jack observó la mansión. Se relajó al pensar que mientras ella estuviera bajo la protección de la pequeña estaría a salvo. observó el camino, pero no el que temía delante de el, si no el que el destino parecía estar preparandole. Sonrió de forma pícara, como la de aquel que conoce algo que el resto ignora.
jack trepo por la puerta, parea saltar al otro lado, junto a sus compañeros. - No sabemos si hay peligro o no, por lo que vamos a asumir que asi es. Todos alerta.- Dijo mientras desenvainaba sus armas una vez al otro lado
El resto de los compañeros saltaron la verja con más o menos dificultad, en unos pocos minutos estaban ya todos al otro lado de la verja excepto Khunder que les lanzaba una mezcla de miradas entre reprobadoras y esperanzadas de que abriesen la maldita puerta de metal. Al ver que no le iban a abrir lanzó un bufido y se perdió por la calle galopando a toda velocidad.
El gran patio ajardinado de la mansión estaba en silencio, a lo lejos se continuaba escuchando el frenético tocar de los tambores pero en el jardin todo parecía en calma, de las fuentes seguía brotando agua clara y pura mientras que a lo lardo del camino empedrado que conducía a la puerta principal casi media docena de aves descansaban profundamente entre los árborles frutales. La casa permanecía oscura y silenciosa, como si de un felino agazapado se tratase.
Unos pocos y cautos pasos hacia adelante y descubrieron un pequeño parterre de petunias pisorteado, tirada en medio como una muñeca de trapo rota estaba tirado el cuerpecillo de Kora cuyas coletas eran inconfundibles. Su cabeza estaba hundida en el barro y no se movía. La calma continuaba en la casa.
Finalmente todos estamos dentro del jardín. Miro indecisa hacia Khunder, el can nos ha salvado mas de una vez, pero no sabemos qué ocurre y si abro la puerta podríamos alertar a los posibles atacantes que hubieran dentro.
El animal decide irse antes de que yo me acabase de plantear el abrirle la puerta. Mejor así, pienso encogiéndome de hombros. Y con cuidado empezamos a acercarnos a la mansión. Algo llama nuestra atención, según nos vamos acercando podemos distinguir un cuerpo tirado en el suelo. Reconozco a Kora, sorprendida observo como parece una muñeca rota...
Dios! Susurro mientras me acerco al cuerpo de la pequeña halfling. Coloco mis dedos temblorosos sobre su cuello, intentando hallar algún signo de vida. Siento mi corazón latiendo fuertemente... Como si de una oración se tratase, empiezo a repetirme interiormente... Que esté viva... Que esté viva...
Bien, Khunder... espero que encuentres una forma de entrar... nosotros vamos con prisa y en silencio... intentaré que el entrecot sea de buena calidad... te lo prometo...
¿Hay algo, por ahí, Jazzminne? -le susurro cuando ya estamos todos a bajo.
Al ver que se dirije hacia algo, ya no espero respuestas y me dirijo hacía allí, no sé qué habrá visto, pero está claro por su expresión corporal que no es nada bueno...
¡¡Oh mierda!! - pienso mientras ahogo un grito de rábia. Si ella está así, no quiero saber qué habrá pasado dentro... - ¿Como está? ¿Está viva? - susurro a Jazzminne.
Después de mi inútil intento por intentar encontrar algo que le facilitase la entrada a Khunder sin la necesidad de alertar a nuestros posibles enemigos, abriendo la gran verja de la entrada. Observo como finalmente el perro de Adler sale corriendo, quizás sea mejor que lo intente por su cuenta.
Me encamino con los demás pero manteniendo una distancia entre unos y otros.
No hay necesidad de ir apelotonados, ademas solo facilitamos el blanco en caso de emboscada.
De repente veo un gesto extraño de Jazzmine la cual va un poco mas adelantada que yo, no necesito preguntar que pasa, pues un poco mas adelante veo claramente como Kora la ama de llaves de la señorita Vanderboren se encuentra tirada en el suelo, dejo que Jazzmine se acerque a comprobar si sigue con vida, Esperemos que esa sea la voluntad de Lerethian.
Mientras me situó de forma que tenga una mejor vista de nuestro alrededor, no sea que mientras comprobamos que sigue Kora con vida nos ataquen por tal distracción.
Apretó fuertemente la empuñadura de Kwaden con mi mano mientras un pensamiento pasa por mi mente. Kora no tenia pinta de ser un rival fácil, mas bien lo contrario. Espero por lo menos que el resto estén bien o que lleguemos antes de que les pase nada.
Miro en todas direcciones intentando que esos pensamientos no me afecten, repitiéndome a mi mismo que no es momento para esto.
Los temblorosos dedos de Jazzminne se colocaron en el cuello de la halfing. Arrodillada la elfa notó como la piel estaba empezando a enfriarse bajo sus yemas. No había pulso, lo volvió a intentar. Nada. Tan cerca de Kora como estaba la elfa pudo ver los restos de una amplia mancha carmesí que había sido poco a poco absorvida por las petunias a las que tantas horas había dedicado. Jazzminne no pudo evitarlo y con mucho cuidado fue girando el cadaver. Los ojos de Kora vidriosos y abiertos la observaban con pesar, su rostro estaba encajado en una muca de dolor mientras que un cuchillo de piedra se hundía profundamente en su estómago. La herida era mortal y terriblemente dolorosa, probablemente se había arrastrado tratando de alcanzar la puerta para pedir ayuda hasta que la falta de sangre había acabado con ella.
El silencio seguía siendo lo único que se podía escuchar en las cercanías de la mansión.
Ya estaba confirmado Kora estaba muerta, nada se podía hacer ya por ella, el cuchillo de piedra que asomaba del estomago del ama de llaves de la señorita Vanderboren no dejaban lugar a duda.
La cuestión ahora era si encontraríamos mas cadáveres o quizás aun estábamos a tiempo de evitar una masacre, por culpa del hermano de la señorita Vanderboren.
Tras unos segundos hice una señal al resto para seguir la marcha en dirección a la mansión.
Intentando mantener todos mis sentidos en máxima alerta, cosa que empezaba a ser demasiado habitual.
Noooo!!!
Por mi mente pasan las imágenes de las veces que he visto a la intrépida halfling. Una lágrima corre por mis mejillas mientras que con una mano le cierro sus párpados... Descansa en paz. Susurro en élfico al éspiritu que poco a poco irá abandonando el cuerpo. Levanto la mirada mirando a mis compañeros. En mis ojos se pueden ver dibujados el dolor y la rabia.
Asiento ante Uldrich. Debemos darnos prisa para entrar en la mansión. Me incorporo con cuidado de no estar a la vista desde las ventanas, y con el mismo cuidado intento acercarme a la puerta.
La cara de jack se transformo en un rostro de furia, se acercó a la pequeña halflin y pasando sus dedos por su rostro, fue poco a poco tomando consciencia de que era verdad, no era una ilusión.
¿Descansa en paz? te proimeto que vengare tu muerte pequeña, y que tu muerte no habra sido en vano, salvare a tu señora.
jack se giro a sus compañeros. Jazz, mira a ver si hay algo que tenga ella que pueda servirnos de pista- Notaba como el dolor y el odio se habrian paso en su interior
Un mapa de la zona y una descriipcion del entorno no iria mal
Sin mediar palabra Cornelius miró a la mediana, se agachó, y recogió el puñal de piedra.
Maldita sea... esto no debería ser así... ya ha muerto demasiada gente por culpa de esto...
Señores... creo que nos espera una matanza ahí dentro. Ya seamos nosotros los muertos, o lo sean ellos. Que los Dioses sean los Jueces de esta noche. - susurro a mis compañeros.
Dicho esto, me adelanto sigilosamente hasta las paredes de la casa.
Espero que ellos vean en la oscuridad tan mal como yo...