Partida Rol por web

Con al presentación de Fir ya estábamos todos listos, solo quedaba ponerse en marcha o al menos decidir que hacer ya que había accedido finalmente tras todo lo ocurrido.

Ashura sin duda no planeaba dejarme escapar, parecía gritar a los cuatro vientos que si ella caía todos caíamos con ella ya que había que salvar el mundo y todas esas parafernalias que venían con el tatuaje, sin duda para una vez que me toca un premio tenía que ser el peor de todos.

Entonces Ashura nos explicó un poco el plan, pero supongo que lo podía resumir en ir todos a una, más = mejor, era sin duda lo más eficaz ahora mismo, apenas nos conocíamos conocíamos con lo que al menos tendríamos algo de conversación y seríamos capaces de hacer algo.

Hablé suavemente de nuevo en aquel silencio -Supongo que será así, debería entonces ir a por mi carro y recoger lo más importante o al menos lo más que pueda- recoloqué mi máscara y me puse en pie dispuesto a marchar a por mis cosas.

Antes de irme rebusqué miré al resto -mmmm, quizás parece que esté huyendo, así que puede venir alguno a comprobarlo y ayudar, prometo recompensarles con alguna cosa de la tienda- hablaba tranquilo como siempre, ya estaba decidido a ir, así que mejor ir a "proteger" mis cosas. A fin de cuentas estaban solas en mitad de un festiva, solo esperaba que el guardia al menos les hubiese echado un ojo

Farnad hizo acopio de toda su fuerza de voluntad para no responder a las provocaciones de la mercenaria a la vez que suspiraba, lamentando que una chica que parecía tan atractiva careciese tanto de modales...

- Eso será fácil "encanto"... - dijo con tono sarcástico mientras llamaba a uno de los escuderos del cuartel... En el tiempo que llegaba, el caballero sacó una nota y en la que escribe un escueto mensaje... - Allen, lleva una copia de este mensaje a todos los cuarteles de la ciudad y avisa al comandante, imagino que querrá estar informado... - el escudero salió como las balas a realizar el encargo...

- Bueno... la primera parte ya está hecha... ahora creo que deberíamos dirigirnos a palacio... allí podremos verificar el estado de la princesa y alertar a su padre... ¿sabemos cual ha sido la forma de actuar del Rey Demonio en las anteriores ocasiones?- preguntó mientras miraba al resto mientras esperaba a ver quien sería el que acompañase a Eikatsu a recoger sus cosas...

Las palabras de la mercenaria llevaban razón, o al menos así pensaba el nigromante. Por su parte, no podía permitir que los planes del Rey Demonio se llevaran a cabo ya que eso implicaría una molestia para Ainzel para continuar con sus experimentos, teniendo en cuenta que su vida y la de su maestra se vería amenazada. No tenía otra opción más que aceptar aquella realidad y salvar a las princesas junto con aquel grupo.

Al parecer el enmascarado necesitaba que alguien le acompañara a buscar sus pertenencias, algunas de ellas eran pociones, algo que al joven nigromante parecía llamarle la atención.

¿Un alquimista? Interesante. Sus habilidades podrían resultar de utilidad para mis futuras investigaciones.

Habiendo llegado a una conclusión, Ainzel miró a Eikatsu.

Muy bien, yo te acompañaré. Los demás deberían esperarnos para ir juntos con la princesa. No sabemos qué tan fuertes pueden llegar a ser los aliados del Rey Demonio, cuantos más seamos, mejor.

Tras decir esas palabras, el nigromante le hizo un gesto al joven albino para partir en busca de sus cosas.

El enorme hombretón miró todo con cierto aburrimiento hasta que resopló.-¿Eso es todo?...pues entonces ya esta todo hablado.-Sin decír más agarró el enorme barril de cerveza y pareció beberselo de una sentada. Una vez hecho aquello eructó de tal manera que parecía un autentico oso rugiendo...aunque le dió por eructar en la cara de Eikatsu.

-Yo me voy a casa...es Invierno donde yo vivo, y tengo que ir a por criadillas de oso, hasta luego.-Bostezó mientras comenzaba a andar a paso lento. Pareció haberle dado igual todo de lo que se habló...o simplemente ni se enteró, a fin de cuentas tenía las orejas llenas de pelo...dificilmente podría escuchar algo.

Fir miró a la muchacha mercenaria y en cuanto cruzaron miradas agacho suavemente la cabeza, mirando al suelo. "¿Como se supone que voy ayudar yo...? Solo soy una bailarina..." Arrugo suavemente la nariz con ese pensamiento y miró al chico peliblanco y al chico raro, el que decía ser mago o algo así, Fir alzó la mano hacia ellos.

- Esto... ¿Os importa que os acompañe...? Me gustaría pasar por la posada... Están allí mis compañeras y... Tengo allí mi equipaje... - Obviamente la parada en la posada no fue solo para tomar algo, sino para también dejar cosas de nivel personal para Fir. Miro de reojo a los demás, quizás algo preocupada de que le molestara la decisión de la pelirroja.

Cuando el nigromante se había decidido a partir con el enmascarado, la bailarina expresó su deseo de acompañarles para encontrarse con sus compañeras y buscar también sus pertenencias. Era normal, la situación los había tomado a todos por sorpresa.

Ainzel la miró un momento a la vez que sonreía amablemente.

Por supuesto, puedes acompañarnos. Después de todo, ahora somos "héroes", si estamos solos somos presa fácil para nuestros enemigos.

Era mejor moverse en grupo, más aún cuando Fir, frente a los ojos del nigromante, parecía una mujer delicada.

No creo que el señor enmascarado se oponga.

Dicho eso, Ainzel comenzó a caminar hacia la salida del cuartel. No le interesaba comenzar una discusión con Galvan sobre si podía o no retirarse, estaba seguro que la mercenaria se encargaría de él de una u otra manera.

Al parecer me iba a acompañar Ainzel asentí para darle las gracias aunque recibí un "bello" regalo de Galvan, un eructo de tal  calibre que tuve que sujetar mi máscara para que no saliese disparada. Sin decir mucho pasé la mano por la máscara limpiandola levemente de la saliva que le hubiese podido caer, sin duda no era algo agradable para nadie.

Pero en fin -supongo que eso nos hace super amigos- o al menos pensaba eso para que me doliese menos. Antes de salir Fir se apuntó a ir a buscar tanto mis pociones como ella que deseaba ir a la posada, -no creo que haya problema, no deberíamos tardar mucho en volver- dije calmadamente, aunque antes de ponerme a seguir al señor Ainzel afuera del lugar, me acerqué un momento a Asura -volveremos en nada- parecía que ella era la más experimentada.

Tenía ganas de no volver nunca a ver a Galvan pero creo que me obligarían por todo eso de los héroes, así que recogería lo más rápido posible

Farnad apoyo su mano sobre el marco del portón que trataba de atravesar Galvan para abandonar el cuartel...

- Sospecho que el alcohol no te permite entender muy bien el asunto... no puedes volver a tu tierra, al menos hasta que resolvamos el tema de la resurrección del Rey Demonio... - los personajes como Galvan eran lo que más despreciaba Farnad, individuos con los que nunca podías contar del todo debido a sus vicios...

Mientras dejaba paso a Eikatsu, Fir y Aizel para que pudiesen recoger sus cosas...

- Bueno... sugiero que esperemos a que Galvan "refresque" sus ideas y vuelva a ser persona, así les daremos tiempo al resto para regresar... ¿tú no tienes que buscar nada? - preguntó a Zehan, que si bien seguía sospechando algo sobre sus intenciones, estaba claro que no tenían relación alguna con el Rey Demonio...

En cuestión de minutos todos se habían puesto de acuerdo para lanzarse en una aventura para salvar a no sé qué princesas y luchar contra el Rey Demonio, borré mi expresión de ligera perplejidad mientras decidía qué hacer yo. Es cierto que si no deteníamos al Rey Demonio el mundo sería destruido y eso conllevaría a la muerte de todos, lo cuál no era para nada agradable. Suspiré con hastío, parece que no tendría opción.

Al percatarme de que uno de los presentes se había dirigido a mí giré mi cabeza hacia él.

-No tengo equipaje aparte de un puñado de dinero, sólo había venido aquí a comer y tenía pensado volver pronto. Si me hiciese falta ropa o cualquier otra cosa la compraré por el camino.- respondí de forma escueta. Me sorprendía un poco que estas personas pudieran hablarme con semejante tranquilidad, otros humanos incluso habían intentado dañarme al considerarme un demonio. Estaba seguro de que alguno de ellos no se fiaba de mí, pero tampoco iba a torturarme por ello.

-¿Cuándo nos vamos? Quiero terminar esto pronto.- dije alternando mi mirada entre la chica agresiva y el caballero, que por el momento parecían ser los "líderes".

Me alegré al ver como al menos casi todos habían aceptado el hecho de que lo más sensato fuese el ir los 7 a cumplir nuestra misión, pero claro había uno que no tenía tanta cabeza... Bueno más bien cerebro porque su cabeza era enorme. Algunos ya se pusieron en marcha y no pude evitar mostrarle una sonrisa torcida a Farnad por delvolverme la broma, comenzaba a caerme bien aunque aún seguía siendo un guerrero. Me preguntaba si por el hecho de convertirme en héroe dejarían de lado mis antecedentes, aunque tampoco es que me importara mucho...

Fir y Ainzel acompañaron a Eikatsu a por sus cosas, mientras que el resto nos quedamos aquí. El cabeza hueca de Galvan se quería ir a su tierra. "Lo que me faltaba..." llevé una mano al puente de la nariz y lo masajeé. Me levanté en dirección al grandullón el cual era retenido por el pelinegro. Me coloqué de puntillas y le tiré de la oreja, girándolo hacia a mi para que me viera.

-Escúchame mole sin cerebro, si no vienes tu pueblo será destruido, los osos serán asesinados y comidos por los demonios, ¿entiendes?- prácticamente le estaba gritando. Solté su oreja y llevé mi mano derecha a mi cintura.-O... ¿Me vas a decir que vuelves a tu pueblo porque a "Teddy" le da miedo los demonios y se va con la cola entre las patas? ¿Acaso no puedes zurrar a un par de esos demonios?- en mi rostro se formó una sonrisa ladina. Esperaba el poder provocarle ya que visto su corta inteligencia esta era la manera más rápida.

Giré mi cabeza un momento al semi-demonio y le contesté.

-Esperaremos a los demás. A no ser que quieras dar una vuelta por ahí con toda la multitud fuera, cosa que dudo que te agrade.- volví la vista al grandullón.

Galvan miró extrañado a Farnad.-¿Hmmm?...¿y que quieres tú?...sal de mi camino o te mandaré a tomar viento de un empujón…tapón.-Murmuró mientras apartaba su brazo de un suave empujón e intentaba irse hacía afuera, pero poco le duró esa “acción”, ya que Ashura no tardó en agarrarle de la oreja para que le mirara fijamente.

-¿Mi pueblo?...yo vivo en una cueva ,chica.-Se quejó arqueando una ceja.-Lo de los pueblos son para los cosmopolitas, yo vivo en el bosque, como piñas, carne, frutas, bayas…esas cosas, incluso a veces sopa de nieve.-Aunque cuando le dijo lo de zurrar a un par de demonios se quedó algo intranquilo.

-Yo he matado a una bruja del pantano con solo darle un cabezazo…matar demonios esta chupao.-Murmuró ladeando la cabeza, incluso se quedó unos segundos callado, tal vez buscando una excusa o algo por el estilo.-Iré si el cachorro va...-Finalizó señalando a Eikatsu.-Pero como me aburra me iré …no hay nada más que hablar

Farnad se giró para responder a Zehan en cuanto las cosas se solucionaron con Galvan...

- Yo también tengo ganas de terminar con todo cuanto antes... sospecho que cuanto más tardemos en acabar con ese Rey Demonio, más fuerza irá ganando... En cuanto el resto haya recogido sus cosas saldremos... - eso por no mencionar que para salir victorioso solo debía dejar embarazada a una de las princesas... era una misión que exigía de ellos presteza... Farnad agradeció a los cielos que lo único que necesitase para la misión fuesen sus habilidades y su espada...

- Les diré a algunos de los muchachos del cuartel que nos preparen raciones para cuando hayamos puesto a salvo a la princesa de Shanteen y debamos abandonar la ciudad para ir a otro reino... ¿tienes alguna idea de la ruta que seguiremos? - pregunto a la mercenaria... ya que Farnad, aunque odiase admitirlo, en pocas ocasiones había abandonado Shanteen y no sabía cual sería el itinerario más eficaz...

Casi a puntos de irnos Galvar parecía acompañarnos por las pocas ganas que tenía de participar, decía irse a invernar, era un tipo raro la verdad sobre todo por lo de vivir en una cueva.

De repente me señaló bruscamente diciendo que si yo iba el también, ¿acaso yo le iba a dar diversión o la había tomado conmigo?, posiblemente fuese lo segundo después de aquel eructo que casi manda a volar mi máscara. -No te preocupes, ya he dado mi palabra de que iría, solo recogeré mis cosas antes de hacerlo- hablé alto, casi lo que mi voz permitía, pero al tener una voz débil era de lo máximo que podía hacer.

Dicho aquello planeaba marcharme junto a Fir y Ainzel

Al escuchar la conversación entre Galvan y los demás, Ainzel sabía muy bien que aquel grupo sería bastante difícil de mantener unido. Era un grupo bastante diverso, con individuos con mentalidades totalmente diferentes. Solo esperaba que la facción de los demonios tuvieran la misma complicación.

El nigromante no tenía otra opción que continuar con aquella misión, a pesar de semejante complicación, ya que no deseaba que nada amenazara su vida ni sus planes para el futuro, para los cuales requería de mucho tiempo y paz. Para eso el Rey Demonio debía fracasar y ser eliminado.

Una vez afuera, Ainzel miró a los dos que le acompañaban, tanto el enmascarado como la bella bailarina.

Muy bien, mis pertenencias ya las tengo conmigo desde que comenzó todo esto, así que simplemente estoy aquí para acompañarles. ¿Por dónde quieren pasar primero? ¿Tus cosas enmascarado o la posada de la señorita Fir?

Estando fuera del lugar Ainziel me preguntó sobre nuestro rumbo ahora mismo, -supongo que lo primero sería ir a la posada con Fir, si no recuerdo mal habló de unas compañeras. Mis pociones no irán a ningún lado así que pueden esperar un poco más- dicho aquello me giré hacia Fir.

-¿Si nos puedes guiar?- le indiqué suavemente con las manos, no sabía cual era la susodicha posada donde ella se hospedaba

Salio con sus dos acompañantes delante de ella, camina lento y de manera tímida, observándoles. "¿Hecho bien aceptando...?" Se preguntó para sí, mirando el suelo distraída chocó con Eikatsu cuando este se giró a hablar con ella.

- ¡Per-perdón! - Se aparto un poco tras el choque y se rasco una mejilla. - Pues... No esta... Muy lejos, no. Podemos ir a donde quieran antes, no tengo ningún... Inconveniente...- Miró a ambos y señalo la dirección por la que se encontraba la posada donde estaría sus cosas. 

- Está por esa calle... No muy lejos... Cerca de la plaza.- Asintió suavemente cuando lo dijo, sonriendo de manera muy suave, apenas les conocía era normal su actitud con ellos.

La timidez de la bailarina era impresionante para el nigromante, que hubiera imaginado que alguien de tal belleza sería bastante extrovertido.

Mm para ser alguien que se desempeña en un escenario frente a muchas personas, eres bastante tímida. Supongo que al bailar te liberas de esa forma de ser. Expresó para luego sonreír ante la actitud de Fir.

Como ha dicho el enmascarado, iremos primero a la posada. No es un inconveniente. Es mejor terminar rápido con nuestros asuntos antes de comenzar la supuesta misión para salvar el mundo...

Si las palabras de la mercenaria llevaban verdad, no había que perder mucho tiempo. Decidió que era mejor continuar caminando hacia donde había señalado la mujer.

Si bien soy un nigromante y, la mayor parte del tiempo, mi única compañía es la muerte, no es necesario que hables de manera tan reservada. Para bien o mal, ahora todos somos compañeros. Mientras caminaban hacia la posada, Ainzel llegó a la conclusión de que era buena idea comenzar a establecer una buena relación con quienes deberían cuidar su espalda en un futuro cercano.

Lo mismo para ti, enmascarado. Lamento recurrir a llamarte de esa manera pero nunca he escuchado tu nombre, o al menos no recuerdo haberlo hecho.

Fir se dio un leve golpecito conmigo cuando me detuve, negué levemente con las manos, no había pasado nada grave así que no había problema además ella se llevó peor parte.

En todo caso no había problema en ir primero con sus amigas -será mejor no preocupar a tus amigas, seguro que tienes bastante que contarles- le dije en una suave broma debía a lo de ser héroes y todo ello. Mientras estábamos de camino a la posada Ainzel nos contaba un poco sobre el, a la par de ello decía que éramos compañeros y no debíamos de ser tan reservados.

Sonreí tras la máscara, -es posible que se me haya olvidado comentarlo, aunque no te preocupes, tampoco estoy siendo reservado o tímido- simplemente era algo que no solía contar a nadie, prefería pasar por una sombra que ser un héroe de renombre mundial, en todo caso nos dirigimos a la posada.

Fir escuchó a ambos mientras caminaban en dirección a la taberna, Fir sonrió suavemente, parecían buenos chicos, aunque fueran algo raros a su manera.

- Descuiden... Sólo cogeré mis cosas y las avisaré... Espero que no haya problema alguno.- Dijo mientras continuaba caminando y dieron con la posada donde se hospedada. - Es aquí. - Señaló la puerta y la abrió suavemente, el ambiente de la taberna era totalmente festivo y las dos compañeras de Fir se encontraban ahí. 

Rose, la bailarina más alegre se encontraba bailando encima de una mesa para el disfrute de los caballeros presentes en la sala, su baile era algo más erótico que en el del escenario, en la mesa pueden observarse unas cuantas monedas a modo de recompensa por tan digno espectaculo. En cambio Olivia estaba apoyada en una pared fumando de una pipa mientras observaba el espectaculo. Fir y esta cruzaron miradas y se fue a hablar con ella cuando Olivia la indico que se acercará.

Fir parecía que hablaba suavemente y gesticulando con sus manos con Olivia. La muchacha suspira echando el humo fuera de su boca y sonrío suavemente mientras hablaba y cabeceo hacia Rose riendo después, parecía que tenían una conversación bastante entretenida.

Al final Galvan decidió venir con nosotros a lo que yo sonreí con satisfacción por haber conseguido lo que quería. Aunque me veía en más de una ocasión el intentar resolver conflictos por parte del grandullón, además, de salvarle el culo al pequeño.

Me senté de nuevo en una silla y comencé a pensar la pregunta que me había formulado Farnad. Llevaba más de tres minutos sin hablar, aunque por mis brazos cruzados, mi mirada fija en la nada y el como me mordía levemente el labio inferior indicaba que estaba pensando en la mejor ruta. Llegado a una conclusión comencé a hablar en voz alta sin mirar a nadie, manteniendo la mirada en un punto cualquiera.

-Será mejor ir a por las princesas de Schwindra y las montañas de la manzana tras la de Shanteen. Esos lugares suelen ser más pacíficos mientras que en el resto podrían defenderse mientras llegamos a por ellas.- acabé mirando al guerrero.

Me incliné a dos patas sobre la silla colocando las piernas cruzadas sobre la mesa y comenzaba a balancearme levemente. Me preguntaba cuánto tardarían en llegar los demás.

-Contadme algo de vosotros. Vuestras manías y cómo... lucháis o podéis luchar.- quise saber. Tal vez el obtener información sobre esto nos podría ayudar en algún combate.