Partida Rol por web

Lamentablemente, al parecer, el caballero había llegado tarde en ayuda de la abeja y el nigromante le arrebató la vida sin esfuerzo con su energía negativa. El joven hechicero sonrió ante su victoria, disfrutando el haber triunfado ante la detestable criatura, casi peor que los goblins que habían enfrentado anteriormente.

Ainzel observó al caballero cuando éste colocó su mano sobre su hombro.

Ups... tarde. Expresó, disculpándose ante su compañero a la vez que sacudía su mano luego de terminar el hechizo.

El joven nigromante escuchó las palabras de las princesas y se sorprendió ante la conclusión a la que habían llegado. intentando tranquilizarlas, las miró con gentileza.

No, no. No vamos a hacer nada de eso. No somos unas bestias sin razón. Nuestra misión es protegerlas del Rey Demonio. Estaba claro que las princesas tenían una imaginación un tanto extraña o no estaban muy acostumbradas a la presencia de otros hombres. Eso podría complicar su misión de escoltarlas.

Tras escapar de la maléfica abeja enviándola a un mejor lugar de mano de Ainzel, nos tocaba lidiar con las princesas, ellas estaban asustadas, diciendo que el rey no estaba allí. Mencionaron que las princesas no eran buenas para ser violadas, que violásemos campesinas, -mmm ¿el trabajo de los heroes incluye violar? si es así croe que es demasiado trabajo y me salgo- dije como si esto fuese un trabajo que uno puede escoger si quiere quedarse o no.

Igualmente después Ainzel las trató de tranquilizar pero ellas estaban más preocupadas por la violación, -no, no vamos a hacerlo- dije tranquilamente agachándome un poco y quedándome a su altura para estar cara a cara a ellas, esperaba que mi máscara no las asustase

Farnad apenas podía creer lo que estaba oyendo... - P-p-princesas... acabo de decir que soy un miembro de la Guardia Real... ¿cómo vamos a hacerlas semejante... agravio...? - tartamudeaba debido a lo seco en palabras que era y a la sorpresa ante tamaña demostración de pocas luces...

El caballero necesitó de unos pocos segundos ;que le proporcionó Eikatsu hablando con las princesas; para recomponer sus ideas en la cabeza... - Si el Rey no se encuentra aquí con más razón debéis acompañarnos... ninguno de las aquí presentes va a haceros daño alguno... - dijo mientras buscaba con la mirada a algún otro de los caballeros de la Guardia...

Era evidente que las princesas no eran los seres más brillantes del reino, algo cuestionable para la nobleza aunque comprensible si su padre tan solo se ocupaba de concederles todos los caprichos y mantenerlas encerradas en una caja de cristal.

-No vamos a hacerlo..al menos por ahora- dije a las chicas mientras miraba las poses que hacían resaltando sus atributos - sin embargo si no hay nadie para protegerlas entonces con más razón tenemos que cuidarlas, varias personas y seres estarán detrás de ustedes y al parecer nosotros somos los indicados para evitar que las ultrajen, aunque nadie habló del modo en que lo hagamos- me descrucé de brazos y comencé a caminar hacía afuera volteando a mirar a mis compañeros- podemos hablar afuera de la alcoba un segundo?-

Al parecer el resto de sus compañeros habían quedado bastante sorprendidos ante las palabras de las princesas. Eso demostraba que no era el único al que le habían tomado por sorpresa.

Por un momento, el nigromante permaneció un tanto hipnotizado por las poses de las jóvenes que, ya sea de manera accidental o no, resaltaban sus atributos. Por suerte, las palabras de Zehan sirvieron para salvar lo que le quedaba de razón, si bien éste demostraba que la había perdido por completo cuando dijo que no las violarían por el momento. Ainzel no pudo evitar mirarle con la boca abierta.

Él solo bromea, una broma de mal gusto. Expresó a las jóvenes, intentando que no se tomaran en serio las palabras de su compañero.

Tras escuchar la petición de Zehan de hablar en privado, el joven hechicero negó con la cabeza.

Alguien debería quedarse cuidando a las princesas, no deberíamos mantenernos muy lejos de ellas.

Farnad se quedó atónito cuando escuchó de la boca del semidemonio "...al menos por ahora" por lo que se puso algo en alerta, por lo que pudiese suceder...

- No debería haber problemas por ahora Ainzel... oigamos que quiere comentarnos... - el caballero no se fiaba del todo de su demoniaco compañero... pero le daría de momento el beneficio de la duda, ya que podría ser también una broma pesada provocada por la inmadurez de las princesas... 

La verdad es que la cosa estaba siendo rara,  sobretodo porque Zehan si quería parecer violarlas, yo no iba a intentar detenerlo, si se suponía que los heroes hacían esas cosas entonces por mi que lo hiciese.

Pero ante la mención de salir un momento yo estaba de acuerdo con Ainzel, -no creo que debamos irnos, si vamos a rescatarlas, quizás, lo mejor sea irnos rápido, puede volver el señor del animal raro como montura, se fue corriendo pero es raro- les tendí mis manos a las princesas para ayudarles a levantarlas, al menos intentarlo, mi fuerza no era mucho pero debería ser suficiente

Una vez afuera con los demás aún cruzado de brazos miré a los demás.

-Qué piensan hacer?- dije mirando a todos a los ojos - se supone que una fuerza extraña nos eligió para salvar a estas princesas y a todas las otras del mundo, pero se dieron cuenta de que son?- suspiré- son una carga, son niñas aunque ya estén desarrolladas y además parecen tontas como una patata, pretenden que las llevemos todo el viaje con nosotros y vayamos reclutando distintas princesas de mientras? Si hacemos eso tengan por seguro que van a secuestrar a varias, ya que no vamos a poder proteger a todas, ni hablar de que serían una molestia en cada combate que haya...-

Farnad siguió al semidemonio para escuchar sus intenciones... aunque se quedó tranquilo al escucharlo, a pesar de no compartir su opinión...

- ¿Acaso tenemos alternativa? Necesitan nuestra protección... y aunque tengas razón... no podemos permitirnos el lujo de arriesgarnos... - dijo el caballero ante la necedad de Zehan... sí... había cosas que decía que eran ciertas... pero el Rey Demonio podría actuar en cualquier momento...

A Ainzel le parecía un poco irrelevante la pregunta. Su misión había sido bastante clara cuando les fue explicada. Tenían que proteger a las princesas, por más carga que pudieran resultar según las palabras del semidemonio.

No importa cuán complicado pueda resultar protegerlas, debemos hacerlo. Tengo planes para mi futuro, y no hay un Rey Demonio en él. Nuestra misión es clara, y no voy a dudar en eliminar cualquier obstáculo que se ponga en el medio. El nigromante expresó decidido a la vez que su mirada se volvía afilada y fría. Bastante tenía que lidiar con el hecho de que debía atrasar sus proyectos en el estudio de la muerte y su maestra probablemente le estrangularía cuando regresara. Sin embargo, mayor problema sería si el Rey Demonio obtenía la princesa que necesitaba.

Las chicas estaban desde luego un tanto…estresadas y asustadas, a fin de cuentas erais un grupo bastante variopinto…casi todos dijisteis que no les ibais a violar…aunque la respuesta de Zehan las dejó aun un tanto “tocadas”, llegando a abrazarse mutuamente y a temblar con las pintas del demonio y aquella cruel frase de “no hacerlo por ahora”.

Se les pasaba varias veces por la cabeza que podíais ser un engaño, esbirros enviados para capturarlas, peligros andantes que buscaban hacer daño al reino llevándoos las únicas “autoridades” de la región. Os escuchaban atentamente, cada palabra que salía de vuestra boca, pero aun se las veía bastante desconfiadas, incluso llegaron a susurrar entre ellas…

-¿Qué crees que nos harán?, ¿dicen la verdad?

-Yo que voy a saber…dan muy mal rollo…¿has visto al de la máscara?

-Es terrorífico…¿c…crees que será deforme?

-No lo se…pero…en…entre ese y el que no quiere violarnos por ahora…ojala papá estuviera aquí.

-S…si…yo quiero a papi…

Se mantenían abrazadas entre ellas como si aquello pudiera salvarles de cualquier mal.

No me esperaba que Zehan directamente pensase en dejar a las chicas allí mismo y que se las llevasen, me lo esperaba de mi pero no de más personas del grupo, no se si era bueno estar de acuerdo con otras personas o era una locura.

Pero aún así si queríamos quitarnos la marca rara debíamos de portarnos bien, así pues preferí quedarme con la idea de Farnad y Ainzel, por desgracia íbamos a tener que calmar a las chicas que ahora mismo estaban asustadas, quizás estaban enfermas o algo así, porque se abrazaban por frío.

Me molestó un poco que dijesen que podría ser un deforme, estaban asustadas, no enfermas, -tranquilas, no somos malos, más bien,somos, mmmm, los tontos que salvan, pero no soy deforme-

-Cómo quieran- les dije a los demás - pero si estamos juntos en esto sepan que la forma de proceder que están pensando no es la correcta, he sobrevivido a más peligros que ustedes ya que en sus tierras no he visto dragones y demonios campando a sus anchas y les voy a decir lo siguiente: El Rey Demonio enviará cada vez cosas más peligrosas para capturar a las princesas y si pretenden que cada una que rescatemos viaje con nosotros entonces vamos a necesitar más gente- miré a todos y saqué una bolsita de dinero- tal vez juntando nuestros dinero podríamos contratar mercenarios- mi mirada ahora se clavó en el caballero- o podrías reclutar en tu unidad a más tropas, pero vamos a necesitar armar un buen grupo si pensamos recorrer el mundo con personas que no pueden defenderse...-

Ashura te sonríe al ver que tienes un arma y te hace una señal, daga en mano, para entrar corriendo en el castillo. Dentro parece haberse librado una pequeña batalla, hay algo de sangre, quizá alguna marca de fuego... Pero en realidad no eran daños más grandes que los que había fuera.

Más adelante... Un par de Goblins muertos. Ashura se quedó un momento mirando eso, extrañada, como preguntándose quien pudo hacer eso hasta que escuchais el grito de las princesas en una sala no muy lejana, al final de unas escaleras.

-¡Rápido! -Te exclama subiendo a toda prisa, cuanto más cerca estais más voces oís. Parece que unos bandidos pueden estar amenazando a las princesas. No entendeis lo que dicen pero si han gritado y hay tantas voces...

Ainzel no confiaba en los mercenarios. Usualmente solo valoraban el oro y cuando menos lo esperabas podían traicionarte o simplemente desertar de una misión si consideraban que era muy peligrosa. Sus creaciones no muertas eran más confiables sin lugar a duda. Sin embargo, tal vez podrían obtener el apoyo de algunos caballeros conocidos de Farnad.

Nosotros somos los elegidos para la misión, pero un poco de ayuda extra no sería una mala idea. Aunque no pienso depender de mercenarios, no son de confiar.

Dicho eso, volvió con las princesas ya que no le parecía buena idea mantenerse demasiado lejos de ellas ya que no sabían cuándo podrían ser nuevamente atacados por el albino u otro grupo de goblins. Además, parecía que las jóvenes continuaban bastante asustadas, probablemente debido a las palabras del semidemonio.

Princesas, no deben preocuparse. Tenemos una misión y las protegeremos. Por mi parte, haré todo lo posible para que el Rey Demonio no obtenga lo que desea. Expresó con seguridad, intentando calmar a las jóvenes mientras mostraba su extraño báculo compuesto por huesos y que poseía un cráneo en la parte superior con una joya incrustada en la frente, así como su grimorio que colgaba de su hombro derecho. Como pueden ver, soy un poderoso hechicero  y mis compañeros también poseen habilidades impresionantes. En realidad, Ainzel apenas era un aprendiz en comparación con su maestra pero le parecía que en aquella situación, era mejor mentir un poco para tranquilizar a las princesas.

Farnad escuchó atentamente todo aquello que tenían que decir sus compañeros, eso sin dejar de prestar atención a las princesas, que seguían asustadas...

- En breve llegaran más soldados de la guardia... no os preocupéis... - dijo tratando de tranquilizarlas...

Acto seguido escuchó lo que Zehan dijo... y con una mirada que se clavó en los ojos del semidemonio le contestó: - Eso dependerá de la natura de la leyenda... de la cual no tengo detalles... - dijo pensando mientras le vino a la cabeza la mercenaria Ashura, que parecía ser la más informada de todos... - Quizás Ashura podría decirnos cual es la mejor opción...

Avanzaba a paso rapido manteniendo el ritmo con la mujer ninja, observando todo el caos producido por la invasion de las fuerzas del mal en este pacifico lugar, algo sin duda, imperdonable. Al caminar por los pasillos, habia notado varias manchas de sangre que esperaba no fueran de las princesas, pero esa idea se borro al observar el cuerpo inerte de los Goblins, teniendo una idea clara de quienes han hecho eso. — Bueno, al parecer el grupo de heroes ha resultado habil, me parece un alivio. — Podran ser goblins, pero al menos saben defenderse.

— ¡Parece que estan cerca! — Dije mientras aumentaba el paso y empezaba a canalizar energia de luz en mi espada, preparandola para salvar a las princesas. 

Rápidamente seguiste corriendo acompañado de Ashura, esquivando los golbins, escuchando aquellas voces, subiste hasta lo más alto de la más alta torre...y ahí los encontrasteis...eran...

Mientras hablabais entre vosotros, apareció Ashura acompañado de un joven rubio y armado con una espada, la cual brillaba con energía y parecía estar dispuesto a mataros...a fin de cuentas erais un grupo de lo más extraño. Las princesas estaban abrazadas entre ellas y realmente asustadas.

-¡Mi héroe!

-¡Mi héroe!.

Gritaron al unísono al ver a Johann.

El nigromante esperaba que las princesas se calmaran con sus palabras pero al parecer no era bastante bueno con las palabras o tal vez era el hecho de que usaba un báculo compuesto de huesos humanos y que su apariencia era un poco siniestra ya que las princesas continuaban agitadas, al menos hasta que llegaron dos individuos.

Las princesas llamaron héroe a uno de los recién llegados, a quien Ainzel no reconoció, si bien, a la mujer si reconocía, por lo que decidió darle la bienvenida.

Ah, hola de nuevo. Hemos estado protegiendo a las princesas luego de tener un encuentro con un grupo de goblins. Lamentablemente, están un tanto asustadas. Comentó, esperando que Ashura pudiera ayudarles a calmarlas un poco.

Por cierto... El nigromante observó al rubio. Mi nombre es Ainzel Ud Zarik, nigromante y ahora héroe, por un tiempo al menos. ¿Cuál es tu nombre? Esperaba que con ello el rubio se tranquilizara.