Partida Rol por web

Retorno al Templo del Mal Elemental Cap. 1

La historia de Ruff

Cargando editor
09/11/2019, 10:14
Director

Empezamos a hacer la historia de tu personaje. Para unirte bien al grupo te voy a dar un poco de unión con el pícaro Jack. Seréis amigos y al irse de la ciudad decides ir a buscarlo.

Así te introduciré en el grupo.

Cargando editor
09/11/2019, 10:16
Director

ciudad llamada Hobbton, a una semana al sur de Verbebonc, la capital de su Reino, una ciudad poblada mayoritariamente por humanos, donde el resto de razas eran bastante despreciadas

Cargando editor
09/11/2019, 10:17
Director

Tu personaje hambriento, no tuvo otra opción que empezar a robar, primero comida, luego objetos de valor, y con el tiempo formó parte del Clan de Los Cuchillas, unos ladrones que iban por los barrios exteriores hurtando a los despistados en días de mercado. Ahí conocistes a un mediano desfigurado llamado Jack con el que compartiais fechorias, erais casi hermanos.

Un día desapareció de la ciudad tras la muerte de su padrastro. Y tu idea será buscarlo.

Notas de juego

A partir de estas cuatro notas, puedes montar una historia un poco coherente .

Cargando editor
09/11/2019, 10:20
Director

Como eres medio espadachín, tendrás a un pnj llamado Íñigo Montoya, que puede ser tu padrastro, un conocido... Que te enseñará la esgrima ... Jack te introducirá en el mundo de los pícaros para sobrevivir robando.

Cargando editor
10/11/2019, 16:17
Ruff

Un sabio dijo en cierta ocasión "Vivir es difícil, morir es fácil"... Y la vida del semiorco fué especialmente difícil... "mal augurio, -pensó-, pues entonces también le sería especialmente fácil morir..."

Cuando creces en el arroyo, entre el lodo y lo peor de lo peor..., no hay nada que más puedas agradecer que un hombro en que apoyarte, una mano a la que agarrarte, y una persona en quien confiar, y esto es lo que encontró en ese otro deshauciado de la sociedad llamado Jack. Ambos, juntos, consiguieron sobrevivir a la etapa más complicada de la vida, y a un aprendizaje todavía más duro... y a un estilo de vida (perdón por la redundancia)... al que pocos sobreviven.

Lo que unía a Jack y a Ruff, en las callejas infectas en que se movían, era la necesidad mutua, y el hecho de ser diferentes a los demás. Esto saltaba a la vista por los rasgos de ambos, en una sociedad especialmente... bueno, poco afectuosa hacia los "distintos", especialmente si eran pobres. Esto produjo como efecto secundario, que ambos tuviesen un resquemor hacia las buenas gentes de la ciudad, que cuando podían, les miraban con desprecio, y cuando no, se encontraban al cabo de un rato privados de sus pertenencias... y eso si tenían suerte y el par de pillos no tenían un mal día.

Así eran las cosas, ese era su modo de vida: evitando a la gente "de bien" para que no les estigmatizasen aún más, tratando siempre con lo peor de lo peor, que precisamente, eran quienes menos prejuicios mostraban hacia los que no eran como ellos... ironías de la vida... Y de hecho, a escala modesta, prosperaban, y mejoraban sus habilidades. Ruff, en particular, con un amigo, uno de los más antigüos miembros del Clan de Los Cuchillas, consiguió especialmente destacar en el uso del acero. Se llamaba Montoya, Íñigo Montoya... un nombre extraño en estas latitudes, cuyo dueño tenía una mirada tenaz y profunda hasta herirte el alma, aunque era más probable que te hiriese antes con su fiel acero. Montoya era ya anciano cuando Ruff le conoció; y a saber por qué, quizá por pena, se apiadó del pequeño arrapiezzo verdoso y le dedicó su tiempo... y no solo su tiempo, sino que le traspasó parte de sus habilidades como espadachín.

Finalmente, sucedió. No hubo nada que pareciese augurar que algo pasaría, pero pasó. Simplemente, Jack se fué. Jack tenía, desde el punto de vista de Ruff, algo de suerte:... al menos, tenía familia... Al poco supo que su padrastro había muerto, pero no consiguió más detalles... ¡Como que iba a presentarse ante la Guardia para preguntar amablamente!!, sobre todo cuando le buscaban debido a sus "pequeñas fechorías"... El caso, es que indagó cuanto pudo, y sólo pudo saber una cosa con certeza,... Jack se había ido.

Si algo había que Ruff no hacía, era juzgar a la gente... no era quien.., es más... un fujitivo que juzgue... le parecía hipocresía pura y dura, así que... como, sinceramente, nada le anclaba a esa ciudad; es más, hasta ni le importaría olvidar su nombre... Solo lamentaría dejar de ver a ese viejo gruñón, Montoya. Le quedaba el consuelo de que, aun yéndose, el viejo no tardaría en dejar de echarle de menos... ¡Ventajas de haberse hecho con una participación en la propiedad de un burdel, como forma de garantizarse una vida cómoda tras el retiro del arte del latrocinio y del estoque!!

Así que... recogió sus cosas -pocas, reconozcámoslo-, y se aprestó para seguir el rastro de su compadre... Hacía pocas jornadas que había partido, y él no conocía mucho del mundo extramuros... sí que confiaba en sus sentidos, herencia de su sangre verde, y en sus habilidades, herencia de su entrenamiento

Notas de juego

Vale, no se si corresponde fielmente a lo que has propuesto... dime si te vale para el arranque, y si no, cambio la perspectiva...