Una vez el peligro había pasado, en principio, y los gusanos estaban siendo exterminados. Nos llegaron sonidos de la entrada. Algo me decía que no había que temer a esos ecos. Creo que son amigos, posiblemente preocupados por lo que pasaba aquí.
Aun con el hacha en mano me dispuse a encontrarme con las voces que provenían de la entrada. esperando que los demás compañeros me siguiesen.
Los gusarapos empezaron a churruscarse junto a la vaina que me descolgué de la espalda y coloqué a forma de recipiente para éstos. Los demás estaban interesados en las voces que provenían del fondo de la cueva - Si amigos, parecen voces humanas, están dando golpes y rompiendo maderas ¿será en la entrada? veremos a ver, yo sigo a lo mío con estos bichos - y proseguí con mis bichos.
Tras eso, seguí a Tritón que, hacha en ristre, se dirigió hacia la entrada - Tranquilo hermano, no creo que sean malhechores, han llamado a Durman... - comenté mientras se empezaba a ver luz al final del túnel - No obstante, voy a hacer lo mismo que tú y voy a estar listo, no me fío de nadie - y desenvainé a Ahuwen portándola en modo relajado, si eran amigos no quería que hubiera malentendidos....
(Holtz Junto a un grupo de personas de Forseck).
Menos mal que estáis bien, cuando vimos que Durman fue en vuestra búsqueda decidimos formar una partida de rescaté.
Holth quiso preguntar por todo lo sucedido. Pero la gente al ver que estaban todos sanos y salvos comenzaron a vitorear a los miembros de la Hermandad y aplaudir.
Esperaban que todo el mal en la mina hubiese sido purgado y comenzar pronto a explotarla Forseck necesitaba volver a la normalidad lo antes posible.