Partida Rol por web

- TSK. - Me dirijo a la siguiente puerta en la misma posición y doy la señal de que la voy a intentar abrir.

La puerta que daba al pasillo se abrió sin ningún tipo de complicación, de hecho desde tu posición podías comprobar que todo estaba muy tranquilo y silencioso.

El pasillo sería aproximadamente de unos 25-30 metros y justo al final había una puerta doble que también permanecía cerrada a la vista [3]

Uno de vosotros puso la mano sobre el pomo de la puerta y la logró abrir con sumo cuidado. En el momento que entrasteis la puerta se cerró tras vosotros, parecía que era un mecanismo muy habitual en Raccoon para que no se quedasen las puertas abiertas de par en par en los edificios públicos.

De un simple vistazo pudisteis ver que estabais en la sala de encuentros entre reclusos y visitantes. Todo estaba totalmente vacío en cambio la luz de todas las lámparas estaban encendidas.

Al fondo de dicha sala había otra puerta, justo en la zona donde se sentarían los reclusos tras el cristal.

.

..

Cuando comenzasteis a moveros por la sala para examinarla con más atención ocurrió algo que os dejó parados por completo.

No sabías detectar bien el lugar de donde provenía, pero un gemido gorgoteante comenzó a inundar toda la acústica de la sala. Para colmo, las luces que iluminaban la habitación se apagaron por completo mientras aún retumbaba aquel misterioso sonido...

Ese sonido no parecía humano, jamás habíais percibido algo igual, para colmo aquel incidente con las luces ¿fue casualidad o era provocado?. Por suerte en los segundos que transcurrieron justo después no ocurrió prácticamente nada, ni se volvieron a escuchar sonidos extraños ni percibisteis ninguna presencia, algo que poco a poco os sirvió para iros relajando pero nunca sin bajar la guardia.

Charlie entró por la puerta de la sala cuatro en cuanto vio que estaba despejado. La puerta se cerró tras ellos pero este hecho no le impidió observar el lugar. - Era la sala de visitas de las personas del exterior con los presos.- De repente las luces se apagaron y empezó a escuchar un ruido que no era humano. Su cuerpo se estremeció y quedó paralizado por el miedo que le invadía sin poder reaccionar a tiempo y sintiéndose confuso por aquel sonido. Su próxima reacción en cuanto sintió que sus piernas y sus manos empezaban a reaccionar y recobrando la voz fue tranquilizarse. Se apoyó en una de las paredes laterales en cuanto todo volvió a la normalidad mientras seguía mirando la estancia vacía con la confusión de lo que había sucedido. Ojeó a su compañero por si él también lo había escuchado y después de cerciorarse del hecho, le habló: - Sé que tú también lo has escuchado y las órdenes son volver ante cualquier amenaza. Debemos regresar. Lo que había escuchado lo entendía como una amenaza muy real saliendo para informar no sin antes esperar a su compañero para así cubrirle la espalda.  

"Hmm, pasillo despejado... ¿Qué demonios está pasando aquí?", Pienso mientras no bajo la guardia, miro hacia atrás y luego retomo el camino.

Para tu frustración, una vez que llegaste hasta el final del pasillo y la puerta era lo único que te separaba de continuar, te percataste de algo que no iba a gustarle al resto del grupo, la puerta estaba  cerrada con una llave, ¿qué era lo que estaba pasando?¿os ibais a encontrar todas las puertas así? poco a poco perdías la paciencia.

La cerradura tenía el símbolo de una luna.

- Se las han arreglado para bloquearnos el paso, bastardos.- Saco el mapa para tomar apuntes sobre dicha puerta y regreso sobre mis pasos para ir hacia el vestíbulo principal.

Has regresado al vestíbulo, sin embargo no hay nadie más allí.

"Tengo que reagruparme con mis compañeros".

Camino hacia la puerta del fondo para intentar entrar y poder dar con los demás.

Tras escuchar ese goteo, justo antes de que se apagaran las luces miro en todas direcciones sin éxito de encontrar de donde provenía, después de haber calmado mis nervios escucho a Buckton. - Sí, yo también lo escuche, lo mejor  sera que regresemos, el ir sin buena visibilidad y después de haber escuchado eso no me da buena espina. - avanzo hacia la puerta sin dejar de mirar en todas direcciones por si algo se aproximaba en la oscuridad.

Una vez que estuvo en la sala junto a Corey le contó lo sucedido, - Capitán la sala uno está cerrada es imposible abrirla, y en la sala cuatro sucedió algo muy extraño, es la sala de visitas. - Su cara estaba pálida como si hubiera visto un fantasma. - Las luces se apagaron de repente y escuchamos unos sonidos que no eran humanos, no supimos localizarlo, se escuchaba por toda la sala mientras estábamos a oscuras. Después las luces se encendieron y el sonido terminó. Deberíamos de ir todos juntos a la sala tres, capitán: ¿Ha encontrado información en el ordenador?, ¿Cree que podemos utilizar la mesa para interponerla en la puerta principal? Hay fallo en las luces, y las puertas siempre permanecen cerradas. Seria muy fácil bloquearnos las rutas de acceso y salidas. Deberíamos de interponer la mesa en la puerta principal para no sentirnos atrapados. Hasta ahora Charlie había sido siempre un tipo duro, pero ahora su voz temblaba y permanecía asustado.  

Justo cuando Copperson intentó abrir la puerta para acceder a la otra habitación [4], se topó con sus dos compañeros que estaban saliendo de la misma.

Iba hacia la sala cuatro cuando mis compañeros emergían de esta habitación, los noté algo asustados y pálidos. - ¿Qué ha pasado Buckton?- De repente Buckton comienza explicando lo sucedido, mientras frunzo el ceño de lo extraño que me parece todo esto, - ¿Voces? ¿No será que sólo están jugando con nosotros? No podemos demostrarle miedo a esos criminales... Creo que deberíamos ir todos más allá de la habitación cuatro, ya que me he tomado la libertad de revisar el pasillo que da a la sala tres, pero también se encuentra bloqueada, además, lamentablemente sería nuestra única vía, miren.- Saco el mapa donde he tomado los apuntes.

- Al parecer estas puertas tienen una especie de cerradura especial, lo que parece poco probable abrirlas con ganzúas y no contamos con explosivos como para derribarlas. En el caso del salón principal, no he podido dar con nada, pueden intentarlo ustedes por si he pasado algo desapercibido.- 

- Gracias Capitán- le dijo tras examinar el mapa, - recomiendo que vayamos todos juntos, pasar de la sala cuatro a la siete y de esta a la tres. Podríamos intentar abrirla por el otro sitio... si usted no ha encontrado nada será mejor no volver a ojearla a no ser que nos veamos en un callejón sin salida, pero por ahora con tantas salas por visitar recomiendo seguir. 

- Sí, podría ser una opción viable, sin embargo es lo más probable que la otra puerta de la sala tres tenga el mismo mecanismo, con suerte encontraremos la llave o las llaves en el camino, han de tener algún símbolo o letra representativa a las cerraduras de estas, así que estén atentos. Igual no está demás probar tu teoría, vamos.- Me puse en guardia elevando la pistola antes de precipitarme a la sala cuatro.

Mientras Buckton explicaba lo sucedido a Copperson, comencé a realizar los ejercicios de respiración de los que había hablado Buckton en el auto.

Después de que termino de explicarle. - Puede que solo haya sido un juego de ellos, pero no estaría muy seguro. 

- Ya que es la única opción pues no nos queda de otra, averiguaremos si solo era un juego de ellos o alguna otra cosa.

- En cuanto a las llaves , estaré al tanto, es algo curioso que utilicen ese método de identificación, es la primera vez que la veo. 

Vuestro paso por la sala de visitas os genera las mismas sensaciones que la primera vez, con la excepción de que ahora no se escucha ningún gemido gorgoteante y que las luces siguen en perfecto estado.

Uno de vosotros puso la mano sobre el pomo de la puerta y la logró abrir con sumo cuidado. En el momento que entrasteis la puerta se cerró tras vosotros, parecía que era un mecanismo muy habitual en Raccoon para que no se quedasen las puertas abiertas de par en par en los edificios públicos.

De un simple vistazo pudiste ver que estabas en la sala de encuentros entre reclusos y visitantes. Todo estaba totalmente vacío en cambio la luz de todas las lámparas estaban encendidas.

Al fondo de dicha sala había otra puerta, justo en la zona donde se sentarían los reclusos tras el cristal.