Partida Rol por web

EL día esta vez no fue tan agitado como el anterior. Tras discutir todos se pusieron de acuerdo en linchar a Dohko, el cual citaron de traidor. Un nuevo cadáver fue llevado al cementerio. Pero Ichigo cargaba con otro diferente. Era el cuerpo de Camus, el cual fue envenenado en su habitacion mientras realizaba la siestas, tras retirarse de las intensas acusaciones que recibía.

No ha habido sorpresa en cuanto al elegido por nosotros. Casi por unanimidad hemos decidido votar por Dohko. Pero hay otro envenenado, esta vez ha sido Camus el elegido...

-¡Ya estoy harto! ¿Quién está envenenando a todos?- miro a los pocos que quedamos en la sala... No es posible que no demos con el que causa tanto dolor. -Me arriesgo con esto pero desde el día uno sospeché de ti y ¿qué mejor que tus rosas para envenenar? Te acuso a ti Afrodita de ser un traidor.

El primer día votaste con la mayoría y rápidamente recurriste a decir que como iban a ser los traidores tan tontos de votar en grupo...

El segundo día te votaste a ti mismo según tu por un descuido, raro después de el día anterior dejar claro que los que votasteis en grupo érais sospechosos.

Y este tercer día era tan fácil como sumarse al linchamiento de Dohko, fuese o no un traidor... Te venía bien para camuflarte.

Las dos únicas veces que has votado y han sido las de la mayoría absoluta. ¿Qué tienes que decir a esto? A mí me huele muy mal ¡y no son tus rosas!

Estaba claro que el caballero de Libra estaba sentenciado, pero una vez más dos fueron los que habían muerto, la eliminación de Camus me pillo un poco por sorpresa aunque me alegre de que muriese, no creía que fuera trigo limpio.

Ahora acusas a Afrodita, no lo ves caballero del Unicornio, cada vez que acusas a alguien los demás se unen al carro y la ventaja de los traidores es mucha.

Yo ya no se quien puede ser el que envenena cada día y cada noche, y cierto es que las rosas de Afrodita pueden ser las culpables, pero de una cosa estoy seguro, a uno de ustedes le están votando los muertos, por algo será. Si seguimos así en dos días estaremos todos muertos.

Afilaba mis garras mientras que esperaba que los demás caballeros opinasen del asunto, especialmente el caballero dorado de las alitas, cuyo plan de eliminarme era un despropósito a la causa.

Mi papel en toda esta trama había quedado clara. Sacar mierda y que los demás decidieran que podría ser valioso.

-Fenrir, disculpa, puede ser que hable más de la cuenta pero como pillamos a los culpables es hablando... si no hablaramos nadie no solucionaríamos nada.

No sabía a ciencia cierta si el caballero de bronce había entendido a que me refería.

Esta bien hablar para encontrar a los culpables, ¿pero realmente crees que a los que has señalado eran traidores?

Hyoga contempló los dos cadáveres, sin sorprenderse ya de que hubiera más de uno. El hecho de que el envenenado durante el día fuese Camus le daba a pensar que quien lo hacía estaba de parte de los fieles a Atenea, así que no le parecía mal, mientras esa persona no errara en sus decisiones.

Escuchó a Jabu y a Fenrir y se encogió de hombros, dirigiéndose primero al caballero del Unicornio. - Yo no sospecho de Afrodita, la verdad. No he visto motivos en él para ello... Además de que no me parece que envenenar a Camus haya sido obra de un traidor, sino todo lo contrario. Por si a alguien le interesa, entre los caballeros que quedan mis sospechas se centran en Aioros y Shura, como ya he dejado caer anteriormente. 

Después se giró hacia Fenrir. - Ya me esperaba llevarme ese voto por los caídos. Pero el por qué está bastante claro. Piensa en quiénes están muertos... June y Shaina deben estar poniéndome a caldo allí. Además de que sospecho que ya hemos conseguido acabar con varios traidores. Saben que no pueden hacerme nada por la noche, así que intentan hacerme caer en las votaciones. También creo que la persona que según Radamanthys podría comunicarse con los muertos debe estar muerto también, o habría dicho ya algo de lo que allí sucede, así que no deben tener mucha información de lo que pasa aquí. Los celos y la traición mueven el voto de los muertos. 

-Siempre que acuso es porque mi instinto me dice que es un traidor, nunca acusaría a un compañero pensando que es inocente. Estoy aquí para descubrir a los traidores de mi señora no para zanjar viejas rencillas. De ser así Shun hubiera sido mi primer objetivo y por el momento he confiado en el- miro con recelo al caballero que me venció aquel día. -Seguramente me equivoque en mis acusaciones, no digo que no... pero soy de los pocos que dan motivos, no un simple creo que... Quizá por eso muchos siguen mis pasos, no creo que todos los que votan como yo sean traidores

Aldebaran estaba molesto, como todos los dias al parecer. Podia entender por que habian envenado a Camus y le preocupaba quien seguiria ahora.

Veamos antes de culpar a alguien debemos dejar una cosa en claro. Yo hace tiempo me confundi al pensar que uno de los asesinos habia matado a Fenix, ahora estoy seguro que como dice Hyoga hay un interesado en hacer justicia por mano propia que fue el mismo envnenador que mato a Camus y Mime. Al parecer el envenenador escoje a los que él considera mas culpables. comento al resto mientras los examinaba a cada uno.

Miro a Afrodita. Si él es el responsable de los envenenamientos, lo haria inocente de ser un traidor no lo creen? Lo que nos deja con 5 personas que pueden ser traidores...

Mientras todos se ponían a discutir nuevamente sobre quienes eran los traidores y sobre que demonios estaba pasando en realidad, nadie parecía haberse percatado de la lucha interior del caballero de Capricornio, una lucha desigual, titánica y desgarradora para una persona como él, un hombre que había dedicado toda su vida a defender a Atenea... por eso de sus ojos brotaban lágrimas, lágrimas de sangre que comenzaron a empañar su rostro y su brillante armadura de oro, que comenzó a teñirse de color carmesí.

- Mi diosa... mi princesa...- sollozaba impotente y lleno de una infinita tristeza- lo siento... lo siento... Atenea...- volvió a sollozar sin consuelo.

Entonces ocurrió algo aún más inaudito... desde el cielo un rayo de una potencia descomunal fue a impactar directamente sobre el cuerpo de Shura.

Y todos los presentes pudieron escuchar como la voz del caballero cambiaba el sollozo por una carcajada.

- No llores Shura, lo has echo muy bien, no tienes por qué sentirte mal... tu no podías hacer nada contra la voluntad de un dios...

Cuando el efecto del rayo desapareció, el cuerpo del caballero de Capricornio se alzaba ante todos como si nada le hubiera pasado, era más relucía con mucha más fuerza... una fuerza extremadamente poderosa, demasiado para pertenecer a un humano aunque fuera un caballero de oro...

Pero la sorpresa fue aún mayor cuando todos los caballeros reconocieron que ante quien se encontraban era el mismísimo señor del Olimpo... ZEUS encarnado en el cuerpo de Shura.

- Saludos mortales...- sonrió triunfal Zeus- me he divertido con todo este jueguecito, pero me temo que ya va siendo hora de concluirlo. Si sois tan amables os ruego que me acompañéis al Santuario- acentuó su sonrisa-tenéis que despediros de alguien.

Y sin más preámbulos los ojos del que fue el caballero de Capricornio se tornaron azules y se iluminaron cual tormenta eléctrica, al tiempo que miles de rayos comenzaron a danzar por el cielo y a impactar en el suelo.

- Muchas gracias por vuestra hospitalidad- les dijo a los sirvientes de la casa- lamento los desperdicios ocasionados, luego le podéis pasar la factura a mi hermano, estoy seguro que la pagara encantado- les guiñó un ojo y se volvió nuevamente hacia los pocos caballeros que quedaban con vida.

- Caballeros NOS VAMOS- extendió los brazos concentrando la electricidad acumulada en el ambiente y comenzó a lanzarlos con una rapidez sobrehumana contra todos.

Los vivos tan sólo pudieron recibir la fuerza de aquellos rayos que los paralizaron y los transportaron en un abrir y cerrar de ojos a la cámara del Patriarca.

De repente Shura empieza a hacer todo su papelón y dramon, todos mis compañeros se quedan petrificados observándole pero entonces me doy cuenta de algo.

Allí está Shit con un desatascador en el wc... "¿Qué hará?" Pienso irremediablemente. Cuando me acerco y me dispongo a preguntar, el mayordomo cae para atrás y del wc sale una forma misteriosa bañada en mierda. ¡Es Amuero KK! Este salta sobre la cabeza de Shit y empieza a bailar, en cuanto le tiene pringado hasta arriba vuelve de un salto al oscuro wc. Después de esto la vida de Jabu no volverá a ser la misma...

Zeus estaba radiante, sus planes habían salido según lo acordado y además en un tiempo record, jamás se hubiera imaginado que acabar con aquellos mortales le hubiese resultado tan sencillo, divertido y gratificante.

- Bien mortales- les dijo al resto de caballeros- como os acababa de decir os he vuelto a traer aquí para que os podáis despedir de vuestra diosa.

Dicho esto Zeus se hizo a un lado para mostrarles a Atenea, que reposaba dormida en un sueño profundo. Su respiración era rítmica y sosegada, no parecía ser consciente de todo lo que se había cernido en torno a ella. El dios se aproximó a su hija y le apartó un cabello de la cara.

- Mortales os contaré lo que ha ocurrido como un acto de misericordia, en pago por el precio que os voy a hacer pagar por vuestra insolencia al enfrentaros a los dioses- los miró de reojo para volver a centrarse en su hija- Todo este plan fue elaborado por mi hermano Hades y por mi mismo... Atenea ha sido una niña mala, su pecado ha sido proclamarse la defensora de la Tierra y desafiar a sus semejantes...- los señaló a todos de forma acusadora con el dedo- por vuestra culpa. Tantos años entre vosotros terminaron por confundirla... se enfrentó en innumerables ocasiones a sus tios... Poseidon y Hades... entre otros- emitió una pequeña sonrisa, a Zeus le divertía el carácter de su hija- Pero su osadía creció tanto como la vuestra y tarde y temprano terminaría por desafiarme a mí mismo... Y eso es algo que no podía consentir.

Los miró unos segundos y añadió.

- De manera que en colaboración con mi hermano acordamos dormirla y acabar con sus defensores para así conseguir acceder a ella. La vida de Atenea no ha corrido peligro, soy su padre y lo único que he pretendido es reprenderla... por ello he pensado que el castigo más severo que podía darle consistía en llevármela al Olimpo, lo que significa que os habéis quedado sin diosa- acentuó su sonrisa al tiempo que con toda delicadeza sostenía el cuerpo dormido de Atenea entre sus brazos.

- He disfrutado mucho de este juego- añadió mientras el Santuario era presa de una tormenta de rayos- es hora de que me vaya... ah un consejo. No os preocupéis más por Atenea a ella no le va a pasar nada... preocuparos más por la forma en la que tendréis que vivir sin vuestra más aguerrida protectora y... sin los poderes que ellas os ha estado brindando- rió de una manera más abierta- Hasta más ver...

La tormenta arreció y con ello el poder que emanaba del cuerpo de Shura, al parecer Zeus también había decidido llevárselo como recipiente, como un segundo premio por haber ganado aquel juego que comenzó como una broma entre Hades y él.

Shura comenzó a ascender envuelto en rayos con Atenea bien sujeta entre sus brazos mientras sus caballeros observaban impotentes la escena. Hasta que ambos desaparecieron engullidos por una rayo aún mayor.

Y de repente la calma volvió a reinar en el Santuario... la calma más solitario que jamás se hubieran imaginado, con la estatua de Atenea mirándolos con ojos vacios, ausentes...

Hyoga contempló boquiabierto la transformación de Shura. El caballero del Cisne había sospechado de él desde el primer día, pero desde luego no se esperaba que estuviese siendo poseído nada más y nada menos que por un dios. Y no un dios cualquiera... Por Zeus, el padre de Atenea.

Se quedo mudo por la sorpresa hasta que el hombre se llevó a su diosa con él, para dejarla castigada en el Olimpo, y cuando el Santuario se quedó en completo silencio empezó a sentir un tremendo vacío en su interior. Había dedicado toda su vida a servirla y ahora simplemente había desaparecido...

Buscó con la mirada a Shun, para acercarse a él y tomarlo de la mano, buscando compartir con él la desgracia. - Seguro que Saori consigue escapar de él y volver a nuestro lado... - Musitó en voz baja, acariciando con el pulgar el dorso de la mano de su amado. Ni siquiera él mismo tenía claro si trataba de animar al caballero de Andrómeda o a sí mismo. - Ella no nos dejaría así tan fácilmente. No podemos rendirnos tan fácilmente. Volverá.

Con esta idea en la mente alzó la barbilla, dirigiendo la mirada al lugar por el que había desaparecido Shura - Zeus - secuestrando a su propia hija contra su voluntad, y los ojos del caballero del Cisne brillaron con determinación. No iba a dejar de luchar tan fácilmente. Avisarían a Shiryu y Seiya y los cuatro juntos recuperarían a Saori. Juntos, como siempre.

Finalmente el caballero de Capricornio era el traidor que nos quedaba, pero no es un traidor cualquiera, es el padre de nuestra señora, el mismisimo Zeus. "Normal que no nos diéramos cuenta" pienso irremediablemente.

Tras su explicación de porque había venido mis ojos empiezan a empañarse de lágrimas, se está llevando a mi amada y soy plenamente consciente de mi incapacidad para evitarlo. Mis rodillas caen al suelo seguidas de todo mi cuerpo. allí tendido como un niño pequeño sollozo y grito:

-¡¡NOOOOOOOOOOO!! ¡NO TE LLEVES A SAORI!- aún a sabiendas de que no puedo evitarlo salgo corriendo un tramo, un tramo que se me hace eterno, se me hace inalcanzable. Finalmente me paro.

-Saori, sé que volverás. Aquí estaré esperando, protegiendo todo lo que has logrado durante todo este tiempo, nadie te lo arrebatará.

Cierro los ojos para quedarme con la imagen de mi amada Saori sonriendo. Esa es la imagen que quiero retener de ella.

La sonrisa al ver muerto a Camus no duro mas de un segundo, tras lo que Shura, ahora Zeus había revelado. ¿Como era posible que el el caballero de plata Cerberus no se hubiera dado cuenta de su traición?

Se mordió el labio de impotencia pues ni aumentando el cosmos de todos ellos lograrían algo contra esa personificación del padre de su protectora, quien parecía jugar con su entorno, como un niño jugando con pinturas en un lienzo en blanco.

Derrotado, quedo de rodillas e hizo una promesa, aguantando las lagrimas para evitar mostrar debilidad.
-Te rescataremos señora. Reuniré al resto de los caballeros de plata he iremos a por ti, al mismo olimpo. Tenéis mi palabra.-Juro con el puño en el corazón.

La rosa blanca de Afrodita se marchitó cuando Zeus apareció. El caballero de Piscis miró con el ceño fruncido a los pétalos que caían lentamente al suelo, y después su mirada se volvió hacia Shura-Zeus.

¿En serio? ¡Y desde cuándo eres tan perverso! Eso es cosa de otros dioses soltó sin temor a su furia.

Señores, sólo hemos quedado tres caballeros de oro. En su día, Pegaso y sus compañeros se enfrentaron a otros dioses y vencieron. Y sólo eran de bronce. Si nos unimos todos, recuperaremos a nuestra diosa.

Aldebaran se quedo en silencio ante la presencia de Zeus, pero no por ello complacido. Cada palabra de su diosa y su plan le hacia revolverse por dentro de ira. Cuando final se marcho vio al resto y solrio calmado ante la reaccion de algunos. Calmado como siempre se acerco a Jabu colocando su mano en su hombro.

Levantate Caballero del unicornio. le dice con una seguridad, que raspaba a una orden. Somos los santos de atena, no debemos quedarnos lamentadonos. Atena no habria querido eso, por eso debemos luchar para liberarla aun de su propio padre. observo de nuevo al resto asintiendo con orgullo a Hyoga, a Dante, a Afrodita y a cualquiera ofreciendose para esta mision.

Debemos ponernos en marcha caballeros, cuanto antes para conservar el poder de Atena y asi poder liberarla. Debemos mostrarle a Zeus que sus temores eran fundados y que lucharemos con él por lealtad a nuestra diosa protectora Atena. finalizo con firmeza mirando desafiante al cielo.

Con mira incrédula observo como Zeus en el cuerpo de Shura reclama para si la victoria.

Sin poder hacer nada (aunque esa no era mi intención), el Dios de Olimpo nos llevo de regreso al santuario para ver como triunfalista se llevaba el cuerpo de Athenas ante nuestros ojos.

Los caballeros que aun quedaban con vida, se propusieron como meta salvar a su querida diosa, yo en cambio no tenía el mismo pensamiento. 

Podéis dar gracias de seguir con vida insensatos, no habéis visto su poder. Me giro dándoles la espalda, me vuelvo a las tierras del norte como mi señora Hilda, suerte en vuestra causa.

Y sin decir más palabras comienzo mi partida a las tierras de Asgard. 

Los ojos de Aioros se abrieron desmesuradamente cuando Shura habló. Apretó los puños con fuerza debido a la rabia interior que sentía. Sacó su arco y apuntó a la cabeza del dorado. Sin embargo algo le impidió soltar la flecha y con debilidad bajó de nuevo su arma.

Zeus, padre de todos los dioses había jugado con ellos, y se había servido de Shura, su amigo, para ello.

Cuando Zeus se llevó el cuerpo de su Diosa, el caballero de Sagitario bajó la cabeza y una lágrima resbáló por su mejilla. Habían fallado. No habían conseguido salvar a Atenea. Auqnue Zeus había jugado con ventaja, no era excusa suficiente para que Aioros no sintiese asco y decepción. Había defraudado a Atenea.

Cuando Fenrir se despidió, Aioros ni siquiera le miró. Podía volverse a Asgard si quería, o al agujero del que había salido, no le importaba. Tampoco había hecho nada por ayudar a Atenea, así que no era necesaria su ayuda esta vez.

El caballero de Sagitario asintió en silencio a las palabras de sus compañeros. Juró que se rebelaría contra quién fuese necesario para traer a Atenea de nuevo. Juró que daría su vida como ya hizo una vez. Atenea estaba en peligro y ellos eran sus caballeros. Esto no terminaba ahí.

El Patriarca habia estado callado sin decir ninguna palabra ante lo que estaba acontenciendo. De repente de su interior sale como una especie de humo y todo el traje cae encima del trono. Se revela que no había nadie en su interior y había estado controlado desde un inicio por Zeus. Desde Saga no habia habido mas Patriarcas, pero la figura secreta de este, y siendo aceptado por Atenea, todos los santos lo acabaron aceptando. Su identidad nunca fue revelada hasta ahora.