníamos que ir a por la princesa más cercana, es decir, a por la de Shanteen.

-Bien, el señor "cachorrito" avisará a los demás cuarteles para aumentar la vigilancia, mientras nosotros, los héroes vamos para ayudarlas. Hay tiempo, pero no demasiado, ya que como ha deducido "cachorrito", el Rey Demonio ha despertado a la par nuestra. Hay que ser rápidos. Aquel que no quiera venir... Puede pensar esto: Si va tendrá una mínima posibilidad de sobrevivir, ya que con ella seremos uno más. Uno más para derrotarlo, sino será más complicado, la misión podrá fallar, podremos morir todos y ya ahí ningún ser humano podrá escapar, así que esa persona que no venga morirá y esta vez de una manera mucho más horrible. Además... aquel que tenga seres queridos podrán morir. Conclusión: Será mejor ir.- miré desafiante al grupo, en espera de sus definitivas respuestas. Una vez dicha no habrá vuelta atrás.