Partida Rol por web

-Kotaro.- dijo la voz del mayordomo.
 El niño se puso de pie resignado y camino con paso lento y pesado, tratando de alargar aunque se unos segundos su choque contra la realidad.
 Metió la mano en la urna mientras cerraba los ojos, revolvió un poco los papeles y finalmente saco uno.
-Isla de la reina muerte.- dijo dudando de la ubicación ya que no había oído jamás de aquella isla.

-Tenemos un ganador.- Dijo Tatsumi riéndose. -Será mejor que les des un fuerte abrazo a tus amigos. Te acaba de tocar el peor destino de todos. Se dice que es un infierno de calor abrasador en el que llueve fuego durante todo el año, también es la prisión de los caballeros negros y su guardia cárcel será tu entrenador. El sujeto es un maldito despiadado sin corazón llamado Ikki que hará de tu vida un infierno.- Dijo mientras su sonrisa se hacía cada vez mas grande.
 Si Alnair estaba pálida al descubrir su destino Kotaro parecía no tener color en su piel. hizo un par de pasos en dirección a la puerta y comenzó a vomitar el desayuno.
-Manden a alguien a que limpie allí.- Ordenó Tatsumi
 Luego miro su lista y continuo con el siguiente. -Sadalbari.-

La chica se levanto y clavo su mirada desafiante en los ojos del mayordomo. Metió la mano en la urna como si no le importara donde tendría que ir, saco un papel y se lo arrojo a Tatsumi sin leerlo. El papel golpeo el pecho del mayordomo y cayó en la mesa.- Iras a Jamir, en la cordillera del Himalaya niña desagradecida.-
 Sadalbarí dio una Última mirada a sus compañeros, sus ojos mostraban decisión y a todos les quedo claro que el plan de escape se llevaría a cabo esa misma noche.

Takezo dió un brinco a oir su nombre. Pensaba que el sorteo se llevaría acabo en la mañana, y eso hacía más urgente el escape.

Siempre pensó que aquel momento sería mas glorioso. Y a pesar de sus ganas de convertirse en caballero, temblaba y rogaba al cielo que no le tocara una suerte como la de Kotaro.

—Tsu-Tsushima ¿Japón? —dudó un momento antes de imitar el gesto de Dario con el puño levantado. El gesto no parecía triunfal porque seguia mirando aquel papel y el brazo que tenia alzado le temblaba  —¿Cuando partimos?

           - ¡Ánimo Kotaro!     Realmente creo que para nuestra edad cualquier destino debe ser peligroso, pero espero que tu como el resto de nosotros consigamos sacar el mejor provecho posible de nuestros entrenamientos y que mejor que hacerlo con el maestro mas difícil de todos ... con gusto te cambiaría mi destino si eso es posible! -    Dice Sonia a Kotaro con una sonrisa mientras que le ofrece una palmada en el hombro para animarle tras recibir el impacto de la designación, antes de que que Sadalbari reaccionara instintivamente, entonces desde la ubicación donde se encuentra, Sonia se gira para mirar y que la pequeña rubia la mira haciéndole una seña para que se contenga frente a Tatasumi, para que no haga más evidente el riesgo de su posible fuga frente al insensible y malhumorado instructor antes de mirar de reojo el destino de Takezo con cierto desencanto, porque a ella mima le pudo gustar para viajar hacia allá, pero no hizo un mínimo reproche al respecto y trato de no parecer nerviosa ante el resto mientras que se acercaba a tomar el papel con su destino, entonces una pausa teatral antes de decir con voz alta: 

           - ¡Yo soy Sonia de Lerna, mi destino será Atenas, en Grecia!    ¿No es acaso de allí de donde proviene Atenea?     ¿Quién será y cómo es mi tutor señor Tatsumi? - 

-Mañana durante el transcurso de la mañana irán saliendo a los Aeropuertos así que es mejor que vayan a hora a empacar sus pertenencias.- Contestó Tatsumi a la pregunta de Takezo.

-Si, allí habita la diosa Atenea así que por tu bien es mejor que te comportes como se debe y que consigas el rango de santa. No queremos que nos hagas pasar vergüenza.- Dijo en un tono mordaz.
 No sé quien estará a cargo de tu entrenamiento, conozco al de la isla de la reina muerte porque es un maldito desgraciado, cruel e irrespetuoso. Pero seguramente será alguien que te obligue a llevar una máscara y te haga correr hasta que quedes inconsciente.-
 Tatsumi levanto la urna y se la llevo mientras el personal de la mansión terminaba de limpiar lo que Kotaro había ensuciado. -Váyanse a su habitación y no molesten.- ladró aquel viejo y abandono el lugar.

       - ¡Señor Tatsumi nos esforzaremos para enorgullecer a la fundación a la que estamos tan agradecidos!   Para prepararnos para poder proteger a la señorita Saori Kido!     No le molestaremos más! -     Sonia le sonríe al señor Tatsumi y se despide políticamente con él y espera se aleje un poco para girarse hacia Takezo para susurrarle:

       - Que te parece si antes de alcanzar al resto de los chicos tratamos de hablar con Ben para saber más acerca del refugio en el Himalaya, en la isla de la Reina Muerte o en nuestros destinos?

Takezo se habia dado media vuelta con la orden de Tatsumi, dispuesto a hacer las maletas para cuando regresara del "gran escape".

—Mmmmm... Creo que no importa mucho, si iremos pase lo que pase —contestó encogiendose de hombros —Te acompañaré si quieres ir.

Si Sonia insistia, la acompañaria, pero si no iria con los demas a preparar sus cosas.

Sonia y Takezo se dirigieron a la oficina en donde se encontraba Ban. Poco antes de llegar a la puerta los chicos lograron sentir una energía cálida y reconfortante que emanaba desde el interior. Todos los chicos sabían que Ban estaba siempre muy ocupado, por eso no lo molestaban pero su oficina era el mejor lugar para estar. Allí se sentían tranquilos y relajados, además la mayoría de las veces Ban tenía un cuenco con caramelos para compartir con los niños. Era la contraparte de Tatsumi que parecía que vivía solo para hacerlos sufrir.
 Cuando ingresaron vieron que estaba de pie revisando unos papeles con un semblante algo serio. Poco antes de que los niños cruzaran el umbral de la puerta, que siempre permanecía abierta, Ban giro para mirarlo y les regalo una sonrisa. -Takezo, Sonia, ¿Como están hoy? preguntó mientras dividía su atención entre los papeles y los niños. ¿vienen por algo o solo quieren caramelos?

.        - Buenos días maestro Ban!     Un poquito nerviosos y preocupados debido a que maestro Tatsumi nos ha informado de lo difícil y peligro que serán nuestros entrenamientos a los destinos que nos mandaran a partir de mañana! -.    Responde Sonia nerviosa, pero tratando de tranquilizarse conforme siente el aura reconfortante que emana el maestro, entonces la niña mira de reojo a Takezo para darla pauta para participar, complementando su idea

Takezo intenta hablar pero las palabras no acuden inmediatamente a su boca.

Los golpearían y sería difícil, pero eso era parte del entrenamiento marcial. Era inevitable.

—Algunos niños, ¡No nosotros! Tienen miedo.

 Ban escucho a los chicos con algo de sorpresa. Cuando terminaron de hablar se fijo en el reloj que tenia colgado en una de las paredes y cerró los ojos en gesto de resignación. -Ya hicieron el sorteo de los destinos.- dijo dándose cuenta de lo que estaba pasando. -Debí de haber estado allí para que esto no pasara pero por lo visto no me percate de la hora y Tatsumi no tuvo la delicadeza de avisarme que comenzaría el sorteo.- Hizo una pausa para centrarse en el problema y miro a los niños.

 -Yo antes de dedicarme a dirigir esta institución fui un santo de Atenea, también al igual que ustedes fui sorteado para entrenar en un lugar remoto. No les voy a mentir, es un entrenamiento duro pero no es una tortura. Se les enseñara a defenderse, a combatir y a despertar el universo interno que cada uno de nosotros poseemos. Cuando se den cuenta ya su cuerpo se habrá acostumbrado a la exigencia física del entrenamiento y además podrán moldear un poder inimaginable que podrán usar para una causa mayor.- Explico Ban. -Pero de todos modos imagino que tienen miedos o preguntas más especificas sobre lo que les deparar. Por lo que me dices Takezo supongo también que el resto de los chicos debe de estar igual de nerviosos que ustedes. Pero atendamos un problema a la vez ¿Sonia, Takezo Que es lo que quieren saber de sus destinos?

Los ojos de Takezo se llenaron aun con más admiración hacia aquel hombre ¡Había sido santo de Atenea!

Takezo se golpeó el pecho con el puño —Estoy conforme ¡Ya quiero partir! ... pero ¿que es ese universo eterno*?

Había escuchado que los santos eran hombres valientes y poderosos que luchaban para el bien, Pero no habia escuchado nada de aquél poder que mencionaba Ban.

      - Algunos de nuestros amigos están más preocupados que nosotros por sus destinos maestro Ban, tal vez les tranquilizaría un poco como a nosotros escucharle a usted contarnos sus experiencias, pero con respecto a mi destino ... ¿Podría saber quién y cómo será mi maestro?    Desde allí podrí comunicarme de alguna manera con Edén, mi medio hermano? -       Pregunta Sonia con curiosidad, respeto y un poco de más tranquilidad la pequeña peli-rosa, bajando un poco la cabeza sonrojada dependiendo como reaccionara el maestro Ban 

Takezo asintió a todo lo que decía Sonia —¿Tienes un medio hermano? ¿Se perdió? —preguntó sorprendido. Casi nadie más tenia a nadie. Y los recuerdos de su propía familia le embargaron.

—¿Cree que mis padres estén orgullosos si me hago caballero? —preguntó nuevamente a Ban

Ban se apoyo con la cadera en el escritorio para acomodarse a escuchar a los chicos y sus preguntas, cosa que hizo con gran interes y amabilidad. -Mis experiencias dentro de lo que fueron las ultimas cruzadas no fue casi nada comparada a lo que hicieron los 5 grandes. Podría decir que protegimos junto a otros compañeros el cuerpo de Atenea cuando esta fue herida, y que además también resistí el embate de Thanatos ,el dios de la muerte, cuando esta intento quitarle la vida a Seika la hermana Seiya, el santo más poderoso que caminó sobre  esta tierra.- Dijo recordando aquellos momentos cuando vestía su Cloth. -Fui santo del León Menor e hice mi entrenamiento en el monte Kilimanjaro pero luego dejé mi Cloth para que nuevas generaciones pudieran vestirlo. Al comenzar a trabajar como director aquí renuncie al derecho de entrenar a mi sucesor pero se me permitió integrar el comité que eligió a quien lo entrenaría. Comentó el director contando a groso modo su experiencia como santo de Atenea.

 Veamos quien será tu maestro Sonia. Dijo rodeando el escritorio para tomar asiento en su sillón, una vez sentado marcó un numero de teléfono y comenzó a hablar. -Sí, necesito los destinos de los niños ahora mismo.- Ordenó mientras tomaba nota en una hoja de papel. Luego colgó el teléfono y tomo otra hoja en la que ya había impreso algunos datos. Veamos Sonia, tu destino fue Atenas la capital de Grecia y tú maestra será Yasmin, la amazona dorada de Escorpio, ella es partidaria a cambiar la costumbre de las mascaras asi que seguramente no te exija llevar una. Por tu parte Takezo, tu maestro será....- Hizo una pausa para sonreír. -Yo no podría haber elegido un mejor maestro. Nobou de Capricornio será tu instructor.- Hizo una última revisión a las hojas y comento con alegría que luego hablaría también con Alnair ya que ella lo sucedería como santa de León Menor.

 -La cuestión con tu hermano, Sonia, es un poco complicada. Su entrenamiento será duro y no habrá mucho espacio para poder usarlo en visitar familiares. Pero se te permitirá entablar alguna conversación con el de vez en cuando, yo estoy aquí para que no se comentan los errores de las generaciones pasadas, de haber podido establecer un contacto entre Shun e Ikki en mis tiempos las cosas no hubieran empezado como empezaron, pero bueno ese es otro tema. -Si recuerdas donde está tu hermano dimelo para que ya pueda establecer una linea de comunicación con el lugar en donde se encuentra.-

-Lo que me lleva a tu pregunta Takezo. Tu padre fue instructor de de Kendo y tu maestro es quien lleva en sus manos el filo de las mejores espadas del mundo. Sé tambien que entrenó con el patriarca así que tu línea de aprendizaje será de las mejores y cuando tengas tu Cloth posiblemente también manejes el poder de la espada en tus propias manos, así que si. Tu padre se sentiria extremadamente orgulloso de ti y de lo que aprendas durante este entrenamiento.-

 Hizo una pausa y volvió a la pregunta de Takezo que era tal vez la más importante la del universo Interno. -Cuanto hablo de universo Interno, no eterno.- Aclaro pensando que el niño tal vez lo había oído mal. Es la capacidad que tenemos los santos de hacer cosas increíbles, aquel universo explota dándonos la capacidad de saltar más alto de lo que imaginábamos, golpear a la velocidad del sonido o romper el suelo con nuestras patadas. Es el poder que nos dio Atenea para defender la justicia y es que se les dará a ustedes para que cumplan el mismo propósito que se nos asigno a nosotros. No tienen que tener miedo, este entrenamiento será duro pero los convertirá en los mayores protectores que la tierra conoció. ¿Quién sabe? tal vez incluso puedan superar al Poderosísimo Seiya.- Al decir esas palabras su rostro se entristeció un poco y miró al cielo.

- Samath 

Al escuchar su nombre caminaría hacia la urna y metería la mano tomando el primer papel que su dedo tocara para sacarlo y sin mirarlo lo entregaría a Tatsumi. Desde que llegó a la fundación Grad siempre había obedecido las ordenes tanto en los estudios como en los entrenamientos levantándose cada vez que caía al suelo y amaneciendo en cada examen. Siempre se había esforzado al máximo y su meta de ser caballero no es por ser su sueño sino por ser su responsabilidad... no hay que confundirse Tatsumi le cae como la mierd* y siempre ha pensado que algún día metería a los niños en sacos y los arrojaría al mar, al menos no fue así pero ciertamente al ver como las venas de su cabeza crecían cuando Sadalbari le desafiaba abiertamente estaría por jurar que el moriría por un ataque al corazón o ella por una paliza sino fuera por el buen Ben.

- Liberia eh?... (África Occidental... al menos no es la parte Sur) La armadura del Lobo Solo suspiraría y aceptaría su destino decidiendo en ese momento no volver con las manos vacías...

En la reunión con sus compañeros se había quedado callado, nunca les traicionaría sin embargo tampoco se reusaría a cumplir las órdenes por las que fue alimentado, educado y "cuidado" en este lugar. Cuando termina todo vuelve al lugar donde los varones descansan y comienza a empacar sus cosas lentamente mientras piensa en todas las cosas que es posible no vuelva a ver...

- Es posible que no los vuelva a ver... (Que no vuelvan todos...) En este momento piensa en Alnair, siempre le ha gustado pasar tiempo con ella pues siempre a sabido que tiene un buen corazón y no solo es algo que demuestre, cuando acaban los entrenamientos siempre que puede pasa a ayudarla en la cocina y siempre le ayuda en sus estudios... le preocupa mucho que no vuelva pues es una persona que aprecia mucho desde que habló con el la primera vez cuando se sentía solo así que fue su primera conexión entre los chicos de su edad en ese lugar.

- Pero es lo que debemos hacer, debo convertirme en el Lobo más fiero de Athena y voy a proteger a... todos. Aunque le agrade mucho Alnair no ha dejado de hablar con los otros chicos, la decisiva Jadalari, la energía de Dario, la inteligencia de Kotaro, la amabilidad de Tatsumi y la extraña astucia de y madures de Sonia... Siempre ha visto a Sonia como la de mayor potencial y decisión para las cosas, como si su pasado hubiera sido duro como el de el... o peor. - Creo que esto es todo...

   Suspiraría y dejaría la maleta en la cama para salir de la habitación y caminar hacia la oficina de Ben, aunque esté decidido en cumplir al menos quiere saber sobre el lugar a donde irá... Al llegar tocaría la puerta.

Y entraría xD

Mientras Samath estuvo en la habitación noto que había una sensación de tristeza en todos los niños que estaban ahí empacando. La única que no parecía triste era Sadalbari que más bien presentaba un semblante serio, casi enojado.
-Samath no te vayas muy lejos.- dijo la Niña. -Esta noche nos fugamos y espero que vengas con nosotros.- Comento sin muchos rodeos.
 Alnair intento regalarle una sonrisa Samath aunque solo le salió una mueca extraña con la boca, por otros lados los ojos de la niña demostraban con claridad lo que sentía. Tenía miedo y también estaba triste.

Al abrirse la puerta Ban miro al ingresante con una sonrisa en su rostro. -¿Como estas hoy Samath? creo que sé porque vienes a mi oficina.- Dijo mientras giñaba un ojo a Sonia y a Takezo. -Parece que Tatsumi los intento asustar y por lo visto lo logro muy bien. Ya me las arreglare con el mas tarde, ahora quiero que me digas que preguntas tienes.